Historia del Pensamiento Económico

Teoría de la Competencia

Competencia, desde el punto de vista económico, es la interacción entre organizaciones, empresas, grupos económicos o grupos sociales, en la cual existe rivalidad o disputa de recursos o cuota de mercado.


En las economías de mercado, gran parte de las empresas privadas se encuentran en una situación de competencia entre sí. Las empresas pueden competir mediante:

- precios mas bajos

- productos de mayor calidad

- estrategias de marketing

- mejor atención al cliente

- colocar puntos de venta cercanos al cliente

- etc

Teoría de la Competencia Perfecta



La teoría de la competencia perfecta es muy conocida entre los economistas. Surge de la economía neoclásica.

Se trata de un modelo, es decir, de una representación simplificada de la realidad que no se presenta en situaciones particulares. Sin embargo, la competencia perfecta es ampliamente utilizada en la elaboración de modelos económicos y, por ende, tiene gran influencia a la hora de desarrollar políticas económicas.

Los principales supuestos del modelo de competencia perfecta son:


- información perfecta: no existen fallas de información, como asimetrías o costo de búsqueda de información.

- racionalidad: tanto productores como consumidores toman todas las veces decisiones racionales

- individualismo: cada agente económico busca maximizar su utilidad o beneficios económicos.

- no existen barreras de mercado

- la función de producción de cada empresa tiene forma de U, con el costo mínimo en una cantidad pequeña en relación al tamaño de mercado. Esto hace que exista un gran número de empresas en el mercado y ninguna pueda influir individualmente en el precio de mercado.

La conclusión principal de la teoría de la competencia perfecta es que sin intervención gubernamental, el mercado tiende a un equilibrio estable, que es una situación de estabilidad de precios y cantidades. Este equilibrio es el óptimo desde el punto de vista de asignación de recursos, porque cada empresa produce en el mínimo del costo medio (se minimiza el costo social de producción) y la cantidad producida y consumida son las óptimas desde el punto de vista social. A largo plazo, las empresas solo pueden obtener beneficios normales. Se maximiza el excedente del consumidor (no el excedente del productor).

En el largo plazo, y paradójicamente, la teoría de la competencia perfecta arriba a una situación de ausencia de competencia, porque se trata de una situación estática sin rivalidad. Como afirma Cournot, el padre intelectual de la teoría de la competencia perfecta, [en el largo plazo] "los efectos de la competencia han alcanzado sus límites. Frank Knight afirma que un término mejor para describir esta situación sería "atomismo" y no competencia.

La teoría de la competencia perfecta tiene sus raíces en el trabajo de Antoine Augustin Cournot. Adam Smith, el gran economista clásico, popularizó la idea de competencia y la colocó en un "pedestal". John Bates Clark y Knight refinaron la teoría hasta llevarla tal como la conocemos ahora.

Adam Smith popularizó la idea de que la libre competencia puede llevar a que los individuos, actuando en busca de su propio beneficio, sirvan a mejorar el bienestar general.

Si bien la idea de que la competencia libre era capaz de llevar al precio a un nivel cercano al costo mínimo de producción ya estaba instalada en la literatura económica clásica, Adam Smith fue el economista que hizo que la idea de competencia como un standard o "caso base" en la mayoría de los modelos económicos posteriores.

Otras Estructuras de Mercado Competitivas

En situaciones de duopolio, oligopolio, competencia monopolística y otras estructuras de mercado similares, sí existe competencia, a pesar de que, en la literatura económica se suelen presentar estas estructuras de mercado como antagónicas a la competencia.

Una situación con solo dos oferentes que no coordinan sus acciones puede llevar a una situación de equilibrio similar a la de la competencia perfecta, en la que se minimiza el costo medio de largo plazo.

El concepto de Mercado y la Teoría de la Competencia

En general, se suele asociar a la palabra "mercado" con competencia, aunque en realidad esta asociación se debe mas que nada a motivos históricos. En realidad, la institución o el concepto de mercado per se, no hace ninguna referencia a la competencia. El mercado es una institución donde vendedor(es) y comprador(es) realizan intercambios comerciales. Un mercado puede tener solo un vendedor, solo un comprador, varios vendedores, muchos vendedores, etc.

La Teoría Neoclásica de la Competencia Perfecta versus la Visión de la Competencia de los Clásicos

La Teoría de la Competencia perfecta, desarrollada por los neoclásicos, se trata de una situación estática que se caracteriza por la ausencia de innovación y de modificaciones de precios. En los economistas clásicos, la competencia es vista como un proceso de mercado dinámico.

Teorías de la Competencia dentro de la Empresa

En las teorías mencionadas hasta este punto se toma la función de costos como estática, fijada por elementos tecnológicos externos. Sin embargo, también se puede ver a la función de producción como interna. Chandler, muestra que la búsqueda de eficiencias dentro de la organización puede ser una fuerza significante para el progreso económico. Una factor importante para aumentar la eficiencia interna, suele ser, según análisis de datos, la competencia interna. Es decir, la competencia entre miembros de una misma organización por el control de los recursos de la misma.

Economía Política

Sobre el uso del término Economía Política en el pasado



El término "economía política" fue utilizado durante el siglo 18 y hasta finales del siglo 19 para referirse a lo que en esa época era entendido como economía o ciencia económica. Con la publicación del libro "Principios de Economía" de Alfred Marshall en 1890, se comenzó a utilizar el término "economics" (economía) en lugar de "political economics" (economía política) y de este modo, el término "economía política" fue reemplazado por el término "economía".

Economía política, de modo similar al concepto actual de economía, se refería al estudio de las relaciones de producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Aunque existía un mayor énfasis en la parte normativa, si comparamos la economía actual con la economía del siglo 18.

Etimológicamente, el térmio economía política se deriva de los vocablos griegos:

- oikonomos: administración del hogar

- polis: ciudad o estado.


Economía Política como rama de las Ciencias Sociales

En la actualidad, existe una disciplina que se denomina economía política y no se trata de sólo un término para referirse a la ciencia económica.

El término economía política, cuando no es usado como sinónimo de economía, se refiere al area de las ciencias sociales que estudia las relaciones entre la sociedad, el estado, los mercados y las personas. Se refiere al estudio de la administración del estado, teniendo en cuenta elementos tanto económicos como políticos y sociológicos.


La economía política es una disciplina méramente interdisciplinaria. Al tener en cuenta elementos políticos y sociológicos, en algunos análisis la economía política es mas amplia que el análisis méramente económico. Por ejemplo, un análisis de la tarifa óptima desde el punto de vista económico tendrá en cuenta, entre otros factores, la tasa óptima para la maximización de la utilidad de un individuio modelo, la influencia en el crecimiento económico, etc.; pero la economía política tendrá en cuenta también las presiones de los grupos de interés, la influencia de los procesos políticos en la fijación de tarifas, las asimetrías de información por parte de los votantes, las motivaciones de los políticos, etc. Es decir, la economía política tiene en cuenta elementos que no son púramente económicos.

Además de contar con las herramientas que le brinda la ciencia económica, la economía política también tiene en cuenta:

- teoría política

- los mecanismos de elección pública.

- competencia y equilibrio político

- la influencia de grupos de poder.

- la influencia de instituciones políticas, como la legislatura y el poder

judicial.

- teorías de acción colectiva

- análisis institucional y cuestiones relacionadas con la implementación práctica de las políticas

públicas, por parte de agencias gubernamentales.

- cuestiones sociológicas e ideologías

Origen de la Economía

La economía estudia los procesos de producción, consumo y distribución de bienes y servicios. ¿Cuándo y como surgió la ciencia económica?


Desde el punto de vista etimológico, la palabra "economía" proviene de los vocablos griegos Ο?κος (oikos) y Ν?μειν (nemein). "Oikos" significa hogar y "Nemein" significa administrar. Entonces, epistemológicamente, economía significaría la administración del hogar. Según Homero, nemein tendría dos significados: por un lado; repartir o distribuir. El otro significado es utilizar, disfrutar, administrar. (Grumach).

Entonces, el origen etimológico del vocablo economía se relaciona con el arte de la adecuada administración del hogar para beneficio de sus habitantes.


Diferentes filósofos griegos utilizaron el vocablo oikonomein en sus obras y mas tarde comienzan a nombrar a economistas en referencia a aquellos que tenían la capacidad de una buena administración del hogar. Además, en gran cantidad de filósofos griegos en encuentran incipientes análisis del comportamiento humano en relación a los recursos materiales, lo que se podría considerar un análisis microeconómico precario. Sócrates utilizó el término "oikonomía" varias veces. Aristóteles también analizó la relación del hombre con los recursos. Con los sofistas griegos, en tema de análisis pasó del oikos al de la economía de la polis, por lo que encontramos temas relacionados con las finanzas públicas y la administración de la cuidad.

Podemos afirmar, entonces, que en la antigua Grecia el análisis económico fue mas allá del análisis de la unidad familiar y que "no se caracterizó por un simplismo empírico" (Backhaus, pp. 23). El uso del término "oikonomia" comenzó a ser el de la administración del hogar, pero mas tarde se aplicó como la capacidad de administrar una estructura compleja, ya sea grande o pequeña. (Backhaus, pp. 24). También se utilizó para significar la administración de la riqueza de las ciudades (finanzas públicas).

Con el pasar del tiempo, la complejidad y extensión de los análisis económicos se fue haciendo mayor. Entre otros podemos mencionar a Epicureo (341-270AC) y Philodemus (110-40AC).


También encontramos un análisis económico en la escuela de pensamiento estoica, que se desarrolló dentro del período helenístico y tuvo influencia en el pensamiento romano. El pensamiento estoico introdujo, entre otros, la doctrina de la corporación, de enorme inportancia en la jurisprudencia romana. (Spiegel, pp 37). Tocaron temas de la ética comercial y principalmente la propiedad privada, que tuvieron enorme influencia en el desarrollo de la legislación romana.

El desarrollo del pensamiento económico continuó durante el período romano y luego durante la edad media y la tradición cristiana. También durante el Imperio Bizantino continuó desarrollándose la economía como ciencia, y lo mismo ocurrió en el mundo árabe e islámico.

En este artículo nos enfocamos en los orígenes de la economía en el mundo antiguo, sin embargo, durante siglos, la economía tuvo un desarrollo y difusión relativamente lento en comparación con otras ciencias. Para ir concluyendo con esta pequeña reseña del origen de la economía, mencionaremos que recién durante la Revolución Industrial la economía como ciencia adquiere una considerable difusión a nivel mundial. El nacimiento de la economía moderna tuvo lugar en Europa Occidental para luego difundir la economía como ciencia al resto del mundo.

Bibliografía:

Grumach, Ernst: Oikonomika: Schriften zu Hauswirtschaft und Finanzwesen

Backhaus, Jürgen: Handbook of the History of Economic Thought.

Spiegel, Henry: The Growth of Economic Thought

Enfoque Keynesiano

Enfoque neoclasico-keynesiano



INTRODUCCIÓN

El presente trabajo abarca el enfoque de la síntesis Neoclásica-keynesiana, donde nos permitirá realizar un estudio detallado de todos los temas que este involucra ya que se presentan solo puntos clave a tratar.

La síntesis neoclásica–keynesiana dominó ampliamente la teoría macroeconómica en los años posteriores de la segunda guerra mundial y tuvo mucha influencia en el manejo de la política económica de muchos países que mediante apropiadas políticas fiscales y monetarias el gobierno podría evitar que la economía cayera en cualquiera de los extremos: elevado desempleo o alta inflación, permitiendo suavizar notoriamente los ciclos económicos.


A la vez este enfoque abarca temas que en el keynesianismo no lo tomaron en cuenta o tal vez no lo tomaron como punto importante, a tratar, tal es el caso de las expectativas y de la curva de Phillips. Que permitirá entender en que se basaban cada uno de los aportes anteriores, para explicar los diversos fenómenos económicos tales son como la inflación, el desempleo, y el mercado laboral en su conjunto. Sobre todo, separar el análisis de la síntesis neoclásica tanto a corto y largo plazo, también cabe resaltar la importante diferenciación entre corto y largo plazo de la curva de Phillips.

1. LA SINTESIS NEOCLASICA KEYNESIANA

En años recientes, el 90 por ciento de los economistas americanos han dejado de ser keynesianos o no keynesianos. En vez de ello, han trabajado hacia una síntesis de aquello que sea valioso en la teoría económica más antigua y en las teorías modernas de la determinación del ingreso. Este resultado puede ser llamado economía neoclásica y es aceptado, en sus visión general, por todos excepto por el cinco por ciento de escritores del ala de extrema izquierda y de extrema derecha”1.


1.1 INTRODUCCIÓN

A pocos años de la aparición de la Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero, el ambiente académico macroeconómico estuvo fuertemente influenciado por la teoría de John Maynard Keynes. No existía el consenso total pero se tenía la seguridad de que se había llegado a un nivel de conocimientos hasta ese momento nunca antes alcanzado – lo cual nunca más se volvería repetir inclusive hasta nuestros días- de la macroeconomía que nos permitiría explicar cabalmente cuales eran los factores que influenciaban en el desenvolvimiento de las variables como el producto, la inflación, el desempleo, etc.

En 1958, A.W. Phillips publicó su conocido estudio "La Relación entre el desempleo y las tasas de cambio en Reino Unido, 1861-1957", el cual presentaba una relación entre la tasa de variación de los salarios y el nivel de desempleo. Esto representó el hallazgo de lo que muchos economistas consideraban la "ecuación perdida del sistema keynesiano" ya que esta relacionaba el sistema real de la economía con el sistema monetario, motivo por el cual se popularizó en poco tiempo y añadió confianza al conjunto de conocimientos que hasta ese momento se tenía desarrollado.

Tal como ya se ha señalado anteriormente, existían grupos de economistas que no estaban de acuerdo con algunas de las recomendaciones de política que se derivaban del armazón keynesiano destacando entre ellos a los monetaristas encabezados por Milton Friedman. Las principales diferencias entre estos dos escuelas se centran en la efectividad de la política monetaria y fiscal.

Durante esta etapa también hacen presencia incorporando dentro del marco analítico conceptos muy importantes tales como la incorporación de las expectativas dentro de la curva de Phillips y sus recomendaciones de política monetaria, dos puntos que se relacionan directamente.

Estas nos indican cual es la influencia del variables nominales sobre las reales en el corto y en el largo plazo.

Sin embargo, a partir de los años cincuenta, se logra una amplio consenso dentro del análisis económico gracias a la integración de varias de las ideas keynesianas con otras planteadas en épocas anteriores. A esta etapa se le consideró como la Síntesis Neoclásica y se extendió hasta los años setentas, en la que se podría denominar la Edad Dorada de la Macroeconomía.

La economía keynesiana era propia de una situación de desempleo, además se caracterizaba por el supuesto de salarios y precios rígidos o bien que se ajusten lentamente. En la realidad se observa que el nivel de precios varía tanto para arriba como para abajo (como los presentados en la época de post guerra y de La Depresión, respectivamente). Además, durante este tiempo, las principales economía mundiales estaban presentado un crecimiento sostenido, lo cual invirtió la situación que se vivió en 1929, por una en donde los ratios de desempleo e inflación eran bajos.

En la síntesis neoclásica, se puede analizar la dinámica de la economía tanto cuando se encuentra en equilibrio de pleno empleo (El producto corriente es igual al producto de pleno empleo) como en la situación de desequilibrio.

Por consiguiente, se necesitaba ajustar el modelo a esta evidencia empírica.

1.2 CARACTERISTICAS

- La teoría neoclásica, considera que el mercado laboral funciona a largo plazo, con salarios flexibles aunque en el corto plazo sea algo rígido.

- Tuvo mucha influencia en el manejo de la política económica de muchos países que mediante apropiadas políticas fiscales y monetarias el gobierno podía evitar que la economía cayera en cualquiera de los extremos: Elevando desempleo ó alta inflación, permitiendo suavizar notoriamente los ciclos económicos.

- La síntesis neoclásica keynesiana señala que a largo plazo tiende al pleno empleo, pero a corto plazo existen imperfecciones de mercados que impiden que la economía vuelva rápidamente al nivel de producción potencial. Por ello proponen la intervención del gobierno, mediante los instrumentos de política económica envés de confiar en la libre iniciativa.

- El modelo general de la síntesis neoclásica es un modelo de equilibrio general agregada, que bajo el supuesto de plena y absoluta flexibilidad de los precios, alcanza el equilibrio en los diversos mercados

1.3 TEORIAS

Esto se logró en la Síntesis Neoclásica se puede resumir en tres teorías:

1.3.1 La Teoría de la Demanda Agregada Keynesiana.

La demanda agregada representa gráficamente la suma total de lo que una familia quiere y puede comprar a distintos niveles de precios, puede considerarse como una combinación de todos los productos que la gente desea comprar.

1.3.2 La Teoría del Modelo Clásico de Oferta Agregada

Los economistas clásicos opinaban que la función de la oferta agregada era vertical en e nivel de producción potencial o de pleno empleo. La producción es igual a la de pleno empleo.

1.3.3 La Teoría del Ajuste de Precios

Muestra el nivel de inflación en la economía en un punto determinado del tiempo.

Durante casi toda la historia los precios se fijaron por negociación entre quienes compran y quienes venden. Establecer un mismo precio para todos los compradores es una idea relativamente moderna que surgió con el desarrollo de las ventas al detalle a gran escala al final del siglo XIX F. W. Woolworth, Tiffany & Co., y otros anunciaron una "política estricta de un solo precio" por que trabajaban tantos artículos y supervisaban a tantos empleados.

Con la introducción de esta última teoría, se está dejando de utilizar un modelo estático para incorporar uno dinámico. Hasta este momento se había considerado como fijo el nivel de precios o como un stock la oferta de dinero. Pero en la realidad, el nivel de precios no se mantiene fijo durante un periodo sino que va variando y la oferta de dinero está dada por un monto de emisión, es decir, no es un stock sino un flujo. En este capítulo vamos a redefinir el modelo IS-LM para que tome en cuenta la inflación.

En la Síntesis Neoclásica, se puede analizar la dinámica de la economía tanto cuando se encuentra en equilibrio de pleno empleo (el producto corriente es igual al producto de pleno empleo) como en situaciones de desequilibrio.

El ciclo y el Crecimiento Economico en la Historia

Muchos de los problemas que la economía analiza están en buena medida ligados al objetivo que hoy generalmente se acepta, el cual es mantener un nivel de actividad económica elevado y estable en el tiempo, por lo cual la política económica en las últimas décadas ha estado dirigida o focalizada a evitar así la presencia de fenómenos que distorsionen el proceso productivo, lo que garantiza la estabilidad de las personas en sus puestos de trabajo, además de un salario adecuado a la actividad que desempeñan, como también la confiabilidad en la moneda, que si se mantienen, refuerzan y retroalimentan un proceso productivo mucho más sano, eficiente y estable.


El estudio del crecimiento económico mismo y de sus fluctuaciones se ha convertido en los años recientes en un área de la economía cultivada con especial dedicación, “sin embargo esta no es de ninguna manera una nueva área dentro de la ciencia económica. Por ejemplo, para no remontarse más allá de Adam Smith, en La riqueza de las naciones ya encontramos una exposición detallada de la acumulación de capital. La teoría del crecimiento económico es una de las partes más importantes dentro de los Principios de Ricardo que, transformada en un grado considerable, fue también decisiva en el Capital de Marx. El libro lV de los Principios de Mill está dedicado en su totalidad a una exposición del crecimiento económico, incluyendo la famosa investigación del capítulo Vl sobre el “estado estacionario”

A pesar de ello el estudio del crecimiento y de las fluctuaciones del producto no constituyeron siempre un tema central en el desarrollo del pensamiento económico evidencia de ello es que después de mediados del siglo XlX, relativamente poco se había sumado al cuerpo general de doctrina en estos temas, mas exactamente, con el surgimiento del pensamiento económico marginalista, base de las teorías económicas dominantes en la actualidad (neoclásica y keynesiana), se desplazó el centro de investigación a otras cuestiones que si bien importantes habían dejado de lado la comprensión esencial del sistema económico capitalista.

Si bien la corriente dominante del pensamiento económico ignoró la discusión del estudio del sistema económico como tal y se concentró en aspectos parciales del mismo, diversos autores fuera de esa corriente siguieron trabajando sobre las bases que dejaron los autores clásicos.


Tal vez uno de los factores imperantes y decisivos de la poca contribución a los temas del crecimiento económico en este periodo, es que con la Revolución Industrial se había generalizado la idea de un crecimiento económico constante, entendido como progreso ilimitado, tendiente al perfeccionamiento y a la evolución. Pues hasta fines del siglo XiX el proceso de industrialización europea, y más modestamente el despegue de la agricultura en los países industriales, coincidieron con un periodo de extraordinaria expansión del comercio internacional bajo la premisa del liberalismo. A pesar de que el liberalismo no contemplaba teóricamente el tema del crecimiento, la practica de la libertad de mercados fundamentada en la iniciativa privada y en la libre competencia originaron un despegue económico impresionante del capitalismo. A partir de la expansión imperialista producida durante dicho siglo, el “descubrimiento” y reparto de continentes enteros como África y buena parte de Asia fue combustible que alimento la noción de horizontes móviles, de capacidades que nunca se saturaban, de expansión sin fronteras.

Mas sin embargo, la aparición de crisis financieras, la Gran Guerra y la caída continuada de los precios de los productos industriales, en el periodo comprendido entre 1880 y 1920 como consecuencia de una competencia creciente, llevo consigo a una reducción de beneficios. Este hecho, unido al aumento del poderío de las organizaciones de los trabajadores, abonaron las dudas sobre la creencia en el crecimiento económico ilimitado. Al finalizar el conflicto bélico, parecía cumplirse la ley de los rendimientos decrecientes mientras reaparecía el fantasma malthusiano. En esta época adquirieron gran influencia las teorías leninistas y neo-marxistas sobre la crisis final del sistema capitalista mundial. La cual parecía verse confirmada por los conflictos bélicos entre los países imperialistas y las dificultades por las que atravesó Europa durante la guerra. Es también entonces cuando surgió con gran fuerza el pensamiento de Joseph Schumpeter sobre el crecimiento económico, centrado en las características estructurales del proceso.

Ante esta situación la época de la posguerra inicia con una marcada preocupación de los economistas por el futuro y por los intentos de buscar explicaciones más generales a la dinámica económica. El periodo de expansión en la década de los años veinte finalizo con la crisis de los treinta, seguida de una recuperación relativa que desemboco en la Segunda Guerra Mundial. Estos eventos explican, en parte, el hecho de que hasta 1950 dominara la idea de que la economía funcionaba cíclicamente, distinguiéndose entre las crisis que se producían por la guerras y los ciclos de alza y de baja del volumen de crecimiento que se habían venido generando a lo largo de la historia económica que arrancaba con la revolución industrial. En este periodo se hace famosa la teoría keynesiana del intervencionismo estatal para reducir o suavizar las fluctuaciones y hacer posible el mayor crecimiento mediante políticas “anticiclicas”, fundamentadas en la determinación de niveles satisfactorios de demanda agregada, principalmente, a través del gasto publico .


El interés académico por lo que comenzó a llamarse la teoría del crecimiento económico probablemente se vio motivado por la propias limitaciones que había mostrado el pensamiento keynesiano. Comenzó en 1946 con los modelos de Harrod y Domar en Inglaterra y EEUU respectivamente con el afán de “dinamizar a keynes”, preocupados por el estancamiento y por los recuerdos aun frescos de la crisis de los años treinta.

La recuperación de la economía mundial a partir de mediados de la década de 1950 hasta 1970, devolvió la confianza en la posibilidad de conseguir un crecimiento económico sostenido, el aumento constante de las inversiones, de la productividad, del progreso tecnológico, del empleo y del consumo. Con esta nueva confianza los economistas vieron decaer su interés por el ciclo económico, sin embargo la crisis energética de 1973-1974 puso fin a esta noción, abriendo un nuevo periodo de estancamiento del crecimiento con inflación que volvía a cuestionar abiertamente las posibilidades de expansión sin limites.

Así sucedió en diferentes momentos durante los últimos cien años, coincidiendo con épocas de prosperidad en los países industrializados, se llegó a hablar de la extinción del ciclo económico. Así ocurrió en los 1920, en los 1960 y según algunos investigadores incluso en la primera mitad de los 1990. Quienes no llegaban al extremo de proclamar la muerte del ciclo, argumentaban que el desarrollo de las instituciones capitalistas había llegado a tal capacidad de control de la economía, especialmente después de la segunda guerra mundial, que para el futuro sólo podrían esperarse fluctuaciones económicas muy moderadas y un crecimiento económico mucho mas estable y elevado. En cada caso, la evolución posterior de la economía, y el cuestionamiento de los economistas dejaron sin piso aquellas expresiones de optimismo, diferentes enfoques alentaban la discusión, la cual se veía enriquecida por los avances en la capacidad cada vez más analítica de la profesión.

Uno de los periodos más importantes en el desarrollo de la teoría del crecimiento y fluctuación del producto es sin duda la década de los ochenta en donde la literatura en estos temas experimentó una notable reactivación, y no es sino hasta 1982 con la publicación de la obra de Nelson y Plosser , que hace posible que la teoría del crecimiento y el ciclo se fusionasen, dado que hasta entonces, se había formado una visión dicotómica entre el ciclo y la tendencia de las series temporales macroeconómicas, lo que había producido la formación de dos cuerpos teóricos claramente diferenciados.

Los economistas habían interpretado las fluctuaciones económicas en el corto plazo como el resultado de perturbaciones transitorias asociadas con cambios en la política monetaria y fiscal, y se pensaba que los shocks eran propagados por el sistema económico, generando patrones de persistencia y co-movimientos entre las distintas variables macroeconómicas, y las fluctuaciones de largo plazo, por su parte, eran atribuidas al comportamiento experimentado por variables tales como: la acumulación de capital, el crecimiento poblacional y los cambios tecnológicos.

Como resultado de este nuevo esfuerzo teórico y empírico se han aportado datos y teorías de sumo interés sobre los factores explicativos del crecimiento y fluctuación del producto en los ámbitos mundial, nacional y regional, sin embargo es tal la complejidad de los fenómenos asociados al crecimiento y a sus fluctuaciones que desborda los procesos económicos, integrando también procesos políticos y sociales.

La pregunta acerca de qué hace que el producto de una determinada nación, pueblo o región crezca con el pasar de los años y el porque de sus fluctuaciones sigue abierta. Los diferentes enfoques continúan despejando el camino hacia una explicación teórica satisfactoria.

Neoliberalismo

Desde finales de la década de los años 70 y en lo adelante, América Latina sirvió de escenario para un nuevo cambio de paradigma, el nuevo liberalismo se convirtió progresivamente en la política económica dominante.



El neoliberalismo como doctrina ha generado un sin número de conceptos ya sea como ideología política, filosófica o antropológica. En materia de teoría económica, el neoliberalismo se define como propuesta que enaltece la competencia

capitalista y asume que su despliegue asegura las mejores condiciones de evolución de las fuerzas productivas. La libre competencia es presentada como el estado ideal de la economía, por lo que la acción del Estado debe estar encaminada a la defensa de los derechos de propiedad, de manera que quede excluida la posibilidad de prácticas de competencia desleal. Incluso llegan a asumir que pueden adoptarse un conjunto de medidas capaces de enfrentar la presencia de monopolios, afirmación que solo los más ingenuos son capaces de creer. Supone, además, la defensa (incluso jurídica) de la alta competitividad de los mercados, del libre comercio internacional y de la libertad de contratación del trabajo y la libre movilidad de los factores de la producción.

El neoliberalismo promueve la idea de la igualdad de los agentes en el mercado mundial; asumiendo que todos tienen las mismas oportunidades, incluso de acceso a la tecnología. Esta idea pareciera ser bastante justa en calidad de propósito, sin embargo esta política encubre la brecha existente entre los países más poderosos y la gran mayoría de los países del mundo, los pobres. Parece una broma pretender comparar la competitividad de un producto tercer mundista con uno del primer mundo. ¿Que diferencia habrá entre el desarrollo tecnológico puesto al servicio de la fabricación de éstos? ¿Que diferencia habrá en los costos de producción y por lo tanto en el precio del producto? Son preguntas que cualquier economista del mundo pobre podría formularle a los grandes generadores de la política como Milton Friedman, Paul Samuelson, Ludwig Von Mises o Frederik Von Hayek.



El enfoque neoliberal, en esencia, presenta siete proposiciones que resumen su posición con respecto al régimen de comercio:

1) El sesgo antiexportador. Donde las políticas de sustitución de importaciones sistema de incentivos todo a partir de los recursos asignados hacia el mercado interno y en contra de los mercados externos.

2) La neutralidad de los incentivos. El sesgo antiexportador y otras distorsiones inducidas por el gobierno con un fin neutral en el sistema de incentivos, son los principales factores que obstaculizan la expansión de las exportaciones.



3) La competencia. Las presiones competitivas del mercado mundial inducen una alta tasa de innovaciones tecnológicas, un proceso de aprendizaje dinámico y una producción eficiente en la frontera de posibilidades de producción.

4) La orientación hacia fuera y la promoción de las exportaciones. Los países en desarrollo deben adoptar estas políticas y no utilizar intervenciones en el régimen de comercio para resolver lo que básicamente son distorsiones domesticas.

5) El sistema de precios incentivos ideal, correcto u óptimo. Está menos distorsionado por la intervención estatal y más cercano a la norma evaluativo de libre mercado de competencia perfecta que se usa para medir las distorsiones.

6) La selectividad y protección a la industria infante. En si, se alude a niveles modestos de protección a los mercados nacientes, el argumento refiere al bienestar en contra del proteccionismo como un instrumento para la promoción de las industrias nacientes.

7) Evidencia. La experiencia de algunos países de industrialización reciente como (Hong Kong, Corea del Sur, Singapur y Formosa) en Asia del Este o de desarrollo hacia dentro producen un sesgo antiexportador en el dan apoyo empírico y son ejemplo de las ventajas de adoptar una estrategia de liberalización de mercado y libre comercio.

En resumen, el vuelco en el pensamiento que trajo consigo el cambio de paradigma en el mundo y sobre todo en América Latina acerca de la concepción del desarrollo, se ha traducido en una creciente neutralidad de los incentivos que se otorgan en la aplicación de la política comercial, con el objetivo de dar prioridad al mercado como mecanismo asignador de recursos y con la expectativa de que oriente en mayor medida al aparato productivo hacia las exportaciones. Se plantea un mercado sin fronteras donde prime la libertad económica y fuera de cualquier forma de proteccionismo. Esta supuesta libertad atraerá una marcada eficiencia, con mayores volúmenes de inversión extranjera directa que se traducirá en empresas más fuertes en su forma competitiva y con mayor capacidad de absorber mano de obra, o sea generación de empleo reduciendo el problema en los altos niveles de inequidad en la distribución del ingreso.

Autor: Eloy Samuel Ramírez Acosta - Junio de 2008

El Estructuralismo Latinoamericano - Desarrollo

Sin lugar a dudas, la representación más objetiva de la realidad de las economías subdesarrolladas, provino del Estructuralismo Latinoamericano, liderado por Raúl Prebisch y demás colaboradores de CEPAL, que constituyó el primer gran esfuerzo teórico por interpretar las causas de la situación económica y social en la región y sus perspectivas de transformación dentro de los marcos del propio sistema capitalista. El desarrollo hacia dentro ocupó un lugar relevante en tal esfuerzo.



El aporte de la corriente estructuralista radicó en concebir al desarrollo y al subdesarrollo de América Latina, no como una etapa en la senda universal concebida por Rostow, sino como parte de un proceso global y único, además de distinguir que las desigualdades entre el centro y la periferia se producían a través del comercio internacional.

Kay, Cristóbal: “Teorías Latinoamericanas del Desarrollo”, Revista CEPAL, No 43, Abril de 1991, pp. 101-113.

Contrarios a la tesis predominante sobre el papel del comercio internacional, el estructuralismo latinoamericano rechazó la noción del “beneficio mutuo” que se deducía de la teoría ricardiana de las ventajas comparativas y opuso a ésta la tesis del deterioro de los términos de intercambio de los productos primarios frente a los productos manufacturados (la tesis Prebisch – Singer). Con ello, argumentaron que los países del Centro retenían los frutos de su mayor productividad y que a través del comercio internacional escapaba al exterior una parte del excedente creado en las economías latinoamericanas, creándose restricciones financieras para la acumulación.



Los estructuralistas identificaron la presencia de deformaciones estructurales, a la hora de interpretar las causas del subdesarrollo latinoamericano y creyeron firmemente en la posibilidad de un desarrollo capitalista de las economías latinoamericanas, siempre y cuando se llevase a cabo un proceso consciente de transformaciones en la estructura productiva de esas economías y fuese protegido su mercado interno, ya que de lo contrario continuarían fortaleciéndose las asimetrías de la economía mundial. El endeudamiento externo, el desempleo elevado y creciente y la tendencia a la inflación, fueron los principales desequilibrios estructurales identificados en la región. Sólo mediante el análisis de la inserción estructural de las economías de la región en el sistema económico mundial y desde una perspectiva histórica, era posible comprender el origen de tales desequilibrios.

Para revertir la condición de economías subdesarrolladas, los países latinoamericanos tendrían que enfrentarse a los proyectos de libre comercio propuestos por EE.UU (el Plan Clayton), porque esa política comercial significaría el retroceso del incipiente proceso de industrialización que las economías más importantes de la región habían emprendido durante las tres primeras décadas del siglo XX y que había dado lugar a la formación de una incipiente burguesía industrial, interesada en continuar expandiéndose. La competencia por los mercados latinoamericanos, terminaría con la inundación de los mercados latinoamericanos con productos manufacturados en EE.UU. Las características históricas y económicas del mercado mundial, expresadas en la baja elasticidad - renta de la demanda internacional de productos primarios, que provocaba la inestabilidad y el carácter errático de los ingresos en divisas generados por la exportación de éstos productos, y la emergencia de Estados Unidos como potencia económica mundial con mayor producción de estos bienes y menor apertura de las importaciones, provocarían el descalabro de las economías latinoamericanas, altamente especializadas en la exportación de los productos primarios.

Precisamente, la tendencia al deterioro de la relación de intercambio de los productos primarios frente a los productos manufacturados, debido a las disparidad de la elasticidad – renta, el poder monopólico en las exportaciones de las manufacturas de los países desarrollados e incluso su influencia en los precios de los productos primarios, la cuota limitada de productos primarios exportados por el llamado Tercer Mundo, las devaluaciones de la moneda en los países subdesarrollados para hacer frente a déficit comerciales, además de conocidos problemas de la periferia como la baja productividad y el desempleo estructural, llevaron a Prebisch y los estructuralistas a la idea de promover un desarrollo basado en la industrialización por sustitución de importaciones (ISI), es decir, a proponer políticas económicas en defensa de la ampliación del mercado interno latinoamericano.



Años más tarde, en 1959, Prebisch propuso una variedad de políticas para contrarrestar la tendencia negativa en los términos de intercambio de la periferia y salvar las limitaciones del proceso de acumulación. Él sugirió un impuesto a las exportaciones primarias y un conjunto de gravámenes a las importaciones manufactureras, para ayudar a transferir recursos dentro de la periferia, desde las actividades exportadoras primarias hacia las industriales. También propuso permitir las actividades sindicales en el sector exportador primario para elevar los salarios., defender los precios de los artículos primarios a través de la acción concertada internacional y presionar por la reducción o eliminación del proteccionismo del Centro. La idea de la integración latinoamericana se adicionó años más tarde a la propuesta de industrialización, por las soluciones que aportaba en el sentido de ampliar los mercados internos de los países inmersos en dicho proceso, además de fortalecer a la región frente a EE.UU.

Como puede comprobarse, Prebisch no estaba en contra de la expansión de las exportaciones de la Periferia, ya que éstas ayudarían a reducir el excedente de mano de obra y, en consecuencia, permitirían elevar los salarios y los precios de exportación. No obstante, el principal impulso de su argumento estaba dirigido a cambiar la estructura de producción y a desarrollar un sector industrial a través de una serie de medidas que estimularían la asignación de recursos productivos adicionales para el sector industrial. Las ideas de Prebisch y sus colaboradores conformaron un proyecto de desarrollo capitalista nacional, es decir, un proyecto que defendía la ampliación de un mercado interno latinoamericano que sirviese de basamento a la burguesía industrial naciente.

Como se examinará en el siguiente capítulo, la puesta en práctica de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones (ISI), dio lugar a nuevos debates en torno al papel del mercado interno en el desarrollo latinoamericano.

Autor: Eloy Samuel Ramírez Acosta

Desarrollo Económico: Economía del Desarrollo

Después de la gran depresión de los años treinta y los desastres provocados por la segunda guerra mundial, la evidente brecha en términos económicos y sociales de los países subdesarrollados, devino en objeto de preocupación de políticos y teóricos. Surgió así lo que ha dado en llamarse la Economía del Desarrollo, fundamentalmente de inspiración neoclásica, y entre los principales teóricos se destacaron Raúl Prebish, Ragnar Nurske, Gunnar Myrdall, y Rosestein Rodan, entre otros.



Estos autores se dieron a la tarea de interpretar la existencia de lo que hoy denominamos subdesarrollo y elaboraron propuestas de diferente tipo, pero prácticamente todos identificaron la necesidad de acometer el proceso de industrialización que garantizara elevar sustancialmente los ritmos de crecimiento económico y los volúmenes de acumulación imprescindibles para ello.

La influencia keynesiana en el pensamiento de la época, se reveló en que varios autores centraran su atención en la estrechez del mercado interno de los países subdesarrollados. Rosenstein Rodan, por ejemplo, apuntaba que la insuficiencia de la demanda provocaba la escasez de inversión en el sector moderno, de aquí los pobres ritmos de crecimiento económico. Por su parte, Nurkse insistió en la presencia de un círculo vicioso de la pobreza, es decir las relaciones de causa- efecto entre varios fenómenos. Por el lado de la oferta advirtió: una baja renta por habitante, baja propensión al ahorro, insuficiencia de capital y baja productividad. Mientras, por el lado de la demanda observó la presencia de un bajo poder adquisitivo, insuficiencia de producción en el sector moderno, baja productividad media y baja capacidad de compra. Se hacía necesaria aumentar el tamaño del mercado para incrementar la rentabilidad esperada, la inversión y el aprovechamiento de las economías de escala, además de movilizar los recursos existentes hacia el sector moderno y así generar más incentivos al ahorro por ejemplo, mediante los controles sobre la demanda de consumo.

En su mayoría estos autores coincidieron en la necesidad de la afluencia de ahorro externo, en particular, de inversiones de capital extranjero, como vía para enfrentar las limitaciones internas del proceso de acumulación. La idea de un big push, es decir, de una oleada de inversiones simultáneas, sería la solución que permitiría impulsar el desarrollo del mercado interno.



Autor: Eloy Samuel Ramírez Acosta


Neoclasicos: Teoría económica neoclásica

La teoría neoclásica dividida en tres grandes escuelas como fueron; la Lausana, la Austriaca y la inglesa, también abordaron el trato al mercado. En si, estas escuelas se centraron en el tratamiento de la economía sobre la base microeconómica y con un fuerte enfoque matemático, desplegando importantes esfuerzos en torno a las teorías del productor y el consumidor, además del análisis marginalista.



En cuanto al mercado, concebían a éste como un ente capaz de regularse por si solo, es decir, el libre juego de las fuerzas de ofertas y demandas tendía a establecer, en condiciones de competencia, precios de equilibrio que garantizan una asignación óptima de los recursos además de asegurar el pleno empleo. Esta definición llevaba a los neoclásicos a ocuparse solamente de la esfera de la circulación y no de la producción. Al asumir el criterio de que toda oferta tiende a crear su propia demanda (la ley de Say), sus investigaciones se encaminaban a la asignación, el intercambio y la distribución de los recursos solamente.

John M. Keynes rompió esta tradición. Enfrentado a una situación de notables desequilibrios, como las crisis se superproducción y el ejército de desempleados que caracterizaban a los principales países capitalistas en las primeras décadas del siglo XX, Keynes entró en conflicto con el esquema neoclásico. En su opinión, teorías de sus antecesores, Smith y los neoclásicos, sobre la lógica perfecta del mercado y su simple regulación, no expresaban realmente la realidad económica mundial en la que se vivía. La existencia de monopolios y de sus grandes presiones sobre el mercado, auguraban la necesidad de una nueva teoría que revitalizara la fundamentación del sistema.

Keynes defendió la necesidad de la intervención del Estado, en calidad de agente capaz de diseñar políticas económicas encaminadas a regular las imperfecciones del mercado, mediante el aumento de la demanda agregada a la que él llamaba efectiva y mediante el multiplicador se devenía en un incremento notorio de la renta. El comportamiento del mercado interno, como se deduce de lo anterior, fue un importante objeto de su preocupación, por su papel en el proceso de la reproducción capitalista ampliada.



Autor: Eloy Samuel Ramírez Acosta


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