blog de Bertossi

Cooperativas de Trabajo: “alcances y límites”

p. Roberto Fermín Bertossi


Ante las contradicciones propias de todo clientelismo, politización e irregularidades del Plan Cooperativo Argentina Trabaja, ya nos resulta preciso e ineludible revelar el alcance y los límites del mismo, todo ello según la Constitución y la ley.

Estas cooperativas autogestionadas se inscriben en la perspectiva de organizaciones voluntarias y neutrales de personas desocupadas e independientes para desarrollar preponderantemente obras de pequeña envergadura e interés comunitario (construcción y reparación de calles y veredas, refacción de plazas, etc.) mediante un aporte directo del esfuerzo propio y la ayuda mutua de cada asociado, con miras inclusivas ha alcanzar beneficios razonables para dignificar y recalificar sus vidas e influencia personal.

Cada empresa de servicios con esa especial naturaleza, autonomía y reciprocidades, está diseñada para que pueda ser autogestionada por sus propios asociados compartiendo excedentes e ingresos con justicia distributiva y en forma proporcional al aporte, jerarquía y tiempo de trabajo que cada uno de sus miembros efectúe para la mejor realización de cada obra contratada y/o concesionada por estados municipales, provinciales o nacional, según se trate y siempre en el marco del derecho y la justicia dado que: “dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada”


Tomando en cuenta estas condiciones esenciales, observamos como en una cooperativa de trabajo genuina, cada asociado no solo puede aportar su esfuerzo personal sino también el arte, el oficio, el talento o los dones particulares, que mejor provean a su sustento personal y familiar, pero, sin relación laboral de ninguna índole, ni privada ni estatal.

En efecto, cada cooperativa de trabajo en cuanto tal, debe contar con mecanismos sociales y reglamentarios internos a través de los cuales sus asociados cumplirán con un régimen estatutario que establece el comportamiento y los lineamientos indispensables para el buen funcionamiento mancomunado de la actividad humana y empresarial, en la cual se encuentran inmersas estas cooperativas autogestionarias del plan argentina trabaja.

Consecuentemente cada una de estas cooperativas debe disponer de reglamentos internos apropiados no solo para el cumplimiento de su objeto y expansión sino con el fin de buscar una mejor forma de canalizar , entusiasmar y optimizar los aportes personales del elemento humano y los excedentes comunitarios, principal aporte y beneficio proporcional para cada asociado lo cual resulta lógico y obvio pues, de otra forma, en el centro de actividades de estas cooperativas planificadas podrían imperar el desorden y la politización como se viene verificando en no pocos casos.


Puede que sean trabajadores manuales e intelectuales pero, a la vez, son microempresarios y ello da una connotación jurídica diferente, pues no reciben un salario, sino su parte en los excedentes que genera cada empresa cooperativa. Por ende resulta tan inapropiado como desafortunado hablar de empleo, de sueldo, etc., en esta clase de cooperativas en tanto esqueleto del denominado plan argentina trabaja el que igualmente, de ningún modo y bajo ninguna circunstancia debiera tolerar, prohijar ni propiciar trabajadores precarizados, en negro ni trabajo indecente o insalubre, sin baños, sin vestuarios, sin ropa adecuada, etcétera.

Preconclusivamente entonces, resulta tan absurdo como paradojal las frecuentes y recurrentes protestas visibilizadas mediante abusivos e irracionales piquetes, cortes de calles y de avenidas por supuestos “trabajadores del plan argentina trabaja” como si en la realidad el Estado fuera su empleador y no ellos mismos autoorganizados y autogestionados como razonable y legalmente corresponde al verdadero alcance y límites de estas cooperativas en tanto cooperativas de trabajo y conforme la legislación vigente en la materia sin menoscabo ni prescindencia de la correspondiente fiscalización excluyente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) con sus facultades propias, exclusivas e intransferibles en materia de regulación, control y sanción de las mismas.

Finalmente y sólo en la medida de su productividad, queda clara la utilidad pública, el interés social y conveniencia para la promoción y el fomento de estas agrupaciones solidarias pero, siempre sin perjuicio de su verdadero alcance ni de sus concretos límites dado que, de lo contrario, entonces si “sin esqueleto cooperativo, sobreabundarán demasiados caparazones político-clientelares”, tan cooperativamente ilegales como ciudadanamente inaceptables.

La Verdad de las Audiencias Públicas

Audiencia Pública ¿o engañapichangas?


Roberto F. Bertossi

La audiencia pública apareció como un mecanismo nuevo para solucionar discrepancias surgidas entre los usuarios, los prestadores y los distribuidores de los servicios públicos y/o entre los sujetos de la actividad regulada.

De las más conocidas, tenemos aquellas implementadas en relación a cuestiones de obras y servicios públicos (modificación, reestructuración y aprobación de nuevos cuadros tarifarios, etc.) realización de obras de gran envergadura; asentamientos industriales y/o comerciales de grandes superficies.


Entre nosotros, estas audiencias deben ser articuladoras y moderadoras de intereses y posiciones contrarias, desiguales y por ende, derivar en decisiones siempre inspiradas en el principio “pro usuario”. Este no implica injusticias ni privilegios ya que las personas y/o sujetos en conflicto se encuentran en franca disparidad. A nadie escapa que un usuario no tiene el mismo poder de negociación que el empresario (privado, público o mixto) que se comprometió a prestarle un servicio público esencial en condiciones de calidad, eficiencia y confiabilidad.

Dichas audiencias son convocadas por los poderes ejecutivos (nacional, provincial, municipal) y sus agencias reguladoras no solo como un modo de `escuchar´ todas las opiniones sino también para fomentar la participación de todas las personas-usuarias y de todas las partes que, al encontrarse involucradas, pueden resultar los destinatarias directas o indirectas de las normas regulatorias, antes de que se adopte una decisión que los afecte.

Cada audiencia pública es un paso administrativo previo esencial antes de que se adopte una decisión regulatoria que repercutirá en la calidad de vida personal por sus contenidos patrimoniales, ambientales y hasta paisajísticos, según los casos.


De lo reseñado se podría inferir la utilidad del instituto administrativo “audiencia pública” dado que al consultar a todos, facilita la información necesaria para adoptar resoluciones regulatorias generales y particulares consistentes, equitativas, inclusivas y ecuánimes tanto desde una perspectiva jurídica cuanto en términos técnicos y ambientales.

Pero, ante demasiados desaciertos e inequidades regulatorias (imaginemos la injusta situación de los usuarios del interior del interior) por citar solo lo concerniente a servicios públicos esenciales: (Vg.: episodios recurrentes de pésima calidad e indisponibilidad de agua potable, carísima; energía eléctrica intermitente, carísima; transporte de pasajeros irregular, inseguro, sucio y, carísimo; etc.) ya luce preciso rediseñar no solo las audiencias públicas sino los propios marcos, entes y agencias regulatorias.

Porqué?

Nada impide ni posterga preguntarnos y preguntar sobre la idoneidad y la experticia racionalmente exigible en cada miembro de un ente o de una agencia reguladora cuando a menudo, son reclutados sin concurso de filas político-partidarias afines al poder de turno y acaso, apenas dotados de una formación vagamente generalista pero sin ninguna familiaridad con la materia regulatoria, mucho menos con las especificidad de las servicios que estarán a su cargo regular, controlar, moderar, incentivar y sancionar.

La metodología de audiencia pública debería institucionalizarse e insertarse en todos los marcos regulatorios y correspondería también ampliar los supuestos de convocatoria previstos en la actualidad tanto como su racionabilidad (lugares, días, horarios) desburocratización y acceso universal de todas las personas de capital e interior, del campo y la ciudad, aboliendo toda discrecionalidad y esterilidad verificadas a la fecha.

Sumarán y mucho los `medios abiertos para todos´ (radiodifusión, diarios y gráficos en general, televisión), las redes sociales y tales para, no solo convocar sino para concientizar y movilizar más participación ciudadana, registrando todas las secuencias de cada audiencia pública nueva e, igualmente, informándonos periódicamente sobre la índole, gravitación y resultados de las gestiones, requerimientos, incentivos y sanciones que disponga cada ente y/o agencia regulatoria respecto de concesionarias y licenciatarias tanto por anomalías en el suministro y tarifación de los servicios como la información solicitada, auditorías efectuadas (programas comprometidos de mantenimiento, contingencias, inversiones, expansión, seguridad, educación para usos y consumos, etc.) y más.

Finalmente deberemos ser capaces para sacudirnos, sacudir y despertar cada empoderamiento personal ciudadano tal vez dormido, como anestesiado quizás o, peor aún, desencantado, desencanto propio de su imposibilidad real y efectiva para que cada audiencia pública adquiera progresivamente categoría y virtualidad más vinculante, antes, durante y después de la adopción de cada orden o resolución regulatoria y así, entonces, gradualmente logremos promover, integrar, dignificar y satisfacer a cada usuario-consumidor e ir paulatinamente reduciendo esos enojos colectivos sin perjuicio de recuperar para cada persona damnificada todo `despojo regulatorio´ siempre injustos como silenciosos e inadvertidos; en suma consecuencias negativas que explican y predicen muchas de las exiguas e ilusorias participaciones de los usuarios como tantos marcos y agencias regulatorias cuanto menos, inocuas; y, en cuanto tal por ende, verdaderos mamarrachos engañapichangas.

Autor: Roberto F. Bertossi

Investigador y profesor universitario.

Experto en Cooperativas de la CONEAU

Autor de: “Servicios Públicos Cooperativos”

Editorial El Derecho, Págs. 240; 2009

Acceso al Agua Potable

Agua: de eso no se habla. (se retarifa!)



p.Roberto F. Bertossi

Entre nosotros el acceso al agua no es un derecho humano1 sino un bien sobremercantilizado2.

Nuestras autoridades, las agencias de regulación y control, los municipios en general -no obstante la garantía constitucional1-, después de más de quince años aún no han provisto la protección y concreción de este derecho, del uso racional de recurso tan esencial ni a la preservación del patrimonio natural ni de la diversidad biológica ni a una información adecuada y veraz ni a la educación ambiental ni a nada.


Pareciera ser que estas administraciones solo contratan `los peajes´ para la distribución del más vital insumo humano –sólo detrás del aire- pero sin involucrarse ni involucrar a sus cocontratantes en nuevas fuentes de investigación, generación, conservación y mantenimiento cuantitativas y cualitativas, sin educación para consumos responsables e inteligentes sobre la premisa insoslayable de solidaridades sociales y equidades intergeneracionales.

Así lo confirma claramente el pésimo abordaje estatal sobre la cuestión, la imprevisión e impericia para un desarrollo armónico y sustentable, la ausencia de una elemental racionalidad en la ocupación y ordenamiento territorial que implica precaución, trazabilidad, responsabilidad y sustentabilidad ambiental urbanas y rurales tanto en materia agrícola, inmobiliaria, turística, etc. todo lo que torna urgente y necesario ir desandando el problema ambiental para repensar los daños ambiental por acción, omisión y `comisión.

Nuevamente en vísperas del estío advertimos que estamos otra vez sin agua y en una verdadera emergencia hídrica de hecho, nuevamente verificamos la esterilidad de `lecciones climáticas anteriores´ no aprehendidas.


La inquietante preocupación común por la creciente escasez de agua potable hace años ya fue objeto del derecho a punto tal que, el Principio 10 de la Declaración de Río de Janeiro de 1992 dispone: ”El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel que corresponda, asegurándoseles un acceso adecuado a la información de que dispongan las autoridades públicas. Los Estados no sólo deberán facilitar y fomentar la sensibilización ecológica sino proporcionar acceso efectivo a los procedimientos Judiciales y Administrativos (todo lo contrario vg., a esas audiencias públicas no vinculantes y eufemismos parecidos), entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes”

Nuestra responsabilidad ambiental no se agota en retarifaciones, mediciones, sanciones y reparaciones sino con solidaridades desde funciones públicas idóneas y apropiadas, preventivas y precautorias para `asegurarnos la seguridad´ a que se refiere el articulo 42 de nuestra Carta Magna.

En efecto, el último paradigma es el de la “seguridad”, cuya emergencia se observa hacia fines del siglo XX, asentado sobre la aparición de casos inmersos en un contexto de incerteza científica, en el que se destaca la posibilidad eventual de daños graves o irreversibles. Se configura una vulnerabilidad antes desconocida para los individuos, una suerte de “retorno a las catástrofes”, pero ya no provenientes de la naturaleza, sino de la misma actividad del hombre.2

Finalmente, si persistimos en ocultar o negar este estado de más barro y menos agua, el acceso al agua potable solo será apenas un derecho simbólico sobre el bien más preciado pero, en realidad, un bien sobrepreciado, sobrevaluado, sobrefacturado impropia y especulativamente con complicidad, complacencia y ausencia estatal en tanto derecho humano, ajeno por ende a mercantilismos, desabastecimientos, irregularidades, indefensiones, irracionalidades y desaprensiones inhumanas semejantes.

1- La ONU aprobó en Ginebra con una gran mayoría la propuesta presentada por Bolivia y respaldada por otros 33 Estados de incluir el acceso a agua potable en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La resolución contó con un amplio apoyo en la Asamblea General. No hubo votos en contra, aunque unos cuantos países se abstuvieron. (28.07.2010), algo ya planteado en el seno de la FAO con ocasión de otra Jornada Mundial de la Alimentación: -AAS 99 (2007), 933-935

2 Un caso: Provisión inmueble Clase B03: “ Conforme notificación e intimación oficial de Aguas Cordobesas efectuada este mes de noviembre en curso por: ` los períodos: 12/05 y, 02-03/06, cuya suma original es de $ 32,23.; RECARGO a dicha fecha (nov/10) de $ 23,27; en ventanilla de la empresa el día 15/11/10 don Fermín –titular del inmueble- debió pagar: $ 116,16. (???) sic!!!!Detalles del Pago: Caja: 147312; Cajero: Perez; Movimiento: 02-15137450

¡Bonanza agrícola!

p. Roberto F. Bertossi1


El día lunes 27 de septiembre ppdo., en la Jornada Preparatoria del Lanzamiento de la Carrera de Especialización y Profundización en Derecho Agrario `2011/2013´, organizada por la Secretaria de Postrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral; (FCJS – UNL), fue reconfortante y auspicioso escuchar de boca del Ing. Juan José Bertero -Ministro de la Producción de Santa Fe, corazón de la Región Centro-, pronósticos de una bonanza agraria para los próximos treinta años argentinos y sudamericanos, sin precedentes.

Nada más propicio entonces para impulsar políticas publicas agrarias federales y regionales que podrían secuenciarse en seis programas quinquenales articulados, afines complementarios y apropiados para el mejor desarrollo agrario federal y de las economías regionales argentinas con sus peculiaridades, en miras de dar respuestas alimentarias cuantitativas y cualitativas a la demanda mundial de alimentos, perspectiva en la cual argentina conforma el grupo de ocho países en la región dotados naturalmente y capaces productiva e industrialmente para hacerlo en la medida que cesen injerencias políticas externas, tributariamente inequitativas, injustas e inapropiadas.

Para no repetir viejos paradigmas que permitieron y derivaron en, Vg., monocultivos abusivos, desarraigo rural, excesivas concentraciones de tierras, dañinas imprudencias ambientales, paralización, perjuicios y postergación de economías locales y regionales –urbanas y rurales-, voracidad fiscal, conflictividad rural y social; para no continuar marchando como a remolque de una realidad práctica, luce imperativo del mejor servicio y de la mayor utilidad, un nuevo paradigma de políticas públicas agrarias que acompañen y entusiasmen.


Esto mismo supone e implica tener presente en su diseño, imprescindibles `ejes agrícolas básicos´ consistentes en: 1) ordenamiento territorial y productivo (Vg., para impedir y condenar la improductividad de suelos fértiles convertidos irresponsablemente en recursos no renovables); 2) precaución, trazabilidad, responsabilidad y sustentabilidad ambiental; 3) inclusión social, generación de empleo y capital humano; 4) productividad, modernización y rentabilidad; 5) Agregar valor e industrialización (inversión interna, trabajo, consumo, riqueza, más contribuciones internas, mas derechos de importaciones, menos derechos de exportaciones, etc.); 6) investigación científica agraria; 7) apertura de mercados sobre la base de la satisfacción del mercado interno.8) una nueva legislación especifica que acompañe, incentive, regule y modere; 9) Arraigo y urbanización rural; 10) Rediseño de la intervención estatal agraria en términos más humanos, republicanos, democráticos y federales.

Argentina tiene la enorme oportunidad y responsabilidad histórica de contribuir substancialmente en la alimentación de una humanidad hambrienta pero, para ello, ya no podrá prescindir de las buenas prácticas agrícolas, de las asimilaciones tecnológicas: (fitosanitarias, genómica bovina lechera, semillas nuevas no transgénicas, `nuevos `satélites´ climáticos y bursátiles, etc. ), de la presencia agrícola y la del Organismo Nacional de administración de Bienes del Estado (Onabe) en el eventual nuevo `servicio cívico voluntario´; del logro gradual, paulatino, productivo y competitivo de los ejes agrícolas propuestos, de una prospectiva con secuencias más ecológicas pero centralmente de una racionalizad y una sensatez que impidan estropicios políticos de semejante bonanza agrícola, consolidando y expandiendo una revigorizada e hipermoderna identidad rural federal como `valiosa moneda inclusiva´, para el bien de todos y el mal de ninguno reconciliando, hermanando, amigando e integrando más estrechamente todo lo urbano con nuestras esplendidas ruralidades y, abandonando definitivamente extravagantes antagonismos y desencuentros.

Libertad de Expresión

¿Sociedad con Información?

(y sin malicias)

p. Roberto F. Bertossi1


Tanto a principios de los 80´ como últimamente, comprometidos medios de prensa denunciaron la reticencia de informaciones sobre acciones militares Vg., de Argentina en Malvinas, del INDEC en nuestra economía o ahora, de los Estados Unidos sobre Afganistán o en Colombia.

El harto dudoso argumento central de este `sigilo´, obedecería a que su divulgación `sin recaudos´, pondría en riesgo estrategias bélicas y económicas como la propia vida de los soldados involucrados en dichas maniobras o hasta el default de un país que crece sin equidad.

Ante este dilema, el meollo estaría subordinado a que los gobiernos y los periodistas deben revelar toda la información `chequeada´ que logran obtener -no pocas veces con coraje periodístico de raza y hasta algún grado de temeridad- por `dar la noticia´ primero, sin otro parámetro que el interés de la ciudadanía -no sólo de sus patrocinadores, auspiciantes, sponsor´s y `canjes´-; pero siempre sujetos a que esa difusión no provoque consecuencias inconvenientes.


Ahora bien, es cierto que todo poder emana del pueblo el que en nuestro caso no delibera ni gobierno sino por medio de sus representantes teniendo el derecho y el deber de informar e informarse sin censura previa, todo ratificado expresa y ampliamente en el Pacto de San José de Costa Rica, resguardando siempre `la protección de la seguridad nacional, el orden público o a la salud o la moral públicas´.

Ese es el contexto preciso en el cual cada medio de comunicación audiovisual puede elegir por revelar o no la noticia de que se trate, con responsabilidad social para salvaguardar los intereses y la seguridad del pueblo y, en dicho contexto si bien la legislación y jurisprudencia determinan que ciertos asuntos sean conservados en secreto por un tiempo determinado, por lo general el derecho a la información pública está en principio, garantizada en todas sus dimensiones y geografías.

El derecho y el deber a la información pública deben quedar definitivamente asegurados, resguardando como dijimos solo la integridad personal como la protección de la seguridad nacional, el orden público, la salud y la moral pública´, sin perjuicio de reservar las fuentes cuando sea inevitable para el pleno ejercicio de la profesión periodística.

Así las cosas, queda claro que la libertad es la regla con las obvias responsabilidades de cada caso siempre y cuando no resulten agraviados derechos y garantías de intereses individuales y generales de personas físicas, jurídicas ni expuestas cuestiones o intereses superiores del Estado.


No se rasga en modo alguno lo dicho cuando para la consolidación de la democracia, ciertos datos, provisoriamente, deben ser postergados al conocimiento de la sociedad.

Un ejemplo corriente se puede verificar en el campo inmobiliario como cuando en la administración Alfonsin, el anunciado traslado de la capital a Viedma implicaría infraestructura de gran porte y multiplicación de las actividades corrientes con las migraciones del caso, todo funcional para incrementar el valor anterior de estas tierras.

Otro, la publicidad engañosa de nuestro INDEC vernáculo.

Entonces, no es ni será fácil un equilibrio entre los secretos gubernamentales y los deberes de la prensa ya que cobra consenso la hipótesis de que ciertas informaciones, provisoriamente, puedan ser restringidas a favor de la seguridad personal, nacional y global (Coreas, Medio Oriente); de la democracia, y concomitantemente desde otra perspectiva, como contrafuegos a cualquier versión de usurocracia que, obvia, notoria y públicamente no es el caso del vilipendio de nuestras economías domesticas y productivas por parte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en su ya quinquenal metamorfosis peculiar.

Ante una paridad valorativa de lo que se pierde negando información y de lo que se gana informando adecuada y verazmente no caben dudas de que siempre se debe dirimir por la revelación inteligente y responsable.

Cuando, como en Malvinas o en reediciones de invasiones más o menos solapadas, aviesas y arteras de Afganistán o en Colombia por los dominadores de este mundo tenebroso, la omision no solo puede ocultar inaceptables intereses militares, economicos, clientelares o políticos de la `faccion´ dominante, sino que precisamente ese secreto revierte el poder contra su titular: “el pueblo” y, ahora tambien, la comunidad mundial; omisiones apenas reparadas cuando finalmente se esclarece la verdad, pero ya sin posibilidad ninguna de recuperar perdidas y daños de vidas, bienes y consideracion internacional.

Por todo eso estará bueno que todos tengamos información oportuna-`meridiem´, sin malicias para que ya no nos sorprenda un nuevo estallido ante nuestras propias narices, estallido que esparcirá toda tranquilidad del orden, `las guerras por otros medios´ y las economias dejando quizas, poco y unos pocos, atonitos, ante lo inefable de un desconocido y violento darvinismo postrero.

La Economía Social y Solidaria como escenario nuevo de la Mutualidad

Una necesidad, un dolor menos, es una libertad mas


Autor: Roberto F. Bertossi

Índice

Sumario

Introducción.

Herramientas

Contexto social-solidario para desarrollos mutuales

Eficacia y justicia en la mutualidad

Globalización del mutualismo

Conclusiones y propuestas



Resumen

La mutualidad es una de las mejores expresiones humanas de fraternidad cuyas versiones dan cuenta –más destacadamente- de las experiencias de los Babilonios, del presidente Franklin -en 1782 con su mutual contra incendios- y, como factor clave para el hospedaje, afianzamiento, desarrollo y expansión de la Inmigración y su redignificación.


Hoy, esa mutualidad exige herramientas nuevas ante la mundialización de la economía con sus extravagantes esquemas financieros que han repercutido tan negativa y excluyentemente en el campo del trabajo y de la seguridad social, fundamental y trascendentemente.

Esas herramientas primeras son humanas y ya deben reconfigurar identificación y encarnación personal con su mutual, sintiéndola, sabiéndola y mostrándola como propia ya que, un gesto vale más que mil palabras y la impresión inicial siempre condiciona las posteriores.

Bajo estas premisas, la capacitación y auto capacitación constante e incentivada, la innovación, la productividad, la competitividad, la entusiasta creatividad confirman al capital humano mutual como clave de estas organizaciones solidarias.

Asimismo y ante las crecientes necesidades de crecientes desocupados y marginados estamos ante un enorme desafío humano que merece -en términos de estricta justicia- un mercado que abandone sus lógicas cerradas del lucro como valor supremo y esto sea acompañado con aperturas progresivas en el contexto local, regional y mundial a nuevas formas de actividades economías y de servicios esenciales más caracterizadas por la mutualidad y los asociativismos solidarios con clivaje en la Sociedad Civil para el logro del desarrollo humano, mucho mas allá de los primeros objetivos del milenio hasta estructurizar la cultura de la satisfacción en plenitud, universalmente.

Por ultimo, globalizar la mutualidad será poner nuestros mejores avances del conocimiento al servicio de este objetivo, destacando la exploración científica y aproximaciones académicas relacionadas con las diferentes visiones y estrategias existentes en el campo mutual, especialmente desde y hacia la perspectiva y prospectiva de la pobreza, de hirientes disparidades como desde lo económico, territorial, político, ecológico y cultural, objetivo que deberá ser apto para intensos procesos de integración y cohesión humanas estratégicas, transfronterizas y trasnacionales reeditando en esta hipermodernidad todo lo bueno de la jalea de solidaridad propia de las primeras comunidades de creyentes y personas de buena voluntad, con neutralidad y sin discriminaciones ni excluidos en “esta posteridad” convencida con Mario Benedetti que, todos juntos, codo a codo, somos mucho más que dos.

Introducción

Cómo no expandir y defender nuestro mutualismo sin envalentonar a sus verdugos, coproduciendo victimas?

Cómo ignorar que el autentico mutualismo alivia el gasto público?

Cómo ignorar esa mutualidad que complementa la acción e intervención social ante el tremendo retroceso de las políticas sociales por la expansión ilimitada, insaciable, excluyente y apabullante del capital individualista conservadurista?

Cómo ignorar el eclipse de conciencias colectivo ante la tromba de la usurocracia que ya fuera condenada en el derecho romano, por San Gregorio y ahora mismo por el Código Penal vigente?

Cómo ignorar las tendencia laborales, provisionales, demográficas, ecológicas y de la internacionalización de la economía-financiera global?

Cómo ignorar que verdugos tales han hecho del lucro “un valor supremo”?

Una primera idea de mutualidad que se me ocurre es la de “personas inspiradas y movilizadas por la solidaridad”, los “ socorros mutuos”; la de organizaciones de prestaciones reciprocas que sirven de base y desarrollo a cada asociación mutual; propósitos de ayudas reciprocas ante infortunios de la vida y disparidades hirientes; de ahí en más, ámbito adecuado para el adelanto y el bienestar armónico, solidario y fraterno de cada persona, de cada familia, de de cada grupo de inmigrantes, de operarios; de empleados privados y públicos, de funcionarios y profesionales.

Bien, ahora para sugerirles o anoticiarles sobre nuevas herramientas para la gestión diaria  y también tratar de dar marcos conceptuales que permitan trabajar  con mayor profesionalidad en nuestra mutualidad sin limites, me parece ineludible decir que el capital intelectual es la clave para la capacidad competitiva de cada organización mutual.

Si vamos a hablar de nuevas herramientas para la gestión diaria no podremos ignorar crecientes obstáculos transversales como la ausencia de confiabilidad, de educación, información, capacitación, entrenamiento y cualificación; marcados absentismos y, finalmente débiles o ausentes controles privados y regulaciones públicas como acredita la crisis en el INAES y lamentables escándalos pseudo mutuales como pantallas de lo peor (mafia de medicamentos, usura, lavados de dinero, evasión y elusión tributaria con la consecuente mutilación del gasto público y la inversión social) e impactos negativos en la buena fe pública para con la secular nobleza mutual.

Una mutual es eso y no es otra cosa. Una mutual está clara y expresamente definida en el artículo 2 y cc. de la legislación argentina vigente . . .

Ahora bien, potenciar cuanto favorezca el desarrollo de la actividad empresarial de las mutuales, torna preciso mínimamente: 1) Profesionalizar la gestión y simultáneamente, ampliar los mecanismos de acompañamiento y control sobre la misma como asambleas informativas a los asociados; 2) fortalecer la imagen mutual consolidando la garantía de asociados y toda persona física o jurídica relacionada con la misma (proveedores, Estado, sindicatos, profesionales, federaciones, confederaciones y organismos internacionales interrelacionados por sectores y/o institucionalidad/es. 3) Perfeccionar o crear los sistemas que estimulen en las mutuales el incremento de los recursos financieros propios propugnando la ampliación de los recursos y subsidios estatales; 4) aceptar con todo el pragmatismo mutual posible las realidades del mercado.

Herramientas

Cualquiera sea la denominación a utilizar, el referirse al factor humano, al capital o recurso humano o al capital intelectual, se habla sin duda de las personas que integran la mutual de que se trate dedicada a la generación solidaria de bienes, servicios y beneficios.

Sin lugar a dudas, hay consenso creciente y generalizado de que el éxito o el fracaso de una mutual, se vincula estrechamente al desempeño de todas las personas que la integran, sin importar su jerarquía, ubicación y condición.

Particularmente en un crítico ambiente como el actual, de gran competencia y profundos cambios radicales, la supervivencia de una mutual, dependerá de su capacidad de adaptación y de respuesta ante la evolución del entorno y del desarrollo y fortalecimiento de sus capacidades competitivas.

La adaptación al nuevo entorno esta en constante cambio y ejerce influencias diversas en el comportamiento de la empresa de servicios mutual lo que ya requiere una evolución tecnológica constante del personal y directivos como la exigencia de un sistema mas participativo y horizontal que favorezca y facilite la comunicación incentivando el trabajo en equipo, el desarrollo de creatividades y una potencialización de la eficacia mutual.

Las empresas solidarias cuestionan e interpelan las transformaciones introducidas por la hipermodernidad y deben ser capaces de adaptarse a las nuevas mentalidades y a las mutaciones de todo tipo.

Las mutuales deben continuar extendiendo sus regiones de influencia dado que sus servicios: 1) se benefician de la mejor combinación “servicio-calidad-precio”; 2) saben identificar, librar y ganar las luchas internas de la participación y de la adhesión del personal; 3) Por ultimo están potenciadas para superar airosamente las amenazas externas de la competencia y del progreso tecnológico.

La consecución del progreso social y económico mutual, exige que sus recursos humanos hagan converger esfuerzos hacia la constante innovación que necesita el mercado mutual conservando, alimentando y enriqueciendo el espíritu emprendedor todo lo posible, valorando con inteligencia los riesgos y amenazas.

Como decía Schumpeter el empresario es un hombre innovador capaz de coordinar las fuerzas económicas y producir riqueza . . . mutual en nuestro caso.

A propósito como no recordar que lo pequeño es hermoso y, que con varios poquitos podemos hacer “un mucho”.

El desarrollo empresario pone de manifiesto que quienes se aventuran en innovación, llegan a ser empresas sobresalientes pero, para ello es preciso realizar un importante esfuerzo mancomunado en educación, investigación y desarrollo constante; visión de futuro y capacidad de riesgo.

Ciertamente la arquitectura empresarial continua descubriendo un cimiento poderoso sobre el que construir logros: se trata del “capital metafísico” consistente en capacidad de innovación, de adquisición de nuevos conocimientos, de asunción de riesgos, de compartir valores y de comunicación sin omitir que ya se debe concebir la cultura como parte de la riqueza, más que como consecuencia de ella en la convicción de que somos mas dueños de lo que sabemos que de lo que tenemos.

La superación continua en materia de calidad, es, sin dudas, la característica más relevante de toda moderna empresa. El principio de satisfacer al asociado en nuestro caso comienza por ofrecer productos y servicios sin defectos que cumplan las especificaciones que se ajustan a sus necesidades de cada día.

Entonces, para lograr la máxima productividad, las direcciones de las empresas mutuales se podrían fijar el objetivo de los “cinco ceros”; cero errores en el trabajo para ahorrar en papelería, en tiempo, en imagen, en eficiencia, en excelencia, en fastidio de asociados, etc.), todo lo cual quiere decir que tiene que salir bien al primer intento; cero averías en sus procesos de control de distribución, industrialización y/o producción; cero tiempo de distribución o tiempo de venta; cero stocks mediante la reducción de inventarios y cero papeleo eliminando demoras en las comunicaciones, atenciones y requerimientos.

La empresa mutual debe utilizar las nuevas técnicas de dirección y gestión en el planteamiento y resolución de los problemas que afectan a sus distintos subsistemas funcionales y que permiten la adopción racional de decisiones económicas mutuales óptimas.

En años recientes se han desarrollado muchos modelos y técnicas cuantitativas al servicio de la empresa.

El análisis de gestión, aporte elementos de racionalidad en la toma de decisiones, a través de la previsión, de la regulación y del control.

También, la técnica de auditoria es aplicable a cualquier empresa con independencia de su naturaleza y tamaño.

Asimismo los instrumentos del marketing hacen posible incrementar y expandir la cuota de “mercado mutual”

Por ultimo la complejidad, tanto del entorno o del medio competitivo en el que la empresa mutual actúa como de la propia empresa como organización y, en consecuencia, de su gestión, justifica el interés por el “análisis estratégico”.

Podemos decir por ultimo que el capital humano es la primera cara visible de cada mutual, es un recurso que no solo tiene que ser sino parecer ya que, siempre, la primera impresión condiciona las posteriores.

También proponer recíprocamente que, así como se reconoce su antigüedad, seria todo un incentivo -en más o en menos-, reconocer esfuerzos de capacitación personal y grupal, logros, saberes y simpatías puestas a disposición del servicio mutual.

Contexto social-solidario e institucional para auténticos desarrollos mutuales

El nuevo articulo 75 inc. 19 CN. que consagró el desarrollo humano es el paraguas magno de viejos y nuevos desarrollos mutuales que por su índole y gravitación social, reducen minuto a minuto disparidades hirientes en su combate contra el hambre, el sufrimiento inútil y toda necesidad.

Desde una mirada2 a la economía social (toda economía es social), hace tiempo -hoy nos damos cuenta retrospectivamente-, que la economía también forma parte de los ámbitos en que se manifiestan los errores y las miserias humanas pero, nuestros días nos ofrecen una prueba más que evidente (superior a la de crisis del 30´), singularmente a partir del crak up financiero mundial de 2008 y ahora con su implosión y explosión europea: no a los bebes, no a los inmigrantes; inéditas podas de haberes de los empleados públicos; reajustes jubilatorios negativos, desocupación y por ende disminución de ingresos mutuales por concepto de aportes y contribuciones periódicas; etc. etcéteras.

Por eso supimos decir que la miseria y los objetivos del milenio no podían esperar más pero que los bancos sí;

Una equivocada exigencia de la economía -digamos del mercado- de ser autónoma, de no estar sujetas a exigencias de carácter ético, ha llevado a muchos a abusar de los instrumentos económicos y financieros, tanto aquellos tradicionales como sofisticados de hoy, incluso de manera destructiva ya que no solo mata el aborto ni la inseguridad sino nefastos programas como los de Martínez de Hoz, Alemán, Cavallo y otros por todos conocidos y . . . padecidos.

Así pues, es posible sostener que la actividad económica-financiera tradicional no podrá resolver por si sola todas las necesidades sociales ampliando sin más la lógica mercantilista pero no hagamos reproches al mercado sino a los hombres que lo dominan, a su indigencia ética y a su irresponsabilidad personal y social.

Desde la convicción de una economía solidaria posible, podemos argumentarla en que dentro de sus actividades inherentes se pueden vivir y convivir relaciones de solidaridad y de reciprocidad porque la economía no es ni éticamente neutra ni inhumana o antisocial por naturaleza.

Se trata de una de las actividades del hombre y, precisamente porque es humana, debe ser articulada e institucionalizada éticamente.

El gran desafío que tenemos planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la reciente crisis financiera mundial, es demostrar, tanto en el orden de las ideas como en el de los comportamientos prácticos, que no solo no se deben olvidar ni debilitar los principios tradicionales de la equidad social y de la justicia distributiva, como la transparencia, la honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones de productividad y competitividad, civiles o mercantiles como expresiones de fraternidad y mutualidad pueden y deben tener su espacio en la actividad economía ordinaria lo que ya es una exigencia del hombre en el crucial momento actual de un mundo que cruje, pero también de la razón económica misma si acaso tomó nota de sus desatinos y desaguisados autónomos.

Todo esto torna necesario que en el Estado y en el mercado se de mas cabida e incentivos a actividades económicas mutuales de personas que opten libremente por ejercer su gestión movidos por principios distintos al del mero lucro, sin renunciar por ello a producir bienes, servicios y valores mutuales económicamente relevantes, opciones que se han revelado tan viables como posibles e indirectamente útiles y aliviantes a la comunidad circundante de estos “sucesos solidarios”

En efecto, se supo señalar que el sistema económico debe estar basado en tres instancias complementarias: el mercado, el Estado y la sociedad civil.

La sociedad civil es el ámbito mas apropiado para una economía solidaria, sin negarla en los otros dos ámbitos.

Hoy podemos asegurar que la vida económica debe ser comprendida como una realidad de múltiples dimensiones: en todas ellas, aunque en medida y modalidad diferentes debe haber espacio y respeto para la fraterna reciprocidad.

En tanto se viva en globalización, ninguna actividad económica ni financiera puede prescindir humanamente de la solidaridad y la responsabilidad por la justicia, todo ello en sus diversas instancias y en cada uno de sus agentes.

Se trata en definitiva de una forma concreta y profunda de democracia económica.

La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos por tanto no se la puede dejar solo en manos del Estado y menos aún, del mercado.

La economía solidaria requiere un mercado en el cual puedan operar libremente, con igualdad de oportunidades, empresas que persiguen fines institucionales diversos. Junto a la empresa privada orientada al lucro y los diferentes tipos de empresas publicas y/o mixtas, deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas y de servicios que persiguen fines socialmente mutualistas.

Entonces, de su reciproca interacción auténtica en el mercado se puede esperar una especie de combinación entre los comportamientos responsables de empresa, y con ella, una atención mas sensible a una civilización de la economía.

En nuestro caso, la mutualidad se ha propuesto dar forma y organización a las iniciativas económicas y sociales que, sin renunciar al bienestar, con una activa y entusiasta participación asociativa, tanto como derecho, deber y legitimidad de beneficios y saciedad, pueden lograrse, son expresiones solidarias que quieren ir mas allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fines en sí mismo.

Para ello el aprovechamiento de la infinita lozanía mutual con sus enormes posibilidades será un camino adecuado para que las mutuales en red regional e internacional ya en su doble vertiente: social: “asociación” y, económica: “empresa” puedan continuar cumpliendo su función-misión en el marco dinámico y competitivo en el que desarrollan hoy sus actividades de servicios sin que peligre su estabilidad y se asegure su supervivencia y expansión.

Las empresa mutuales deben estar abiertas a las nuevas evoluciones y revoluciones en el campo de los productos y servicios, de los procedimientos de fabricación y trazabilidad, de los métodos de venta y financiación permaneciendo flexibles para poder adaptarse a los desarrollos supranacionales (Mercosur, UE, UNASUR, Comunidades africanas y escandinavas, etc.), a la legislación (es urgente una nueva ley democrática mutual moderna) y a las actuaciones de la competencia.

Respecto de la mutualidad, como acepción jurídica, se verifica en principio porque existe una necesaria correspondencia entre las calidades y categorías de asociados consumidores y usuarios de los bienes y servicios mutuales.

Este es un concepto genérico, expresivo de la reciprocidad en el cambio de las prestaciones de la actividad económica mutual, una relación entre la actividad mutual y participación asociativa `ad intra´ de cada organización solidaria.

La mutualidad en la cotidianeidad de las realizaciones prácticas, con frecuencia sufre excepciones más o menos amplias, que lo conservan como un principio orientador general pero no absoluto asegurando la preferencia asociativa.

La noción de mutualidad prevaleciente pretende introducir una gradación en el concepto de mutualidad, según se aleje o se acerque más o menos cada versión pura o perfecta de aquélla; pero, su medida cuantitativa estaría dada por las relación es cuantitativas entre el volumen de los servicios prestados a sus asociados.

Ahora bien, por ahora la única utopía verificada fue la del “efecto derrame” de un mercado solitario, egoísta e insaciable con actores desiguales y posiciones dominantes sin limite, apabullantes: sin defensa de usuarios ni de consumidores con los resultados por todos conocidos y, de uno u otro modo también ingrata e injustamente padecidos.

Estamos convocados a mucho más que a una ética del desfallecimiento y, el mutualismo auténtico se merece mucha más pero nunca. . . más de menos

Las normas de calidad, los programas de mejora institucional continua; los protocolos de ética mutual, la eficiencia, la reciprocidad y la participación activa, entusiasta y masiva de los asociados distinguirán y recalificaran cada mutualidad que, integrada entre bienes, servicios y geografías pueda finalmente derramarse regional e internacionalmente.

Las mutuales suplieron al estado y al mercado, las mutuales son las madres y los padres de una economía solidaria en cuanto tal, una nueva economía civil, inclusiva, ecológica, pacifica pero, fundamentalmente familiar, humana con compromiso por su comunidad circundante por lo que merecen largamente simplificación administrativa, discriminación tributaria positiva sin perjuicio del articulo 29/20.321 y autonomía Vg., del Banco Central, de la Afip y del Anses; prioridad en el compre local, municipal, regional, provincial, nacional e internacional como de los requerimientos sanitarios públicos mediante convenios apropiados proactivos.

En épocas de competencias monopolísticas que es la que en mayor o menor intensidad rige en los mercados (al menos hasta Lemann Brother’s y ENRON), los vendedores obtienen una rentabilidad suplementaria sin responsabilidad social, debido a la escasez relativa de la mercancía y a los deseos (hoy consumismos desatados, alienantes) de compra de los consumidores que pocas veces son consumidores responsables e inteligentes.

Este lucro, no debido a un servicio prestado por el vendedor sino a la insatisfacción de la demanda, es un lucro obtenido gracias a una situación de poder en el mercado.

Este lucro es también doblemente abusivo, porque acumula a manos de uno solo, ganancias espurias arrancadas a muchos y, simultáneamente limita la producción para poder mantener esos precios.

Todo eso mirado desde su aspecto puramente económico = financiero, revela que el sistema liberal conservador lucrativo mantiene siempre situaciones injustas e inequitativas, ya que siendo la competencia monopolística la forma habitual de competencia -sin regulación ni control real- concentra en manos de unos pocos la renta de muchos, y el sistema de dirección central con ineficacias y estrangulamientos humanos.

La economía solidaria mutual garantiza en cambio, eficacia y justicia. La eficacia se logra mediante la existencia del mercado, enorme instrumento de ajuste de los gustos, hábitos, preferencias y deseos de compradores y vendedores cuya labor conseguirían millones de ordenadores trabajando simultáneamente.

Pero, así como la economía liberal conservadora evita la explotación de los consumidores en situación de competencia perfecta (existente solo en la teoría) siendo incapaz de evitar la reducción de la producción y lucros extraordinarios de los monopolios y de la competencia monopolística, la economía mutual está en condiciones de hacerlo, cualesquiera que sean las condiciones y oscilaciones del mercado.

En el supuesto de una escasez transitoria irreparable, las condiciones de la empresa mutual de servicios serán las mismas del monopolio: se vera obligada a vender a un precio mayor, ya que si vendiera al precio teórico de equilibrio no podría satisfacer la mayor demanda que se produciría. La consecuencia será la obtención de excedentes extraordinarios.

La alternativa mutual por sus propios principios mutuales, determina que estos excedentes serán capitalizados proporcionalmente al consumo realizado y lo invertido en obras sociales o reservas voluntarias.

El 22 de abril ppdo. en el Foro intercontinental del Mutualismo organizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Organización de Entidades Mutuales de las Américas (ODEMA), el Prof. Don Antonio Colomer Viadel, hizo hincapié en la necesidad de la reciprocidad y renovación del mutualismo asegurando entonces que “un problema que tiene el mutualismo es el de fortalecer sus vínculos federativos y de alianzas, para alcanzar esa masa critica que lo haga invulnerable en un entorno hostil.

A propósito, nuestro mutualismo precisa mucha reciprocidad pues como bien resume Dominique Temple3, la reciprocidad es la estructura con la cual el equilibrio y la armonía pueden persistir porque en la relación intersubjetiva las fuerzas antagónicas se relativizan la una a la otra, de tal modo que genere un Tercero invisible que se impone a los contrarios, los controla e incluso recurre a ellos para la elaboración del vinculo mutual constituido por los valores éticos fundamentales compartidos, asegurando una influencia mas asociativamente personalizada en la adopción de sus resoluciones, planes y programas.

De ahí la necesidad de una cierta renovación del mutualismo que plantee un renacimiento del sector para poder servir a sus valores y principios con las mejores armas y herramientas de la sociedad del conocimiento.

La propuesta consiste en la configuración de una empresa mutual con fidelidad a sus principios cuyos objetivos –entre otros- tiendan a reforzar la dimensiones empresarial y formativas de las mismas, de cada una y de cada cual.

La crisis del Estado de Bienestar y de la Seguridad Social Pública, con sus graves problemas de financiamiento, debiera abrir un futuro esperanzador al mutualismo que puede ofrecer alternativas semipúblicas que, desde la óptica del interés social serán siempre mejores que las ofertas privadas inalcanzables.

Como nos dijera otro gran español, Carlos Díaz en el congreso de “Personalismo Comunitario” realizado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba también en abril ppdo., la mutualidad en una economía solidaria tiene que estar ahí para resolver el problema personal . . . si puede; para mitigarlo . . . si puede o, simplemente estar ahí con toda su hospitalidad y cercanía para el necesitado.

En esa perspectiva se ha destacado que la empresa mutual no admite empleo en negro, contratos basura ni personas privadas de obra social, aportes jubilatorios y protección inmediata en caso de accidentes de trabajos.

Asimismo, en las mutuales se conoce quienes son sus directivos, sus asociados, dónde y como viven, cual es su capital y cual su patrimonio, haciendo previsible y más segura cualquier vinculación con las mismas.

GLOBALIZACION DE LA MUTUALIDAD

La globalización de las mutuales con economías solidarias en la era de la mundialización y la Sociedad de la Información ya se torna oportuna, posible, justa y necesaria.

Seria bueno que ello no se circunscriba solamente a aspectos jurídicos sino que abarquen y brinden una visión pluridisciplinar sobre el momento actual del universo mutual, en escalas nacionales, regionales e internacionales4.

Para ello habrá que proponerse un primer conjunto de contribuciones relacionadas con la descripción del ámbito sociológico, económico, geográfico, político, ecológico y humano en el que se desenvuelven las mutuales en la actualidad.

El propósito es servir a un banco de ideas y proyectos como de pruebas para evaluar el estado de la normativa vigente cuanto para ponderar necesidades físicas humanas viejas y nuevas proyectando soluciones de futuro, tanto desde el punto de vista del desarrollo humano, la durabilidad y equidad del crecimiento económico y la integración territorial.

Otro anhelo seria contrastar conclusiones relativas al material fáctico, económico, geográfico y sociológico con la disciplina jurídica de las mutuales en la búsqueda de un marco armónico internacional.

Igual y oportunamente, lograr un lugar en la agenda de las organizaciones internacionales para las mutuales profundizando y admitiendo nuevos desafíos y oportunidades para viejas y nuevas experiencias y expedientes.

El análisis critico que fundamente la valoración constitucional como de institutos y estatutos internacionales respecto de las mutuales (UNASUR, MERCOSUR, UE, OEA, ONU, OIT, OCDE, OMC, etc.) desde el que se procure responder a los desafíos para la identidad mutual que supone la globalización.

Debemos agendar un avance sostenido para políticas públicas de promoción, fomento, autoregulación y moderación publica de nuevos desarrollos mutuales.

La presente inquietud consiste en lograr la mejor aproximación al estudio del sector mutual como fruto de procesos de docencia e investigación entre cuyos objetivos irrenunciables se destaquen la exploración del conocimiento de las diferentes visiones y estrategias existentes en el campo mutual internacional, tanto desde el ámbito social, como del económico, territorial y ecológico.

En este contexto priorizar el estudio teórico + practico del mutualismo nos urge priorizar excelentes y determinadas pautas de actuación y motivación, como su evolución de cara a los cambios vertiginosos de la economía y el trabajo, la influencia de las políticas liberales, estatales y mixtas como sus constantes reformas y contrarreformas pendulares sudamericanas; la existencia de elementos y categorías diferenciadoras que reflejan historia, raíces ideológicas y una naturaleza humana, social y económica distinta y distintiva, así como las diferentes fórmulas y estrategias que se están tejiendo en torno al rol que deben desempeñar estas estructuras asociativas solidarias en el actual proceso de expansión del capital a escala mundial y en un contexto de grave retroceso de las políticas sociales pero, siempre, todo esto, libre de clientelismos políticos, populismos tardíos o recetas externas desconocidas.

Se trata en suma de adaptarse a las complejas secuencias actuales que demandan soluciones auténticamente solidarias y genuinamente mutuales, adecuadas y acordes a cada realidad.

En consecuencia, creemos que este es el contexto desde el cual se deben analizar los cada vez más intensos procesos de integración entre mutuales, las alianzas estratégicas, con terceros para resolver un gran impulso al principio de mutualidad estratégica y la expansión de las actividades mutuales transfronterizas y trasnacionales.

Justo será recordar que esta propensión a ampliar la actuación a escala mundial ocurre en numerosas ocasiones bajo el paraguas de otras formas asociativas.

Por otro lado los cambios que a escala mundial vienen impulsados y estimulados por intereses que están poco enraizados en el territorio local-regional, que ahí no tienen ningún compromiso con el progreso y desarrollo humano y están estrechamente vinculadas a las grandes corporaciones trasnacionales, paulatinamente están socavando la existencia de diferentes expresiones y modalidades de solidarios trabajos y producciones asociativos los que históricamente han acreditado ser de una enorme importancia para la cohesión social y económica.

En efecto, estas históricas experiencias que siempre han privilegiado los intereses colectivos en perjuicio de las iniciativas individuales, están sufriendo, de manera general, todo tipo de ataques, múltiples, diversos y graves menoscabos frente a otras formas de organizaciones lucrativas.

Estas últimas asumen modelos más vinculados a la lógica del mercado y, por tanto, proclive a rentabilizar al máximo el capital Vg., mediante servicios esenciales que comercializan abusando de posiciones dominantes, exportado utilidades y prebendas; todo esto en detrimento de garantizar la permanencia y pervivencia de un desarrollo humano digno y duradero en sus vertientes social, económica, medioambiental y cultural.

Conclusiones y propuestas

A modo de conclusión, en la actualidad se debate si las áreas de organización y administración valen lo que cuestan en términos de calidad, eficiencia y confiabilidad. De no ser así, si no apoyan como se espera los esfuerzos del resto de la empresa mutual, quizá lo prudente sea deshacerse de ellas y contratarlas como servicios externos.

La OCDE afirma que la inversión en capital humano se encuentra en el centro de la estrategia de los países centrales para promover la prosperidad económica, el bienestar social, el pleno empleo, la cohesión y paz social.

Al respecto Peter Drucker ha identificado el conocimiento de las organizaciones y de los países como la base de la competitividad en la hipermodernidad.

Por su parte, el binomio mercado-Estado corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria –que siempre encuentran su mejor tierra fértil en la sociedad civil aunque no se limitan a ella-, siempre crean sociabilidad y espacios de autorrealización.

Es que las actuales dinámicas económicas internacionales, caracterizada por graves distorsiones y disfunciones, requieren también cambios profundos y una nueva perspectiva solidaria en el modo de entender y operar la empresa para una mejor y más accesible empresa de vivir, es decir, empresas con más y mejor responsabilidad social empresaria.

De ahí que se esté difundiendo cada vez mas la convicción según la cual la gestión de la empresa no puede ya tener en cuenta únicamente los intereses de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de los diversos elementos de producción y la comunidad de referencia.

Por tanto, codo a codo, deberíamos esforzarnos por favorecer y facilitar una orientación cultural personalista y comunitaria del proceso de integración planetario, proceso en el que debemos ser protagonistas pero no victimas para cultivar, vivir y orientar la globalización solidaria de la economía de la humanidad en términos de relacionalidad, participación y solidaridad de todos los todos del todo social y esto, visualizado particularmente así atento que, la aguda desigualdad social y la drástica reducción de la pobreza; el acceso universal a las oportunidades de nutrición, salud, educación, capacitación y cobijo, son aspectos de la mayor urgencia en la agenda de los países en este milenio, sin cuya solución difícilmente podrá hacerse realidad la previsión de futurólogos respecto a la preeminencia del individuo, la preservación de su entorno, el aseguramiento del bienestar individual, el respeto a su integridad y una garantía total de dignidad humana como signos distintivos de un mejor futuro para nuestra humanidad.

Para incrementar esquemas de internacionalización de la mutualidad como lo vienen haciendo Vg. Odema, luce oportuno y estratégico una mayor y mejor apertura progresiva en el contexto mundial a formas de actividad económica caracterizadas por la responsabilidad solidaria de la mutualidad como empresa de servicios.

Entonces . . .

Cómo ignorar que el mutualismo también ha contribuido a su modo a lograr los objetivos del milenio?

¿Cómo no ir pensando y diseñando estrategias y redes inter y supramutuales comunicativas, de reciprocidad y compensación (países con desarrollos mutuales en situación de bonanza compensan a otros y así, recíprocamente) regional e internacional?

¿Cómo ignorar las razones financieras contra-mutuales por las cuales países como España han eliminado a la `Usura´ como delito en su código penal?

¿Cómo no ir pensando en bancos mutuales regionales; en una tarjeta mutual global y una autorregulación?

¿Después de todo, porqué descartar la hipótesis que la mutualidad intercontinental sea parte de la Asociación Mundial para el Desarrollo prevista como objetivo del milenio y que será asunto central el próximo mes de Septiembre en la Cumbre de las Naciones Unidas?

Las hambrunas e inéditas calamidades humanas, ecológicas y, quizás Galeano (hay riquezas inocentes?) también, han logrado finalmente conmover a los mas ricos de la tierra quienes se están sumando a la campaña: “Promesa de dar”, lanzada por Warren Buffet y Bill Gates y por cierto, esto sumado y multiplicado con mejores gestos substanciales de los Estados Vg., con la Inmigración, facilitara, animara y alentara la globalización de la solidaridad planteada con la sabiduría propia del inolvidable y ecuménico Juan Pablo II.

Así y cuando muchos más nos bajemos de nuestros ‘sicomoros individualistas’ imitando tanto la actitud de Zaqueo como la de Bill Gates, nuestra esperanza de una humanidad mas solidaria se acrecienta en una mirada ‘sin limites’.

Finalmente, ninguna estrategia política de fragmentación o desprestigio, ninguna provocación económica comercial de desencuentros podrá con la salud de nuestra economía solidaria civil ante la insuficiencia del mercado ya que este sin nuevas formas internas de solidaridad y de confianza reciproca, no puede ni podrá cumplir propiamente su propia función económica que se propuso en soledad, sin provocar y profundizar más disparidades hirientes ante la utopía verificada del ‘efecto derrame’, disparidades que en buena medida auténticos logros mutuales ayudaron, ayudan y ayudaran a mitigar y revertir complementando economía solidaria con los mejores sectores privados capitalistas y público estatal (cuando no, supliéndolos) para un equilibrio que, con moderación, se traduzca `mutatis mutandi´ en profunda síntesis humanista local, regional e intercontinental.

Autor: Roberto F. Bertossi

Experto de la CONEAU (Acta Nº 299/09) para evaluar nuevas carreras universitarias de grado y postgrados de la Economía del Tercer Sector.

Docente e Investigador Universitario de Grados y postgrados; U.N.C.. y U.N.L.

Fundador de la primera cátedra universitaria de Derecho Cooperativo y Mutual en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba Resol. H.C.D. Nº 269/03.

Cooperativas

Asamblea de Delegados.


Todos en tanto personas capaces y aún los menores de edad (Art. 17 y cc. Decr.ley, nº 20.337) pueden ser elegido delegado por parte de los asociados de una cooperativa (cuando esta supere el número de cinco mil (Art. 50 y cc. Decr.-ley nº 20.337) para ejercer una función insoslayable: representarlos apropiada y pertinentemente ante cada Asamblea cooperativa en calidad de Delegados.

Aspectos comunes a los asociados cooperativos en todo el mundo.

En principio, cada asociado cooperativo posee derechos pero también los deberes le son inherentes como anverso y reverso de la misma moneda cooperativa.


En efecto, no se trata sólo de usar y disfrutar servicios y beneficios cooperativos. Se trata de participar activa y proactivamente en la vida cooperativa aún cuando esto implique sobre todo en pequeños pueblos, ciudades o comunidades rurales aún, muchas veces una insidiosa necesidad de tener que relacionarme con los vecinos.

Lo mismo pasa con muchos asociados que una vez `tales´ piensan que pueden gozar de una `panacea´ creada únicamente para brindar bienestar cuasi-benéfico y libre de todo riesgo.

Con el tiempo los asociados comienzan a darse cuenta de que tal condición no es ser cotitular de patrimonio inmóvil, sino muy por el contrario un activo bastante circulante que de no potenciarlo se nos podría convertir en un pasivo antipático.


Tener un activo circulante implica responsabilidad. Para los asociados, como activo, requiere que los mismos estén atentos a su evolución. Toda propiedad no es estática. Se revaloriza o pierde valor. Y la diferencia entre una y otra radica en la capacidad de los asociados de responsabilizarse frente a ello.

Ahora bien dicha responsabilidad se irá adquiriendo gradual y progresivamente, participando, capacitándose y observado el ejemplo de asociados pioneros y fundadores, principalmente.

En efecto, la responsabilidad cooperativa en sus comienzos es contraria a los deseos de poseer un bien de beneficencia pero, cuando cada asociado se involucra cabalmente verifica que tanto la participación y la cooperación se transforman en una especie de `placeres inexplicables´ donde es posible aglutinar beneficios, calidad de vida y magnanimidad.

Resumiendo, si los asociados no se deciden por participar con ímpetu en el fortalecimiento de su organización solidaria pondrán en juego su propio bienestar actual y futuro, inevitable y fatalmente.

Cada asociado cooperativo, cada delegado de los mismos tiene el reto de incrementar y acentuar su entusiasmo inicial generando criterios para orientar a la organización y no olvidando que lo que está en juego es la posibilidad de seguir fortaleciendo a la empresa cooperativa de servicios, mediante solidaridades, o hacerla caer en la letanía de entidades donde el egoísmo y la satisfacción individual de intereses en los hechos `no comunes´, les confiere una dinámica lenta, aburrida y cada vez más negativa y declinante.

Nuestros deberes :

Participar de la dinámica de nuestras empresas cooperativas requiere competencias directas o indirectas profesionalizando la gestión de las mismas. No basta con querer sino que también es necesario tener elementos con los cuales las decisiones no sean dejadas al azar o a nuestro ‘buen parecer’.

Recuerdo que en la década de los setenta se afirmaba que quien tenía la información tenía el poder. Esa premisa fue drásticamente desmentida por el avance de las tecnologías de información que nos hicieron afirmar, en los noventa, que quien tiene el conocimiento tiene el poder. Hoy, esta premisa es abiertamente puesta en duda por notables investigadores que nos demuestran que si el poder lo ha de tener alguien, es aquel que tiene sabiduría.

De forma que las competencias prioritariamente necesarias para administrar el momento más importante de la democracia asociativa: la Asamblea tienen que ver con las propias de un sabio.

A estas alturas se preguntarán: ¿y cómo podemos hacernos sabios para dar lo mejor de nosotros en la Asamblea?

Parte de la respuesta la tiene el seguimiento de las premisas anteriores.

Primero estando informado. Informado sobre las Leyes, las prácticas y la doctrina del cooperativismo autentico, educándose, y capacitándose cooperativa y constantemente. Luego, sobre la dinámica de nuestra organización, sus especificidades, la de nuestros asociados, los vínculos con terceros y las relaciones con la comunidad.

En segundo lugar conociendo, lo que requiere una racionalización analizada de toda la información anterior.

Tercero, aplicando nuestra inteligencia a aprender de nuestras experiencias, de otras y haciendo discernimiento de las mismas en un contexto donde la ética orienta ciencia, técnica, actuaciones y todo atinada e inclusivamente.

Y por último, lo más importante es aplicando el sentido común. Y es que solemos considerar que todos nuestros actos y decisiones están llenos de racionalidad como si fuésemos poseedores de una verdad venida a nosotros casi como desde `las alturas´ y no es así; diariamente nuestra computadora mental es más lenta, absurda e inconsciente de lo que pensamos. Ante tal desproporción de racionalidad, conviene conocer nuestras respuestas ante distintas motivaciones. De hecho, muchas de nuestras decisiones e ideas de relaciones y operaciones cooperativas viejas y nuevas, desbordan de pasiones, intereses y deseos irreconciliables con el bien común asociativo, sin perjuicio del debido interés por la comunidad que circunda a cada cooperativa.

Tenerlo presente es la primera clave para no incurrir en ellos y para desmembrar a nuestra mente de la irracionalidad propia que nos embarga como condición humana. ¡La más humana de todas!

Dirán que no hay tiempo para informarse, conocer, ser sabio y a la vez quitarnos de encima a la bestia que llevamos por dentro. Y que quizá alcanzar la sabiduría en materia cooperativa sea más cercano a una utopía que a su posible cumplimiento.

Aspectos centrales :

Existen una serie de elementos que considero centrales para el fomento de una sabia participación en una Asamblea. La lista incluye elementos poco convencionales en el marco jurídico regularmente expuesto para el tema y que tienen que ver más con el sentido común que con la práctica difundida de la preparación de Asambleas.

Como vimos en el apartado anterior más vale conocer para participar, que desconocer. En efecto el tipo de Asambleas que se práctica en nuestras Cooperativas para instancias de delegación se establecen votaciones previas. De manera que a la tarea de participar para tomar decisiones, debemos adicionar la responsabilidad que se nos confiere por ser delegados de asociados con necesidades, intereses y anhelos cooperativos.

La condición de Delegados hace referencia a que se representan grupos de necesidades, intereses o anhelos y, antes de nuestra elección se procura una pre-selección atendiendo a la condición de ser asociados inhábiles o hábiles para el ejercicio democrático.

Claro está que sabemos que la condición de ser hábil se refiere casi exclusivamente al cumplimiento económico de las obligaciones con la Cooperativa y alguna antigüedad mínima en la condición de asociado a la misma. Este concepto de habilidad es incompleto. La habilidad tiene que ver más con condiciones para poder ejercer, es decir tener capacidades para tomar decisiones y ya sabemos qué requiere lo anterior (sabiduría).

Suponiendo que todos tenemos las capacidades para tomar decisiones y participar, debemos contar con información previa totalmente analizada. Los estados, balances e informes son buenos medios para iniciarse en esta labor documental. Los informes deben estar a su disposición con una antelación suficiente para que puedan analizarlos.

Los conflictos y sus espacios para dirimirlos:

Cuando participamos en una Asamblea solemos creer que siempre deben existir mayorías y no deben existir conflictos. Tal supuesto es válido en organizaciones en las cuáles los delegados han trabajado previamente en la consecución de consensos plurales y multiculturales e, incluso, ahí también no estaremos exentos de conflictos.

En la práctica, los conflictos por ser parte natural de la relación humana, no es posible evitarlos. Por el contrario, su presencia denota madurez organizacional en tanto, sabiendo de su existencia, se fomentan amplias deliberaciones con varias posturas. Su inexistencia denota o un consenso ampliamente trabajado o una tendencia a la manipulación por desconocimiento de sus participantes.

De forma que un elemento clave para una buena Asamblea es poder dirimir asuntos, posturas y tendencias diferenciadas mediante preguntas, cuestionamientos e intervenciones realizadas con el fin de buscar las mejores opciones ante un determinado punto del orden del día, evento y consensos basados en la razón. En todo caso, quienes intervienen lo deben hacer con plena información, conocimiento y ojalá, sabiduría.

La democracia cooperativa :

La democracia es parte del ADN cooperativo. Tiene sus costos y beneficios. Sus costos se asocian a los tiempos necesarios para alcanzar consensos; sus beneficios a la continua diferenciación creativa que se logra por la participación empresarial de sus asociados. Cuando tomamos decisiones sobre nuevos servicios y actividades conviene recordar la necesidad de aplicar la democracia en todo lo que hacemos. Si pensamos democráticamente, difícilmente podremos aceptar, a primera mano, nuevos programas que no sean posibles ni basados en las expectativas por satisfacer necesidades que manifiesten los propios asociados.

Es clave para participar sabiamente, conocer el perfil de los asociados representados, sus intereses, una comunicación permanente con los mismos y cómo cada Cooperativa los satisface. En definitiva las decisiones deben beneficiar a todos los asociados sin tratos discriminatorios, ni privilegios indebidos.

El necesario conocimiento y/o asesoramiento jurídico y contable

1 :

Buena parte de las Asambleas se nutren de pautas legales (Vg., Leyes 16.583, 23.101, 24.240, 25.246, 26.206, 26.361) y administrativas (Res. INAES Nros. 519/74, 203/89, 183/92, 5254/09, 221/2010, etc.) Más allá de discutir su idoneidad es responsabilidad de los Delegados conocer las leyes que regulan al sector cooperativo y solidario, las prácticas de la cooperativa, la forma en cómo se distribuyen los excedentes, se planean nuevas actividades, se procuran nuevos recursos, se orienta la actividad estatutaria y se programan estrategias empresariales prospectivas.

Conviene conocer, por ejemplo, que para ciertas decisiones se requiere la mayoría calificada (Art. 53 D.ley 20.337; 2/3 partes), mientras que, por ejemplo, para decisiones no referentes a políticas de fusión, escisión, amortización de aportes, fijación de aportes y reformas de estatutos, se aplica la mayoría absoluta. También conviene conocer el sistema de elección de integrantes del Consejo de Administración más idóneo basados en votaciones por lista o de forma uninominal. Finalmente, que es posible impugnar administrativa y judicialmente (Arts. 100 inc. 9) y 62 del D.ley 20.337 sin perjuicio de la remisión del articulo 118 del mismo texto de este decreto de facto vetusto y aun vigente en plena democracia) la Asamblea cuando las decisiones no se ajustan a Ley, estatutos o exceden el límite del estatuto; o por el contrario, que es posible visualizar su eficacia como acuerdo cooperativo siempre y cuando se cumplan los anteriores requisitos.

Todo lo anterior, es posible mediante un conocimiento exhaustivo de la normatividad interna de cada Cooperativa, especialmente de sus estatutos, reglamentos y de la normatividad externa dada por Leyes, Decretos y demás normatividad expedida por los organismos competentes.

Compromiso social :

Es común ver como las Asambleas Generales Cooperativas suelen poner énfasis en la presentación de estados financieros y dejan como supuesto el más importante elemento del accionar cooperativo: su balance social.

Más allá de conocer cuánto genera cada cooperativa por su accionar, conviene conocer cómo se redistribuyen esos recursos en la satisfacción de las necesidades de los asociados. Convendría conocer la proporción de utilización de servicios, el beneficio que de ellos se genera y cuál es la transferencia que la Cooperativa efectúa concreta y efectivamente a sus asociados.

El planteamiento de estas cuestionas enfoca la Asamblea en los actos y hechos cooperativos y no sólo en su representación financiera.

Conclusión y propuestas :

Atendiendo las tendencias demográficas y la solidarización social imprescindible para una economía más democrática, mas civil, más inclusiva y mas humana, sobre todo de caras a un importante incremento asociativo que han adquirido muchas cooperativas existentes como la creación de muchas otras y, con atención y precaución por las cambiantes condiciones en que ellas desempeñan su rol singular la asamblea distrital para delegados se propone favorecer, facilitar y aumentar pragmática y ecuánimemente la participación asociativa que nos aleje de todo absentismo.

Los aspectos de la crisis global y sus soluciones, así como las posibilidades de un nuevo desarrollo humano (Art. 75 incs. 17, 18, 19 y cc. de la Constitución Nacional) están cada vez mas interrelacionados con organizaciones e instituciones civiles cooperativas y su legitimidad, se implican recíprocamente requiriendo nuevos esfuerzos de comprensión unitaria y una nueva síntesis humanista que clausure el escándalo de infinitas disparidades hirientes.

La legitimidad que brinden estas Asambleas Cooperativas de Delegados será la mejor garantía para sostener fáctica, económica, ecológica y académicamente la importancia del cooperativismo en el mundo actual.

Ciencia, Técnica y Ética

Autor. Roberto F. Bertossi

Docente e Investigador Universitario, U.N.C.-Argentina


El progreso de los pueblos se degrada cuando la humanidad lleva prisa convencida irracionalmente que puede recrearse utilizando sólo los prodigios de la ciencia y la tecnología.

Si bien verificamos que la técnica simplifica la apropiación y transformación de los recursos naturales en usos y consumos útiles reduciendo riegos y ahorrando esfuerzos, verificamos también que los despliegues científico-tecnológicos han perjudicado substancialmente la dimensión humana y ecológica de la vida ya a partir de la primera revolución industrial

En efecto la ausencia de ética en la tecnociencia ha potenciado mentalidades con criterios exclusivos de eficiencia y lucro como valores supremos con gravísimas secuelas ecológicas, de miseria y desocupación excluyendo a millones de seres humanos del destino primario, equitativo y universal de todos los recursos naturales


La ciencia y la técnica son sólo aspectos objetivos del actuar humano, cuyo origen, predicado y razón de ser está en un elemento subjetivo personal infranqueable: `la oportunidad y posibilidad de trabajo decente, alimento, salud, educación y seguridad para todos´.

Por eso mismo la ciencia y la técnica son sólo eso. En realidad consisten en el fruto y la manifestación del hombre, en sus constantes aspiraciones de desarrollo. Así la ciencia y la técnica no son más que meros instrumentos que explican y predicen la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales e inmateriales, objetivo loable que no debería persistir en la prescindencia o subestimación de prácticas más fraternas, complementarias y cooperativas.

Obviamente esto nada tiene que ver con crecientes masificaciones donde cada persona pierde su matiz irrepetible, donde su aporte personal y creativo no interesa siendo más bien temido, desalentado, ignorado o destruido.


La humanidad padece una desigualdad ecológica, económica, financiera, científica y cultural de tal envergadura, que, en vez de generar integración y enriquecimiento humano mutuo, nos ha conducido a peligrosas fragmentaciones, exclusiones y diferencias dividiendo y enfrentando a los hombres entre sí con insolidaridad social e intergeneracional, privándonos injustamente de espacios de autorrealización.

En esa `fascinación del barro´, la economía ha dejado de ser una oportunidad y un servicio para el hombre, para todos los hombres clausurando criptográficamente su círculo sobre sí misma, quedando dentro de él pocos, demasiado pocos.

Los portentosos avances científicos tecnológicos nos vienen engañando con `paradigmas autosuficientes y ambiguos´. Estas novedades no escapan a la creatividad humana y por ende, deben estar prioritariamente al servicio de la libertad y bienestar de todas las personas ahí donde se encuentren pero jamás entenderse como resultados de libertades absolutas inexistentes e imposibles en una comunicad política en cuanto tal, absolutismos que al fin y al cabo se proponen con toda osadía e indolencia prescindir de los propios límites inherentes a todas las cosas desdeñando, impidiendo y sacrificando `el bien común´.

Reclamar la justificación e impregnación ética de la ciencia y la tecnología se relaciona con la propia, natural e inalienable evolución humana -cultural, económica y social-, impulsada desde la libertad moralmente responsable del `ser interior´ de los pueblos que siempre implica y se enriquece con su sociedad civil de singular protagonismo en todos los ámbitos vitales que la suman e involucran en su admirable plenitud.

Resulta entonces tan inaceptable como condenable todo desarrollo derivado de supuestas clarividencias científico y/o políticas en la medida que sacrifique la norma ética que nos impone a todos por igual humanizar la ciencia y la tecnología con máximo respeto por la dignidad de todas las personas; fundamento, sujeto y fin de la naturaleza, de todas las economías, de todos los progresos y adelantos para un presente y un futuro más `verdes´, esperanzadores, solidarios, inclusivos y pacíficos que nada tienen que ver con necedades y mezquindades globales como Vg., las de Kyoto o Copenhague que no se amedrentan ni siquiera ante los pavorosos signos humanos y naturales de los tiempos.

Educación Cooperativa

Cooperativismo

(Pedido de Informes Legislativos )


p. Roberto F. Bertossi

Con fecha 15 de Octubre de del año 1986 se sancionó la Ley 23.427 implementando un Fondo Federal para Educación y Promoción Cooperativa al que adhirieron las provincias argentinas.

Anualmente cada una de ellas estaría coparticipando desde su adhesión hasta la fecha, una cantidad oscilante promedio de entre diez a quince millones de pesos aproximadamente.


La afectación legal de estos fondos no es ni puede ser otra que la educación y promoción cooperativa a lo que cada provincia se comprometió institucionalizando su “Fondo Provincial para la Educación y Desarrollo del Sector Cooperativo”

No obstante, mucho de los mismos habría sido `desviados´ a rentas generales provinciales.


Así las cosas, dado el tiempo transcurrido, los cuantiosos fondos recaudados y ociosos, la importancia y gravitación de la educación y promoción cooperativa en todos los tiempos pero, singular y superlativamente ahora cuando bajo el lema : "El trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza", se adoptan medidas como la anunciada recientemente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en cuanto que el Estado invertirá 1.500 millones de pesos en el marco del Plan de Ingreso Social con trabajo, que servirá para crear 100 mil nuevas fuentes laborales cooperativistas; bueno frente a tamaño dislate el pueblo conforme al articulo 22 de nuestra Constitución Nacional también quiere saber que se hizo, que se hará; si se verifican disparidades, cuales son las responsabilidades, quienes los responsables.

Dicho proyecto elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social, contempla distorsionadamente la creación masiva de cooperativas sociales en todo el país y prevé ilusoriamente la apertura de más de 100 mil fuentes de trabajo.

De esta manera, el Gobierno nacional, con la participación de las provincias y municipios, tiene el aparente propósito de poner en marcha miles de cooperativas, especialmente aquellas dedicadas a la infraestructura básica que incluirían desde el pintado de cordones y escuelas hasta la construcción de redes cloacales y veredas.

Ante semejante anuncio, luce más imprescindible que nunca un fuerte y determinado impulso de la educación, capacitación e información cooperativa, “un aprender haciendo solidariamente” ya que en principio el proyecto en cuestión podría favorecer y propiciar cooperativas bastardas.

El cooperativismo genuino no se impone.

Las cooperativas de trabajo son empresas fruto de la mancomunidad del trabajo personal independiente de sus asociados y basicamente para satisfacer sus necesidades físicas afines.

En este caso, la enorme importancia y responsabilidad de impulsar sin más demoras ni distracciones educación y capacitación cooperativas cobra mayor relevancia cuando el propio Estado nacional violando los principios cooperativos de neutralidad política, autonomía e independencia `decreta cooperativas´ que ya están siendo conformadas -con toda premura, discrecionalidad y toda simplificación administrativa- por personas desconocidas entre sí pero reclutadas de acuerdo con criterios populistas por lideres piqueteros, intendentes o por grupos afines a funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social u otros.

Ante este estado de cosas cooperativamente anárquico y jurídicamente anómico, cada legislatura provincial debería impulsar un proyecto de pedido de informes al Ejecutivo Provincial sobre el otorgamiento de recursos a Entidades Cooperativas, dentro del marco del Fondo para Educación y Promoción Cooperativa, al que adhirió cada Provincia.

Específicamente, solicitar informes sobre montos asignados desde la adhesión provincial hasta el 2009 del citado Fondo; qué área del Gobierno provincial tiene la facultad de distribución; cuáles son los parámetros para la selección de los proyectos y cuáles han sido beneficiados, identificando cada cooperativa, su vigencia, fecha y monto de los mismos a todo lo cual es imperioso añadir ahora concomitantemente cuál y como será el monitoreo necesariamente singular para las cooperativas `derivadas´ del proyecto aludido: "El trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza"

El Fondo para Educación y Promoción Cooperativa tiene como objetivo promover la educación cooperativa en todos los niveles de enseñanza; promover la creación y desarrollo de cooperativas; asesorar a personas e instituciones sobre los beneficios que otorga la forma cooperativa de asociarse y promover la creación y funcionamiento de cooperativas que tengan por objeto mejorar y elevar el nivel de vida de sus asociados despejando toda posibilidad u oportunidad de falsas cooperativas o `cooperativas políticas´.

Corresponde informar a todos los habitantes de cada provincia en general y al movimiento cooperativo en particular sobre los mecanismos por los cuales se distribuyen recursos a entidades del sector que tanto aportan a la dinámica económica provincial y fundamentalmente, que exista transparencia, pertinacia, experticia y equidad en el otorgamiento de los fondos que tienen la finalidad de apoyar la educación y el desarrollo cooperativo.

Dentro del marco del fondo para educación y promoción cooperativa, para deslindar responsabilidades, para lograr la máxima y auténtica eficacia cooperativa en cada empresa de trabajo y servicios de esta clase, resulta tan oportuno como impostergable un pedido de informes federal por parte de cada legislativo a cada ejecutivo, fundamentalmente cuando las leyes provinciales para educación cooperativa y las propias Constituciones provinciales o, a nivel nacional, las leyes 16583/64, el Decreto Reglamentario PEN Nº 1171/03 (Duhalde) y la Ley Nacional de Educación 26.206/06 en su artículo 90, aseguran la educación, promoción, fomento y fiscalización cooperativas, sus caracteres y finalidades.

Además de corresponder estos pedidos de informes cooperativos, no será menor impedir nuevas frustraciones `cooperativas´ como las que provocaron modelos falaces aplicados en la provincia de Santa Cruz o el del año 2003 por el Ministerio de Infraestructura de la Nación y otros, mediante los cuales se inventaron movimientos cooperativos subordinados o asociados a distintas organizaciones sociales violentas afines al Gobierno que nada tienen que ver con el marco axiológico cooperativo ni con sugerencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que los gobiernos nacionales, provinciales y municipales impidan y condenen pseudocooperativas que truncan los legítimos derechos y expectativas de multitud de desocupados como la fe pública en la nobleza cooperativa.

Libertad de Expresión

Ley de “fines” . . ?



p. Roberto F. Bertossi1

El péndulo sudamericano entre golpes de estado y versos democráticos, acredita que la autocracia cual `tertium medius o teoría del tertium quid´, viene verbeneando en nuestro país con mordazas infames inspiradas en tiranuelos subcontinentales (Castro, Chávez, Morales, Correa, Ortega...) para callar, limitar, condicionar y cohibir la libre expresión democrática de todos los canales de televisión, radios, diarios y periódicos argentinos.

Entre nosotros, el pueblo no delibera ni gobierno sino por medio de sus representantes en el Congreso de la Nación, verdadero tesoro de la joya republicana más preciosa: “ toda la representación popular”, toda la `oposición´ cuya única `voz´ y pronunciamientos sólo son escuchados gracias y mediante los medios de comunicación social, medios que por estos días comienzan a crujir y temblar y tambalear ante la pantomima actuada, escamada y porosa de un -ausente, silenciado, falso, superficial y anodino- debate legislativo sobre el eufemismo de `una nueva ley de medios (?)´ que se ha propuesto extremada y exasperantemente dejarlos operativamente, mudos o tartamudos.


Si bien nadie ignora los negocios, los abusos y lo pernicioso de muchos integrantes del `cuarto poder´ que no se corresponden con el interés y bienestar general sino con militante fidelidad a sus pautas publicitarias; si bien nadie olvida cómo muchos de ellos privatizaron a precio vil medios tradicionales desinteresados despidiendo sin piedad a todo su personal, a todo su acervo y valores tradicionales para `carnavalear mucha comunicación´, para censurar y autocensurar expresiones solidarias y buenas `pero que no venden´,; con rating pero sin `legitimidad´ abusando y usufructuando insaciablemente de su libertad y poder de empresa que no se conjuga ni se lleva bien con el espíritu y la letra de `libertad de expresión que sólo en cuanto tal garantiza supremamente nuestra constitucional nacional; casos y licencias que ya deberían haber sido revisados con otro Comfer, menos unitario, menos corrupto, menos lánguido y anodino sí, mal nos pese todo eso el contenido y la metodología impresos al actual proyecto legislativo para una supuesta nueva ley de medios son tan inadmisibles como reprochables desde todo punto de vista.

Un argumento del gobierno 2003/2009 es: la actual ley de medios es de la dictadura. Tardaron seis años en advertirlo!!! ?. Acaso las leyes de entidades financieras, de cooperativas, de mutuales, de jubilaciones de privilegio, de coparticipación federal no son hermanas o primas bastardas y adulteras de entonces?

La República Argentina no puede ser contagiada ni alcanzada por la `metástasis ni las embestidas autoritarias y antirrepublicanas venezolanas, nicaragüenses, ecuatorianas, bolivianas e incluso, brasileras para multiplicar la ignorancia de su pueblo ya que el mismo no tiene como saber de que se trata sino únicamente por los medios de comunicación serios y comprometidos, con acreditada trayectoria, solvencia y responsabilidad social ya que, toda limitación o mutilación a la libertad de expresión como genuina exteriorización de la libertad de pensamiento-expresión, lo será a nuestra propia y cara democracia.

Ningún país puede conocer escándalos presidenciales, inflación, superinflación, índices reales de hambre, violencia y desocupación; corrupciones, nepotismos e impunidades gubernamentales (INDEC, PAMI, ONCCA; otorgamiento arbitrario y discrecional de publicidad oficial del gobierno nacional, etc.s.); sino gracias a la defensa irrenunciable y fundamental de la más amplia libertad, pluralidad y multiculturalidad de expresión, algo que paradójicamente no es posible en los actuales medios oficiales de comunicación que monopólicamente penetran tendenciosamente todo el territorio nacional.


Por eso mismo necesitamos una completa, moderna y neutral legislación en materia de medios de comunicación que asegure la prestación del servicio universal de la información polimodal, que garantice las comunicaciones de todos con todos, que salvaguarde los intereses superiores de la patria garantizando también la entrada de nuevos competidores al mercado (Vg. en lo concerniente a producciones locales, regionales, medios cooperativos - que larga y sobradamente ganado lo tienen- con incentivos proactivos, técnicos, publicitarios, profesionales y financieros); neutralizar producciones y operadores dominantes-monopólicos resguardando el derecho del resto de los medios como la veracidad, riqueza y virtualidad formativa –no solo informativa- de la información a cada radioescucha o televidente evitando más `empachos auditivos y visuales´ para que todo éter, fibra óptica y/o aster´s más o menos convergentes, contribuyan a rescatar y revalorizar el bien común, la urbanidad, las buenas costumbres y la armonía vecinal.

El Congreso Nacional puede incluir en el Código Penal todos los delitos cometidos por medio de la prensa en sus más variadas formas de comunicación, actuales e inminentes, oral, escrita, por signos o símbolos, por radio, televisión, etc. ya que, incriminar conductas que se llevan a cabo mediante la prensa (partiendo de toda publicidad engañosa, etc.) no es restringir la libertad de expresión ni mucho menos puesto que, ninguna libertad merece quedar jurídicamente protegida cuando, invocando su ejercicio, se incurre en la comisión de un delito y por ende, tampoco debe ni puede quedar en tal situación la libertad de prensa.

Preconclusivamente, toda libertad de expresión para todos los medios distintos de la prensa deberá asegurar razonablemente la tutela de valores sociales en juego: prevención y protección de la salud, seguridad e intereses económicos, información adecuada y veraz, libertad de elección, ética y moral públicas, trato digno y paz social.

Finalmente este nuevo `mamarracho ejecutivo en este proyecto legislativo´ para una nueva ley de medios, consiste y radica realmente en otro tenebroso y lacerante zarpazo confrontativo para una administración que ignora, niega, desdeña y `elimina´ a todo otro, obsesivamente si ese otro piensa distinto (“El otro soy yo”!).

Resumiendo, estamos expuestos nuevamente a otra emboscada política oficial que vuelve a esconder aquí, verdaderos `fines´ inconfesables, tan inconstitucionales como inaceptables; un tirador de melancólicas barricadas superadas por la democracia y la modernidad pero jamás por ninguna `rémora monárquica´.

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