Cooperativismo - Asociativismo

¿Qué se Compra y qué se Vende en el Mercado de Trabajo?

El problema del desempleo está en la agenda de todos los países del mundo. Los debates giran en torno a problemas de demanda y de oferta, pero no queda claro que es lo que se intercambia en ese mercado. En este artículo indagamos sobre qué se intercambia en él, las transformaciones que han ocurrido y el rol de la economía social.


¿Qué es el mercado de trabajo?

En los mercados se intercambian, compran y venden cosas, objetos, bienes. Siguiendo ese razonamiento, cuando se habla del mercado de trabajo nos estaríamos refiriendo al trabajo como una cosa más a comprar y vender. El problema es que esta cosa no está disociada de quién la produce, que es el trabajador. Es por esto, que no puede ser manipulada o dejarse ociosa sin afectar a la persona que la posee, ya sea en su integridad física y/o psíquica. Así, si pensamos en un exceso de oferta en cualquier mercado, es decir cuando se produce de más, suele ocurrir que el mercado decida almacenarla, venderla a menor precio o dejar de producirla. En el caso del trabajo, estamos hablando de desempleo masivo, precarización laboral, pobreza e indigencia, es por esto que no podemos dejar que el trabajo quede a merced del mercado.

HACIENDO HISTORIA:



¿Que pasó con el trabajo en los últimos 30 años?

A partir de los años `60 aparecen nuevas tecnologías que transforman la manera de producir de las empresas. Esto ocasiona, por un lado, que se requieran menos trabajadores para realizar la misma producción y, por otro, que las empresas puedan particionar la producción para especializarse solo en una parte.

Esta especialización tiene como objetivo reducir los costos, la empresa subcontratará a tercerizará una tarea otra siempre que esto le implique un gasto menor que hacerlo ella misma. Por lo general, la subcontración se hace con empresas más pequeñas que mantienen su competitividad a través de reducir sus costos laborales, es decir peores condiciones para los trabajadores. Asi podemos entender el surgimiento de reclamos como el que realizaron los empleados de limpieza y seguridad del subterráneo durante el 2005, quienes pertenecen a una empresa subcontratada por Metrovías para prestar esos servicios, para que los incorporaran al convenio de la UTA (Unión Tranviarios Automotor.), dado que esto les implicaba mejor sueldo y trabajar seis horas diarias como el resto de los trabajadores de los subterráneos.


Este proceso de tercerización se da a escala mundial, así la empresa puede importar parte de la producción que antes realizaba. Incluso, la misma empresa podrá relocalizar parte de su producción en cualquier lugar del mundo, situación que pone a los países a competir por la inversión a través de medidas como: la reducción de costos laborales, rebajas en los impuestos, etc.

Esta estrategia de las empresas incrementa la informalidad (empleos sin coberturas sociales, sin protección laboral, ni sindical) y la precarización laboral (contratos sin estabilidad, de corta duración, y relaciones de autogestión obligadas, como es la exigencia del monotributo). Aparecen así fenómenos como la maquila (Maquila, es una empresa que importa materiales sin pagar aranceles, siendo su producto uno que no se va a comercializar en el país, donde entre sus características principales están las malas condiciones de los trabajadores.) en México, donde los trabajadores se encuentran en condiciones de máxima precariedad e informalidad cumpliendo funciones para empresas de primera línea de Estados Unidos.

Esta situación, además, desarticula la organización obrera. Los sindicatos se ven debilitados, por un lado, porque una parte de los obreros ya no pertenece a los sindicatos de las empresas donde realiza sus tareas debido a la subcontratación, y por el otro, por los altos índices de informalidad es decir trabajo en negro. A esta situación, se le suma el hecho de que los obreros de una misma empresa se encuentran diseminados por el mundo.

La introducción de estos cambios en el mundo del trabajo requirió de la desarticulación de las organizaciones obreras y de cualquier ley de protección de los trabajadores. En Argentina, este proceso de deterioro se llevó a cabo a partir del golpe militar del `76.

¿Qué pasó en Argentina ?

El mercado laboral argentino entró, a mediados de los `70, en un proceso de transformación permanente a partir de la aplicación de medidas neoliberales establecidas por la dictadura militar. En este período, se abandonó el sistema de incentivos y protección a la industria nacional, y comenzó la promoción de productos importados de todo tipo. El objetivo era abandonar una supuesta industria ineficiente y modernizarla a través de la necesidad, de los productores argentinos, de competir con las importaciones. El resultado fue la quiebra masiva de empresas nacionales, el aumento del desempleo y la ampliación del sector informal.

A partir de los '90, se profundizaron las medidas neoliberales, y como parte de èstas la apertura comercial. Como consecuencia, se perdió una parte importante del aporte que hacía el sector industrial al PBI (PBI, Producto Bruto Interno.), y aparece una creciente participación del sector de servicios. Este nuevo esquema se caracterizó por su menor capacidad de generar puestos de trabajo, dado que los creados por el sector de servicios, no pudieron compensar a aquellos perdidos por el cierre de fábricas nacionales.

La estrategia de especialización productiva, descrita en el apartado anterior, en nuestro país, se basó en un gran componente de importaciones. Esto significó que muchos bienes que se compraban a productores argentinos pasó a importarse; esto trasladó al resto del mundo la capacidad de generar empleo.

Entre 1984 y 1993, la industria argentina expulsó el 27% de los asalariados, según datos de CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe.). Esta reducción de la capacidad para generar empleo también se plasmó en una reducción del mercado interno, es decir, la capacidad de compra de los trabajadores argentinos.

La modernización enfatizó la necesidad de reducir el Estado, así se suceden masivas privatizaciones durante los `90 a empresas de electricidad, ferrocarriles, comunicaciones, etc. Las privatizaciones se acompañaron de despidos y retiros voluntarios, que en el caso de estos últimos tenían como incentivo indemnizaciones que tiempo después dejaban al obrero ante el desempleo y con pocas posibilidades de reinsertarse.

Durante esta década la estrategia del gobierno para promoción del empleo se basó en la flexibilización laboral.

La consecuencia principal de estas políticas fue la pérdida de la relación entre crecimiento económico del país y el bienestar de los trabajadores. Es decir, el crecimiento económico registrado en la década del `90 no se tradujo en un crecimiento de la demanda de empleo sino que en expulsión del mercado laboral y el consecuente deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores.

¿ Qué pasa hoy con el trabajo en la Argentina?

A partir del año 1998 comenzó a verse el agotamiento del Plan de Convertibilidad (Refiriéndonos por Plan de Convertibilidad al aplicado por Domingo Cavallo que como medida central tenía la equiparación de un peso = un dólar.). Luego de siete semestres de estancamiento el país ingresó en una profunda crisis económica, social y política que estalló en el año 2001. La salida de la convertibilidad fue acompañada por una fuerte devaluación del peso, y por la pauperización de la población con niveles de pobreza que alcanzan al 57,5% de la población y de indigencia al 27,5%.

Posterior a la crisis, entre el primer semestre de 2002 y el segundo de 2006 se registró un período de crecimiento económico del 41%, según datos CEPAL. Este nuevo régimen de acumulación proveyó un tipo de cambio alto, competitivo, que favoreció la recuperación del aparato productivo y consecuentemente la capacidad de generar empleo. Reapareció, así, la relación entre crecimiento económico y empleo, y fue en ese período donde las pequeñas y medianas empresas cumplieron un rol protagónico en la generación de nuevos puestos de trabajo.

La tasa de empleo entre 2003 – 2008 muestra un aumento acumulado de 14,84%, donde presentan mayor crecimiento el empleo a mujeres y jóvenes, que integran las franjas más vulnerables en términos de desocupación.

Desde el gobierno se retomaron las políticas de salario mínimo, que constituyen el piso de las remuneraciones, las cuales después de haber permanecido en $200 hasta 2003, treparon a $1240 en 2008 que en términos reales seria $833,67 Según datos IPC del INDEC con base año 2008. . Como así también, se retoman las negociaciones colectivas, se registraron 380 acuerdos y convenios colectivos en el Ministerio de trabajo en el 2003 creciendo hasta 1231 en 2008.

Si bien es indiscutible la recuperación del empleo y la disminución de la pobreza e indigencia, en relación a lo alcanzado durante la crisis del 2001, es innegable la necesidad de profundizar la reversión de esos procesos. Además de la necesaria regulación del Estado en resguardo del bienestar de los trabajadores, es imprescindible la búsqueda de formas de producción con una lógica que no tenga como único eje la maximización de las ganancias.

¿Qué aportes puede hacer la Economía Social al mercado de trabajo?

En esta búsqueda de otras formas de producción el aporte que puede hacer la economía social ya se observa en la práctica, pues son numerosas las experiencias existentes. Podemos mencionar las fábricas recuperadas por cooperativas de trabajo, las radios comunitarias, las escuelas de gestión social, los proyectos comunitarios, los emprendimientos autogestivos, las asociaciones civiles y los proyectos culturales que son algunas de las experiencias del amplio universo de la economía social.

Es así como estas experiencias participan en la creación de puestos de trabajo. Por un lado, porque la mayoría son pequeñas y medianas empresas que tienen una mayor capacidad de generarlos. Por otro, debido a su centralidad en el trabajo, en momentos de ajuste éste no recae sobre la cantidad de trabajadores, y en momentos de crecimiento el excedente es destinado a la creación de nuevos puestos de trabajo y no a la acumulación de ganancias.

Son experiencias que nacen en el barrio, la ciudad, el pueblo produciendo desarrollo local, y en las que existe desarrollo democrático por la necesaria participación de los trabajadores. Esto combina el interés local con el desarrollo participativo de la producción. En consecuencia, son capaces de volver a generar las cadenas virtuosas de empleo e incluso potenciarlas, es decir que la empresa no solo genera trabajo para los obreros que participan en ella sino también para el lugar donde se desarrolla.

Por otro lado, este tipo de producción democrática y centrada en el trabajo, devuelve el protagonismo al trabajador, recuperando la capacidad creativa del trabajo. La mayoría de estas experiencias llevan adelante constantes procesos de calificación y formación del trabajador. Esta práctica se da de diversas maneras: desde la organización de las tareas en forma rotativa hasta el debate en asambleas, donde la búsqueda de soluciones requiere la participación y formación de todos los obreros. Así también, en los encuentros o en la conformación de redes, se dan espacios de formación en conjunto donde se trasladan experiencias profesionales y políticas, que en ocasiones derivan en la conformación de federaciones, claúster, etc. (Por ejemplo el clauster Red de Cooperativas Graficas, www.redgraficacoop.com.ar) que les permiten mejorar su posición en el mercado.

Es importante sumarle a estas características el echo de que muchas de estas experiencias se desarrollan en los sectores de mayor vulnerabilidad, como es el caso de las mujeres de bajos recursos, quienes encabezan varias de estas.

PARA SEGUIR CRECIENDO: LAS NORMATIVAS

A pesar del aporte concreto que realizan, encuentran limitaciones relacionadas con la falta de normativas que las encuadren. La falta de acceso al crédito para inversión, o los problemas de administración son cuestiones que reducen los márgenes del excedente a distribuir, y las ponen en condiciones de desventaja a la hora de competir con otras empresas. Esta situación aumenta los peligros de la precarización e informalidad laboral. Es ante estos límites donde sería central la acción del Estado a través del reconocimiento de las particularidades del trabajo autogestivo, y la creación y aplicación de nuevas políticas sociales, que se desarrollen en forma de cogestión y no de líneas directas, dando apoyo y promoción a las mismas para potenciar sus capacidades. Los reclamos de ANTA (Asociaciones Nacional Trabajadores Autogestivos.), que exige reconocimiento estatal del trabajador autogestionado, con un marco tributario que no sea el de monotributista sino uno acorde, con acceso al financiamiento y la necesidad de la conformación de una obra social y un sistema previsional propios, se encuentran en esta línea.

Es fundamental tener presente que el principal aporte que los casos de economía social realizan al mercado de trabajo, descansa en el desarrollo de otra forma de producir, es decir otra forma de trabajar, sustentada sobre una lógica que prioriza al hombre en su integridad y no a la acumulación como único eje orientador, no queriendo significar esto producciones sin fines de lucro, sino un cambio de eje central.º

Lic. Lorena Putero

Economista - CEMoP

Economía Social

¿Economía Social? ¿Economía Solidaria? ¿Hablamos de lo Mismo?



El término Economía Social es utilizado como sinónimo de tercer sector, de economía popular o solidaria. Sin embargo, existen diferencias entre estos conceptos e incluso entre lo que cada corriente ideológica piensa cuando se refiere a ella. Este debate también se presenta a la hora de definir quiénes, y qué proyectos se encuadran dentro de cada categoría. Con el objetivo de realizar un aporte a esta discusión, presentaremos tres visiones sobre la economía social para luego ubicar nuestra posición.

Una primera acepción es aquella que piensa a la economía social como un tercer sector, una esfera que no corresponde a lo privado ni a lo público, donde se encuentran las organizaciones de la sociedad civil. Esta definición plantea para los neoliberales la posibilidad de desmantelar las políticas públicas, y traspasarlas al mercado y a las organizaciones de la sociedad civil. Esta transformación parte de la concepción de que cualquier intervención del Estado será ineficiente. El problema aquí radica en colocar derechos de los ciudadanos en una visión asistencialista, en un lugar de ayuda. Se plantea así una economía para los pobres, para aliviar la pobreza de un subgrupo.

Una segunda definición, es la ligada a la tradición Europea. Esta determina a las organizaciones de la economía social a través de su forma jurídica, es decir, sólo incluye a las cooperativas y mutuales. Esta interpretación es insuficiente para describir la realidad de las experiencias de Argentina y de América Latina en general, por la diversidad de experiencias existentes como la producción comunitaria, el trabajo autogestivo, etc.

Una última concepción de Economía Social, que comparten varios autores latinoamericanos, se define por su crítica a la economía capitalista, y por su lógica de producción que responde a la reproducción ampliada de la vida de todos. Necesariamente se centra en el trabajo, el medio ambiente, la redistribución, la democracia y es contraria a la centralidad unívoca de la acumulación capitalista. Nace desde la Economía Popular, que es el subsistema de la economía capitalista donde se encuentra toda la producción que permite la reproducción de la vida de los trabajadores.


Entre los autores de esta corriente, podemos mencionar a Coraggio, de Argentina, para quién la Economía Social es una práctica de construcción consciente de otra economía y otra sociedad, una transición desde el sistema capitalista actual hacia la Economía del Trabajo. Otro autor, es Razetto, de Chile, quien plantea una Economía de la Solidaridad definiéndola así por encontrarse atravesada por ésta. El autor no se refiere a una ayuda externa, o impuesta, que llega desde afuera del grupo como una forma de asistencia. Se refiere a una economía que construye, produce, distribuye y consume en solidaridad.

En esta última concepción existen una gran variedad de formas de organización entre las que se encuentran: el trabajo autogestivo, los emprendimientos familiares, cooperativas, asociaciones de producción y de consumo, de coalición del poder de compra, de construcción de mercados como las redes de trueque, ferias, etc. No sólo nos referimos a empresas de producción de bienes sino también de espacios de formación como las escuelas autogestivas, los bachilleratos populares, o culturales como las radios comunitarias y demás medios alternativos, y las entidades de recreación y ocio como los clubes, espacios teatrales, etc.

Estas experiencias conviven, interactúan e imponen condiciones a la economía capitalista y al Estado. Constituyen un cúmulo de experiencias que hoy se desarrollan y que se encuentran en constante reconstrucción, transformación y contradicción, con actores que van aprendiendo en la construcción, que van disputando espacios, y poder a la economía capitalista. Experiencias donde los actores sociales colectivos se van constituyendo en el mismo proceso, van interactuando y van construyendo poder popular.



Autor: Lic. Lorena Putero - Economista – CEMoP

La Economía Social y Solidaria como escenario nuevo de la Mutualidad

Una necesidad, un dolor menos, es una libertad mas


Autor: Roberto F. Bertossi

Índice

Sumario

Introducción.

Herramientas

Contexto social-solidario para desarrollos mutuales

Eficacia y justicia en la mutualidad

Globalización del mutualismo

Conclusiones y propuestas



Resumen

La mutualidad es una de las mejores expresiones humanas de fraternidad cuyas versiones dan cuenta –más destacadamente- de las experiencias de los Babilonios, del presidente Franklin -en 1782 con su mutual contra incendios- y, como factor clave para el hospedaje, afianzamiento, desarrollo y expansión de la Inmigración y su redignificación.


Hoy, esa mutualidad exige herramientas nuevas ante la mundialización de la economía con sus extravagantes esquemas financieros que han repercutido tan negativa y excluyentemente en el campo del trabajo y de la seguridad social, fundamental y trascendentemente.

Esas herramientas primeras son humanas y ya deben reconfigurar identificación y encarnación personal con su mutual, sintiéndola, sabiéndola y mostrándola como propia ya que, un gesto vale más que mil palabras y la impresión inicial siempre condiciona las posteriores.

Bajo estas premisas, la capacitación y auto capacitación constante e incentivada, la innovación, la productividad, la competitividad, la entusiasta creatividad confirman al capital humano mutual como clave de estas organizaciones solidarias.

Asimismo y ante las crecientes necesidades de crecientes desocupados y marginados estamos ante un enorme desafío humano que merece -en términos de estricta justicia- un mercado que abandone sus lógicas cerradas del lucro como valor supremo y esto sea acompañado con aperturas progresivas en el contexto local, regional y mundial a nuevas formas de actividades economías y de servicios esenciales más caracterizadas por la mutualidad y los asociativismos solidarios con clivaje en la Sociedad Civil para el logro del desarrollo humano, mucho mas allá de los primeros objetivos del milenio hasta estructurizar la cultura de la satisfacción en plenitud, universalmente.

Por ultimo, globalizar la mutualidad será poner nuestros mejores avances del conocimiento al servicio de este objetivo, destacando la exploración científica y aproximaciones académicas relacionadas con las diferentes visiones y estrategias existentes en el campo mutual, especialmente desde y hacia la perspectiva y prospectiva de la pobreza, de hirientes disparidades como desde lo económico, territorial, político, ecológico y cultural, objetivo que deberá ser apto para intensos procesos de integración y cohesión humanas estratégicas, transfronterizas y trasnacionales reeditando en esta hipermodernidad todo lo bueno de la jalea de solidaridad propia de las primeras comunidades de creyentes y personas de buena voluntad, con neutralidad y sin discriminaciones ni excluidos en “esta posteridad” convencida con Mario Benedetti que, todos juntos, codo a codo, somos mucho más que dos.

Introducción

Cómo no expandir y defender nuestro mutualismo sin envalentonar a sus verdugos, coproduciendo victimas?

Cómo ignorar que el autentico mutualismo alivia el gasto público?

Cómo ignorar esa mutualidad que complementa la acción e intervención social ante el tremendo retroceso de las políticas sociales por la expansión ilimitada, insaciable, excluyente y apabullante del capital individualista conservadurista?

Cómo ignorar el eclipse de conciencias colectivo ante la tromba de la usurocracia que ya fuera condenada en el derecho romano, por San Gregorio y ahora mismo por el Código Penal vigente?

Cómo ignorar las tendencia laborales, provisionales, demográficas, ecológicas y de la internacionalización de la economía-financiera global?

Cómo ignorar que verdugos tales han hecho del lucro “un valor supremo”?

Una primera idea de mutualidad que se me ocurre es la de “personas inspiradas y movilizadas por la solidaridad”, los “ socorros mutuos”; la de organizaciones de prestaciones reciprocas que sirven de base y desarrollo a cada asociación mutual; propósitos de ayudas reciprocas ante infortunios de la vida y disparidades hirientes; de ahí en más, ámbito adecuado para el adelanto y el bienestar armónico, solidario y fraterno de cada persona, de cada familia, de de cada grupo de inmigrantes, de operarios; de empleados privados y públicos, de funcionarios y profesionales.

Bien, ahora para sugerirles o anoticiarles sobre nuevas herramientas para la gestión diaria  y también tratar de dar marcos conceptuales que permitan trabajar  con mayor profesionalidad en nuestra mutualidad sin limites, me parece ineludible decir que el capital intelectual es la clave para la capacidad competitiva de cada organización mutual.

Si vamos a hablar de nuevas herramientas para la gestión diaria no podremos ignorar crecientes obstáculos transversales como la ausencia de confiabilidad, de educación, información, capacitación, entrenamiento y cualificación; marcados absentismos y, finalmente débiles o ausentes controles privados y regulaciones públicas como acredita la crisis en el INAES y lamentables escándalos pseudo mutuales como pantallas de lo peor (mafia de medicamentos, usura, lavados de dinero, evasión y elusión tributaria con la consecuente mutilación del gasto público y la inversión social) e impactos negativos en la buena fe pública para con la secular nobleza mutual.

Una mutual es eso y no es otra cosa. Una mutual está clara y expresamente definida en el artículo 2 y cc. de la legislación argentina vigente . . .

Ahora bien, potenciar cuanto favorezca el desarrollo de la actividad empresarial de las mutuales, torna preciso mínimamente: 1) Profesionalizar la gestión y simultáneamente, ampliar los mecanismos de acompañamiento y control sobre la misma como asambleas informativas a los asociados; 2) fortalecer la imagen mutual consolidando la garantía de asociados y toda persona física o jurídica relacionada con la misma (proveedores, Estado, sindicatos, profesionales, federaciones, confederaciones y organismos internacionales interrelacionados por sectores y/o institucionalidad/es. 3) Perfeccionar o crear los sistemas que estimulen en las mutuales el incremento de los recursos financieros propios propugnando la ampliación de los recursos y subsidios estatales; 4) aceptar con todo el pragmatismo mutual posible las realidades del mercado.

Herramientas

Cualquiera sea la denominación a utilizar, el referirse al factor humano, al capital o recurso humano o al capital intelectual, se habla sin duda de las personas que integran la mutual de que se trate dedicada a la generación solidaria de bienes, servicios y beneficios.

Sin lugar a dudas, hay consenso creciente y generalizado de que el éxito o el fracaso de una mutual, se vincula estrechamente al desempeño de todas las personas que la integran, sin importar su jerarquía, ubicación y condición.

Particularmente en un crítico ambiente como el actual, de gran competencia y profundos cambios radicales, la supervivencia de una mutual, dependerá de su capacidad de adaptación y de respuesta ante la evolución del entorno y del desarrollo y fortalecimiento de sus capacidades competitivas.

La adaptación al nuevo entorno esta en constante cambio y ejerce influencias diversas en el comportamiento de la empresa de servicios mutual lo que ya requiere una evolución tecnológica constante del personal y directivos como la exigencia de un sistema mas participativo y horizontal que favorezca y facilite la comunicación incentivando el trabajo en equipo, el desarrollo de creatividades y una potencialización de la eficacia mutual.

Las empresas solidarias cuestionan e interpelan las transformaciones introducidas por la hipermodernidad y deben ser capaces de adaptarse a las nuevas mentalidades y a las mutaciones de todo tipo.

Las mutuales deben continuar extendiendo sus regiones de influencia dado que sus servicios: 1) se benefician de la mejor combinación “servicio-calidad-precio”; 2) saben identificar, librar y ganar las luchas internas de la participación y de la adhesión del personal; 3) Por ultimo están potenciadas para superar airosamente las amenazas externas de la competencia y del progreso tecnológico.

La consecución del progreso social y económico mutual, exige que sus recursos humanos hagan converger esfuerzos hacia la constante innovación que necesita el mercado mutual conservando, alimentando y enriqueciendo el espíritu emprendedor todo lo posible, valorando con inteligencia los riesgos y amenazas.

Como decía Schumpeter el empresario es un hombre innovador capaz de coordinar las fuerzas económicas y producir riqueza . . . mutual en nuestro caso.

A propósito como no recordar que lo pequeño es hermoso y, que con varios poquitos podemos hacer “un mucho”.

El desarrollo empresario pone de manifiesto que quienes se aventuran en innovación, llegan a ser empresas sobresalientes pero, para ello es preciso realizar un importante esfuerzo mancomunado en educación, investigación y desarrollo constante; visión de futuro y capacidad de riesgo.

Ciertamente la arquitectura empresarial continua descubriendo un cimiento poderoso sobre el que construir logros: se trata del “capital metafísico” consistente en capacidad de innovación, de adquisición de nuevos conocimientos, de asunción de riesgos, de compartir valores y de comunicación sin omitir que ya se debe concebir la cultura como parte de la riqueza, más que como consecuencia de ella en la convicción de que somos mas dueños de lo que sabemos que de lo que tenemos.

La superación continua en materia de calidad, es, sin dudas, la característica más relevante de toda moderna empresa. El principio de satisfacer al asociado en nuestro caso comienza por ofrecer productos y servicios sin defectos que cumplan las especificaciones que se ajustan a sus necesidades de cada día.

Entonces, para lograr la máxima productividad, las direcciones de las empresas mutuales se podrían fijar el objetivo de los “cinco ceros”; cero errores en el trabajo para ahorrar en papelería, en tiempo, en imagen, en eficiencia, en excelencia, en fastidio de asociados, etc.), todo lo cual quiere decir que tiene que salir bien al primer intento; cero averías en sus procesos de control de distribución, industrialización y/o producción; cero tiempo de distribución o tiempo de venta; cero stocks mediante la reducción de inventarios y cero papeleo eliminando demoras en las comunicaciones, atenciones y requerimientos.

La empresa mutual debe utilizar las nuevas técnicas de dirección y gestión en el planteamiento y resolución de los problemas que afectan a sus distintos subsistemas funcionales y que permiten la adopción racional de decisiones económicas mutuales óptimas.

En años recientes se han desarrollado muchos modelos y técnicas cuantitativas al servicio de la empresa.

El análisis de gestión, aporte elementos de racionalidad en la toma de decisiones, a través de la previsión, de la regulación y del control.

También, la técnica de auditoria es aplicable a cualquier empresa con independencia de su naturaleza y tamaño.

Asimismo los instrumentos del marketing hacen posible incrementar y expandir la cuota de “mercado mutual”

Por ultimo la complejidad, tanto del entorno o del medio competitivo en el que la empresa mutual actúa como de la propia empresa como organización y, en consecuencia, de su gestión, justifica el interés por el “análisis estratégico”.

Podemos decir por ultimo que el capital humano es la primera cara visible de cada mutual, es un recurso que no solo tiene que ser sino parecer ya que, siempre, la primera impresión condiciona las posteriores.

También proponer recíprocamente que, así como se reconoce su antigüedad, seria todo un incentivo -en más o en menos-, reconocer esfuerzos de capacitación personal y grupal, logros, saberes y simpatías puestas a disposición del servicio mutual.

Contexto social-solidario e institucional para auténticos desarrollos mutuales

El nuevo articulo 75 inc. 19 CN. que consagró el desarrollo humano es el paraguas magno de viejos y nuevos desarrollos mutuales que por su índole y gravitación social, reducen minuto a minuto disparidades hirientes en su combate contra el hambre, el sufrimiento inútil y toda necesidad.

Desde una mirada2 a la economía social (toda economía es social), hace tiempo -hoy nos damos cuenta retrospectivamente-, que la economía también forma parte de los ámbitos en que se manifiestan los errores y las miserias humanas pero, nuestros días nos ofrecen una prueba más que evidente (superior a la de crisis del 30´), singularmente a partir del crak up financiero mundial de 2008 y ahora con su implosión y explosión europea: no a los bebes, no a los inmigrantes; inéditas podas de haberes de los empleados públicos; reajustes jubilatorios negativos, desocupación y por ende disminución de ingresos mutuales por concepto de aportes y contribuciones periódicas; etc. etcéteras.

Por eso supimos decir que la miseria y los objetivos del milenio no podían esperar más pero que los bancos sí;

Una equivocada exigencia de la economía -digamos del mercado- de ser autónoma, de no estar sujetas a exigencias de carácter ético, ha llevado a muchos a abusar de los instrumentos económicos y financieros, tanto aquellos tradicionales como sofisticados de hoy, incluso de manera destructiva ya que no solo mata el aborto ni la inseguridad sino nefastos programas como los de Martínez de Hoz, Alemán, Cavallo y otros por todos conocidos y . . . padecidos.

Así pues, es posible sostener que la actividad económica-financiera tradicional no podrá resolver por si sola todas las necesidades sociales ampliando sin más la lógica mercantilista pero no hagamos reproches al mercado sino a los hombres que lo dominan, a su indigencia ética y a su irresponsabilidad personal y social.

Desde la convicción de una economía solidaria posible, podemos argumentarla en que dentro de sus actividades inherentes se pueden vivir y convivir relaciones de solidaridad y de reciprocidad porque la economía no es ni éticamente neutra ni inhumana o antisocial por naturaleza.

Se trata de una de las actividades del hombre y, precisamente porque es humana, debe ser articulada e institucionalizada éticamente.

El gran desafío que tenemos planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la reciente crisis financiera mundial, es demostrar, tanto en el orden de las ideas como en el de los comportamientos prácticos, que no solo no se deben olvidar ni debilitar los principios tradicionales de la equidad social y de la justicia distributiva, como la transparencia, la honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones de productividad y competitividad, civiles o mercantiles como expresiones de fraternidad y mutualidad pueden y deben tener su espacio en la actividad economía ordinaria lo que ya es una exigencia del hombre en el crucial momento actual de un mundo que cruje, pero también de la razón económica misma si acaso tomó nota de sus desatinos y desaguisados autónomos.

Todo esto torna necesario que en el Estado y en el mercado se de mas cabida e incentivos a actividades económicas mutuales de personas que opten libremente por ejercer su gestión movidos por principios distintos al del mero lucro, sin renunciar por ello a producir bienes, servicios y valores mutuales económicamente relevantes, opciones que se han revelado tan viables como posibles e indirectamente útiles y aliviantes a la comunidad circundante de estos “sucesos solidarios”

En efecto, se supo señalar que el sistema económico debe estar basado en tres instancias complementarias: el mercado, el Estado y la sociedad civil.

La sociedad civil es el ámbito mas apropiado para una economía solidaria, sin negarla en los otros dos ámbitos.

Hoy podemos asegurar que la vida económica debe ser comprendida como una realidad de múltiples dimensiones: en todas ellas, aunque en medida y modalidad diferentes debe haber espacio y respeto para la fraterna reciprocidad.

En tanto se viva en globalización, ninguna actividad económica ni financiera puede prescindir humanamente de la solidaridad y la responsabilidad por la justicia, todo ello en sus diversas instancias y en cada uno de sus agentes.

Se trata en definitiva de una forma concreta y profunda de democracia económica.

La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos por tanto no se la puede dejar solo en manos del Estado y menos aún, del mercado.

La economía solidaria requiere un mercado en el cual puedan operar libremente, con igualdad de oportunidades, empresas que persiguen fines institucionales diversos. Junto a la empresa privada orientada al lucro y los diferentes tipos de empresas publicas y/o mixtas, deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas y de servicios que persiguen fines socialmente mutualistas.

Entonces, de su reciproca interacción auténtica en el mercado se puede esperar una especie de combinación entre los comportamientos responsables de empresa, y con ella, una atención mas sensible a una civilización de la economía.

En nuestro caso, la mutualidad se ha propuesto dar forma y organización a las iniciativas económicas y sociales que, sin renunciar al bienestar, con una activa y entusiasta participación asociativa, tanto como derecho, deber y legitimidad de beneficios y saciedad, pueden lograrse, son expresiones solidarias que quieren ir mas allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fines en sí mismo.

Para ello el aprovechamiento de la infinita lozanía mutual con sus enormes posibilidades será un camino adecuado para que las mutuales en red regional e internacional ya en su doble vertiente: social: “asociación” y, económica: “empresa” puedan continuar cumpliendo su función-misión en el marco dinámico y competitivo en el que desarrollan hoy sus actividades de servicios sin que peligre su estabilidad y se asegure su supervivencia y expansión.

Las empresa mutuales deben estar abiertas a las nuevas evoluciones y revoluciones en el campo de los productos y servicios, de los procedimientos de fabricación y trazabilidad, de los métodos de venta y financiación permaneciendo flexibles para poder adaptarse a los desarrollos supranacionales (Mercosur, UE, UNASUR, Comunidades africanas y escandinavas, etc.), a la legislación (es urgente una nueva ley democrática mutual moderna) y a las actuaciones de la competencia.

Respecto de la mutualidad, como acepción jurídica, se verifica en principio porque existe una necesaria correspondencia entre las calidades y categorías de asociados consumidores y usuarios de los bienes y servicios mutuales.

Este es un concepto genérico, expresivo de la reciprocidad en el cambio de las prestaciones de la actividad económica mutual, una relación entre la actividad mutual y participación asociativa `ad intra´ de cada organización solidaria.

La mutualidad en la cotidianeidad de las realizaciones prácticas, con frecuencia sufre excepciones más o menos amplias, que lo conservan como un principio orientador general pero no absoluto asegurando la preferencia asociativa.

La noción de mutualidad prevaleciente pretende introducir una gradación en el concepto de mutualidad, según se aleje o se acerque más o menos cada versión pura o perfecta de aquélla; pero, su medida cuantitativa estaría dada por las relación es cuantitativas entre el volumen de los servicios prestados a sus asociados.

Ahora bien, por ahora la única utopía verificada fue la del “efecto derrame” de un mercado solitario, egoísta e insaciable con actores desiguales y posiciones dominantes sin limite, apabullantes: sin defensa de usuarios ni de consumidores con los resultados por todos conocidos y, de uno u otro modo también ingrata e injustamente padecidos.

Estamos convocados a mucho más que a una ética del desfallecimiento y, el mutualismo auténtico se merece mucha más pero nunca. . . más de menos

Las normas de calidad, los programas de mejora institucional continua; los protocolos de ética mutual, la eficiencia, la reciprocidad y la participación activa, entusiasta y masiva de los asociados distinguirán y recalificaran cada mutualidad que, integrada entre bienes, servicios y geografías pueda finalmente derramarse regional e internacionalmente.

Las mutuales suplieron al estado y al mercado, las mutuales son las madres y los padres de una economía solidaria en cuanto tal, una nueva economía civil, inclusiva, ecológica, pacifica pero, fundamentalmente familiar, humana con compromiso por su comunidad circundante por lo que merecen largamente simplificación administrativa, discriminación tributaria positiva sin perjuicio del articulo 29/20.321 y autonomía Vg., del Banco Central, de la Afip y del Anses; prioridad en el compre local, municipal, regional, provincial, nacional e internacional como de los requerimientos sanitarios públicos mediante convenios apropiados proactivos.

En épocas de competencias monopolísticas que es la que en mayor o menor intensidad rige en los mercados (al menos hasta Lemann Brother’s y ENRON), los vendedores obtienen una rentabilidad suplementaria sin responsabilidad social, debido a la escasez relativa de la mercancía y a los deseos (hoy consumismos desatados, alienantes) de compra de los consumidores que pocas veces son consumidores responsables e inteligentes.

Este lucro, no debido a un servicio prestado por el vendedor sino a la insatisfacción de la demanda, es un lucro obtenido gracias a una situación de poder en el mercado.

Este lucro es también doblemente abusivo, porque acumula a manos de uno solo, ganancias espurias arrancadas a muchos y, simultáneamente limita la producción para poder mantener esos precios.

Todo eso mirado desde su aspecto puramente económico = financiero, revela que el sistema liberal conservador lucrativo mantiene siempre situaciones injustas e inequitativas, ya que siendo la competencia monopolística la forma habitual de competencia -sin regulación ni control real- concentra en manos de unos pocos la renta de muchos, y el sistema de dirección central con ineficacias y estrangulamientos humanos.

La economía solidaria mutual garantiza en cambio, eficacia y justicia. La eficacia se logra mediante la existencia del mercado, enorme instrumento de ajuste de los gustos, hábitos, preferencias y deseos de compradores y vendedores cuya labor conseguirían millones de ordenadores trabajando simultáneamente.

Pero, así como la economía liberal conservadora evita la explotación de los consumidores en situación de competencia perfecta (existente solo en la teoría) siendo incapaz de evitar la reducción de la producción y lucros extraordinarios de los monopolios y de la competencia monopolística, la economía mutual está en condiciones de hacerlo, cualesquiera que sean las condiciones y oscilaciones del mercado.

En el supuesto de una escasez transitoria irreparable, las condiciones de la empresa mutual de servicios serán las mismas del monopolio: se vera obligada a vender a un precio mayor, ya que si vendiera al precio teórico de equilibrio no podría satisfacer la mayor demanda que se produciría. La consecuencia será la obtención de excedentes extraordinarios.

La alternativa mutual por sus propios principios mutuales, determina que estos excedentes serán capitalizados proporcionalmente al consumo realizado y lo invertido en obras sociales o reservas voluntarias.

El 22 de abril ppdo. en el Foro intercontinental del Mutualismo organizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Organización de Entidades Mutuales de las Américas (ODEMA), el Prof. Don Antonio Colomer Viadel, hizo hincapié en la necesidad de la reciprocidad y renovación del mutualismo asegurando entonces que “un problema que tiene el mutualismo es el de fortalecer sus vínculos federativos y de alianzas, para alcanzar esa masa critica que lo haga invulnerable en un entorno hostil.

A propósito, nuestro mutualismo precisa mucha reciprocidad pues como bien resume Dominique Temple3, la reciprocidad es la estructura con la cual el equilibrio y la armonía pueden persistir porque en la relación intersubjetiva las fuerzas antagónicas se relativizan la una a la otra, de tal modo que genere un Tercero invisible que se impone a los contrarios, los controla e incluso recurre a ellos para la elaboración del vinculo mutual constituido por los valores éticos fundamentales compartidos, asegurando una influencia mas asociativamente personalizada en la adopción de sus resoluciones, planes y programas.

De ahí la necesidad de una cierta renovación del mutualismo que plantee un renacimiento del sector para poder servir a sus valores y principios con las mejores armas y herramientas de la sociedad del conocimiento.

La propuesta consiste en la configuración de una empresa mutual con fidelidad a sus principios cuyos objetivos –entre otros- tiendan a reforzar la dimensiones empresarial y formativas de las mismas, de cada una y de cada cual.

La crisis del Estado de Bienestar y de la Seguridad Social Pública, con sus graves problemas de financiamiento, debiera abrir un futuro esperanzador al mutualismo que puede ofrecer alternativas semipúblicas que, desde la óptica del interés social serán siempre mejores que las ofertas privadas inalcanzables.

Como nos dijera otro gran español, Carlos Díaz en el congreso de “Personalismo Comunitario” realizado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba también en abril ppdo., la mutualidad en una economía solidaria tiene que estar ahí para resolver el problema personal . . . si puede; para mitigarlo . . . si puede o, simplemente estar ahí con toda su hospitalidad y cercanía para el necesitado.

En esa perspectiva se ha destacado que la empresa mutual no admite empleo en negro, contratos basura ni personas privadas de obra social, aportes jubilatorios y protección inmediata en caso de accidentes de trabajos.

Asimismo, en las mutuales se conoce quienes son sus directivos, sus asociados, dónde y como viven, cual es su capital y cual su patrimonio, haciendo previsible y más segura cualquier vinculación con las mismas.

GLOBALIZACION DE LA MUTUALIDAD

La globalización de las mutuales con economías solidarias en la era de la mundialización y la Sociedad de la Información ya se torna oportuna, posible, justa y necesaria.

Seria bueno que ello no se circunscriba solamente a aspectos jurídicos sino que abarquen y brinden una visión pluridisciplinar sobre el momento actual del universo mutual, en escalas nacionales, regionales e internacionales4.

Para ello habrá que proponerse un primer conjunto de contribuciones relacionadas con la descripción del ámbito sociológico, económico, geográfico, político, ecológico y humano en el que se desenvuelven las mutuales en la actualidad.

El propósito es servir a un banco de ideas y proyectos como de pruebas para evaluar el estado de la normativa vigente cuanto para ponderar necesidades físicas humanas viejas y nuevas proyectando soluciones de futuro, tanto desde el punto de vista del desarrollo humano, la durabilidad y equidad del crecimiento económico y la integración territorial.

Otro anhelo seria contrastar conclusiones relativas al material fáctico, económico, geográfico y sociológico con la disciplina jurídica de las mutuales en la búsqueda de un marco armónico internacional.

Igual y oportunamente, lograr un lugar en la agenda de las organizaciones internacionales para las mutuales profundizando y admitiendo nuevos desafíos y oportunidades para viejas y nuevas experiencias y expedientes.

El análisis critico que fundamente la valoración constitucional como de institutos y estatutos internacionales respecto de las mutuales (UNASUR, MERCOSUR, UE, OEA, ONU, OIT, OCDE, OMC, etc.) desde el que se procure responder a los desafíos para la identidad mutual que supone la globalización.

Debemos agendar un avance sostenido para políticas públicas de promoción, fomento, autoregulación y moderación publica de nuevos desarrollos mutuales.

La presente inquietud consiste en lograr la mejor aproximación al estudio del sector mutual como fruto de procesos de docencia e investigación entre cuyos objetivos irrenunciables se destaquen la exploración del conocimiento de las diferentes visiones y estrategias existentes en el campo mutual internacional, tanto desde el ámbito social, como del económico, territorial y ecológico.

En este contexto priorizar el estudio teórico + practico del mutualismo nos urge priorizar excelentes y determinadas pautas de actuación y motivación, como su evolución de cara a los cambios vertiginosos de la economía y el trabajo, la influencia de las políticas liberales, estatales y mixtas como sus constantes reformas y contrarreformas pendulares sudamericanas; la existencia de elementos y categorías diferenciadoras que reflejan historia, raíces ideológicas y una naturaleza humana, social y económica distinta y distintiva, así como las diferentes fórmulas y estrategias que se están tejiendo en torno al rol que deben desempeñar estas estructuras asociativas solidarias en el actual proceso de expansión del capital a escala mundial y en un contexto de grave retroceso de las políticas sociales pero, siempre, todo esto, libre de clientelismos políticos, populismos tardíos o recetas externas desconocidas.

Se trata en suma de adaptarse a las complejas secuencias actuales que demandan soluciones auténticamente solidarias y genuinamente mutuales, adecuadas y acordes a cada realidad.

En consecuencia, creemos que este es el contexto desde el cual se deben analizar los cada vez más intensos procesos de integración entre mutuales, las alianzas estratégicas, con terceros para resolver un gran impulso al principio de mutualidad estratégica y la expansión de las actividades mutuales transfronterizas y trasnacionales.

Justo será recordar que esta propensión a ampliar la actuación a escala mundial ocurre en numerosas ocasiones bajo el paraguas de otras formas asociativas.

Por otro lado los cambios que a escala mundial vienen impulsados y estimulados por intereses que están poco enraizados en el territorio local-regional, que ahí no tienen ningún compromiso con el progreso y desarrollo humano y están estrechamente vinculadas a las grandes corporaciones trasnacionales, paulatinamente están socavando la existencia de diferentes expresiones y modalidades de solidarios trabajos y producciones asociativos los que históricamente han acreditado ser de una enorme importancia para la cohesión social y económica.

En efecto, estas históricas experiencias que siempre han privilegiado los intereses colectivos en perjuicio de las iniciativas individuales, están sufriendo, de manera general, todo tipo de ataques, múltiples, diversos y graves menoscabos frente a otras formas de organizaciones lucrativas.

Estas últimas asumen modelos más vinculados a la lógica del mercado y, por tanto, proclive a rentabilizar al máximo el capital Vg., mediante servicios esenciales que comercializan abusando de posiciones dominantes, exportado utilidades y prebendas; todo esto en detrimento de garantizar la permanencia y pervivencia de un desarrollo humano digno y duradero en sus vertientes social, económica, medioambiental y cultural.

Conclusiones y propuestas

A modo de conclusión, en la actualidad se debate si las áreas de organización y administración valen lo que cuestan en términos de calidad, eficiencia y confiabilidad. De no ser así, si no apoyan como se espera los esfuerzos del resto de la empresa mutual, quizá lo prudente sea deshacerse de ellas y contratarlas como servicios externos.

La OCDE afirma que la inversión en capital humano se encuentra en el centro de la estrategia de los países centrales para promover la prosperidad económica, el bienestar social, el pleno empleo, la cohesión y paz social.

Al respecto Peter Drucker ha identificado el conocimiento de las organizaciones y de los países como la base de la competitividad en la hipermodernidad.

Por su parte, el binomio mercado-Estado corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria –que siempre encuentran su mejor tierra fértil en la sociedad civil aunque no se limitan a ella-, siempre crean sociabilidad y espacios de autorrealización.

Es que las actuales dinámicas económicas internacionales, caracterizada por graves distorsiones y disfunciones, requieren también cambios profundos y una nueva perspectiva solidaria en el modo de entender y operar la empresa para una mejor y más accesible empresa de vivir, es decir, empresas con más y mejor responsabilidad social empresaria.

De ahí que se esté difundiendo cada vez mas la convicción según la cual la gestión de la empresa no puede ya tener en cuenta únicamente los intereses de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de los diversos elementos de producción y la comunidad de referencia.

Por tanto, codo a codo, deberíamos esforzarnos por favorecer y facilitar una orientación cultural personalista y comunitaria del proceso de integración planetario, proceso en el que debemos ser protagonistas pero no victimas para cultivar, vivir y orientar la globalización solidaria de la economía de la humanidad en términos de relacionalidad, participación y solidaridad de todos los todos del todo social y esto, visualizado particularmente así atento que, la aguda desigualdad social y la drástica reducción de la pobreza; el acceso universal a las oportunidades de nutrición, salud, educación, capacitación y cobijo, son aspectos de la mayor urgencia en la agenda de los países en este milenio, sin cuya solución difícilmente podrá hacerse realidad la previsión de futurólogos respecto a la preeminencia del individuo, la preservación de su entorno, el aseguramiento del bienestar individual, el respeto a su integridad y una garantía total de dignidad humana como signos distintivos de un mejor futuro para nuestra humanidad.

Para incrementar esquemas de internacionalización de la mutualidad como lo vienen haciendo Vg. Odema, luce oportuno y estratégico una mayor y mejor apertura progresiva en el contexto mundial a formas de actividad económica caracterizadas por la responsabilidad solidaria de la mutualidad como empresa de servicios.

Entonces . . .

Cómo ignorar que el mutualismo también ha contribuido a su modo a lograr los objetivos del milenio?

¿Cómo no ir pensando y diseñando estrategias y redes inter y supramutuales comunicativas, de reciprocidad y compensación (países con desarrollos mutuales en situación de bonanza compensan a otros y así, recíprocamente) regional e internacional?

¿Cómo ignorar las razones financieras contra-mutuales por las cuales países como España han eliminado a la `Usura´ como delito en su código penal?

¿Cómo no ir pensando en bancos mutuales regionales; en una tarjeta mutual global y una autorregulación?

¿Después de todo, porqué descartar la hipótesis que la mutualidad intercontinental sea parte de la Asociación Mundial para el Desarrollo prevista como objetivo del milenio y que será asunto central el próximo mes de Septiembre en la Cumbre de las Naciones Unidas?

Las hambrunas e inéditas calamidades humanas, ecológicas y, quizás Galeano (hay riquezas inocentes?) también, han logrado finalmente conmover a los mas ricos de la tierra quienes se están sumando a la campaña: “Promesa de dar”, lanzada por Warren Buffet y Bill Gates y por cierto, esto sumado y multiplicado con mejores gestos substanciales de los Estados Vg., con la Inmigración, facilitara, animara y alentara la globalización de la solidaridad planteada con la sabiduría propia del inolvidable y ecuménico Juan Pablo II.

Así y cuando muchos más nos bajemos de nuestros ‘sicomoros individualistas’ imitando tanto la actitud de Zaqueo como la de Bill Gates, nuestra esperanza de una humanidad mas solidaria se acrecienta en una mirada ‘sin limites’.

Finalmente, ninguna estrategia política de fragmentación o desprestigio, ninguna provocación económica comercial de desencuentros podrá con la salud de nuestra economía solidaria civil ante la insuficiencia del mercado ya que este sin nuevas formas internas de solidaridad y de confianza reciproca, no puede ni podrá cumplir propiamente su propia función económica que se propuso en soledad, sin provocar y profundizar más disparidades hirientes ante la utopía verificada del ‘efecto derrame’, disparidades que en buena medida auténticos logros mutuales ayudaron, ayudan y ayudaran a mitigar y revertir complementando economía solidaria con los mejores sectores privados capitalistas y público estatal (cuando no, supliéndolos) para un equilibrio que, con moderación, se traduzca `mutatis mutandi´ en profunda síntesis humanista local, regional e intercontinental.

Autor: Roberto F. Bertossi

Experto de la CONEAU (Acta Nº 299/09) para evaluar nuevas carreras universitarias de grado y postgrados de la Economía del Tercer Sector.

Docente e Investigador Universitario de Grados y postgrados; U.N.C.. y U.N.L.

Fundador de la primera cátedra universitaria de Derecho Cooperativo y Mutual en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba Resol. H.C.D. Nº 269/03.

Cooperativas

Asamblea de Delegados.


Todos en tanto personas capaces y aún los menores de edad (Art. 17 y cc. Decr.ley, nº 20.337) pueden ser elegido delegado por parte de los asociados de una cooperativa (cuando esta supere el número de cinco mil (Art. 50 y cc. Decr.-ley nº 20.337) para ejercer una función insoslayable: representarlos apropiada y pertinentemente ante cada Asamblea cooperativa en calidad de Delegados.

Aspectos comunes a los asociados cooperativos en todo el mundo.

En principio, cada asociado cooperativo posee derechos pero también los deberes le son inherentes como anverso y reverso de la misma moneda cooperativa.


En efecto, no se trata sólo de usar y disfrutar servicios y beneficios cooperativos. Se trata de participar activa y proactivamente en la vida cooperativa aún cuando esto implique sobre todo en pequeños pueblos, ciudades o comunidades rurales aún, muchas veces una insidiosa necesidad de tener que relacionarme con los vecinos.

Lo mismo pasa con muchos asociados que una vez `tales´ piensan que pueden gozar de una `panacea´ creada únicamente para brindar bienestar cuasi-benéfico y libre de todo riesgo.

Con el tiempo los asociados comienzan a darse cuenta de que tal condición no es ser cotitular de patrimonio inmóvil, sino muy por el contrario un activo bastante circulante que de no potenciarlo se nos podría convertir en un pasivo antipático.


Tener un activo circulante implica responsabilidad. Para los asociados, como activo, requiere que los mismos estén atentos a su evolución. Toda propiedad no es estática. Se revaloriza o pierde valor. Y la diferencia entre una y otra radica en la capacidad de los asociados de responsabilizarse frente a ello.

Ahora bien dicha responsabilidad se irá adquiriendo gradual y progresivamente, participando, capacitándose y observado el ejemplo de asociados pioneros y fundadores, principalmente.

En efecto, la responsabilidad cooperativa en sus comienzos es contraria a los deseos de poseer un bien de beneficencia pero, cuando cada asociado se involucra cabalmente verifica que tanto la participación y la cooperación se transforman en una especie de `placeres inexplicables´ donde es posible aglutinar beneficios, calidad de vida y magnanimidad.

Resumiendo, si los asociados no se deciden por participar con ímpetu en el fortalecimiento de su organización solidaria pondrán en juego su propio bienestar actual y futuro, inevitable y fatalmente.

Cada asociado cooperativo, cada delegado de los mismos tiene el reto de incrementar y acentuar su entusiasmo inicial generando criterios para orientar a la organización y no olvidando que lo que está en juego es la posibilidad de seguir fortaleciendo a la empresa cooperativa de servicios, mediante solidaridades, o hacerla caer en la letanía de entidades donde el egoísmo y la satisfacción individual de intereses en los hechos `no comunes´, les confiere una dinámica lenta, aburrida y cada vez más negativa y declinante.

Nuestros deberes :

Participar de la dinámica de nuestras empresas cooperativas requiere competencias directas o indirectas profesionalizando la gestión de las mismas. No basta con querer sino que también es necesario tener elementos con los cuales las decisiones no sean dejadas al azar o a nuestro ‘buen parecer’.

Recuerdo que en la década de los setenta se afirmaba que quien tenía la información tenía el poder. Esa premisa fue drásticamente desmentida por el avance de las tecnologías de información que nos hicieron afirmar, en los noventa, que quien tiene el conocimiento tiene el poder. Hoy, esta premisa es abiertamente puesta en duda por notables investigadores que nos demuestran que si el poder lo ha de tener alguien, es aquel que tiene sabiduría.

De forma que las competencias prioritariamente necesarias para administrar el momento más importante de la democracia asociativa: la Asamblea tienen que ver con las propias de un sabio.

A estas alturas se preguntarán: ¿y cómo podemos hacernos sabios para dar lo mejor de nosotros en la Asamblea?

Parte de la respuesta la tiene el seguimiento de las premisas anteriores.

Primero estando informado. Informado sobre las Leyes, las prácticas y la doctrina del cooperativismo autentico, educándose, y capacitándose cooperativa y constantemente. Luego, sobre la dinámica de nuestra organización, sus especificidades, la de nuestros asociados, los vínculos con terceros y las relaciones con la comunidad.

En segundo lugar conociendo, lo que requiere una racionalización analizada de toda la información anterior.

Tercero, aplicando nuestra inteligencia a aprender de nuestras experiencias, de otras y haciendo discernimiento de las mismas en un contexto donde la ética orienta ciencia, técnica, actuaciones y todo atinada e inclusivamente.

Y por último, lo más importante es aplicando el sentido común. Y es que solemos considerar que todos nuestros actos y decisiones están llenos de racionalidad como si fuésemos poseedores de una verdad venida a nosotros casi como desde `las alturas´ y no es así; diariamente nuestra computadora mental es más lenta, absurda e inconsciente de lo que pensamos. Ante tal desproporción de racionalidad, conviene conocer nuestras respuestas ante distintas motivaciones. De hecho, muchas de nuestras decisiones e ideas de relaciones y operaciones cooperativas viejas y nuevas, desbordan de pasiones, intereses y deseos irreconciliables con el bien común asociativo, sin perjuicio del debido interés por la comunidad que circunda a cada cooperativa.

Tenerlo presente es la primera clave para no incurrir en ellos y para desmembrar a nuestra mente de la irracionalidad propia que nos embarga como condición humana. ¡La más humana de todas!

Dirán que no hay tiempo para informarse, conocer, ser sabio y a la vez quitarnos de encima a la bestia que llevamos por dentro. Y que quizá alcanzar la sabiduría en materia cooperativa sea más cercano a una utopía que a su posible cumplimiento.

Aspectos centrales :

Existen una serie de elementos que considero centrales para el fomento de una sabia participación en una Asamblea. La lista incluye elementos poco convencionales en el marco jurídico regularmente expuesto para el tema y que tienen que ver más con el sentido común que con la práctica difundida de la preparación de Asambleas.

Como vimos en el apartado anterior más vale conocer para participar, que desconocer. En efecto el tipo de Asambleas que se práctica en nuestras Cooperativas para instancias de delegación se establecen votaciones previas. De manera que a la tarea de participar para tomar decisiones, debemos adicionar la responsabilidad que se nos confiere por ser delegados de asociados con necesidades, intereses y anhelos cooperativos.

La condición de Delegados hace referencia a que se representan grupos de necesidades, intereses o anhelos y, antes de nuestra elección se procura una pre-selección atendiendo a la condición de ser asociados inhábiles o hábiles para el ejercicio democrático.

Claro está que sabemos que la condición de ser hábil se refiere casi exclusivamente al cumplimiento económico de las obligaciones con la Cooperativa y alguna antigüedad mínima en la condición de asociado a la misma. Este concepto de habilidad es incompleto. La habilidad tiene que ver más con condiciones para poder ejercer, es decir tener capacidades para tomar decisiones y ya sabemos qué requiere lo anterior (sabiduría).

Suponiendo que todos tenemos las capacidades para tomar decisiones y participar, debemos contar con información previa totalmente analizada. Los estados, balances e informes son buenos medios para iniciarse en esta labor documental. Los informes deben estar a su disposición con una antelación suficiente para que puedan analizarlos.

Los conflictos y sus espacios para dirimirlos:

Cuando participamos en una Asamblea solemos creer que siempre deben existir mayorías y no deben existir conflictos. Tal supuesto es válido en organizaciones en las cuáles los delegados han trabajado previamente en la consecución de consensos plurales y multiculturales e, incluso, ahí también no estaremos exentos de conflictos.

En la práctica, los conflictos por ser parte natural de la relación humana, no es posible evitarlos. Por el contrario, su presencia denota madurez organizacional en tanto, sabiendo de su existencia, se fomentan amplias deliberaciones con varias posturas. Su inexistencia denota o un consenso ampliamente trabajado o una tendencia a la manipulación por desconocimiento de sus participantes.

De forma que un elemento clave para una buena Asamblea es poder dirimir asuntos, posturas y tendencias diferenciadas mediante preguntas, cuestionamientos e intervenciones realizadas con el fin de buscar las mejores opciones ante un determinado punto del orden del día, evento y consensos basados en la razón. En todo caso, quienes intervienen lo deben hacer con plena información, conocimiento y ojalá, sabiduría.

La democracia cooperativa :

La democracia es parte del ADN cooperativo. Tiene sus costos y beneficios. Sus costos se asocian a los tiempos necesarios para alcanzar consensos; sus beneficios a la continua diferenciación creativa que se logra por la participación empresarial de sus asociados. Cuando tomamos decisiones sobre nuevos servicios y actividades conviene recordar la necesidad de aplicar la democracia en todo lo que hacemos. Si pensamos democráticamente, difícilmente podremos aceptar, a primera mano, nuevos programas que no sean posibles ni basados en las expectativas por satisfacer necesidades que manifiesten los propios asociados.

Es clave para participar sabiamente, conocer el perfil de los asociados representados, sus intereses, una comunicación permanente con los mismos y cómo cada Cooperativa los satisface. En definitiva las decisiones deben beneficiar a todos los asociados sin tratos discriminatorios, ni privilegios indebidos.

El necesario conocimiento y/o asesoramiento jurídico y contable

1 :

Buena parte de las Asambleas se nutren de pautas legales (Vg., Leyes 16.583, 23.101, 24.240, 25.246, 26.206, 26.361) y administrativas (Res. INAES Nros. 519/74, 203/89, 183/92, 5254/09, 221/2010, etc.) Más allá de discutir su idoneidad es responsabilidad de los Delegados conocer las leyes que regulan al sector cooperativo y solidario, las prácticas de la cooperativa, la forma en cómo se distribuyen los excedentes, se planean nuevas actividades, se procuran nuevos recursos, se orienta la actividad estatutaria y se programan estrategias empresariales prospectivas.

Conviene conocer, por ejemplo, que para ciertas decisiones se requiere la mayoría calificada (Art. 53 D.ley 20.337; 2/3 partes), mientras que, por ejemplo, para decisiones no referentes a políticas de fusión, escisión, amortización de aportes, fijación de aportes y reformas de estatutos, se aplica la mayoría absoluta. También conviene conocer el sistema de elección de integrantes del Consejo de Administración más idóneo basados en votaciones por lista o de forma uninominal. Finalmente, que es posible impugnar administrativa y judicialmente (Arts. 100 inc. 9) y 62 del D.ley 20.337 sin perjuicio de la remisión del articulo 118 del mismo texto de este decreto de facto vetusto y aun vigente en plena democracia) la Asamblea cuando las decisiones no se ajustan a Ley, estatutos o exceden el límite del estatuto; o por el contrario, que es posible visualizar su eficacia como acuerdo cooperativo siempre y cuando se cumplan los anteriores requisitos.

Todo lo anterior, es posible mediante un conocimiento exhaustivo de la normatividad interna de cada Cooperativa, especialmente de sus estatutos, reglamentos y de la normatividad externa dada por Leyes, Decretos y demás normatividad expedida por los organismos competentes.

Compromiso social :

Es común ver como las Asambleas Generales Cooperativas suelen poner énfasis en la presentación de estados financieros y dejan como supuesto el más importante elemento del accionar cooperativo: su balance social.

Más allá de conocer cuánto genera cada cooperativa por su accionar, conviene conocer cómo se redistribuyen esos recursos en la satisfacción de las necesidades de los asociados. Convendría conocer la proporción de utilización de servicios, el beneficio que de ellos se genera y cuál es la transferencia que la Cooperativa efectúa concreta y efectivamente a sus asociados.

El planteamiento de estas cuestionas enfoca la Asamblea en los actos y hechos cooperativos y no sólo en su representación financiera.

Conclusión y propuestas :

Atendiendo las tendencias demográficas y la solidarización social imprescindible para una economía más democrática, mas civil, más inclusiva y mas humana, sobre todo de caras a un importante incremento asociativo que han adquirido muchas cooperativas existentes como la creación de muchas otras y, con atención y precaución por las cambiantes condiciones en que ellas desempeñan su rol singular la asamblea distrital para delegados se propone favorecer, facilitar y aumentar pragmática y ecuánimemente la participación asociativa que nos aleje de todo absentismo.

Los aspectos de la crisis global y sus soluciones, así como las posibilidades de un nuevo desarrollo humano (Art. 75 incs. 17, 18, 19 y cc. de la Constitución Nacional) están cada vez mas interrelacionados con organizaciones e instituciones civiles cooperativas y su legitimidad, se implican recíprocamente requiriendo nuevos esfuerzos de comprensión unitaria y una nueva síntesis humanista que clausure el escándalo de infinitas disparidades hirientes.

La legitimidad que brinden estas Asambleas Cooperativas de Delegados será la mejor garantía para sostener fáctica, económica, ecológica y académicamente la importancia del cooperativismo en el mundo actual.

Educación Cooperativa

Cooperativismo

(Pedido de Informes Legislativos )


p. Roberto F. Bertossi

Con fecha 15 de Octubre de del año 1986 se sancionó la Ley 23.427 implementando un Fondo Federal para Educación y Promoción Cooperativa al que adhirieron las provincias argentinas.

Anualmente cada una de ellas estaría coparticipando desde su adhesión hasta la fecha, una cantidad oscilante promedio de entre diez a quince millones de pesos aproximadamente.


La afectación legal de estos fondos no es ni puede ser otra que la educación y promoción cooperativa a lo que cada provincia se comprometió institucionalizando su “Fondo Provincial para la Educación y Desarrollo del Sector Cooperativo”

No obstante, mucho de los mismos habría sido `desviados´ a rentas generales provinciales.


Así las cosas, dado el tiempo transcurrido, los cuantiosos fondos recaudados y ociosos, la importancia y gravitación de la educación y promoción cooperativa en todos los tiempos pero, singular y superlativamente ahora cuando bajo el lema : "El trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza", se adoptan medidas como la anunciada recientemente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en cuanto que el Estado invertirá 1.500 millones de pesos en el marco del Plan de Ingreso Social con trabajo, que servirá para crear 100 mil nuevas fuentes laborales cooperativistas; bueno frente a tamaño dislate el pueblo conforme al articulo 22 de nuestra Constitución Nacional también quiere saber que se hizo, que se hará; si se verifican disparidades, cuales son las responsabilidades, quienes los responsables.

Dicho proyecto elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social, contempla distorsionadamente la creación masiva de cooperativas sociales en todo el país y prevé ilusoriamente la apertura de más de 100 mil fuentes de trabajo.

De esta manera, el Gobierno nacional, con la participación de las provincias y municipios, tiene el aparente propósito de poner en marcha miles de cooperativas, especialmente aquellas dedicadas a la infraestructura básica que incluirían desde el pintado de cordones y escuelas hasta la construcción de redes cloacales y veredas.

Ante semejante anuncio, luce más imprescindible que nunca un fuerte y determinado impulso de la educación, capacitación e información cooperativa, “un aprender haciendo solidariamente” ya que en principio el proyecto en cuestión podría favorecer y propiciar cooperativas bastardas.

El cooperativismo genuino no se impone.

Las cooperativas de trabajo son empresas fruto de la mancomunidad del trabajo personal independiente de sus asociados y basicamente para satisfacer sus necesidades físicas afines.

En este caso, la enorme importancia y responsabilidad de impulsar sin más demoras ni distracciones educación y capacitación cooperativas cobra mayor relevancia cuando el propio Estado nacional violando los principios cooperativos de neutralidad política, autonomía e independencia `decreta cooperativas´ que ya están siendo conformadas -con toda premura, discrecionalidad y toda simplificación administrativa- por personas desconocidas entre sí pero reclutadas de acuerdo con criterios populistas por lideres piqueteros, intendentes o por grupos afines a funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social u otros.

Ante este estado de cosas cooperativamente anárquico y jurídicamente anómico, cada legislatura provincial debería impulsar un proyecto de pedido de informes al Ejecutivo Provincial sobre el otorgamiento de recursos a Entidades Cooperativas, dentro del marco del Fondo para Educación y Promoción Cooperativa, al que adhirió cada Provincia.

Específicamente, solicitar informes sobre montos asignados desde la adhesión provincial hasta el 2009 del citado Fondo; qué área del Gobierno provincial tiene la facultad de distribución; cuáles son los parámetros para la selección de los proyectos y cuáles han sido beneficiados, identificando cada cooperativa, su vigencia, fecha y monto de los mismos a todo lo cual es imperioso añadir ahora concomitantemente cuál y como será el monitoreo necesariamente singular para las cooperativas `derivadas´ del proyecto aludido: "El trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza"

El Fondo para Educación y Promoción Cooperativa tiene como objetivo promover la educación cooperativa en todos los niveles de enseñanza; promover la creación y desarrollo de cooperativas; asesorar a personas e instituciones sobre los beneficios que otorga la forma cooperativa de asociarse y promover la creación y funcionamiento de cooperativas que tengan por objeto mejorar y elevar el nivel de vida de sus asociados despejando toda posibilidad u oportunidad de falsas cooperativas o `cooperativas políticas´.

Corresponde informar a todos los habitantes de cada provincia en general y al movimiento cooperativo en particular sobre los mecanismos por los cuales se distribuyen recursos a entidades del sector que tanto aportan a la dinámica económica provincial y fundamentalmente, que exista transparencia, pertinacia, experticia y equidad en el otorgamiento de los fondos que tienen la finalidad de apoyar la educación y el desarrollo cooperativo.

Dentro del marco del fondo para educación y promoción cooperativa, para deslindar responsabilidades, para lograr la máxima y auténtica eficacia cooperativa en cada empresa de trabajo y servicios de esta clase, resulta tan oportuno como impostergable un pedido de informes federal por parte de cada legislativo a cada ejecutivo, fundamentalmente cuando las leyes provinciales para educación cooperativa y las propias Constituciones provinciales o, a nivel nacional, las leyes 16583/64, el Decreto Reglamentario PEN Nº 1171/03 (Duhalde) y la Ley Nacional de Educación 26.206/06 en su artículo 90, aseguran la educación, promoción, fomento y fiscalización cooperativas, sus caracteres y finalidades.

Además de corresponder estos pedidos de informes cooperativos, no será menor impedir nuevas frustraciones `cooperativas´ como las que provocaron modelos falaces aplicados en la provincia de Santa Cruz o el del año 2003 por el Ministerio de Infraestructura de la Nación y otros, mediante los cuales se inventaron movimientos cooperativos subordinados o asociados a distintas organizaciones sociales violentas afines al Gobierno que nada tienen que ver con el marco axiológico cooperativo ni con sugerencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para que los gobiernos nacionales, provinciales y municipales impidan y condenen pseudocooperativas que truncan los legítimos derechos y expectativas de multitud de desocupados como la fe pública en la nobleza cooperativa.

Asociación

La asociación es una forma de organización de personas naturales, jurídicas o de ambas, que persigue un fin no lucrativo. Puede ser de tipo social, activista y proactiva. Agrupa capitales, que pueden ser humano, material, capacidades, etc., con la final de promover la integración social.



Características de una asociación

  • Es una persona jurídica de derecho privado.
  • Persigue un fin no lucrativo.
  • El capital social es variado y está formado por las aportaciones voluntarias y obligaciones de sus socios.
  • Su patrimonio está constituido por el producto de las actividades que realiza, los bienes e inmuebles que adquiera y otros.
  • La asociación quedará constituida y adquirirá personería jurídica propia desde el momento en que se inscribe en la SUNARP (Superintendencia Nacional de Registros Públicos).
  • Los asociados que desempeñan cargos directivos son responsables ante la asociación y ante terceros, conforme a las reglas de representación establecidas en su estatuto.

Cómo inscribir una asociación ante registros públicos en 6 pasos

  1. Llevar a cabo una asamblea de fundación de la asociación (elaborar acta de fundación).
  2. Tramitar una constancia de reserva de nombre ante registros públicos.
  3. Legalizar un libro de actas y un libro padrón (se puede regularizar al final).
  4. Elaborar la escritura de constitución (lo realiza el notario).
  5. Presentar la escritura de constitución ante registros públicos (inscripción de asociación y de junta directiva: presidente, tesorero, secretario y fiscal), abonar pagos respectivos.
  6. Finalmente, si no existe ninguna observación la SUNARP otorga la ficha registral correspondiente.

¿Una asociación puede tener RUC?



Definitivamente si puede tener RUC y, por lo tanto, comprobantes de pago (boletas, facturas, etc.). Sin embargo, una asociación no tiene fines de lucro como es el caso de las empresas, razón por la cual no existe el reparto de utilidades.

Pasos para obtener el RUC (Registro Único de Contribuyente) Tanto para una asociación como para una empresa los pasos a seguir para obtener el RUC ante la SUNAT son los siguientes:

1. Obtener de registros públicos copia certificada de la partida electrónica (se realiza un pago).



2. Presentar ante la SUNAT la partida electrónica.

3. Rellenar algunos formatos adicionales.

Elementos de la estructura orgánica de una asociación

La estructura orgánica es el conjunto de partes de un todo que es la asociación. Constituye el armazón, esqueleto, partes y/o niveles que la componen. Presentamos un modelo usual de estructura orgánica de una asociación:

  • Asamblea General
  • Junta Directiva
  • Comisiones
  • Líneas de trabajo

Las Explotaciones Ovinas en Rio Negro

Autor: Marcela Báez


Los temas que se investigan surgen a partir de observar las condiciones en las cuales se desempeñan pequeños productores ovinos de la Región Sur de la Provincia de Río Negro y cómo subsisten, en esta actividad, a la par de medias y grandes explotaciones.

Considerando la situación actual de los productores ovinos, el presente trabajo de investigación persigue los siguientes objetivos:

  • Primero: determinar los factores que definen el tipo de organización de las explotaciones agropecuarias para explicar la coexistencia, dentro del mismo mercado, de explotaciones ovinas “familiares” y “empresariales” con distintos tamaños.
  • Segundo: elaborar herramientas conceptuales fundamentadas en los enfoques de la Teoría de la Organización Industrial, de la Nueva Economía Institucional y en el Asociativismo Económico.

El alcance del presente trabajo está dado por el estudio de los temas de la Teoría Tradicional Neoclásica y de los enfoques de la Organización Industrial y la Nueva Economía Institucional que se relacionan con la producción agropecuaria, y específicamente con la producción ovina. El estudio se realiza para la provincia de Río Negro, destacando la situación de la Región Sur, que ocupa aproximadamente el 56% de su superficie y concentra la mayor parte de la producción ovina.



Se debe aclarar que el estudio se focaliza, solamente, en la producción primaria de la cual se obtiene un producto que es comercializado por los productores en estado rudimentario. Dado que en la provincia la actividad es fundamentalmente lanera, se centrará el análisis en dicha actividad, aunque esto no significa que no sea necesario un estudio posterior del resto de los productos que se pueden obtener a partir de la crianza de ovinos y de toda la cadena productiva.

La metodología aplicada consiste en la investigación bibliográfica de temas relacionados con la producción agropecuaria, la teoría de la firma, los costos de transacción y el asociativismo económico. Se estudia un modelo matemático para determinar el tipo de organización de las explotaciones agropecuarias, se analizan los desarrollos centrales del modelo y se derivan algunas hipótesis relevantes, las que serán analizadas utilizando datos del Censo Nacional Agropecuario de 1988 y 2002 para la provincia de Río Negro. Se realizaron entrevistas personales a productores y a ingenieros agrónomos especializados en la producción ovina. Por último se realiza un estudio de caso para un grupo de ganaderos que trabajan de manera asociada en la Región Sur de la provincia.

En el Capítulo I se comienza con el estudio de los aspectos diferenciales de la actividad ovina. Se realiza una clasificación de acuerdo al tamaño de las explotaciones ovinas, se señalan los factores que determinan su rentabilidad y los indicadores utilizados para medirla. Luego se analiza el fenómeno de la ganadería a tiempo parcial. Por último se estudia el proceso productivo de la lana.



En capítulo siguiente se repasa el Enfoque Tradicional Neoclásico profundizando el estudio en el tema de economías de escala. Se incorporan los conceptos de la Teoría de la Organización Industrial que son relevantes para el estudio de la organización de las explotaciones agropecuarias y que por razones de abstracción no son considerados en el análisis económico tradicional. Dentro de la Nueva Economía Institucional se desarrollan los conceptos de costos de transacción, especificidad de activos y riesgo moral, que serán aplicados con posterioridad en el trabajo.

De acuerdo con las características de las explotaciones agropecuarias (EAPs), desde una perspectiva sustentada en la Teoría de la Firma, en el Capítulo III se presenta una versión simplificada del modelo de Allen y Lueck (1998), desarrollado por el Lic. Daniel Lema y otros para estudiar el caso de las explotaciones agropecuarias en la provincia de La Pampa. En el modelo, los autores consideran que las explotaciones pequeñas y medianas de tipo familiar son características en la producción agropecuaria. Esto la diferencia de otros sectores de la economía donde se observa a lo largo del tiempo el crecimiento de grandes empresas de tipo corporativo. Se analiza cómo el riesgo moral puede reducir los incentivos a la especialización y también modificar la eficiencia de distintas formas de organización de las explotaciones agropecuarias. Se estudia la razón del predominio de explotaciones familiares en el sector agropecuario, las posibilidades de desarrollo de formas asociativas entre productores y de explotaciones de tipo empresarial. Utilizando los aportes de la Teoría de los Costos de Transacción se determinan las distintas estructuras de governance para cada grupo de transacciones.

Con el fin de mostrar la importancia relativa de la actividad ovina dentro de la provincia de Río Negro, en el Capítulo IV, se realiza un estudio de las características generales de la provincia, de la situación socioeconómica y del sector agropecuario. Luego se analiza la actividad lanera en la Argentina en cuanto a la producción y exportación de este commoditie.

En el Capítulo V se efectúa un estudio de la actividad ovina en la provincia de Río Negro. Con el fin de determinar los factores que influyen en el tipo de organización de las explotaciones ovinas, se analizan las hipótesis surgidas del modelo presentado y las ideas aportadas por la Teoría de la Organización industrial. Estas son contrastadas con los datos del Censo Nacional Agropecuario para los años 1988 y 2002, con la investigación bibliográfica y con la información obtenida a través de entrevistas con ingenieros agrónomos especialistas en producción ovina. Luego, para estudiar el alcance de dichas explotaciones, se aplican los conceptos de la Teoría de los Costos de Transacción.

Para finalizar, en el Capítulo VI se consideran las formas de organización asociativas como una estrategia competitiva. Luego, se efectúa un estudio de caso para un grupo de productores ovinos que trabajan de forma asociativa en un paraje de la Región Sur de la provincia.

Autor: Marcela Báez

Universidad Nacional de Cuyo

Facultad de Ciencias Económicas

Mendoza, Agosto de 2005

La Reforma Agraria con Base Cooperativa en el Paraguay

"La Reforma Agraria con Base Cooperativa en el Paraguay es una cuestión de humanidad”



Lucha frontal contra la pobreza y la emigración que desangran al pueblo paraguayo

*Por José Yorg


¿Qué expresan las movilizaciones campesinas en procura de la anhelada tierra?

¿Es concebible-desde la ciencia económica-un campesino sin tierra?

¿Social y políticamente analizado la cuestión, es viable un país con una creciente contradicción?

La mejor política para controlar y eventualmente evitar las invasiones de tierra por parte de los campesinos, constituye el impulso a priorizar la Reforma Agraria con Base Cooperativa, asumiendo posturas prudentes en los primeros pasos para la organización campesina, facilitándoles un papel protagónico en ese proceso a través de recursos para la capacitación y el asesoramiento que aseguren sustentabilidad.

Pero, ¿Cuáles son las posibilidades reales de definir una Reforma Agraria con Base Cooperativa, en cuanto a sus requerimientos de adecuar la gestión estatal sobre la necesaria respuesta a las demandas y críticas campesinas y acordes a la concepción cooperativista que reclama autonomía e independencia de los gobiernos?


Las posibilidades para la Reforma Agraria con Base Cooperativa van a depender de cómo se establezcan los diálogos y acuerdos entre los campesinos, entre los ganaderos y terratenientes y el propio Estado. Y esto dependerá seguramente de cómo se resuelvan las tendencias antagónicas, pero todos tendrán que entender que este problema social y político no nació del seno campesino.

Al plantear la Reforma Agraria con Base Cooperativa se parte desde un enfoque realista, moderno y prudente, toda vez que se reconoce la escasez del factor tierra para adjudicar la cantidad optima e individualmente a cada campesino, adosándole la ventaja empresarial que otorgará la cooperativa, tendiente a garantizar la necesaria rentabilidad y dignificación social y económica del labriego.

Este noble planteamiento cooperativo parte de la historia misma del Paraguay Independiente del Dr. Francia y los López que tuvieron a los campesinos en lo más hondo de sus corazones, puesto que fueron fundadores de las primeras cooperativas conocidas como Estancias de la Patria.

La Patria soñada será construida por hombres y mujeres imbuidos de conocimientos, valores y sentimientos que tengan que ver con ese pasado glorioso del Paraguay cuyo proceso agroindustrial fuera interrumpido por intereses mezquinos externos.

En eso pensamos y nos afirmamos cuando decimos que la Reforma Agraria con Base Cooperativa en el Paraguay es una cuestión de humanidad.

A la par del proceso de democratización y cambio expresado en las elecciones que dieran a Lugo la conducción de ese proceso transformador, la participación de los campesinos en la Reforma Agraria con Base Cooperativa es un punto neurálgico para garantizar ese cambio benéfico que la inmensa mayoría espera y necesita.

Porque hoy está en juego algo más que el crecimiento económico, ello es que las demandas justas de los campesinos, adheridos eventualmente a la idea cooperativa, estarán destinados a jugar un papel importante en la lucha frontal contra la pobreza y la emigración que desangran al pueblo paraguayo, laborioso y fecundo.

Sin embargo, también debemos señalar que la renovada vitalidad del campesinado expresada en la confianza que tienen en sí mismos y su insistente búsqueda de soluciones concretas, han ido revelando una seria ausencia del Movimiento Cooperativo, quien debe sentirse interpelado sobre su rol educador y promotor de una transformación social y económica surgida de los Valores y Principios Rochdelianos.

Esta posición proclamada por un cooperativista con visión latinoamericanista, enfatiza, en particular, el método de la práctica de la cooperativización voluntaria y gradual, ¡¡ jamás impuesta!!

*Líder cooperativista,

*Experto en educación cooperativa escolar y universitaria.

Formosa-Argentina

Córdoba Cooperativa

Córdoba cooperativa ..?


Roberto F. Bertossi1

Se cuentan por miles las cooperativas y mutuales de diversas clases, con multipropósitos y economías de alcance inscriptas en el registro oficial de la provincia de Córdoba, más específicamente en la Dirección Provincial de Cooperativas y Mutualidades Provincial.

Baste decir que -entre otros bienes, productos y servicios- el sector cooperativo en materia energética provincial satisface el 30% de la demanda de energía eléctrica sin contar los positivos y favorables desempeños -ya con una trayectoria y solvencia de más de cincuenta años- por ejemplo mediante cooperativas de: agua potable y saneamiento, telefonías, vivienda, consumo, trabajo, medios gráficos y audiovisuales, agrícola-ganaderas, minería, crédito, transportes, seguridad, etcétera.


Esto obedece al convenio entre la provincia y la nación según lo prescripto en los artículos 99, 100, 101, 106 y siguientes de la Ley de Cooperativas, 20.337 cuando establecen que en materia de cooperativas la fiscalización publica está a cargo de la autoridad de aplicación (actualmente el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, INAES dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación) que la ejercerá por sí o a través de convenio con el órgano local (provincial) competente indicando específicamente facultades y funciones en los artículos 100, 101, 106 y concordantes de la norma citada.

Ahora bien, qué hizo el órgano provincial para regularizar gran parte de las cooperativas y mutuales inscriptas en la dirección provincial en tanto y en cuanto no satisfacen los requisitos legales y administrativos ..?

Qué se hizo para evitar y disuadir fraudes laborales pseudocooperativos, para asegurar equilibrios tarifarios -tarifas justas y razonables-, precio justo, calidad y eficiencias en los servicios públicos y privados suministrados por cooperativas ..?


¿Puede la provincia en materia cooperativa y mutual realizar imprescindibles, esenciales e insustituibles veedurías de las reuniones de los órganos de gobernanza de cada cooperativa y de cada mutual; auditar, controlar y fiscalizar estados contables de las más grandes cooperativas o mutuales cuando la cantidad y dispersión en todo el territorio provincial así como la envergadura y sofisticación de algunas organizaciones solidarias exigen pertinacia y una experticia que nuestra Dirección de cooperativas provincial no dispone actualmente ..?

Si a esto añadimos que el organismo provincial contaría actualmente –según documentación oficial- con menos de treinta agentes y no todos con formación especifica; otros traídos de áreas como salud publica, se comprenderá fácil y rápidamente que en estas condiciones nuestra dirección provincial de cooperativas y mutuales no puede ni podrá fiscalizar estrictamente, según exigencias constitucionales relacionadas, ni cinco mil, ni tres mil, ni mil ni cien cooperativas y mutuales establecidas en todo el territorio de la provincia de Córdoba.

En efecto, una insuficiencia de recursos y ausencia de idoneidad apropiada y especifica e indisponibilidad de recursos humanos adecuados y en un número razonable (calificados en neutrales concursos de antecedentes y oposición); la carencia de elementales sistemas informáticos –cruces de datos e información, tele veedurías, autocontrol cibernético de documentos standarts cooperativos y mutuales-; vehículos, etc., para desarrollar oportuna y satisfactoriamente las funciones que imperativamente le asigna a la Dirección de Cooperativas y Mutuales el articulo 36 de nuestra Constitución Provincial (CP.), que reza: “ El Estado Provincial fomenta y promueve la organización y desarrollo de cooperativas y mutuales. Les asegura una adecuada asistencia, difusión y fiscalización que garantice su carácter y finalidades” (sic) acreditaría, explicaría y puede predecir incumplimientos agravados a los deberes de funcionarios públicos, rendiciones de cuentas pendientes, etc., resaltando además, la enorme importancia, magnitud, alcance y significación del desarrollo económico logrado por la cooperación y el mutualismo cordobés.

A propósito, ya son dos meses que la Dirección de Cooperativas y Mutuales de la Provincia de Córdoba se encuentra acéfala sin director ni subdirector no obstante la importancia de sus competencias, atribuciones y potestades indelegables como imprescriptibles.

Lo cierto es que, en una desacertada y desinformada perspectiva de la administración publica provincial, la regulación cooperativa y mutual está en la orbita de la Secretaría –luego Ministerio- de Justicia pero ahora se estaría pensando –quizá ya se decidió- trasladar la misma -otra vez erróneamente- al Ministerio de la Producción cuando si de cooperación auténtica se trata, los ministerios naturalmente competentes son, conjunta e iterativamente, el de Solidaridad con el de Educación y sólo supletoria y complementariamente el de producción y trabajo por tratarse de una cuestión cultural propia de una economía solidaria, civil, inclusiva de promoción y fomento para el desarrollo humano con la mira siempre puesta en los segmentos mas vulnerables de la sociedad.

Todo lo dicho estaría también llevando razón a quienes conjeturan que el órgano provincial de regulación cooperativa y mutual, estaría Vg., `pintado-dibujado en una mera caricatura y simulacro de tal,´ sólo para coparticipar Vg., fondos como el de la Ley 23.437, afectados exclusivamente a Educación y Capacitación cooperativa de los cuales, Córdoba estaría recibiendo anualmente una cifra superior a los veinte millones anuales, fondos que habrían sido “reservados” en el tesoro provincial, y que obviamente no los vemos plasmados en la educación y capacitación de los asociados cooperativos, usuarios, consumidores, alumnos, ciudadanos cooperativos y/o aspirantes latentes, etcéteras y, esto, simplemente con observar la ausencia de participación y compromisos cooperativos por parte de los involucrados directamente y la creciente aculturación individualista de comunidad en general, fondos que bastan y sobran para revertir e incentivar proactivamente estas observaciones.

Epilogando, ante este estado de cosas, surge nítido como imperativo adoptar -sin demoras ni confusiones- algunas medidas, vg.: 1) Dotar al máximo órgano provincial en materia cooperativa y mutual de recursos –humanos, tecnológicos y materiales idóneos y suficientes-; 2) Celebrar convenios con universidades, facultades y escuelas (trabajo social, derecho, ciencias económicas, etc.); 3) Reformar el articulo 36 CP. otorgándole a su modo imperativo actual el carácter de facultativo, asignándole funciones semejantes a las de la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas provincial, que consisten y se resumen en un control de legalidad y, 4) Incentivar una mayor colaboración y complementación del sector cooperativo y mutual local, regional, provincial, nacional e internacional en general y de serios medios masivos de comunicación en particular atento su acreditada responsabilidad social recuperando finalmente las cuantiosas sumas distraídas o demoradas, provenientes de la Ley 23.427, según dejamos dicho.

Sobre el autor:

Experto en Cooperativismo.

Profesor universitario de grado y postgrado en derecho cooperativo.

Fundador de la primera cátedra universitaria sobre cooperativismo.

Premios: Adepa-Faca, a la abogacía argentina, 1990.

Gota en el Mar a la trayectoria y al periodismo solidario, 2005´ y 2007´

Páginas

Subscribe to RSS - Cooperativismo - Asociativismo