En 2004 se dieron los primeros avances promocionales desde el sector público tendientes a ofrecer una política específica a la actividad informática y finalmente en 2006 el gobierno de San Luis crea el Parque Informático La Punta (PILP) y adhiere a la Ley Nacional de Promoción de Software, designando a la Universidad de La Punta como uno de los organismos encargados de la organización y puesta en marcha del mencionado Parque.
Sus dos primero objetivos mencionados son mejorar la competitividad de las empresas asociadas al cluster y aumentar la cantidad de empresas productoras de SSI. Esta iniciativa se basa fuertemente en la atracción territorial de empresas para que decidan radicarse en el predio ofreciéndoles a las mismas la disponibilidad de infraestructura inteligente con oficinas, comedores, salas de reuniones, conectividad de fibra óptica y demás ventajas que representan los dos edificios (de 3.265 y 1.537 m²) diseñados y construidos con los mejores avances tecnológicos Polo Informático La Punta. http://www.pilp.edu.ar/ (acceso junio 2011).. El primero de los edificios fue inaugurado en abril de 2008 y alberga actualmente 7 compañías, en tanto que el PILP II abrió sus puertas en junio de 2009, donde se alojan hoy 10 empresas. A su vez, está en construcción el PILP III.
En contraposición a sus vecinos mendocinos que ya contaban con una importante masa crítica de empresas de base tecnológica y empleados calificados, en el caso de San Luis es la mirada emprendedora del Estado provincial lo que posibilita el surgimiento de una institución como el PILP, cuyo principal tarea consiste en “vender” al distrito puntano como un lugar de excelencia para desarrollar actividades informáticas. Entre los instrumentos de promoción que el PILP ofrece se encuentra las mencionadas facilidades en el acceso a espacio físico, un Fondo para el financiamiento del capital de trabajo, incentivos financieros para la contratación de mano de obra local y accesibilidad a beneficios impositivos.
Este Parque tiene un detalle distintivo sobre el resto de los clusters en el sentido de que la idea de conformarlo surge casi en su totalidad por impulso del gobierno puntano (del mismo signo político desde 1983), sin tenerse registros de la existencia de empresas informáticas o de instituciones académicas que hayan reclamado una asociación de este tipo. Hay que destacar que en los últimos años San Luis ha desarrollado mucho su infraestructura pública (tiene la mejor red de autopistas del país) y que desde la década del ´80 viene aplicando políticas de promoción industrial que diversificaron la economía regional y permitieron un crecimiento económico que en muchas ocasiones tuvo tasas superior al del promedio nacional. Esta búsqueda por modernizar y agregar valor a sus actividades económicas es una de las razones que se podrían esgrimir para justificar la inversión y el apoyo institucional que el gobierno local le brinda a la conformación del PILP y la continua expansión edilicia que se está llevando a cabo.
El relevamiento hecho por L.J. Ramos (2010) indicaba que en 2009 el PILP albergaba 14 empresas, todas dedicadas al desarrollo de software, lo que en cierta forma revela el marcado perfil informático en el que se basa el Parque. En cuanto a la fuerza de trabajo, estas empresas estaban empleando unas 260 personas pero se estima que al día de hoy hay más de 300 empleados calificados, que seguirán contratándose a medida que el Parque evoluciones y nuevas empresas se vayan instalando.
Actualmente, el PILP nuclea a 17 empresas, en su mayoría originarias de Buenos Aires que decidieron ampliar sus operaciones en esta provincia, como por ejemplo los casos de Mercado Libre, Coradir, Indra, Competir, Telesoft o Unitech, entre otras. Es decir, este es un cluster que “se alimenta de empresas creadas fuera de sus fronteras y que buscan expandirse en aquellos lugares en donde haya una vinculación fuerte con la universidad”. Los incentivos como las reducciones impositivas, descuentos en el costo de arrendamiento por cada empleado contratado y el ofrecimiento de infraestructura de primer nivel generan una valoración muy positiva para tomar una decisión empresaria sobre la radicación de una sede de trabajo en la provincia. El director del PILP, Cristian Moleker, afirma en una entrevista que a nosotros no nos interesa ganar con el alquiler del espacio en los edificios, sino generar trabajo (…) con este mecanismo, el costo es 0 para las empresas, y al gobierno le genera valor agregado
Catalano, Andrea. Los polos TIC compiten cada vez más. Diario Uno, Negocios & Economía (11/04/2011)..
Autor: Juan Ignacio Zaballa