La rápida evolución de la denominada economía de conocimiento y el avance de la tecnología aplicada al desempeño de las empresas producen enormes desafíos para que éstas se mantengan competitivas en un mercado global. Por esta razón, es cada vez más creciente la necesidad de contar con recursos humanos altamente calificados que brinden respuestas a las exigencias que el mundo globalizado plantea día a día. Especialmente para las firmas que se dedican al sector TIC, estas exigencias se ven en la dura competencia por hacerse de dichos trabajadores que a su vez representan la mayor parte del “capital” con que cuentan debido a que para este tipo de actividades su principal insumo es el conocimiento aplicado que sus empleados calificados utilizan.
Cuando se habla de recursos humanos para trabajar en desarrollo de software, aplicaciones, soporte técnico, gestión de sistemas complejos, equipos informáticos, y demás actividades vinculadas, en general se hace referencia a trabajadores con un “perfil IT” (por las siglas en inglés de Tecnologías de la Información). En los últimos años, estos perfiles se han transformado en un caso aparte que obliga a redefinir los procesos de búsqueda y selección que las consultoras de recursos humanos acostumbraban utilizar. A su vez, en Argentina esta situación es todavía más compleja, por cuanto el vertiginoso crecimiento del sector SSI en la última década empujó a un incremento igualmente fuerte en la demanda de trabajadores formados en determinadas capacidades técnicas difíciles de encontrar.
Para sustentar estadísticamente estas definiciones se recurre a un indicador representativo la cantidad de empleados privados registrados en el rubro “Actividades de Informática”, que según el Ministerio de Trabajo de la Nación abarca: consultores en informática, desarrollo e implementación de software, procesamiento de datos, gestión de base de datos, mantenimiento y reparación de maquinaria informática para administración, contabilidad y demás procesos, soporte técnico, además de otras actividades relacionadas con informática. En el año 2003 había 24.272 empleos registrados en este rubro, mientras que en apenas 3 años esa cifra prácticamente se había duplicado (46.531 en 2006) y triplicado en el lapso de 6 años, con 74.675 trabajadores en 2009, similar a la cantidad que emplea la industria automotriz. Esta extraordinaria evolución para el empleo IT supera ampliamente el desempeño promedio del total del sector Servicios (el cual engloba al sector SSI), que igualmente tuvo una generación de empleo destacable durante el período.
Gráfico 1. Evolución del empleo en Informática vs Total empleos Servicios (2003-2009)
Fuente: elaboración propia en base a datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (MTEySS).
Si se evalúa el impacto regional de los trabajadores IT se confirma que la Ciudad de Buenos Aires concentra la gran mayoría de los puestos de trabajo aunque en el período de análisis cedió un 10% de participación nacional a favor de otras regiones como por ejemplo el Centro del país y el NOA. Estos números recogidos por el Ministerio de Trabajo miden el “empleo privado registrado” y confirman muchos de los indicadores laborales que se mencionan al tratar los diferente clusters en las regiones argentinas, aunque por la propia definición de este indicador es necesario hacer algunas salvedades para interpretar correctamente las mencionadas estadísticas:
- Las empresas de desarrollo de software trabajan muchas veces con proyectos específicos que no necesariamente generan una relación de dependencia.
- Hay varios casos de sociedades de hecho entre un puñado menor de socios que se juntan para una programación o solución informática concreta.
- No todos los empleados de informática son contratados por empresas asociadas a algún cluster específico, por lo que a pesar de estar cercanas geográficamente su plantilla laboral no se suma a los empleos directos generados por ese cluster.
- Los niveles de rotación laboral en la industria SSI son muy altos y los nuevos proyectos se definen rápidamente (no es necesario inversiones de capital ni conseguir materias primas), por lo que la realidad de una firma en cuanto a su personal contratado puede variar en el espacio de pocos meses.
- Al informarse de los empleos privados se deja afuera a los trabajadores de organismos y empresas públicas. Un ejemplo concreto de esta disociación lo representan los empleos informáticos de la Patagonia que las estadísticas públicas informan en 965 trabajadores para 2009, pero no están considerados una cifra similar que representan los empleados del INVAP o ALTEC.
- Los relevamientos de clusters que se fueron mencionando en este trabajo muchas veces consideraban profesionales independientes o sociedades de hecho que no necesariamente están registrados.
- Al tratar los clusters tecnológicos del país, muchas veces ingresaban en los análisis laborales casos de empleos intensivos en conocimiento no necesariamente vinculados al sector SSI, como por ejemplo la ingeniería industrial, telecomunicaciones, biotecnología, entre otras.
Hechas estas salvedades se puede afirmar que el contar con los registros de empleos de actividades informáticas desagregados a nivel provincial permite sacar interesantes conclusiones sobre el impacto en la generación de empleo que los diferentes clusters surgidos durante la posconvertibilidad impulsaron en sus respectivas regiones. Uno de los casos paradigmáticos lo representa la región Centro (en este trabajo limitada a las provincias de Córdoba y Santa Fe), que con una presencia creciente de estas aglomeraciones (CCT, PTR, PTLC, Distrito Tecnológico Noroeste Santafesino, entre otros) a lo largo de los últimos años permitió quintuplicar allí los puestos de trabajo del sector SSI.
Cuadro 2. Trabajadores de actividades informáticas por regiones.
Región | 2003 | 2009 | Part.% 03 | Part.% 09 | Evolución 03-09 |
Capital Federal | 19.089 | 51.287 | 78% | 68% | 169% |
Prov. Buenos Aires y La Pampa | 2.256 | 8.994 | 9% | 12% | 299% |
Centro (Córdoba y Santa Fe) | 1.668 | 8.875 | 7% | 12% | 432% |
NOA | 262 | 3.075 | 1% | 4% | 1075% |
Cuyo | 417 | 1.184 | 2% | 2% | 184% |
Patagonia | 459 | 965 | 2% | 1% | 110% |
NEA | 185 | 722 | 1% | 1% | 290% |
TOTAL PAÍS | 24.335 | 75.101 | 100% | 100% | 209% |
Fuente: elaboración propia en base a datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (MTEySS).
Asimismo, no es solamente la “cantidad” de empleos lo que destaca desde el punto de vista laboral al segmento IT sino la alta calidad de los mismos y los buenos salarios que se pagan. Según datos del CESSI, en promedio las remuneraciones de la industria del software son un 35% superior a la de otros sectores productivos registrados. Y como si esta diferencia no fuera de por sí significativa, los niveles salariales son aún superiores en las empresas tecnológicas y en aquellas cuyo negocio principal es el desarrollo de software, en comparación con las áreas de Sistemas de las compañías de línea Novoa, Cecilia. Cuáles son los perfiles IT más buscados y qué salarios se pagan hoy en el mercado. Iprofesional.com, sección Management, 03/11/2010.. Para las primeras, al ser la actividad principal de su negocio, tienen que asegurarse contar con los trabajadores especializados necesarios para cumplir con los plazos y proyectos comprometidos, por lo que no especulan con los sueldos.
El Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI) realiza anualmente un relevamiento a empresas socias del CESSI para medir los niveles salariales del sector. El trabajo de junio de 2010 con datos de los últimos 12 meses fue basado en una muestra de 113 empresas, de las cuales el 24% eran del interior y resto de la zona metropolitana de Buenos Aires (AMBA) OPSSI. Niveles salariales en las empresas de SSI de la República Argentina. OPSSI-CESSI, junio 2010.. Los datos indicaban que el salario promedio había aumentado un 13,3% interanual, de $4.113 a $4.660. Si se los toma por separado, los niveles superiores mostraron un crecimiento salarial mayor: senior 16,9% de incremento, semi senior 15,2% y junior 11,7%. Asimismo, los salarios promedio en el interior del país se incrementaron en el orden del 14,8%.
Igualmente, sigue existiendo una marcada diferencia entre el área de AMBA y el resto del país que el estudio del OPSSI lo grafica de la siguiente manera: si se toma al salario SSI promedio nacional como base 100, el salario promedio global del interior muestra un valor inferior en 23 puntos a la media país (76,9 puntos), media de la que sus valores forman parte, y de unos 30 puntos en su comparación con la región AMBA (107,3 puntos). Estas diferencias promedio se extienden un poco más todavía al compararse abierto en sus diferentes niveles, donde se llega al extremo de que un puesto junior (las tareas más básicas del sector) del interior cobra 33 puntos menos que su par metropolitano. Si bien se puede argumentar que el costo de vida es diferente en la zona AMBA que en el interior, es evidente que la competitividad salarial se encuentra muy desfasada según esta diferenciación geográfica y las razones habría que encontrarlas en el análisis de las firmas que forman parte de la muestra en el caso metropolitano. En esta zona hay mucha mayor participación de compañías exportadoras, de empresas transnacionales, de grandes empresas y de clientes de alto nivel por ser la capital nacional y centro económico de la Argentina. Asimismo, el sector SSI en el AMBA es un polo de atracción de recursos humanos calificados que tienen expectativas de trabajar en empresas de primer nivel, por lo que es probable que hacia allí se dirijan muchos de las personas más cualificadas del país. Por su parte, los casos estudiados del interior mostraban que, salvo excepciones como Córdoba o Rosario con la presencia de algunas transnacionales y grandes empresas argentinas, el grueso de las demandantes de mano de obra eran pequeñas y medianas empresas locales, con niveles de facturación modestos y con un desempeño comercial más volcado al mercado doméstico que a la exportación.
A su vez, son muchos los consultores de recursos humanos que cuentan las particulares condiciones que “reclaman” los candidatos que se benefician de la escasez de sus perfiles en el mercado; no solamente negocian una alta remuneración sino también mayor cantidad de días de vacaciones, trabajos part time, teletrabajo, bonus anuales y demás medidas de atracción y retención de talentos al que las compañías informáticas acceden para poder seguir siendo competitivas en un mercado que crece constantemente y se abre paso fronteras afuera de la mano de las exportaciones.
En el párrafo anterior se menciona que las particulares condiciones positivas que se imponen a la hora de contratar trabajadores IT están dadas en gran medida por la escasez de los mismos, y si bien Argentina es uno de los países de la región con mayor cantidad de estos perfiles calificados, el principal desafío que tiene esta industria para seguir con este arrollador desempeño en los próximos años pasa por incrementar la formación de los recursos humanos necesarios. Este país se caracteriza por tener un alto nivel de calificación IT, amplio conocimiento del idioma inglés y una talentosa capacidad de trabajo que lo ponen en un nivel de competitividad regional superior. Asimismo, no se puede dejar de señalar que luego del abandono de la convertibilidad los salarios IT argentinos pasaron a ser muy competitivos internacionalmente por la favorable situación de las remuneraciones medidas en dólares comparativamente con la calidad que representaban esos trabajadores.
Respecto a la productividad de estos empleados IT, una investigación de la consultora Prince & Cook en 2007 señalaba que el total de salarios pagados representaban el 55% de la facturación para el sector SSI y del 24% para el de hardware Prince & Cook. Situación y Perspectivas del Capital Humano TICC en Argentina. Investigación para la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA), octubre 2007, 19., en este último caso hay que tener en cuenta que estas firmas tienen también costos de componentes informáticos. Es decir, para las empresas de software y servicios informáticos que tienen a los recursos humanos como su insumo casi exclusivo, cada peso pagado a sus empleados representa el doble de facturación, con costos de infraestructura mínimos. En definitiva, es una actividad económica que no solo paga remuneraciones bastante superiores a la media sino que también sus trabajadores son comparativamente más productivos si se tienen en cuenta que la generación de valor surge del conocimiento intensivo que ellos brindan, mientras que en otras industrias el capital y las materias primas son parte fundamental de la valorización de su producción.
4.1 La formación de los recursos humanos del sector SSI
Uno de los objetivos de este trabajo es poder visualizar si el surgimiento de estos clusters en diferentes puntos del país producía un aumento en la cantidad de estudiantes de carreras universitarias o terciarias relacionadas con el sector SSI, midiéndolo esto en las instituciones de educación superior de cada región donde se constituía el mencionado polo. En principio se puede decir que, si bien los diversos estatutos y actas fundacionales manifestaban la integración con el sector académico como uno de los objetivos, no se visualizó en la gran mayoría de los casos una interrelación profunda entre las partes. Como excepciones vale mencionar al Parque Científico Tecnológico-UNICEN en Tandil, que surge como una iniciativa de la propia institución universitaria y no solo coordina la formación y desarrollo del cluster sino también que brinda infraestructura, institutos de investigación, planes de incubación, entre otras cosas.
Es decir, en general se mencionó a la universidad regional como un integrante vital en eje empresas-sector público-sector académico, pero parecería que en los casos de los cluster nacionales la acción de los empresarios es la determinante fundamental, luego viene el impulso que cada gobierno local le quiera dar al polo tecnológico y finalmente aparece la universidad no como participante activa en el proceso de desarrollo del cluster sino como complementaria para la formación de recursos humanos. Sí se han detectado numerosos convenios entre las asociaciones y las universidades para llevar a cabo capacitaciones puntuales, debido a que las empresas desarrollan software en tecnologías y lenguajes específicos que las hacen demandar trabajadores especializados en las mismas. Es decir, en un mercado de SSI creciente y competitivo las firmas privadas que necesiten cumplir con los plazos de los contratos difícilmente van a interesarse en contar con empleados que tengan el título universitario completo sino que necesitan que estas personas sepan aplicar su propia base de conocimiento “tecnológico” y las complementen con las competencias que se adquieren mediante la experiencia laboral. Teniendo en cuenta que la gran mayoría son jóvenes de entre 18 y 30 año con manejo avanzado de la tecnología, se descuenta que la tarea de adquirir estas competencias se puede obtener en plazos no muy extensos.
Ahora bien, la situación de los recursos humanos calificados tiene limitaciones por dos lados: los jóvenes con competencias acordes para incorporarse a la oferta laboral IT no son suficientes frente a una demanda fuertemente creciente del sector; mientras que quienes ingresan a la universidad para estudiar carreras relacionadas a la informática son tentados en los primeros años con ofertas de trabajo salarialmente elevadas para ser una primera experiencia laboral, por lo que muchos jóvenes abandonan los estudios. Según datos del CESSI, actualmente un 38% de los trabajadores de la industria cuenta con un título universitario completo, pero a su vez hay un 31% que no completó su formación universitaria y un 7% que dejó sus estudios técnicos no universitarios.
Para hacer frente a la escasez de estos trabajadores calificados en el corto plazo, el Estado nacional ha desarrollado distintos planes de capacitación en diferentes tecnologías junto con instituciones educativas y el apoyo o financiamiento de grandes empresas. La capacitación de estos jóvenes es bastante específica hacia tecnologías puntuales, lo que no les deja una formación integral en informática que podrían llegar a adquirir en la universidad. Por otra parte, el Ministerio de Educación ha impulsado la creación de Tecnicaturas Informáticas de dos años de duración en 80 universidades y centros de estudio, y ha lanzado un plan de becas universitarias y terciarias para alumnos de carreras informáticas Guía TIC-CESSSI. Por qué elegir a la industria TI argentina. http://www.guiaindustriatic.com.ar/ (acceso junio 2011).
Los datos de este segmento se basan en los Anuarios de Estadísticas Universitarias anuales. Departamento de Información Universitaria (DIU), Secretaría de Políticas Universitarias (Ministerio de Educación de la Nación).
Otro de los objetivos de esta investigación pasaba por dilucidar si el surgimiento de clusters vinculados a la industria SSI había generado en las diferentes economías locales donde surgían los mismos un impacto positivo en el ámbito académico, más precisamente en las carreras vinculadas a la nueva demanda de profesionales del área. Debido a la acotada vinculación institucional entre las autoridades de estos polos y las universidades, en general no hay registros estadísticos para hacer mediciones de correlación directas.
Sin embargo, desde el Departamento de Información Universitaria (DIU) del Ministerio de Educación se presenta anualmente información precisa sobre toda la actividad universitaria del país. En el caso puntual de este trabajo, se centrará en recabar los datos del período 2003-2009 para la disciplina Informática, que abarca aquellas currículas dedicadas a “Computación, Informática, Investigación Operativa y Sistemas”, tanto ingenieros como licenciados.
El primer análisis que surge de estos datos es la profunda diferencia entre la cantidad de estudiantes en Informáticas y los egresados de dichas carreras. Para el período analizado, en promedio por cada 22,45 alumnos cursando activamente cada año materias en las carreras de Informática hay un egresado. Si se lo traslada a otra comparación más factible de correlacionar como es la cantidad de nuevos ingresantes, la relación demuestra que por cada 6 nuevos estudiantes egresa uno solo. Si bien este escenario tiene la misma tendencia que presentan otras Ciencias Aplicadas, resulta más llamativo en este caso por cuanto se está hablando de un sector que incorpora trabajadores más rápidamente que el resto de las actividades económicas del país.
Respecto a esta cantidad de estudiantes, los datos indican que al contrario de aumentar por el crecimiento del sector SSI la tendencia es levemente decreciente, con un total de 81.031 estudiantes en 2009 (17% en universidades privadas) contra los 85.381 de 2003 (19% en privadas), mostrando una caída del 4% durante el período; mientras que ya se vio que el empleo en Informática creció un 208% en los mismos años.
Al agrupar las diferentes universidades según su pertenencia geográfica, nuevamente se comprueba que la región AMBA es la más importante del país, con más de la mitad de la población universitaria para estas áreas de estudio, aunque con un leve declive del 2% respecto de 2003: el 96% de los alumnos del AMBA cursan en la UTN, la UBA o la Universidad de la Matanza, en ese orden de importancia. Debido a que la UTN no presenta sus datos desagregados en las diferentes facultades regionales, para el análisis se va a tomar que sus estudiantes y egresados de informática pertenecen a la región AMBA aunque geográficamente esto no sea así. Como este análisis apuntaba a las economías regionales del interior excluyendo la metropolitana, los números del resto de las regiones indica que la única que incrementó sus estudiantes es Cuyo (Universidades de la Rioja, Cuyo, La Punta, entre otras) con un 18% más de alumnos; el resto de las zonas declinó y no se visualiza un impacto directo entre la creación de los diferentes clusters tecnológicos y el aumento de la población universitaria.
Gráfico 2. Estudiantes universitarios según región donde se radica su Universidad (excluyendo región AMBA, UTN, y universidades privadas).
Fuente: elaboración propia en base a datos anuales de la Dirección de Información Universitaria (DIU).
Teniendo en cuenta que si existiera un impacto de la formación de un cluster vinculado al sector SSI en el ámbito académico se vería un cambio de tendencia en la cantidad de nuevos inscriptos a carreras informáticas y un consecuente aumento de la población estudiantil en las universidades locales, no es dable afirmar que la creación de estos polos hayan generado un incentivo adicional para anotarse en estas carreras. Para nombrar un ejemplo, el Polo Tecnológico Bahía Blanca se conforma en 2006, sin embargo en los años posteriores la cantidad de alumnos dedicados a las carreras informáticas decreció año a año, por lo que en el sector universitario no se vio un efecto “positivo” por la creación del PTBB.
En suma, no hay herramientas contundentes para evaluar el real impacto que produce un nuevo polo tecnológico en las universidades regionales. Lo que sí se puede afirmar es que dichas asociaciones no generan un incremento significativo de los estudiantes de estas carreras, básicamente porque la evolución a nivel nacional de los alumnos vinculados a las nuevas tecnologías no se incrementó en el período analizado 2003-2009, a pesar de que el crecimiento del sector vinculado a las TIC fue muy importante. Igualmente, el análisis debería enriquecerse con entrevistas a los propios ingresantes para saber sus motivaciones a la hora de elegir, así como con profesores y autoridades universitarias que puedan indicar la relación entre los alumnos que forman y su posterior inserción en el campo laboral.
Por otro lado, la medición de egresados de las carreras informáticas muestra comportamientos dispersos, aunque dentro del interior país (excluyendo AMBA), las universidades cuyanas nuevamente son las que mayor cantidad egresados de carreras informáticas han tenido, a pesar de que en 2009 disminuyó su protagonismo. Aún así, se hace obligatorio aclarar que la región de Capital, Conurbano y la UTN por separado, abarcan entre el 50 y el 70% de los egresados nacionales. La segmentación de la UTN, con sus diversas facultades regionales, no es un dato menor por cuanto la información disponible indica que aproximadamente 1 de cada 2 egresados en carreras informáticas pertenece a esta universidad; imposibilitados de visualizar geográficamente donde se localizan estos egresados, se separa a la UTN fuera del análisis de las denominadas “economías regionales” que eran el objeto inicial de análisis de esta investigación.
Cuadro 3. Egresados de carreras de rama Informática, por regiones y la UTN.
Institución académica | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 |
UTN | 1.512 | 1.188 | 1.309 | 1.103 | 1.153 | 1.264 | 1.415 |
AMBA (UBA, La Matanza, Lomas,..) | 215 | 299 | 314 | 811 | 219 | 287 | 320 |
Prov Bs As (UNLP, UNS, UNICEN,..) | 257 | 578 | 293 | 311 | 276 | 358 | 188 |
Cuyo (La Rioja, Cuyo, La Punta, etc.) | 105 | 119 | 146 | 149 | 139 | 94 | 164 |
Centro (UNC, UNR, UNL, etc.) | 119 | 142 | 117 | 131 | 155 | 141 | 129 |
NOE (Nordeste, Misiones, etc.) | 194 | 187 | 213 | 113 | 111 | 130 | 104 |
NOA (Catamarca, Jujuy, Tucumán,…) | 149 | 118 | 128 | 83 | 86 | 131 | 99 |
Patagonia (R. Negro, Comahue, etc.) | 46 | 80 | 43 | 77 | 74 | 53 | 58 |
Institutos universitarios | 30 | 51 | 57 | 106 | 136 | 205 | 111 |
Total egresados Univ e Inst. público | 2.627 | 2.762 | 2.620 | 2.884 | 2.349 | 2.663 | 2.588 |
Total egresados Univ. Privadas | 929 | 851 | 980 | 1.104 | 1.175 | 1.201 | 1.020 |
Fuente: elaboración propia en base a datos anuales de la Dirección de Información Universitaria (DIU).
En definitiva, con un promedio de 3.600 nuevos egresados universitarios de rama informática, el sector de SSI se ve en dificultades para incorporar mano de obra calificada que le permita sostener el extraordinario crecimiento que ha mostrado hasta ahora. En el mercado laboral esto se traduce en una mayor competencia por estos trabajadores, con ofertas salariales cada vez más importantes y fuerte caza de talentos que lleva a determinados perfiles a recibir varias propuestas laborales de otras empresas mientras se encuentran trabajando. La delicada situación obliga a las firmas a invertir más para captar y retener recursos humanos calificados, que repercute en sus costos y en su estructura organizacional por la dificultad de proyectar al largo plazo con una alta rotación de recursos.
Aún así, se puede decir que para un sector tan dinámico como el vinculado al software la educación formal puede no resultar indispensable, ya que pueden obtenerse muchas capacidades mediante la experiencia directamente en el trabajo. Las ramas innovadoras asociadas a las nuevas tecnologías parecen brindar mayor capital humano a partir del learning by doing que mediante las currículas formales, aunque sería necesario que se definan al respecto los responsables empresarios del sector junto con las autoridades académicas para obtener pisos de educación que planifiquen el futuro laboral a largo plazo de los jóvenes estudiantes para que puedan desarrollar promisorias carreras profesionales. Debido a que esta industria tiene un gran potencial pero depende del insumo básico que representa el trabajo calificado, los desafíos de los próximos años requieren de respuestas inteligentes. Así, para las autoridades políticas y universitarias regionales es una gran oportunidad el hecho de contar con infraestructura académica para el dictado de carreras informáticas, que deberían complementar otorgando becas y alojamiento a aquellos jóvenes de la región que se inscriban en estas orientaciones. Si esto es bien diseñado y aplicado, puede dar sus frutos a mediano plazo fortaleciendo las industrias de SSI locales por el lado del incremento de los profesionales que no sólo pasan a formar parte de la oferta laboral, sino que cada uno de ellos se convierte en un potencial emprendedor y empresario.
Autor: Juan Ignacio Zaballa