La Voluntad General contra la voluntad del General.
Graffiti en el Mayo Francés, en Censier
No se lo que quiero, pero lo quiero ya
En el apartado anterior se demostró como puede surgir una entidad colectiva (Estado) a partir de las decisiones racionales de los agentes individuales. En este apartado se analizará la problemática de la toma de decisiones por parte de dicha entidad.
El Estado, como se señaló anteriormente, puede separarse conceptualmente en el ‘Estado Protector’ y el ‘Estado Productor’. El Estado en su rol de ‘productor’ debe decidir entre distintos cursos de acción a seguir, los cuales llevarán al conjunto de la población a experimentar distintos ‘estados sociales’. Las decisiones del Estado pueden basarse en reglas históricamente establecidas, costumbres, procesos y normas religiosas, etc.
También podría pensarse al Estado como una entidad independiente de los miembros que la integran, y pensar que las preferencias sociales no tienen relación alguna con las preferencias de los individuos que forman el cuerpo social.
Sin embargo parecería razonable (y deseable), que las decisiones sociales tengan origen en las preferencias de la sociedad entendiendo a ésta como una agregación de individuos con preferencias bien definidas sobre los distintos estados sociales posibles. Esta visión también es compatible con la línea argumentativa del apartado primero: los individuos, actuando racionalmente, logran ver que estarán mejor bajo el poder de una institución soberana. Sin embargo dicha institución (Estado) no tendrá un poder absoluto y discrecional como el soberano de Hobbes. Los agentes desean que sus valores, preferencias, deseos, etc. sean tenidos en cuenta a la hora de decidir.