Un criterio simple de agregación de preferencias individuales es el de unanimidad, que está altamente relacionado con el nombre de Wilfredo Pareto. En el enfoque de Pareto, para decidir entre distintos estados sociales se siguen estas dos reglas:
(a)Si cada individuo de la sociedad es indiferente entre las dos alternativas sociales x e y, entonces la sociedad es indiferente entre dichas opciones.
(b)Si al menos un individuo prefiere estrictamente x a y y el resto de los individuos consideran a al menos tan buena como , entonces la sociedad debe preferir x a y. Es decir, cuando (b) se cumple queda claro que no está en el interés de nadie que sea preferido a .
Este sistema, aunque sencillo y razonable, presenta grandes limitaciones. Si un individuo considera x como mejor opción que y, y otro(s) prefiere(n) por sobre x, entonces el criterio de Pareto no nos sirve, y no puede decir nada acerca de las preferencias sociales (no poder decidir entre dos opciones es distinto de estar indiferente). Formalmente, el criterio de Pareto carece de la condición de completitud, y las preferencias sociales que pueden surgir siguiendo esta regla no representarán un orden, sino un cuasi-orden. La incompletitud de este criterio depende inversamente de cuan unánimes sean los individuos. A su vez, este criterio nada puede decirnos de decisiones que impliquen, por ejemplo, redistribuciones de riqueza, ya que implica mejorar a alguien perjudicando a otro.
Otra objeción que puede surgir a éste criterio es que implica una especie de ‘dictadura’, en el sentido que cada individuo tiene derecho a bloquear cualquier votación, mas no a imponer resultados en una elección. A éste respecto, Buchanan y Tullock defienden el criterio de unanimidad, afirmando que este resultado es fundamental, ya que implica la diferencia entre ‘el poder de imponer costos externos a otros y prevenir que costos externos sean impuestos a uno’ Sin embargo, como refuta Sen, ésto solo es verdad para casos de contribución obligatoria, como los analizados por Buchanan y Tullock. Sin embargo, si se tratara de situaciones donde una acción anti-polución (prohibir la circulación de autos que emitan cierta cantidad de gases) no se lleva a cabo debido a la falta de unanimidad (un taxista se opone, ya que su auto no podría circular), entonces en ese caso un individuo le impone costos externos al resto.