La Visión de los Clásicos

(Base de referencia: Sebastián Marotz, "Epistemología de la Economía") (4)


El nacimiento de la Economía Política como una ciencia social, exige la consideración de las percepciones epistemológicas para establecer su campo metodológico. Adam Smith, recurre a las ciencias naturales y, sobre todo, a las leyes de Newton, para aplicarlas a la Economía. Eso es lo que hace, cuando aplica el interés personal en la "Investigación..." y en el principio de la Empatía en "La teoría de los Sentimiento Morales", aunque lo hace desde una perspectiva típi-camente deductiva, que es el principio que singulariza la epistemología de los fundadores de la ciencia económica.

Algunos años después, J. S. Mill sigue con atención el debate de Ricardo y Malthus sobre varios temas concernientes a la Economía Política a los que se suman aquéllos que se entablan entre los economistas y los reformadores sociales. Su ensayo "On the Definition of Political Economy"(5) continúa la tradición que había impuesto Bentham y Comte, lo que le exige basar sus percepciones en "la realidad positiva" y desechar el apriorismo kantiano, pues considera que la afirmación de que el conocimiento pueda partir de la intuición, independientemente de la ex-periencia, es una proposición falsa. Pero eso no significa que deje de lado algunos de los funda-mentos a priori en sus consideraciones sobre la ciencia económica; así por ejemplo, cree que el nervio motor de la acción humana sería el deseo de la riqueza, la que estaría limitada por el ocio y los deseos de consumir. Tal como puede verse, aunque estos principios partirían de una obser-vación de la experiencia, no pueden verificarse. Así, el principio abstracto, a priori, obtenido por introspección sólo puede observarse en la realidad en algunas ocasiones y por la presencia simul-tánea de muchas otras circunstancias. De esta afirmación deduciría que las leyes económicas deben y pueden ser verificadas, pero el hecho de que una circunstancia particular no la verifique no implica que la ley deba ser descartada.

Marshall (1948), en sus "Principios" (6) si bien no se refiere con mucha profundidad a las cuestiones metodológicas ni a la comprobación de las teorías, sigue una línea conciliadora con la escuela histórica, aunque la economía que propone es una en la cual se parte de algunos princi-pios básicos derivados de la introspección, que son elaborados matemáticamente, aunque se ex-ponen prescindiendo de esa herramienta, y que luego se verifican con ejemplos, y si bien sostie-ne el principio de la unidad de la ciencia, atribuye a las leyes económicas el carácter de tenden-cias, que son mucho más imprecisas que en la física. Se refiere al ejemplo de la ley de la grave-dad, que dada la existencia de fricción y de otras fuerzas se transforma en una tendencia, igual que -sostiene- sucede con las mareas, que tienen un componente aleatorio.


Pareto, (7) que no puede definirse estrictamente como un continuador de la tradición clási-ca, realiza tempranamente un análisis del rol de la comprobación empírica que resulta por demás interesante. En su Manual de Economía Política sostiene que hay tres formas de hacer econo-mía: buscando el bienestar de una persona o de una empresa, el de toda la sociedad o "solamente la búsqueda de uniformidades que presentan los fenómenos sin tener como fin ninguna utilidad práctica directa", es decir que se persigue la finalidad exclusivamente científica de aumentar el conocimiento por sí. Pareto aboga por esta última posición, y -afirma- se separa así de Smith y de Stuart Mill, quienes si bien se refieren en la mayor parte de los casos al tercero de los enfo-ques enunciados, también adoptan en varios pasajes de sus obras al primero y al segundo. Cuan-do se refiere más adelante a la comprobación empírica lo hace de esta manera: "Hay que añadir que las teorías no son sino medios para conocer y estudiar los fenómenos. Una teoría puede ser buena para alcanzar cierto fin. Otra puede serlo para alcanzar otro. Pero de todas maneras deben estar de acuerdo con los hechos, porque si no, no tendrían ninguna utilidad. El estudio cualitativo debe ser sustituido por el estudio cuantitativo, y buscar en qué medida la teoría se aparta de la realidad. De dos teorías escogeremos la que se aparte menos.

Autor: Mario Blacutt Mendoza

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5. The online edition of the Collected Works is published under licence from the copyright holder, The University of Toronto Press. ©2006 The University of Toronto Press.

6. "Principios de Economía". Madrid: Aguilar. [1890] 1948.

7. "Manual de Economia Política". Buenos Aires: Editorial Atalaya. [1922] 1945.