La vigencia de los tipos sociales "familiares" en el contexto de una creciente incorporación de tecnología intensiva en capital, incremento de la productividad y urbanización de una gran parte de los pequeños productores, marca la persistencia y capacidad de adaptación de este tipo de organización. Una de las vías de adaptación de la explotación familiar al entorno, es el incremento de la dedicación o afectación parcial a la actividad de la empresa.
La pluriactividad es una combinación de actividades ejercida por una unidad familiar. En este sentido se pueden distinguir actividades prediales, las desarrolladas dentro del establecimiento propio, y las actividades extraprediales (AEP). Existen diversas formas en que las AEP pueden tener lugar, dependiendo de las oportunidades de actividades externas:
- Las AEP dentro del sector agropecuario
- Las AEP fuera del sector agropecuario
Las AEP en varios casos permiten utilizar parte de los recursos externos para financiar inversiones en las explotaciones propias o superar ciclos de crisis, que de otra manera hubiera sido imposible. Esto permite elevar el grado de eficiencia de las pequeñas explotaciones al nivel de otra mayor, debido a que por lo general los niveles de eficiencia de la actividad agropecuaria suelen estar más relacionados a la dimensión de la explotación que a la dedicación del titular.
Enrico Pugliese (1985) señala que el trabajo a tiempo parcial "no es necesariamente un síntoma de atraso organizativo, ni mucho menos está destinado a desaparecer con el desarrollo de la economía y del sector agropecuario", al contrario las AEP se configuran como una forma estable de adaptación a las transformaciones en el tejido económico y social del país, por lo tanto la pluriactividad es una realidad estructural que favorece una progresiva integración entre sectores.
A través de la pluriactividad se pueden impulsar las inversiones y la innovación tecnológica al disponer de mayores fondos para su financiación. La mayor formación que pueden suponer las actividades externas impulsará, adicionalmente, una mejora en las técnicas de gestión. La pluriactividad puede incidir en la conformación del sector ovino porque si bien la dinámica de la producción agropecuaria, en general, impone una lógica de explotaciones más grandes y más capitalizadas, con poca absorción de mano de obra, para evitar el éxodo de esa mano de obra desplazada se potencia la pluriactividad basada en pequeñas actividades, de limitada capacidad productiva para complementar los ingresos con otras tareas.
Se consolida así una estructura dual del sector, en la que las pequeñas explotaciones se mantienen no por su capacidad de competir en términos ganaderos sino por otras múltiples razones, sumando, en numerosas oportunidades, los subsidios a los ingresos extraprediales.
Ante la presente situación por la que atraviesa el sector ovino debido a esta estructura dual, existen tres posturas diferentes:
- Aquellos que rechazan la pluriactividad como solución a los problemas de los pequeños productores, ya que supone actividades marginales;
- Frente a ellos se encuentran los realistas que parten de que la pluriactividad existe y es un fenómeno creciente e importante en algunas zonas marginales
- El tercer grupo de los teóricos de la pluriactividad considera que ésta es, además, la única respuesta válida para las pequeñas explotaciones o zonas difíciles. Se trata de una forma de vida que enriquece a los individuos y a las familias y debe esperarse una intensa revitalización del medio rural.
Las AEP generan un nuevo concepto de explotación ovina, pudiendo contribuir como elementos fijadores de la estructura del sector, es decir, como elementos estabilizadores de la permanencia de las pequeñas explotaciones familiares. Pero una consecuencia de la existencia de las AEP es que introducen ciertas rigideces frente a una dinámica ágil si solamente estuvieran basadas en la rentabilidad pecuaria.
En el caso de la ganadería ovina en Río Negro este nuevo concepto, de combinación de actividades ejercida por una unidad familiar, no ha sido completamente estudiado. Sería necesario profundizarlo para conocer si responde a AEP de base ganadera, donde la explotación ganadera es la mayor fuente de ingresos, o si existe una tendencia a convertirse en AEP de base urbana, es decir, un reemplazo por sectores urbanos (profesiones independientes, asalariados urbanos, etc.)
Autor: Marcela Báez
Mendoza, Agosto de 2005
Universidad Nacional de Cuyo
Facultad de Ciencias Económicas