CDRs y CFN

El Decreto Ejecutivo Nº 1492 del 10 de noviembre de 1999 estableció el mecanismo operativo del uso de los Certificados de Depósito Reprogramados (CDRs), entregados por las instituciones financieras a los depositantes por los montos congelados en las mismas, destacándose la posibilidad de usarse para realizar apertura de capital en las empresas y efectuar aportes de capital en las compañías por parte de sus accionistas.



Esa crisis económica puso en evidencia, que los banqueros rechazan la intervención del Estado cuando sus negocios van bien, pero recurren a su socorro, cuando sus negocios van mal, para encargarle la socialización de las pérdidas, e incluso, buscando aumentar sus utilidades aún durante dichos períodos de crisis.

Cuadro 2: Activo, Pasivo y Patrimonio Neto del Sistema Financiero (1995 - 1999)

Variación relativa anual



AñosActivoPasivoPatrimonio
95-9633.29%34.73%27.47%
96-9740.55%41.24%37.60%
97-9877.31%53.02%184.13%
98-9981.35%108.35%17.41%

Fuente: Superintendencia de Bancos

La recesión fue alimentada además por las elevadas tasas de interés, las mismas que escondieron un amplio margen de utilidad para los banqueros, dada la enorme brecha existente entre las tasas activas y las tasas pasivas.

El elevado margen de intermediación financiera, fue y es una contribución de los ahorristas y de los inversionistas para los banqueros. Mientras los ahorristas están siendo expropiados al percibir tasas de interés inferiores a la inflación, los inversionistas o quienes solicitan el crédito, pagan verdaderas tasas de usura a los banqueros, permitiéndoles los unos y los otros, obtener a los accionistas bancarios una elevada rentabilidad a pesar de la crisis.



Los Pasivos del Sistema Financiero crecieron a un mayor ritmo que los activos desde 1996 hasta 1999, mientras que el patrimonio decreció notablemente, denotando la profunda corrupción del sector financiero.

Gráfico 1

Fuente: Idem. cuadro 1 Elaboración: Autor

Dolarización

El descalabro económico y la fuerte presión de sectores financieros y empresariales por una “solución”, dolarizó la economía como un intento desesperado de controlar la situación, embarcando al país en un camino doloroso en el que el Ecuador dejó el uso del sucre por el dólar otorgándole a este último curso legal como moneda oficial y eliminando la posibilidad del uso de la política monetaria como instrumento activo de su política económica, eliminándose la emisión de dinero como instrumento de liquidez y suspendiendo las expectativas devaluatorias y de inestabilidad cambiaria producto de la desconfianza y poca credibilidad en el sucre, situación dada en forma empírica en un 80% de dolarización de la economía.

El 9 de enero del 2000, el Gobierno decretó la dolarización del sistema financiero para evitar la hiperinflación.

A partir del 11 de Enero del 2000 se fijó una tasa activa de 16.82% y una tasa pasiva de 9.35%, respetando las tasas vigentes que sean inferiores a las señaladas.

Finalmente, el gobierno de la democracia cristiana con Mahuad a la cabeza cayó el 21 de enero del 2000, pero la corrupción siguió igual, con uno de la misma mafia.

El nuevo gobierno, encabezado por Gustavo Noboa, vicepresidente de Mahuad y ex rector de la Universidad Católica de Guayaquil, luego del fracasado golpe de Estado, impulsó reformas al Código de Trabajo que contienen los contratos con la modalidad del trabajo por horas, en el que las partes convienen el valor de la remuneración total por cada hora de trabajo, que no podrá ser inferior a 0.50 dólares, en cualquier tipo de actividad, sin que pueda coexistir con otro contrato laboral y otorga la libertad a cualquiera de las partes para dar por terminado el mismo.

El cambio de Presidente de la República, no rectificó la conducción económica sino que consolidó el capitalismo salvaje.

En el gobierno de Gustavo Noboa, con el decreto 1492, los ahorristas perdieron con CDR’s, por los descuentos, hasta el 85 por ciento de sus ahorros. Los deudores licuaron acreencias por 430 millones de dólares. La Corporación Financiera Nacional, -que tuvo que afrontar la recepción de CDR’s a su valor nominal- fue descapitalizada.

En diciembre de 2000 la Junta Bancaria dictó la Resolución Nº JB-2000-267 que fue interpretada al arbitrio de los banqueros, mediante la que supuestamente