El marco teórico utilizado en este trabajo se basa en dos estudios del Economista Jürgen Weller de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL.
Este capítulo se estructura de la siguiente manera. En una primera sección se presentan los conceptos que definen las transformaciones tecnológicas y organizacionales y cómo se vinculan las mismas con el mercado de trabajo. En una segunda sección, se desarrollan específicamente los conceptos de exclusión-inclusión donde se proponen los indicadores adecuados para medirlos, estos indicadores son reformulados para los objetivos del presente trabajo atendiendo a las especificidades del empleo agropecuario .
Cambio tecnológico y organizacional
Este apartado se basa en Weller - Raithelhuber, 2005.
Se parte del hecho de que la dinámica de crecimiento económico afecta directamente la estructura de ocupaciones, en particular dentro de los sectores que crecen a mayor ritmo. Los CTO son uno de los principales determinantes de la demanda laboral y a través de ella de la estructura del empleo. Por CTO se entiende una “combinación de los conceptos cambio tecnológico (CT: cambios tangibles, por ejemplo, inversiones en máquinas y tecnologías) y cambio organizacional (CO: cambios difícilmente tangibles, por ejemplo, mejora de los procesos productivos, maneras de comunicar, cultura)” (Weller- Raithelhuber 2005:31).
Un cambio en los requerimientos de la demanda laboral no sólo está asociado a un proceso de CT sino también a uno de CO dado que estos últimos permiten aprovechar los primeros. Hay casos donde primeramente se da un CT con el objetivo de aumentar la productividad inmediata pero luego se hace necesario incorporar cambios en la organización de la producción para obtener mejores resultados.
Si bien se destaca que el CT y CO son las causas más directas de las variaciones en las pautas en la demanda laboral, ambos cambios son generados por reacciones a otros procesos como ser por ejemplo la apertura comercial, el cambio técnico exógeno y cambios en la regulación de mercados. En este sentido se destaca que los cambios institucionales y de política sectorial son en muchos casos los impulsores de los CTO. Además se destaca que el CTO no sólo es impulsado directamente por la dinámica del mercado o por la implementación de políticas públicas sino que la cantidad y la calificación de la mano de obra disponible es la que posibilita o no una exitosa implementación del mismo.
Los procesos de CTO generan una reestructuración de la demanda laboral lo cual impacta sobre el mercado de trabajo. Las transformaciones productivas, generadas a partir del CTO, ofrecen nuevas oportunidades de empleo y disminuyen otras. De este modo los CTO generan múltiples procesos de heterogeneización de la fuerza de trabajo dado que los impactos del CTO sobre los diferentes grupos específicos (niveles educativos, edades y género) son diferentes, los mismos dependen del tipo de CTO que se esté desarrollando y del sector de actividad sobre el cual se generan.
Cuando las transformaciones vienen acompañadas de mayores requerimientos de calificación en los recursos humanos, aquellos trabajadores que no cumplen con las capacidades necesarias son excluidos. Sin embargo, no hay determinismo tecnológico entre la tecnología y las características de la demanda laboral. Por ejemplo, cuando el CTO implica el uso de maquinaria más avanzada no necesariamente todos los trabajadores serán altamente especializados ni calificados.
Se reconoce la existencia simultánea de tendencias opuestas de upskilling y deskilling. Un proceso de upskilling básicamente puede tener dos formas: existe un cambio entre ocupaciones aumentando aquellas mas calificadas y/ó se produce un aumento de demanda de nuevas habilidades. Un proceso de deskilling, se da cuando por ejemplo aumentan las ocupaciones calificadas y se quitan tareas que requieren mayor calificación a otras ocupaciones, necesitando menor calificación para estos puestos. Estos procesos simultáneos de upskilling y deskilling se dan en general ante la existencia de reestructuraciones de los procesos productivos.
Exclusión-Inclusión
Este apartado se basa en Weller, 2001.
Los procesos de exclusión-inclusión ofrecen un adecuado esquema para analizar los cambios que se evidencian en el mercado de trabajo a partir de cambios en los procesos productivos, entendiendo como proceso productivo a toda aquella actividad que genera valor agregado. La exclusión-inclusión laboral representa un enfoque de naturaleza económica que refiere a los procesos de exclusión-inclusión que se originan en el propio mercado de trabajo. El concepto de exclusión laboral se encuentra incluido dentro de un concepto más amplio de exclusión social entendido como un debilitamiento o quiebre de los vínculos que unen al individuo con la sociedad. De este modo, individuos que antes no se encontraban socialmente excluidos y que tenían una participación económica y socialmente activa pasan a quedar excluidos ante transformaciones socio-económicas en términos generales, o productivas en particular.
De las transformaciones productivas surgen oportunidades para grupos con ciertas habilidades (inclusión), y quedan marginados otros grupos para cuyas habilidades la demanda es débil (exclusión). Los procesos de inclusión se reflejan en la creación de empleos de buena calidad, que valoran principalmente el capital humano, con elevada productividad. Los procesos de exclusión se reflejan en el desempleo abierto, la creación de empleos de baja productividad, mal remunerados y de mala calidad, con bajas barreras a la entrada.
El concepto simultáneo de exclusión-inclusión laboral tiene diversas ventajas para el análisis del mercado de trabajo ya que es dinámico y multifacético, permitiendo analizar ambos procesos de forma paralela. El carácter dinámico refiere a que los procesos de exclusión-inclusión varían con el correr del tiempo para una sociedad o un mismo individuo. En este sentido, el cambio tecnológico puede por un lado excluir a ciertos individuos cuyas capacidades específicas se vuelven obsoletas y por otro incluir a nuevos sectores de la población ampliando las posibilidades de participación por ejemplo de los más jóvenes. El carácter multifacético del concepto permite visualizar la exclusión- inclusión de los individuos de forma simultánea, ya que un trabajador puede estar incluido en algunos aspectos pero excluido en otros.
Las estrategias empresariales y los procesos de CTO generan nuevas oportunidades pero también pueden resultar en la exclusión de ciertos grupos. Es posible que se genere una brecha entre la demanda y la oferta laboral dado que existe por un lado una oferta de trabajo heterogénea en cuanto a edad, calificación, género, habilidades, experiencia, etc. que no necesariamente se encuentra alineada con los requerimientos del proceso productivo. Asimismo, el CTO impacta sobre el grado de beneficio que los ocupados pueden obtener, en cuanto a salarios, productividad, capacitación, etc.
Fuente: CEPAL, División Desarrollo Económico, elaboración del autor, 2001
En el esquema anterior se muestra el filtro que existe en la cantidad y las características de la mano de obra que logra ingresar al proceso productivo, aquí la demanda laboral y los requerimientos de la misma inciden sobre la exclusión de mano de obra que pasa a formar parte del desempleo abierto (exclusión Tipo 1) y de empleos de baja productividad (exclusión Tipo 2). Se define el desempleo abierto como la situación más clara de exclusión que afecta al individuo más allá del aspecto laboral ya que el empleo es la principal fuente de ingreso de la mano de obra, proporciona integridad social y facilita los contactos y las redes sociales.
Simultáneamente, se dan procesos de exclusión laboral dentro de los ocupados en trabajos productivos, debido a la existencia de malas condiciones laborales tanto salariales como no salariales que llevan a que los empleos sean calificados como de mala calidad (exclusión Tipo 3). Se desprende entonces que la generación de trabajo productivo no implica necesariamente inclusión laboral en el sentido multifacético descrito anteriormente, por lo que resulta necesario analizar las características de estos nuevos empleos generados, ya que por inclusión se hace referencia a empleos de buena calidad. Cabe destacar que existe la posibilidad de que se superpongan situaciones donde se evidencian características de diferentes tipos de exclusión.
La contracara de los procesos de exclusión son los procesos de inclusión laboral. Las transformaciones productivas abren nuevas oportunidades laborales en actividades en expansión. Asimismo, al existir procesos de upgrading productivo (impulsados por los CTO), se pueden suscitar procesos de upgrading ocupacionales, estableciéndose empleos de buena calidad tanto en lo salarial como en lo no salarial.
Para aproximarse a la medición de las diferentes dinámicas de exclusión- inclusión laboral existen diversos indicadores. En el caso de la exclusión Tipo 1 la tasa de desocupación es el indicador más adecuado para medir el desempleo abierto. En el caso de la inclusión se utiliza la tasa de ocupación.
En el caso de la exclusión Tipo 2 el indicador sugerido es la medición del sector informal. Este cálculo puede resultar sencillo para las zonas urbanas, pero generalmente no se cuenta con suficiente información del sector rural, por lo que una alternativa propuesta es la de aproximarlo mediante la medición de los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores familiares no remunerados (TFNR). Para aproximar la inclusión se tiene en cuenta el aumento de la formalidad o del empleo asalariado.
Para la exclusión-inclusión Tipo 3 los indicadores propuestos son: ingresos, beneficios, estabilidad laboral (existencia y tipo de contrato), jornada laboral, posibilidades de participación y representación de trabajadores, posibilidades de capacitación, entre otras. Muchas de estas variables se relevan mediante encuestas de hogares, otras requieren de información de carácter cualitativo.
Finalmente, se proponen indicadores para medir la exclusión-inclusión laboral en grupos específicos, los mismos pueden ser considerados para realizar un análisis más profundo sobre cómo las nuevas oportunidades generadas a partir de transformaciones productivas afectan a diversos grupos de población.
Dinámicas de Inclusión y Exclusión Laboral y sus Indicadores
Fuente: Cepal, División Desarrollo Económico, elaboración del autor, 2001
* Trabajo por cuenta propia (TCP) y trabajo familiar no remunerado (TFNR).
Autores: María Eugenia Cedrés y María Fernanda Maillot