Desarrollo Económico

Factores que determinan el Desarrollo Económico

La economía clásica desarrolló la clasificación tripartita de los “factores de la producción”: tierra, trabajo y capital. (A veces se incluía un cuarto factor, el empresarial, entendido como el esfuerzo e ingenio necesarios par combinar u organizar los otros tres). En un momento dado, y sujeto a ciertos supuestos, se determina el producto total de una economía por la cantidad de factores de producción empleados. Esta clasificación y las diversas fórmulas que de ella pueden derivarse, como, por ejemplo, la famosa ley de rendimientos decrecientes, son indispensables para el análisis económico moderno. Sin embargo, como marco para el análisis del desarrollo económico, esta clasificación es excesivamente limitada. Presupone que los gustos, la tecnología y las instituciones sociales están dados y son fijos, o bien lo que lleva a la misma conclusión, que no tienen nada que ver con el proceso productivo. Ni que decir tiene que en la realidad histórica todos ellos están estrechamente relacionados con el proceso productivo y todos están sujetos a modificaciones. De hecho, los cambios tecnológicos e institucionales son la fuente de cambio más dinámica de toda la economía. Son, por tanto, el manantial más profundo de desarrollo económico.



Dicho de otro modo, al analizar la economía en un momento dado, o incluso en momentos sucesivos, siempre que los intervalos no sean grandes, es permisible considerar factores como los gustos, la tecnología y las instituciones sociales, parámetros, es decir, constantes, de un sistema dentro del cual las cantidades y los precios de los factores convencionales de la producción son las variables principales, sin embargo, cuando pasamos del análisis económico a corto plazo al estudio del desarrollo económico, los parámetros se convierten en las variables más importantes. Por lo tanto, para analizar el cambio económico en la historia, es necesaria una clasificación más amplia de los factores determinantes del producto.

En dicha clasificación, el producto total en un momento dado y la tasa de cambio del producto a través del tiempo se conciben como funciones de la “mezcla” de la población, los recursos, la tecnología y las instituciones sociales. Por supuesto, cada uno de estos cuatro factores no es una variable individual, sino una amalgama de variables en una. No es suficiente considerar la población sólo en términos de su cantidad total; ciertas características de la misma están íntimamente relacionadas con su comportamiento económico: su distribución por edades y sexo, sus características biológicas, el nivel de sus técnicas adquiridas (asimilable al concepto de “capital humano”) y su tasa de participación laboral, entre otras.

Los recursos son los que los economistas clásicos denominaban, en un sentido amplio, “tierra”. El término abarca no sólo la cantidad de tierra, la fertilidad del suelo y los recursos naturales convencionales, sino también el clima, la topografía, la disponibilidad de agua y otras características del medio, incluyendo la localización.



En los últimos siglos, la fuente más dinámica de cambio económico y desarrollo ha sido la constituida por las innovaciones tecnológicas. Hace cien años no existían ni el coche, ni el avión ni la radio ni la televisión, por no nombrar los ordenadores y numerosos medios de destrucción. La tecnología de la Edad de Piedra se mantuvo sin apenas cambios durante miles de años. En nuestros días, el cambio tecnológico ha tomado una relevancia preponderante y su velocidad de reproducción y cambio crece día a día. Aun así, todavía hoy en día en algunas zonas del mundo se utilizan métodos de producción agrícola que siguen siendo esencialmente iguales a los de la época de la Biblia. Ejemplos que marcan la disparidad de distribución de tecnología que existe a nivel mundial. Dada una tecnología concreta, sea ésta la de la Europa medieval o la de la América precolombina, son los recursos de que dispone una sociedad los que determinan los límites económicos máximos que dicha sociedad puede alcanzar. Sin embargo, el cambio tecnológico permite que tales límites aumenten, tanto mediante el descubrimiento de nuevos recursos, como por una utilización más eficaz de los factores de producción convencionales, especialmente del trabajo del hombre.

La relación entre población, recursos y tecnología dentro de la economía viene condicionada por las instituciones sociales, incluyendo entre éstas a los valores y modos de pensar. Normalmente, las instituciones que tienen mayor relevancia en las economías nacionales y otros conjuntos similares son la estructura social (número, tamaño relativo, base económica y fluidez de las clases sociales), la naturaleza del Estado o del régimen político, y las inclinaciones religiosas o ideológicas de los grupos o clases dominantes (y de las masas, si es que difieren de las de los grupos dominantes). Asimismo, quizá debamos tener en cuenta un buen número de instituciones menores, como son las asociaciones voluntarias (empresas, sindicatos, colectivos de agricultores), el sistema educativo, e incluso la estructura familiar (extendida o nuclear) o cualquier otra vía de adquisición de valores morales.

Una de las funciones de las instituciones consiste en proporcionar elementos de continuidad y estabilidad, sin los cuales las sociedades se desintegrarían; pero puede ocurrir que, al realizar esta función, actúen como obstáculo para el desarrollo económico, poniendo trabas al trabajo humano, impidiendo la explotación racional de los recursos (el caso de las vacas sagradas en India) o inhibiendo la innovación y difusión de la tecnología. Sin embargo, cae dentro de lo posible que se produzcan también innovaciones en las instituciones, con consecuencias parecidas a las de las innovaciones en la tecnología, esto es, que posibiliten una utilización más eficaz o intensiva tanto de los recursos materiales como de la inventiva y energía humanas. Ejemplos históricos de innovaciones institucionales son los mercados organizados, la acuñación de moneda, las patentes, los seguros y las diversas formas de empresas comerciales, como las sociedades anónimas modernas.



Crecimiento Económico y Desarrollo Económico

Comúnmente los términos crecimiento, desarrollo y progreso a menudo se usan como si fuesen sinónimos. Sin embargo, debemos establecer una distinción entre ellos, aun cuando tal distinción se establezca con una cierta arbitrariedad. Rondo Cameron, en su obra Historia Económica Mundial (1) definine crecimiento económico como el incremento sostenido del producto total (“output”) de bienes y servicios que se producen en una sociedad dada.



El crecimiento en el producto total puede darse bien por un aumento en los factores de producción (“input”) –tierra, trabajo y capital-, bien porque se produzca un aumento en la productividad de los factores utilizados. Si aumenta la población puede haber crecimiento del producto total, pero no necesariamente del producto per cápita; más aun, si la tasa de crecimiento de la población crece a mayor ritmo que el producto, la resultante será una disminución del producto per cápita, tal como ha ocurrido en años recientes en algunos países subdesarrollados.

El término desarrollo económico, tal como lo enuncia Rondo Cameron, significa crecimiento económico acompañado por una variación sustancial en las estructuras o en la organización de la economía, por ejemplo, pasar de una economía local de subsistencia a mercados y comercio, o el crecimiento relativos de la producción de bienes industriales y servicios respecto de la agricultura. El cambio estructural o de organización puede ser la “causa” del crecimiento, pero no tiene por qué serlo de modo ineludible; a veces la sucesión causal se mueve en dirección contraria, o bien puede que ambos cambios sean el fruto conjunto de otros cambios en el interior o en el exterior de la economía.

El crecimiento económico, es un proceso reversible. Es decir, al crecimiento puede seguir la decadencia. Lógicamente, el desarrollo económico es igualmente reversible, aunque de hecho es raro que se produzca una regresión a estructuras o formas de organización exactamente iguales. Es más frecuente que inmediatamente después de un período prolongado de decadencia económica – o durante el mismo – se dé algún tipo de regresión económica, un retroceso a formas más simples de organización, pero por lo general diferentes de las que existían antes. Aquí es lícito citar el ejemplo argentino, de la vuelta al trueque, con los denominados clubes del trueque, durante la crisis del año 2001.



Aunque por lo común se considera que el desarrollo y el crecimiento son “cosas buenas”, ambos son, en principio, términos desprovistos de valor, en el sentido de que los dos pueden medirse y describirse sin referencia a normas éticas. Sin duda no es éste el caso del término progreso económico, a no ser que se le dé una definición sumamente restrictiva.

Según algunos criterios morales, un mayor bienestar material podría considerarse perjudicial para la naturaleza espiritual del hombre. Ni siquiera con criterios contemporáneos pueden considerarse síntomas de progreso la producción cada vez mayor de armas nucleares, químicas y biológicas, o la utilización de sistemas productivos que envenenan el medio ambiente, aunque sean manifestaciones de crecimiento económico.

Otra razón por la que crecimiento y desarrollo no pueden considerarse automáticamente equivalentes a progreso tiene relación con la distribución de la renta. Qué constituye una “buena” o “mala” distribución de la renta es una cuestión normativa sobre la que la ciencia económica ha esbozado algunos criterios, pero aún se encuentra lejos de llegar a algún tipo de conclusión sobre la materia. Puede, es cierto, decir qué tipo de distribución de la renta favorece más el crecimiento en ciertas situaciones, pero, desde el punto de vista moral, esto viene a ser un argumento circular. Bajo ciertos supuestos morales es posible sostener que es preferible rentas per cápita más bajas distribuidas más equitativamente a rentas altas distribuidas de modo menos equitativo.



Cameron, Rondo; Historia Económica Mundial; Ed. Alianza Universidad Textos; Madrid 1998.

Teoría de la Globalización

Bases Fundamentales



por Giovanni E. Reyes*

1. Introducción

La globalización es una teoría entre cuyos fines se encuentra la interpretación de los eventos que actualmente tienen lugar en los campos del desarrollo, la economía mundial, los escenarios sociales y las influencias culturales y políticas. La globalización es un conjunto de propuestas teóricas que subrayan especialmente dos grandes tendencias: (a) los sistemas de comunicación mundial; y (b) las condiciones económicas, especialmente aquellas relacionadas con la movilidad de los recursos financieros y comerciales.


A través del proceso de globalización, uno de los supuestos esenciales es que cada vez más naciones están dependiendo de condiciones integradas de comunicación, el sistema financiero internacional y de comercio. Por lo tanto, se tiende a generar un escenario de mayor intercomunicación entre los centros de poder mundial y sus transacciones comerciales (Sunkel: 1995; Carlsson: 1995; Scholte 1995). Efectos e influencias derivados de los "aspectos integradores" pueden ser estudiados desde dos perspectivas principales: (a) el nivel externo de los países, o nivel sistémico; y (b) el nivel de las condiciones internas de los países, o aproximación subsistémica. En este último caso, las unidades de análisis serían aquellas que corresponden con las variables de crecimiento y desarrollo económico, así como indicadores sociales.

Respecto a los procesos de globalización que están teniendo lugar en la actualidad, en la esfera económica, existen dos aspectos medulares relacionados con el área de la política económica internacional: (a) la estructura del sistema económico mundial, y (b) cómo esta estructura ha cambiado.(2) Estos temas pueden ser abordados a partir de la teoría de la globalización tomando en cuenta los conceptos del desarrollo. Los fundamentos de la globalización señalan que la estructura mundial y sus interrelaciones son elementos claves para comprender los cambios que ocurren a nivel social, político, de división de la producción y de particulares condiciones nacionales y regionales.(3)

La premisa fundamental de la globalización es que existe un mayor grado de integración dentro y entre las sociedades, el cual juega un papel de primer orden en los cambios económicos y sociales que están teniendo lugar. Este fundamento es ampliamente aceptado. Sin embargo, en lo que se tiene menos consenso es respecto a los mecanismos y principios que rigen esos cambios.


Las teorías económicas neoclásicas acentúan la preeminencia de las ventajas comparativas (Klein, Pauly y Voisin 1985), los métodos propios de las relaciones internacionales resaltan las variables geopolíticas (Keohane 1993, y Thompson 1991), mientras que las perspectivas desde la teoría de los sistemas mundiales subrayan los intercambios desiguales (Amin 1989; Frank 1979; Wallerstein 1991). Estas aproximaciones ofrecen contrastes en las interpretaciones del cambio a nivel mundial.

De manera más particular, las principales áreas de disputa en términos de la teoría de la globalización tienen relación con: (a) el hecho de que los países pueden tener más de tres áreas de colocación en el sistema mundial: centro, semiperiferie y periferie (Schott 1986); (b) las características de posición de varios países en cuanto a compartir un mismo patrón de relaciones pueden estar relacionadas con la formación de "camarillas" o grupos de fuerte o estrecha relación entre ellos y débil agrupación con el resto, ocurriendo esta situación especialmente a niveles regionales (Snyder 1989); (c) Aún dentro de una misma posición de países, por ejemplo dentro de la periferie, se pueden detectar variaciones significativas entre las naciones, tales como tamaño de las economías, demanda efectiva interna, estructura de exportación, y niveles de crecimiento y desarrollo económico (Smith 1992); y (d) existe fuerte evidencia de que los patrones de concentración económica entre naciones, especialmente en los campos del comercio internacional y de las finanzas mundiales; estos rasgos estarían asociados a los niveles de desarrollo que son abordados con insistencia por autores de la corriente teórica del neoestructuralismo en el desarrollo (Cardoso 1992).(4)

La Globalización como una Teoría del Desarrollo

El términos generales la globalización tiene dos significados principales:

a. Como un fenómeno, implica que existe cada vez más un mayor grado de interdependencia entre las diferentes regiones y países del mundo, en particular en las áreas de relaciones comerciales, financieras y de comunicación;

b. Como una teoría del desarrollo, uno de sus postulados esenciales es que un mayor nivel de integración está teniendo lugar entre las diferentes regiones del mundo, y que ese nivel de integración está afectando las condiciones sociales y económicas de los países.

Los niveles de mayor integración que son mencionados por la globalización tienen mayor evidencia en las relaciones comerciales, de flujos financieros, de turismo y de comunicaciones. En este sentido, la aproximación teórica de la globalización toma elementos abordados por las teorías de los sistemas mundiales. No obstante, una de las características particulares de la globalización, es su énfasis en los elementos de comunicación y aspectos culturales.

Además de las relaciones tecnológicas, financieras y políticas, los académicos de la globalización argumentan que importantes y elementos nunca antes vistos de comunicación económica están teniendo lugar entre naciones. Esto se pone de manifiesto preferentemente mediante novedosos procesos tecnológicos que permiten la interacción de instituciones, gobiernos, entidades y personas alrededor del mundo.(5)

Los principales aspectos de la globalización son resumidos en los puntos siguientes:

a. Los sistemas de comunicaciones globales están teniendo una crecimiente importancia en la actualidad; es por medio de estos procesos que las naciones, grupos sociales y personas están interactuando de manera más fluida tanto dentro como entre naciones;

b. Aún cuando los sistemas más avanzados de comunicación están operando preferentemente entre las naciones más desarrolladas, estos mecanismos también están haciendo sentir sus efectos en las naciones menos avanzadas. Esta situación puede permitir la interacción de grupos a partir de las naciones más pobres en su comunicación con otros centros más desarrollados de manera más fácil. En esto cobraría sentido hasta cierto punto el pregonado principio de la aldea global en cuanto a las comunicaciones y las transacciones comerciales y financieras; (6)

c. Respecto a las actividades económicas, los nuevos avances tecnológicos en las comunicaciones están llegando a ser cada vez más accesibles a pequeñas y medianas empresas locales. Esta situación está creando un nuevo escenario para las transacciones económicas, la utilización de los recursos productivos, de equipo, intercambio de productos y la presencia de los "mecanismos monetarios virtuales". Desde una perspectiva cultural, los nuevos productos para la comunicación están desarrollando un patrón de intercambio e interconexión mundiales; (7)

d. El concepto de minorías dentro de los diferentes países está siendo afectado por los patrones de comunicación. A pesar de que las minorías pueden no estar completamente integradas dentro de los nuevos circuitos de comunicación, reciben la influencias incluyendo el hecho de que los sectores de mayor poder económico y político si se están integrando en la nueva esfera de interconexión. En última instancia continua el factor de que son las élites de negocios y políticas las que determinan las decisiones políticas dentro de los estados-nación;

e. Elementos de índole económica y social que se hayan bajo la influencia de las condiciones actuales del fenómeno de la globalización ofrecen circunstancias dentro de las cuales se desarrollan las condiciones sociales dentro de los países. (8)

Con base en los principales aspectos que incluye la teoría de la globalización, los principales supuestos de esta teoría se resumen en los siguientes. Primero, factores económicos y culturales están afectando cada aspecto de la vida social de una manera cada vez más integrada. Segundo, en las condiciones actuales y respecto a los estudios específicos de particulares esferas de acción -por ejemplo comercio, finanzas o comunicaciones- la unidad de análisis basada estrictamente en el concepto de estado-nación tiende a perder vigencia. (9). En particular las comunicaciones están haciendo que esta categoría no posea como antes, una preponderancia causal en muchos aspectos del comportamiento a nivel de naciones.

Uno de los elementos claves de la globalización es su énfasis en el estudio de la creciente integración que ocurre especialmente entre las naciones más desarrolladas. Esta integración afecta especialmente las áreas de comercio, finanzas, tecnología, comunicaciones y coordinación macroeconómica (DeMar 1992; Carlsson 1995). A nivel subsistémico, es decir dentro de las sociedades de los países, se observa un fenómeno de integración social, pero también de creciente discriminación y marginalidad económica en varios sectores (Sunkel 1995; Paul 1996; Scholte 1996).

Durante los últimos años, el término globalización ha sido utilizado preferentemente en relación con la revolución tecnológica en el área de comunicaciones y la creación del cyberespacio.(10) Sin embargo, uno de los principales argumentos ya substanciales con las condiciones actuales de la economía y los flujos informativos, que incluso formulaba el concepto de la "globalización de los mercados" en sus formas actuales, puede ser encontrado en un artículo de 1983 firmado por Theodore Levitt en el Harvard Business Review.(11)

El aspecto funcionalista de la globalización es el que distingue esta teoría del concepto de la internacionalización económica. De conformidad con Peter Kickens, la globalización contiene procesos que son cualitativamente distintos de la internacionalización. En ellos se involucra no solamente la extensión geográfica de las actividades económicas, procesos de internacionalización, sino también y más importante, la integración funcional de actividades que antes se encontraban dispersas. Esto último siendo el rasgo peculiar de la globalización dentro de las innovaciones tecnológicas más recientes. El actual proceso de globalización redunda, por ello, en la formación de unidades funcionales a nivel planetario.(12)

La Globalización y otras Teorías del Desarrollo

Además de la globalización, las otras teorías que tienen un papel central en los estudios del desarrollo son: (i) modernización; (ii) de sistemas mundiales; y (iii) de la dependencia. Desde una óptica más comparativa, la teoría de la globalización coincide en ciertos aspectos con la teoría de la modernización. Uno de esos aspectos es que ambos enfoques establecen que la "dirección orientativa" del desarrollo son las condiciones propias de Europa Occidental y de Estados Unidos. Se enfatiza el hecho de que los avances tecnológicos y los patrones de acumulación que se establecen en esos polos de desarrollo son los instrumentos para alcanzar mejores niveles de vida.

No obstante, la perspectiva de la modernización difiere de la globalización en varios aspectos, incluyendo el que se refiere a que la modernización sigue una exposición más normativa - el desarrollo debiera ser un seguimiento de la "ruta" de los países más desarrollados. Indica cómo el desarrollo debiera ser. La globalización por su parte contiene un caracter más descriptivo e interpretativo con base en una aproximación más "positiva" de los fenómenos que se hacen evidentes.(13)

En cuanto a que la globalización enfatiza que los aspectos económicos y culturales determinan los procesos sociales, esta teoría ofrece rasgos similares a los de la "sociología comprehensiva" de Max Weber.(14) Desde esta óptica, el sistema de valores, creencias y los patrones de identidades son aspectos claves para entender la dinámica social. Ya sea que esos caracteres se refieran a los grupos dominantes o a grupos subalternos dentro del contexto social.(15) Para la globalización, los planteamientos weberianos de los años veinte deben ser adaptados a las actuales condiciones de principios del siglo XXI tomando en cuenta la difusión de ideas, valores culturales y la influencia en general de los medios de comunicación en las sociedades.

Las anteriores consideraciones dan base para afirmar que la teoría de la globalización y la teoría de los sistemas mundiales toman como unidad fundamental de análisis lo global, más que la categoría de estado-nación, la cual es más utilizada en los estudios de modernización y de dependencia. El sentido contrastante entre la globalización y la teoría de los sistemas mundiales se refiere, no obstante, a que esta última contiene adaptaciones de principios de materialismo dialéctico e histórico, mientras que la globalización acentúa sus fundamentos más bien estructurales y funcionalistas. De allí que los globalistas consideren formas de transformación más tendientes a las secuencias graduales de sucesos, que a saltos revolucionarios de intensa y rápida transformación. Para la globalización el reto de las sociedades es adaptarse secuencialmente a las innovaciones que plantean los nuevos escenarios con sus cambios en las esferas de comunicación y la economía.(16)

La teoría de la globalización, la de los sistemas mundiales y hasta cierto punto la teoría de la dependencia toman en cuenta los cambios que más acentuadamente han ocurrido en la esfera económica. Por ejemplo: (a) en marzo de 1973, los gobiernos de las naciones más desarrolladas principiaron a operar con tasas de intercambio flexibles en sus mercados monetarios, lo que limitó la permanencia de políticas de tasas fijas para el valor de las monedas; esta condición impactó con drasticidad en el movimiento de inversiones, de capitales especulativos y de colocación de recursos en bonos y en bolsas de valores; (b) especialmente desde 1976 las transacciones comerciales han reforzado su caracter especulativo en los valores a futuro, lo que se ha visto más favorecido con la implementación de innovaciones tecnológicas en el campo de la informática, computadores y comunicaciones en general; (c) la revolución de las computadoras personales de los ochentas contribuyó a un más fluido movimiento de capitales, situación que también contó con el apoyo del fax en esa década; (d) durante los noventas la principal característica ha sido la promoción y acceso a los servicios de internet lo que ha dado un caracter de mayor rapidez y flexibilidad a las intercomunicaciones. Es internet quien ha creado mayormente en los últimos años el escenario para una "economía virtual", afectando significativamente con ello a las operaciones de mercados específicos. (17)

En la actualidad, los principales aspectos que se encuentran en estudio dentro de la corriente teórica de la globalización se refieren a: (a) nuevos conceptos, definiciones y evidencias empíricas relacionadas con las variables culturales y como las mismas afectan los cambios nacionales y regionales; (b) procesos específicos en los cuales se concretan los mecanismos de una "sociología comprehensiva" dentro de las condiciones de la "aldea global"; (c) integración a diferentes niveles de poder tanto dentro como entre naciones y en términos comparativos con las diferentes modalidades de integración/marginación que ocurren a nivel mundial; (d) formas dinámicas mediante las cuales los nuevos patrones de comunicación están afectando a los grupos minoritarios dentro de las sociedades; (e) conceptos relacionados con la autonomía relativa de los estados y la relación de los mismos con las sociedades civiles, y dentro de ese contexto, la eficacia de la toma de decisiones nacionales respecto al campo macroeconómico; y (f) formas en que el regionalismo y el multilateralismo están afectando los procesos de integración económica y social.-

Notas

*(1) Professor, University College; Graduate School of Public and International Affairs, University of Pittsburgh, con numerosas publicaciones en las áreas de economía del desarrollo y asuntos políticos; ex Director Ejecutivo del Centro Internacional para la Pre-Inversión y el Desarrollo en América Central; ex representante ante la Organización Internacional del Café con sede en Londres; ex consultor de la Comisión Económica para América Latina, Banco Interamericano y la Organización de Naciones Unidas.

(2) Un nuevo orden económico internacional ha emergido en el estado actual de la globalización: 600 multinacionales o transnacionales, en 1991, tenían ventas por valores mayores a mil millones de dólares anuales. Ellas fueron responsables, al menos del 20 por ciento del total del valor agregado en la industria mundial. Véase Mortimore, M. "A new international industrial order: increased international competition in a centric world", en CEPAL review, No.48, August 1992, (Santiago de Chile, Chile: CEPAL, 1992).

(3) En relación con las ventajas generales de esta aproximación metodológica véase Smith, D. and White, D. "Structure and dynamics of the global economy". Social Forces, June 1992, 70(4) : 857-893; y Tilly, Ch. Big structures, large processes, huge comparisons. (New York: Russell Sage, 1989), en este trabajo una de las puntualizaciones más importantes en términos de la evaluación empírica del proceso de globalización es la propuesta y utilización de métodos de análisis de redes. Estos métodos superan dos elementos generalmente adoptados en las metodologías econométricas y sociométricas tradicionales: (a) el aislamiento relativo de las unidades de estudio; y (b) su visión estática. Los modelos de redes establecen un estudio basado en la interacción de las unidades de análisis y de sus transformaciones en el tiempo.

(4) En términos de concentración del comercio internacional: América Latina partició con el 8 por ciento del comercio mundial en 1960; para el 2000 esa participación era de tan sólo 4 por ciento, Reyes, G. Globalization and Latin American Economies (University of Pittsburgh, 2001). Aún las naciones desarrolladas muestran patrones de concentración de la riqueza dentro de sus condiciones internas: en los Estados Unidos la brecha de la riqueza ha dejado en rezago especialmente a afroamericanos y latinos. En 1997 la media de riqueza de afroamericanos fue en términos netos de US$7,400 (comparada con US$61,000 para los blancos); la media neta de riqueza de los hogares excluyendo bienes inversiones en inmuebles fue de US$200 para afroamericanos (comparada con US$18,000 para blancos). Casi cerca de uno en tres hogares afroamericanos tiene cero de riqueza o bien activos en negativo. Los hogares latinos presentan un panorama aún peor: su media de riqueza neta es de sólo US$5,000 incluyendo en ello las inversiones en inmuebles. La mitad de la población latina en los Estados Unidos tiene más deudas que posesiones. Véase See Norris, Ch. The Wealth Gap Widens in Dollars and Sense, Sept./Oct. 1999. (New York: Dollar and Sense, 1999).

(5) Véase Kaplan, B. Social change in the capitalist world. (Beverly Hills, California: SAGE, 1993); y Gough, I. Economía política del estado de bienestar. (Madrid, España: Blume, 1992).

(6) En las condiciones actuales de la revolución en comunicaciones, 10 corporaciones multinacionales o transnacionales controlan cerca del 65 por ciento del mercado mundial de semiconductores, 9 de ellas el 89 por ciento del mercado de telecomunicaciones y otras 10 son el más influyente sector en el mercado mundial de computadores. Véase Maddison, A. Dynamic forces in capitalist development. (Oxford: Oxford University press, 1998), pp. 118-119.

(7) Un caso evidente del mayor acceso que están teniendo los pequeños y medianos negocios en los países menos desarrollados y en particular los mecanismos de venta, es presentado por las conclusiones para febrero del 2001 por el grupo consultor Boston Consulting Group (BCG). Según esta empresa, el comercio latinoamericano por internet puede llegar a crecer en el 2001 en niveles hasta de 400 por ciento respecto a los valores del año 2000. Se calcula que de momento, la cobertura de internet llega directa o indirectamente a 60 millones de los 400 millones de potenciales consumidores en América Latina. Se estima que este comercio por internet afectará con mayor intensidad a Brasil, Argentina, México y Chile. Ver Cibereconomia, marzo 2001 (www.cibereconomia.freeservers.com/ciberlatina/comercioelect.html).

(8) Para una ampliación sobre esto, ver Moore, M. Globalization and social change. (New York: Elseiver, 1993). Isuani, E. El estado benefactor. Un paradigma en crisis. (Buenos Aries, Argentina: Miño y Davila, 1991).

(9) Esta consideración se ve sustentada a nivel económico en la menor capacidad que las naciones van teniendo a nivel de gobiernos en la determinación de las políticas monetarias. Casos ilustrativos de esto se tienen en la mayor flexibilidad que basicamente desde marzo de 1973 acompaña los sistemas de intercambio monetario y las políticas cambiarias. Otro caso es el de la limitada capacidad de manejo fiscal y la competitividad por capitales que afecta a muchas naciones especialmente del Tercer Mundo. Véase para ampliaciones: Kaplan, B. Social change in the capitalist world. (Beverly Hills, California: SAGE, 1993); Gough, I. Economía política del estado de bienestar. (Madrid, España: Blume, 1992); Moore, M. Globalization and social change. (New York: Elseiver, 1993). Isuani, E. El estado benefactor. Un paradigma en crisis. (Buenos Aries, Argentina: Miño y Davila, 1991); Lubbers, R. Globalization, economists and the real world. (London, U.K. Tillburgh, 1999), Lubbers, R. Concepts on globalization. (www.globalize.org/publications/dynamic.html); y Blecker, R. Taming global finance. (London, U.K.: Economic Policy Institute, 1999).

(10) Para una mayor discusión ver Lubbers, R. Globalization, economists and the real world. (London: Tillburgh, 1999), Lubbers, R. Concepts on globalization. (www.globalize.org/publications/dynamic.html); y Blecker, R. Taming global finance. (London, U.K.: Economic Policy Institute, 1999).

(11) Ver Levitt, T. The marketing imagination. (New York: The Free Press, 1986).

(12) Véase Dickens P. The global shift. (New York: Guilford, 1998); y Foster, J. Contradictions in the universalization of capitalism in Monthly Review Vol. 50, No. 11, April 1999, p. 39.

(13) Véase especialmente Portes, A. Labor, class, and the international system. (New York: Aberdeen, 1992), y Held, D. Modelos de democracia. (Madrid, España: Alianza Editorial, 1992).

(14) Véase Weber, M. Economía y sociedad. (México, D.F., México: Fondo de Cultura Económica, 1987), especialmente pp. 8-16 and 23-54.

(15) Un texto clásico sobre estos aspectos es Weber, M. The Protestant ethic and the spirit of capitalism. (New York: Scribner, 1988).

(16) Ver conceptos y ejemplos de relaciones entre aspectos culturales y comunicación en Etzioni. E. social change. (New York: Basic Books, 1991). Galbraith, J. La cultura de la satisfacción. (Buenos Aires: Ariel, 1992). Hirschman, A. De la economía a la política y más allá. (Mexico: Fondo de Cultura Economica, 1987).

(17) Relacionado con este aspecto se encuentra el significativo poder de las corporaciones multinacionales o transnacionales. Datos de 1997 muestran que Mitsubishi Trading Co., Mitsui Co. y General Motors tuvieron un total de ventas anual que superan incluso la producción anual de Indonesia, la 24a. economía del mundo. Estas condiciones muestran la evidencia de que ciertas partes del mundo se está presentando un proceso de integración y de desintegración económica. Mayor información sobre este aspecto en Mundell, R. International Economics. (New York: Mcmillan, 1998), especialmente el capítulo concerniente a la teoría de las áreas óptimas monetarias, pp. 177-186; y Kenneth Galbraith, J. Challenges of the New Millennium talks with Asimina Caminis, in Finance and Development, Dec. 1999, Vol. 36, No. 4 (Washington, D.C.: International Monetary Fund, 1999); y U.S. Network for Global Economic Justice (http://www.50years.org/); y Ramonet, I. Porto Alegre, en Le Monde Diplomatique, Año 4 No. 42, febrero del 2001 (México, D.F: Le Monde Diplomatique, 2001), p.1.

Principales Teorías sobre Desarrollo Económico y Social y su aplicación en América Latina y el Caribe

Autor: Giovanni E. Reyes, Ph.D.* - Febrero de 2002


Introducción

Los objetivos principales de este trabajo son dos: (a) sintetizar los aspectos fundamentales de las cuatro grandes teorías del desarrollo -modernización, dependencia, sistemas mundiales y globalización; y (b) presentar ejemplos ilustrativos de aplicación teórica, fundamentalmente con base en las teorías de sistemas mundiales y de globalización. Los postulados teóricos aquí expresados, son los principales enfoques que permiten interpretar condiciones, determinantes y esfuerzos para el desarrollo realizados especialmente por aquellas naciones que presentan mayores niveles de pobreza. Éstas perspectivas teóricas nos permiten no sólo aclarar conceptos y ponerlos en perspectiva, sino también identificar recomendaciones relacionadas con políticas sociales.

Para fines de este trabajo el término desarrollo se entiende como la condición social dentro de un país, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. La utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos. Esta definición general de desarrollo incluye la especificación de que los grupos sociales tienen acceso a organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda, salud, nutrición, y sobre todo, que sus culturas y tradiciones sean respetadas dentro del marco social de un estado-nación en particular.


En términos económicos, la definición mencionada anteriormente indica que para la población de un país hay oportunidades de empleo, satisfacción de por lo menos las necesidades básicas, y una tasa positiva de distribución y de redistribución de la riqueza nacional. En el sentido político, esta definición enfatiza que los sistemas de gobierno tienen legitimidad legal, y también la legitimidad concreta que surge principalmente de proporcionar oportunidades y beneficios sociales para la mayoría de la población.

*Autor: Giovanni E. Reyes, Ph.D. Doctor en economía para el desarrollo/relaciones internacionales de la Universidad de Pittsburgh, ha realizado trabajos para el Banco Interamericano de Desarrollo, Organización Internacional del Café, con sede en Londres, Organización de Naciones Unidas, Comisión Económica para América Latina y Sistema Económico Latinoamericano; University College, y la Graduate School of Public and International Affairs de la Universidad de Pittsburgh.



Desarrollo

Se entiende como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Para ello se utilizarían tecnologías que no se encuentran en contradicción con los elementos culturales de los grupos involucrados. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político. La esfera de poder, dentro del contexto social se hace necesaria como forma organizativa y de cohesión legítima, legal y funcional dentro de grupos sociales y como instancia de toma de decisiones entre individuos.


Un sentido con mayor aplicabilidad y concreción en la definición de desarrollo establecería que el mismo está caracterizado por condiciones en las cuales los bienes y servicios se encuentran crecientemente al alcance de los grupos sociales que conforman la sociedad.

Esta característica implicaría una mayor integración social y económica dentro de las sociedades, y por ello se disminuiría la existencia de grupos viviendo en condiciones de marginalidad.

Por otra parte el desarrollo establecería una condición de acceso a los servicios sociales y a la participación social activa. En el primero de los casos se hace referencia a los sistemas de educación, y a la satisfacción de las necesidades de sobrevivencia en términos de alimento, vivienda, vestido, salud y seguridad. En el caso de la participación social activa se refiere a la capacidad del individuo y de las instituciones sociales a garantizar que las agrupaciones de poder sean instancias de intermediación entre los sujetos y actores en la toma de decisiones.


De conformidad con los conceptos dados a conocer como fundacionales en términos del desarrollo por la Organización de Naciones Unidas -ONU-, en su Informe Anual de Desarrollo Humano de 1990, se tiene que el desarrollo en general es básicamente un proceso de vida que permite contar con alternativas u opciones de selección para las personas. Las aspiraciones de las personas pueden ser muchas, pero fundamentalmente se refieren a tres: (a) la búsqueda de conocimientos; (b) la posibilidad de tener una vida prolongada y saludable; y (c) tener acceso a los recursos que permitan un aceptable nivel de vida. Es a partir de estas tres finalidades que se derivan muchas otras.

Uno de las principales características de los conceptos de la ONU es la reafirmación que las medidas macroeconómicas centradas en aspectos de producción y su relación con las poblaciones -caso de ingreso per capita-, tienen limitaciones. Entre estas limitantes se encuentra la evidencia de que el desarrollo si bien es cierto implica la posesión económica hasta cierto nivel, no se reduce sólo al aspecto de riqueza. Se hace énfasis en que el desarrollo humano incluye dos facetas complementarias. Una de ellas es la formación de las capacidades humanas. La otra, que esas capacidades puedan ser ejercidas en las diferentes esferas de la vida: económica, social, cultural o política.

Fuente:

Giovanni E. Reyes, Ph.D.

Comercio y Desarrollo: Bases Conceptuales y Enfoque para América Latina y el Caribe

Comercio y Desarrollo: Bases Conceptuales y Enfoque para América Latina y el Caribe

Autor: Giovanni E. Reyes, Ph.D.*


La finalidad fundamental de este artículo es presentar una síntesis de elementos teóricos sobre comercio internacional y desarrollo. Dadas las limitaciones propias de un artículo de esta naturaleza, se incluyeron únicamente los aspectos principales. Se tuvo en mente una perspectiva actualizada y que fuese útil para las condiciones de América Latina y el Caribe (ALC).

Los países definen y desarrollan sus políticas comerciales teniendo en cuenta elementos de criterio entre los que se incluyen procesos de regionalización e integración. En las actuales condiciones para las economías de ALC y considerando escenarios del futuro previsible, una de las recomendaciones de política más sobresalientes está relacionada con la integración y la coordinación de posiciones entre y dentro de países.

*Giovanni E. Reyes es Doctor en Economía para el Desarrollo / Relaciones Internacionales de la Universidad de Pittsburgh, y certificados de post grado de Pennsylvania y Harvard. Actual Director de Desarrollo y Cooperación Regional del SELA.



Los cambios en los modelos económicos

Son muchos los intentos que desde el origen de la economía como ciencia han intentado conciliar los aspectos sociales, éticos y anímicos humanos con la necesidad imperiosa de producir y crecer económicamente.





No tenemos que olvidar que una de las definiciones más aceptadas sobre la economía es que constituye una ciencia que analiza el comportamiento humano como una relación entre fines dados y medios escasos que tienen usos alternativos. Por ello siempre es positivo y saludable analizar y cuestionarse si nuestra forma de abordar este difícil cometido es la más correcta.

Los modelos económicos impuestos y desarrollados en cada época no han podido refutarse o convalidarse mediante experimentos en laboratorio controlados a priori, sino que su caldo de cultivo ha sido la sociedad misma, con sus unidades productivas como elementos integrantes, y sus unidades organizadoras e inversoras como los “científicos”, que alteran, modifican o sustituyen los diversos sistemas económicos de cada momento histórico.



El problema de todo esto es que siempre es una gran mayoría de la humanidad la que paga los errores en la asignación de recursos, la organización de las unidades productivas, y reparto de los beneficios de la producción y el comercio por parte de los grandes inversores.

Son muchos los experimentos social-económicos que se han promovido e intentado establecer sobre todo en el siglo XIX y XX. Unos para mejorar las condiciones sociales y económicas de la sociedad en su conjunto, y otros para potenciar el papel de grupos de poder o lobbys concretos en la economía mundial. Pero no hay duda que toda sociedad sana y responsable debería debatir y discutir el modelo económico más adecuado a sus expectativas y a su modelo de desarrollo.

Esto por desgracia no ocurre, ya que la sociedad no es un órgano consultivo en estos temas para los gobiernos nacionales e internacionales, ni para las grandes multinacionales. Estas extienden su modelo de globalización neoliberalista donde algunos individuos o supraentidades internacionales propugnan el libre mercado feroz, donde la formula de “tanto tienes tanto vales” se hace valer frente a la iniciativa personal y las limitaciones estatales o supraestatales, tan necesarias para los ámbitos sociales básicos como la educación, la sanidad o el empleo.



Podríamos señalar que tradicionalmente, existen dos modelos puros en la economía: el centralizado o el descentralizado.

El modelo centralizado consiste en dejar un órgano central que tome las decisiones económicas que permitirán producir bienes y servicios. Este órgano decidirá qué bienes producir, a quién y cómo distribuirlos, cuánto asignar a cada persona, etc.. En este sistema la iniciativa personal y la propiedad privada se dejan al lado por lo que la motivación decrece en el ámbito económico.

El sistema descentralizado consiste en dar prioridad a los individuos en el desarrollo de la economía. Cada individuo decide la actividad que quiere realizar ya sea en la producción, comercialización o en la distribución.. El sistema descentralizado establece como normas de funcionamiento el respeto a la propiedad privada y la libre competencia. En la implantación de estos sistemas siempre se producen diferencias irreconciliables entre los productores y los inversores, que a la larga provocan conflictos y grandes diferencias sociales.

Dentro de estos dos grandes modelos han ido apareciendo variaciones influenciadas por los momentos históricos en las que han estado enmarcadas. Una de las más destacadas han sido los sistemas económicos libertarios que se practican, hasta ahora a pequeña o mediana escala. El objetivo en común es la autogestión y por ende la libertad y autodeterminación económica que es una de las partes fundamentales de la vida humana.

Ejemplos de estos sistemas económicos libertarios son el mutualismo donde la base está en la asociación de consumidores y productores, con un precio derivado del costo de producción y suprimiendo el lucro. A cada cual según su trabajo sería su lema.

O el colectivismo que propugna la propiedad colectiva de los medios de producción, pero el valor del trabajo debe distribuirse en proporción al trabajo y a su calidad. O la economía ecológica que asume una relación inherente entre la salud de los ecosistemas y la de los seres humanos.

Estos ejemplos fueron hijos de su época y necesidad, concretándose en proyectos renombrados como La Tienda de tiempo de Cincinnati que fue el primer experimento mutualista. En la tienda, los consumidores podían comprar bienes con notas de trabajo que representaban un convenio para desempeñar un trabajo; o como Tiempos Modernos que fue una colonia que estaba basada en la idea de la "soberanía del individuo" y la "responsabilidad individual".

Sin duda, en estos momentos no existe la misma estructura y coyuntura social, económica ni política que en las décadas y siglos pasados por lo que las soluciones o propuestas económicas alternativas tienen que ser distintas y adaptadas a la realidad social actual. Estas soluciones deberían adoptar tres pautas esenciales para afrontar con alguna garantía de éxito: mayor especialización, mayor codependencia y mayor potencialidad de adaptación.

Mayor especialización implicará poder competir con garantías de éxito en el mercado tan atomizado que ahora mismo se desarrolla en la economía globalizada gracias a la disminución de la competencia que conlleva. Mayor codependencia y sinergia entre las unidades económicas locales especializadas para poder crear una red de apoyo que permita un crecimiento común y constituya una base alternativa comercial.

Estos dos factores lograrán un mayor coeficiente de adaptación y evolución de estos modelos económicos alternativos locales que facilitarán su supervivencia y consolidación en los mercados.

Pedro González Chapinal

pgchapinal@segundaformacion.com

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La importancia del desarrollo local en el mundo globalizado

Uno de los grandes retos para la sociedad y la economía de este nuevo siglo va a ser, sin duda, el impulsar el crecimiento y desarrollo de las estructuras sociales y económicas de ámbito local, frente al cada vez más caótico sistema globalizado que pugna por consolidarse.


La globalización es un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en un único mercado capitalista mundial. Los modos de producción y de movimientos de capitales se configuran a escala global, mientras los gobiernos y movimientos sociales van perdiendo atribuciones y capacidades.

Este proceso, como se puede apreciar en la actualidad, genera perjuicios y desigualdades a la sociedad en su conjunto porque este nuevo modelo, que podríamos llamar “capitalismo real globalizado”, se opone a la abstracción clásica del modelo capitalista en el que reinaría el mercado libre, y la competencia perfecta impondría orden, evitaría abusos y aseguraría la eficiencia en la asignación de recursos.

Los mercados están secuestrados por los monopolios, por lo que las pequeñas y medianas empresas, generadoras tradicionalmente de empleos de calidad al utilizar mayor inversión en mano de obra que en capital como las multinacionales, se ven obligadas a abandonar este mercado desvirtuado. Por ende, las institucionales políticas, sociales o económicas locales tienen menos peso real en las decisiones de sus integrantes, motivo por el cual por no pueden articular mecanismos de defensa que les protejan.


Otros de los efectos que ya empezamos a notar de estos mercados capitalitas globales son los movimientos migratorios a los que la pobreza y las guerras impulsan a abandonar sus zonas de origen para sobrevivir, con el reclamo constante del consumismo feroz anunciado por los medios globales a cada momento. Los niveles de vida en muchos países del mundo son demasiado bajos para satisfacer las necesidades básicas de una vida digna, a la que todos los seres humanos (se nos dice constantemente) tenemos derecho.

Es indudable que la construcción de mercados globales corresponde a los intereses de las empresas globales que están minando la soberanía de los países en cuanto a decisiones económicas, políticas y sociales, ¿pero qué se puede hacer?



En primer lugar, la sociedad en su conjunto debe articular mecanismos de control que no permitan la destrucción masiva de capital de trabajo, de las materias primas planetarias, ni la influencia de multinacionales dentro del orden social y político mundial o la primacía de la propiedad privada sobre los derechos y libertades de la población mundial.

Pero aún más importante es saber adaptar las instituciones y las empresas a esta nueva realidad del mundo globalizado aparecido gracias al desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento. Es necesario que los entes políticos presten ayuda a todos los agentes sociales y económicos locales con el fin de procurarles las mínimas condiciones necesarias que aseguren su funcionamiento y estabilidad, pero este punto, a todas luces, es muy difícil ya que los órganos de decisión políticos van a estar supeditados al poder de las multinacionales.

Si este desarrollo local a todos los niveles no es promovido por las instituciones públicas y políticas, tendrá que serlo por la iniciativa privada. Son cada vez más las entidades u organizaciones que lanzan iniciativas en este sentido, promoviendo, apoyando, financiando o tutelando proyectos en lo social y económico.

Este es un punto esperanzador, ya que si todo sistema tiende a solucionar sus conflictos para alcanzar el equilibrio necesario para funcionar con eficacia, este “capitalismo real globalizado” puede corregirse o adaptarse gracias a sus integrantes que al fin y al cabo somos nosotros.

Es necesaria, por lo tanto, la aparición de promotores capaces de prestar ayuda real a la sociedad a la hora de crear iniciativas empresariales, proyectos sociales, movimientos políticos, etc.

Igual que son legión las organizaciones que apoyan a las multinacionales en cuanto al logro de sus objetivos económicos apoyándoles en sus campañas publicitarias, en sus aspectos legales y mercantiles o en la gestión de sus negocios, igual debería existir apoyo para todos aquellos proyectos locales que aseguran un desarrollo sostenible y exitoso mediante la aparición de empresas o iniciativas que logren dar apoyo y herramientas para competir y consolidarse en los nuevos mercados.

Pedro González Chapinal

sf@segundaformacion.com

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Análisis de los Cambios de las Bases Teórico-Metodológicas de la Planificación del Desarrollo

El presente artículo considera como hipótesis esencial que las exigencias del nuevo Paradigma Técnico Económico, (PTE) han provocado cambios en las bases teórico-metodológicas de la planificación del desarrollo. Esto se demuestra en el análisis que se realiza en el estudio de los rasgos de la planificación del desarrollo tradicional, las perspectivas múltiples del enfoque de la planificación para el desarrollo y la nueva concepción de la planificación del desarrollo.



Autores: MSc. Santos Pineda Zamora (miembro del Centro de Estudio de Dirección Empresarial y Territorial (CECET)

Dra. Ana de Dios Martínez Decana de la Facultad de Economía y Directora de un proyecto de investigación del Centro de Estudios de Dirección Empresarial y Territorial (CECET) de la Facultad de Economía de la Universidad de Camagüey, Cuba.

E-mail: santos.pineda@reduc.edu.cu , ana.dedios@reduc.edu.cu

País : Cuba



Fecha : octubre de 2006

Resumen:

El presente artículo considera como hipótesis esencial que las exigencias del nuevo Paradigma Técnico Económico, (PTE) han provocado cambios en las bases teórico-metodológicas de la planificación del desarrollo. Esto se demuestra en el análisis que se realiza en el estudio de los rasgos de la planificación del desarrollo tradicional, las perspectivas múltiples del enfoque de la planificación para el desarrollo y la nueva concepción de la planificación del desarrollo.



Palabras claves: Paradigma Técnico Económico, planificación, desarrollo.

 

Abstract.

This article considers as essential hypothesis that the demands of the new Technical-economic Paradigm have brought about changes in the theoretical-methodological basis of the development planification. This shows the analysis we make when studying the characteristics of the planification of the traditional development, the perspectives of the planification approach for development and the new conception of planification for development.

Keyword: Technical-economic Paradigm , planification, development.


Introducción.

La planificación como todo proceso ha evolucionado junto con los cambios que se van operando, dictados por el fuerte desarrollo de las Fuerzas Productivas (FP), que implica un cambio paulatino de las relaciones sociales de producción.

Por tanto, está en el centro mismo del debate científico, cómo adaptarse a las nuevas exigencias del nuevo Paradigma Técnico Económico, (PTE) y como este proceso es reflejo de los cambios ocurridos en las bases teórico-metodológicas de la planificación del desarrollo.

Esta situación es generadora de nuevas condiciones histórico-concretas y exige de la comunidad científica y de la sociedad nuevas percepciones acerca del papel que debe asumir el proceso de planificación del desarrollo en su aspecto teórico-metodológico.

En esta investigación no se pretende realizar un tratado teórico, acerca de las diferencias de criterios dados al concepto de metodología, pero se asume la concepción dada por Georgui Rudenko en la cual plantea que la metodología se examina en dos sentidos:

Primero : como teoría sobre el método de intelección científica del mundo o como teoría sobre el método, modo de investigación.

Segundo : como conjunto de procedimientos, métodos de investigación aplicados en cualquier ciencia.

Desde este segundo punto de vista acerca del vocablo metodología es que se plantea en esta investigación analizar los cambios de las bases teórico- metodológicas de la planificación del desarrollo.

Esto se demuestra cuando se realiza un estudio de los rasgos de la planificación del desarrollo tradicional, las perspectivas múltiples del enfoque de la planificación para el desarrollo y la nueva concepción de la planificación del desarrollo.

•  Rasgos del proceso de planificación del desarrollo tradicional.

Los métodos y técnicas de la planificación, se remontan a la práctica panificadora de los países socialistas y especialmente a la extinta URSS en la década del 20, esta experiencia fue posteriormente ampliamente utilizada en Europa Occidental (Francia, Holanda y países Nórdicos), en los años 50 en América Latina y en Cuba con posterioridad al triunfo de la Revolución.

Es así como se generaliza en casi todo los países la elaboración del plan, concebido como un documento de carácter global y totalizador que tenía la finalidad de servir de marco de referencia para orientar y controlar la trayectoria de las diversas variables a lo largo del periodo de planificación ., es así como el plan se convertía en el elemento básico, inicial y central del proceso de planificación.

Los métodos y técnicas de planificación, también se trasladaban a otros países; el método de planificación por etapas, modelos macroeconómicos, técnicas de insumo producto para la disgregación sectorial del plan, etc., basados en la escuela de Tinbergen y en la teoría de W. Leontieff (premio Nóbel de Economía 1973)

Es así como se generalizó este tipo de planificación y como se convirtió en una práctica por los organismos de planificación y se materializó en la preparación de planes formales de desarrollo y en instancias de decisión dentro de un orden jerárquico y cronológico.

En particular en América Latina, la aceptación generalizada, a escala oficial, de la planificación como instrumento para promover el desarrollo, aparece estrechamente vinculada a las resoluciones de la Conferencia de Punta del Este en 1961.

Los planificadores de esta etapa se encontraban vinculados con una corriente de pensamiento económico Latinoamericano, el Estructuralismo (CEPAL) que postulaba la realización de transformaciones en la estructura socioeconómica de estos países que atravesaban por una difícil situación económica, social y política.

Los rasgos de la ortodoxia de la planificación fueron los siguientes:

Voluntarismo utópico: que se expresó en la orientación y el contenido de los planes, en el hecho que los planificadores tendieron a anteponer su ideología a la del grupo social que tenía el control efectivo de los procesos de toma de decisiones a partir de las aspiraciones de los representantes del modelo desarrollista de la (CEPAL).

Es así como la figura del planificador se idealiza, en tanto se consideraba como agente de cambio social y se le suponía dotado de cierta autonomía para actuar y de esta forma, la concepción de la planificación tendió a olvidar que las decisiones sobre la orientación y el contenido de los procesos reales de planificación son independientes de la ideología de los planificadores, todo lo que emanó de un análisis abstracto al dejar a un lado la consideración de los condicionamientos históricos estructurales y el papel que desempeña la ideología de los grupos sociales que intervienen en ellos.

En la actualidad muchos especialistas llaman la atención sobre el carácter reformista y esencialmente político de la planificación a fin de desmitificarla La planificación según Carlos de Mattos tiene que desenvolverse en los límites que imponen las condiciones económicas, sociales y políticas de cada realidad, y solamente dentro de ellas ", El alcance, y la naturaleza de la planificación dependen de las relaciones de propiedad imperantes "... la planificación es un proceso que comienza y termina en el ámbito de las relaciones y estructuras de poder (O. lamí, 1971)

Excesivo reduccionismo economicista: Los sistemas nacionales se observaban, describían y explicaban casi exclusivamente a través de su dimensión económica, de igual forma se encaraba esencialmente con instrumentos de política económica lo que se sustentaba teóricamente en una gran proliferación de definiciones de planificación económica, dejándose a un lado los estudios de la gravitación que en los procesos concretos tenían la escasez de recursos políticos, de conocimiento, de información.

Este reduccionismo economicista llevo a soslayar el alcance y la magnitud del conflicto social, derivado de la dispersión ideológica y de poder que caracterizaba la situación socio-política de estos países, lo que impidió el análisis de la vialidad política de los planes.

Formalismo: Se expresó en el uso del método de planificación por etapas, que culminaba en la elaboración de un plan económico global elaborado ex-antes y era referido a la actividad económica en su conjunto (incluyendo a todos los sectores de la economía), basándose en la creencia que era posible imprimir al sistema económico el comportamiento asignado por el plan

Estos planes muy sensatos desde el punto de vista técnico, restaron efectividad a la planificación por las siguientes razones:

• El plan resultó un instrumento excesivamente rígido e Inflexible ante la situación altamente inestable y cambiante de las economías, (la vulnerabilidad externa), lo que hace cambiar radicalmente la situación de un país, si cambia el comportamiento de las variables. La incertidumbre es una característica que junto con la complejidad, se acentúan con el tiempo, en los procesos de crecimiento y desarrollo que enfrentan los países y demandan respuestas igualmente complejas desde el punto de vista de la planificación.

• El plan presupone la hipótesis implícita de permanencia y validez a mediano plazo de metas, del comportamiento de distintas variables y de las medidas de política económica propuestas.

Es así como la imagen-objetivo que los planificadores adoptaban como base de los planes, no eran compatibles con las condiciones económicas, sociales y políticas del momento, por su falta de realismo social y político (perspectiva limitada sobre el papel de los agentes económicos), por su enfoque economicista, que no preveía el condicionamiento social, estos planes dejaron de adoptarse al generarse distancias, casi siempre, insalvables entre el proceso técnico del plan y el proceso real de toma de decisiones.

Los ejercicios globales de planificación fracasaron en la etapa de crisis general del capitalismo, (década del 70) sobre todo en los países de economías mixtas, debido a que la toma de decisiones se da en el contexto del pluralismo político.

Este tipo de planificación, predominante desde la post guerra, tanto en los países industrializados como en los menos desarrollados, es clasificada por Harold Linstone como tradicional o técnica (T), y para ello utilizó la metodología de análisis basada en la ciencia y la tecnología, y determinó que la planificación presenta un enfoque múltiple que pasa de ser un proceso Técnico, a uno Organizativo Societal (O/S) y Personal (P). El autor está llamando la atención sobre la necesidad de considerar la planificación del desarrollo como un sistema complejo desde diferentes perspectivas y del papel insuficiente de la perspectiva técnica y la necesidad de una ejecución eficaz a través de la (O/S) y (P).

La perspectiva (O/S), está basada en una visión del mundo, donde la infraestructura social, sus actores e instituciones, y sus valores éticos, son esenciales para explicar los procesos de estabilidad y cambio social, presta más atención a armonizar el cambio tecnológico con el cambio social, el tiempo más que tecnológico, es social.

Este autor no solo se enfrenta a la visión ortodoxa de la tecnología (concepción heredada o tradicional de la ciencia y la tecnología ), sino que apunta hacia la necesidad de rebasar el reduccionismo que ha caracterizado a la planificación para el desarrollo en casi todos los países del mundo.»

De lo que se trata, no es solo de enfocar la planificación desde estas perspectivas (que pueden ser muy útiles para evaluar un sistema complejo), sino de demostrar que todo proceso de planificación del desarrollo, tiene que rebasar el enfoque puramente técnico.

Análisis posteriores, permitirán evaluar los cambios tanto en los procedimientos de planificación, como en los paradigmas que hoy la sustentan, y arribar entonces a la demostración afirmativa de que las bases teórico-metodológicas de la planificación han suscitado cambios radicales.

•  Perspectivas múltiples del enfoque de la planificación del desarrollo.

Un balance interpretativo de la evolución de la planificación, conduce inevitablemente a considerar que la planificación es un proceso de perspectivas múltiples en concordancia con lo que plantea ( Harold Linstone) y que emerge con mayor claridad ante la creciente complejidad e incertidumbre de los procesos de cambio y desarrollo en países y regiones, dado las exigencias del nuevo PTE, los cuales ejercen una presión sobre los enfoques e instrumentos tradicionales de la planificación empresarial y territorial e inducen a su adecuación ante los cambios actuales y futuros.

Teniendo en cuenta los nuevos enfoques y tendencias que se están produciendo en la práctica de la planificación, se considera que además de la perspectiva técnica, organizacional, societal y personal la planificación debe ser considerada como un proceso de perspectivas múltiples, es decir, más integrado. Así lo plantea (Martínez Ana de Dios, 2003): en su tesis doctoral de economía plantea que planificación es un proceso de perspectivas múltiples: participativo, de cambios estructurales, estratégicos y prospectivos.

La planificación como proceso Participativo.

La planificación, ya sea empresarial o territorial, se mueve en el marco definido por el sistema económico, teniendo que desenvolverse en los límites que imponen las condiciones económicas, sociales y políticas de cada realidad.

El proceso de planificación empresarial o territorial se da en los límites que imponen las relaciones de propiedad y supone tener en cuenta los procesos reales del desarrollo, su carácter contradictorio, los sujetos del proceso social y sus contradicciones, las instituciones y las organizaciones, lo que implica, además, que se involucren los actores que permitan poner en marcha o acelerar los procesos conducentes a los objetivos planteados y la participación directa de la alta dirección en la formulación de las estrategias.

De ahí que la planificación sea un proceso participativo, de negociación y compromiso. Tanto los objetivos que se adopten en este proceso, como las medidas que se tomen para alcanzarlos, son resultado de la interrelación entre los diversos actores, organizaciones, instituciones.

La planificación como proceso de cambios estructurales

Todo proceso de desarrollo implica determinados cambios estructurales que tienen que darse para que este se produzca (Todaro, 1989; Van Arkadie, 1986). Desde esta perspectiva, la planificación en sus términos esenciales puede percibirse como un proceso que intenta producir una determinada modificación preestablecida en la estructura del sistema empresarial o territorial.

Así expuesto el problema, la planificación se presenta como, un proceso conducente a cambios estructurales, la antítesis de un futuro indiferente, una vía hacia el desarrollo. Tal afirmación tiene repercusiones metodológicas al introducirse la necesidad del estudio de la estructura actual del sistema ya sea empresarial, territorial y del futuro: el diseño de la visión, la formulación de pronósticos , el uso de escenarios , con el delimitado propósito de monitorear la variable tecnológica, que luego permitirá a los decidores trazar políticas estructurales a favor del desarrollo tecnológico, aspectos sobre el que han insistido varios autores desde la década del 80 hasta la actualidad (Ingelstan, 1980; de Mattos, 1986; Godet, 1994; Rodríguez, 2000).

La planificación estratégica y prospectiva

La planificación estratégica representa un progreso importante en relación con los intentos anteriores de planificación a largo plazo, pues introduce un análisis sistemático del entorno, dentro del diagnóstico estratégico; un esfuerzo para generar varias alternativas estratégicas

Las decisiones vinculadas a la planificación territorial enfrentan dos características asociadas a los sistemas y a su entorno que se han acentuado en la actualidad: la complejidad y la incertidumbre. Estas ejercen una presión sobre los enfoques e instrumentos tradicionales de la planificación y exigen su adecuación a los cambios crecientes del entorno.

Existe un consenso, respecto a que el desarrollo es un fenómeno complejo e incierto. Y que la incertidumbre se ha convertido en una faceta estructural del entorno socio-económico, y no en una desviación ocasional, respecto a una previsión, por tanto, es obvio que la previsión vista como extrapolación, es una técnica no del todo conveniente para explicar los cambios que pueden producirse y se requieren de herramientas más flexibles como la prospectiva .

La primera característica supone el uso de métodos de programación, enfoques sistémicos, etc.; la segunda requiere, además, la introducción del análisis aleatorio (decisiones aleatorias) y por tanto de la estrategia, que aparece en este caso, como una modalidad reactiva de acción, al establecer un conjunto de decisiones alternativas que definen las acciones a llevar a cabo en función de las circunstancias actuales y futuras que puedan presentarse, permitiendo que el sistema se mantenga en equilibrio con el entorno.

La prospectiva admite que el futuro es múltiple y no determinista, pero que aún cuando el azar y las propias limitaciones de los sistemas influyan sobre él, la confrontación de los diferentes actores y de sus proyectos, se convierte en un factor que influirá determinantemente el futuro al cual nos enfrentaremos.

Asumir la planificación desde estas perspectivas implica, entre otros aspectos, un análisis estructural del sistema ya sea empresarial o territorial objeto de estudio y el análisis de redes de actores para establecer sus relaciones y conformar sus estrategias.

Por tanto de este análisis se deduce que la planificación a entrado a un nuevo umbral en su desarrollo y asume una nueva concepción en relación con el último enfoque que plantea (Martínez, Ana de Dios, 2003) que la planificación es estratégica y prospectiva.

•  La nueva concepción de la planificación del desarrollo.

En los años 70 comienza a perfilarse en América Latina una nueva modalidad de planificación del desarrollo que difiere de la establecida por la ortodoxia imperante durante la década del 60 y hasta mediados del 70, el nuevo procedimiento de planificación, renuncia al plan como hilo conductor del proceso, en su lugar se establecen las estrategias que en la práctica empresarial habían alcanzado cierto nivel de desarrollo.

Esta modalidad se fue definiendo en la praxis al hacer frente a situaciones concretas que así lo exigían. Este nuevo modelo de planificación es el resultado del concepto, de que para salir de una situación indeseada en camino a una situación deseada se requiere necesariamente de un amplío conjunto de medidas de política económica que con dificultad podrían ser previstas desde el año cero.

En este proceso de planificación la estrategia tiende a convertirse en el elemento clave del mismo, ubicándose como marco general (hilo conductor) que permite asegurar la coherencia y continuidad de la política económica.

La estrategia constituye la base y la guía de la política económica que se adopte durante el periodo de planificación. Como forma selectiva de pensamiento ella encara los problemas que son prioritarios, estructuralmente definitorios para el crecimiento y desarrollo de un país, una región, etc.

El plan estratégico, por su metodología, es para la Administración local mucho más amplio, consistente y realizable que el proceso de planificación a largo plazo que asume las tendencias vigentes. Por otro lado, el plan estratégico de un territorio se decanta por la situación más deseable entre todas las posibles y en especial diseña la estrategia para gestionar el cambio.

En un proceso de planificación estratégica de un territorio es importante por parte de las instituciones u organismos rectores de este proceso, iniciar la planificación estratégica teniendo presente dos razones: la primera adelantarse al proceso de reflexión estratégica que se lleva a cabo en la región y poder ejercer el liderazgo en el mismo; segunda, debe dar respuesta a las siguientes interrogantes ¿ por qué es necesario adaptar la organización del territorio a las transformaciones previstas en el plan, a la realización de los objetivos que se propone? ¿Por qué la organización en su conjunto debe seguir los cambios en las relaciones, y en especial las relaciones de colaboración, que se establecen entre los diferentes agentes y entidades económicas y sociales y del gobierno en el proceso de elaboración del plan? Es por ello que resulta necesario analizar las:

Características específicas de la planificación estratégica

La planificación estratégica recoge de forma sistemática la evolución previsible del entorno y del análisis interno del territorio y organiza las propuestas de los diferentes estamentos y en especial, de los actores que gestionan el desarrollo en las regiones. Esta debe fijar unos objetivos válidos y fiables, pero su obtención y los medios que hay que emplear son responsabilidad de los actores que llevan este proceso. En este sentido, no impone métodos de trabajo. No es en absoluto dogmática; igual que la dirección por objetivos favorece la innovación, la gestión de los actores que propician el desarrollo.

De lo anterior expuesto seria necesario realizar un breve análisis de los conceptos asociados a los términos estrategia y planificación estratégica por su relevancia e implementación en la gestión de los territorios en la actualidad.

El término Estrategia proviene del vocablo “strategos” que inicialmente se refería al nombramiento del general en jefe del ejército. Más tarde pasó a significar “el arte del general”, es decir, las habilidades psicológicas y el carácter con los que se asumía el papel asignado. En época del Imperio Romano vino a significar habilidades administrativas en la conducción de problemas de Estado (administración, liderazgo, oratoria, poder, etc.)

Ya en tiempos de Alejandro de Macedonia (330 a.n.e) el término hacía referencia a la habilidad para aplicar la fuerza, vencer al enemigo y crear un sistema unificado de gobierno local. Es en ésta época cuando se consolida su extensión de la esfera militar a la de gobierno, incluyendo habilidades administrativas y políticas que permitieran dominar los territorios conquistados.

En la cultura japonesa el vocablo se corresponde con el de “heiho” significando “el arte del samurai”.

En el diccionario de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española se señalan como términos afines: destreza, pericia, habilidad, táctica, maniobra.

En 1962 el historiador Alfred D.Chandler definió estrategia como: la determinación de las metas y objetivos básicos de una empresa a largo plazo, las acciones a emprender y la asignación de los recursos necesarios para lograr dichas metas. Esta fórmula de Chandler es ahora reconocida como el enfoque de la estrategia inicial.

La definición de Estrategia de Chandler fue eventualmente refinada por Kenneth Adrews, H. Igor Ansoff y otros, quienes introdujeron la idea de la estrategia como un proceso. Esta idea constituyó la piedra angular del enfoque de la dirección estratégica, basado en el principio de que el diseño general de una organización puede ser descrito únicamente si el logro de los objetivos se agrega a las políticas y a la estrategia como uno de los factores claves en el proceso de dirección estratégica.

H. Mintzberg, 1978, define la estrategia:

Como plan acciones en función de objetivos: Acciones conscientes con un propósito determinado.

Como pauta de acción: maniobra para ganar al contrincante.

Como patrón: concibe no sólo qué hacer, sino también el cómo. Es un modelo de comportamiento, incluye la definición de políticas.

Como posición: es un medio para ubicar a la empresa en su entorno.

Como perspectiva: Es una abstracción que existe en la mente, una invención de mentes imaginativas. Es una perspectiva compartida.

En resumen, una estrategia es un proceso donde se establecen las decisiones, alternativas y acciones fundamentales que deberán ser introducidas en el proceso de planificación según una secuencia temporal determinada en el marco de viabilidad política y factibilidad técnica para alcanzar los objetivos definidos.

Pero, la estrategia cobra su sentido dentro de la planificación estratégica. En el ámbito empresarial esta se define como el análisis racional de las oportunidades y amenazas que presenta el entorno para la empresa, de los puntos fuertes y débiles de esta frente al entorno y la selección de un compromiso estratégico entre estos dos elementos, que mejor satisfagan las aspiraciones de los directivos en relación con la empresa.

Hasta fines de la década de los cincuenta la planificación, entendida como procedimiento idóneo para racionalizar el proceso de decisiones y acciones requeridas para la ejecución de un determinado proyecto político, no había logrado mayor aceptación oficial en una buena parte de los países latinoamericanos.

La palabra planificación tenía entonces para la mayoría de ellos una resonancia desfavorable que, en algunos casos, hasta podría llegar a ser calificada como de subversiva.

Ello se derivaba principalmente del hecho de que hasta ese momento se la identificaba con los procedimientos utilizados en la conducción del proceso soviético.

En 1961 se aceleró el proceso de creación de organismos de planificación y de elaboración de planes nacionales de desarrollo económico y social. Sin embargo, este hecho no significa que entonces se haya producido la efectiva iniciación de un conjunto de experiencias concretas de planificación del desarrollo. Este período se caracteriza por la práctica efectiva de la planificación, por una intensa dedicación a la elaboración de planes, lo que llegó a cimentar el equívoco de que planificar equivalía a preparar planes.

Ese ciclo se desenvolvió, por lo menos en sus etapas iniciales, siguiendo una ortodoxia de planificación económica de carácter normativo, que ubica la existencia de un plan escrito como centro y eje del proceso y que además, privilegiaba las dimensiones globales del sistema, sin llegar a otorgar mayor importancia a los problemas de carácter regional.

Es justamente en el ámbito de este proceso de elaboración de planes de desarrollo donde también se ubica la aparición en forma generalizada de la preocupación por los problemas regionales y encontrar caminos efectivos para enfrentarlos. Ello contribuyó a dar un vigoroso impulso a la discusión y a la utilización de diversos paradigmas, modelos y estrategias para promover el desarrollo regional.

Por tanto, la Planificación implica que los administradores piensen, a través de sus objetivos, acciones y con anticipación; que sus acciones se basen en algún método, plan o lógica, más que en una mera suposición.

Es el proceso donde se establecen las directrices apropiadas para el logro de las metas y se puede ver como la función principal de la administración.

En cambio la planificación estratégica representa un progreso importante en relación con los intentos anteriores de planificación a largo plazo, pues introduce un análisis sistemático del entorno, dentro del diagnóstico estratégico; un esfuerzo para generar varias alternativas estratégicas; y la participación directa de la alta dirección en la formulación de las estrategias.

¿Que es la panificación estratégica aplicada al territorio? La planificación estratégica trata de establecer un conjunto de objetivos a largo plazo, de una organización territorial y definir las actuaciones que permitirán alcanzar los objetivos teniendo en cuenta el comportamiento probable del entorno exterior . Adopta una misión global integrada y prospectiva de la dinámica y de los problemas de la organización territorial de que se trate. No basta, sin embargo, con diseñar un plan basado en los elementos objetivos que proporcionan el análisis de la realidad sino que es necesario tener en cuenta las intenciones y proyectos de los agentes sociales en relación con la dinámica territorial.

(Kaufman y Jacobs 1997), entienden que la planificación estratégica tiene importantes antecedentes en la literatura de la planificación, pero aceptan que existen diferencias importantes con respecto a la planificación pública tal como se ha venido analizando en las administraciones locales y regionales. Entre estas diferencias se destacan las siguientes:

La planificación estratégica es más pragmática. Está decididamente orientada a la acción, a la obtención de resultados y a la ejecución de los planes.

Procura la participación de los agentes públicos y privados en el proceso de formulación y realización del plan: la definición de los objetivos, el diseño de las acciones y su ejecución.

Pone un gran énfasis en el diagnóstico de la dinámica económica de la ciudad (o la región), en función de las relaciones que tiene con el entorno en el cual se mueve. A partir del diagnóstico define las actuaciones que mejor se adaptan al entorno, afín de definir la producción; mejorar el posicionamiento en los mercados y aumentar la tasa de beneficios.

Entiende que la comunidad local se mueve a un sistema cada vez más competitivo, por lo que concibe a la región y/o a la ciudad compitiendo en el sistema regional urbano con las demás regiones o ciudades.

Por tanto, La planificación estratégica es un método de análisis y programación que ha recibido formulaciones muy diversas en función de los problemas que las empresas y los gobiernos locales tenían que enfrentar.

Su adaptación al ámbito y planificación territorial ha sido progresiva durante la última década. En la actualidad ningún ámbito de la vida social escapa a la necesidad de aplicar el llamado pensamiento estratégico , esta necesidad ha surgido a consecuencia de que en nuestros tiempos si hay algo estable y perdurable, es la conciencia de que el mundo es inestable y que para triunfar y mantenerse en él es imprescindible anticiparse a los posibles escenarios que puedan ocurrir, creando ventajas competitivas sostenibles.

La superioridad del hombre entre sus congéneres se basa precisamente en la capacidad de anticiparse a los acontecimientos y en la voluntad de influir creando situaciones favorables a sus propósitos. Por lo que la elaboración de estrategias siempre ha estado presente en el perfeccionamiento de todas las esferas de la vida social.

La instrumentación de un Plan Estratégico para una región, implica la incorporación de un cambio en las perspectivas de esta, focalizando la atención en los problemas internos del área urbana, en las condiciones de competitividad de las economías locales y en el potencial de los recursos endógenos en los municipios y sus territorios circundantes. Contar con un plan estratégico regional implica tener un nivel de respuesta “innovador” frente a las demandas del entorno socioeconómico cambiante y de los enfoques tradicionales de planificación.

Las transformaciones a nivel local y regional se vuelven un objetivo necesario en una estrategia para la planificación del desarrollo, con fuerte competencia entre las ciudades por posicionarse en base a sus ventajas comparativas.

Aparece entonces la descentralización como estrategia de desarrollo local , la cual ofrece perspectivas por demás interesantes. La descentralización: significa aportar creatividad, agilidad y control en la utilización de los recursos, que los gobiernos locales y los directivos correspondientes, centren su atención en aquellas dimensiones sociales que resultan estratégicas, accionando en éstas con mayores iniciativas, buscando cambios cualitativos favorables en el grado de desarrollo social alcanzado este análisis amerita describir las Características principales de la planificación estratégica de ciudades y territorios.

Las características más relevantes para el desarrollo estratégico de territorios y, especialmente, para los planes estratégicos de municipios con participación activa de los sectores públicos y privados, se pueden resumir en las siguientes:

1- Es aquella que determina los objetivos estratégicos para una ciudad o un territorio. Por objetivos estratégicos se entienden aquellos que permitan a la ciudad a medio plazo (entre 4 y 8 años) conseguir una posición de competitividad económica y de calidad de vida superior a la media de las ciudades de su entorno tomadas como referencia. Como mínimo, son los que aseguran un crecimiento de las variables anteriores por encima de la media del entorno durante un período de referencia.

2- se concibe como un plan de acción. Por lo que, no es un estudio prospectivo que define las grandes variables del entorno de la ciudad y las respuestas posibles analizadas desde un punto de vista teórico. Tampoco es un estudio técnico elaborado por un equipo consultor, por prestigioso que sea, que define las acciones a emprender según el futuro previsible.

Por tanto, se trata de concertar las estrategias de las entidades y las empresas que tienen capacidad y recursos para incidir mediante su actuación sobre la evolución del territorio. Hacer propuestas dirigidas a organismos, entidades o empresas que no han participado en el plan ni se consideran implicados y que, por tanto, no harán caso, puede ser un intento interesante pero no es un plan estratégico. El plan estratégico, por esta razón, tiene que implicar a los principales agentes de decisión económica y social y, de manera especial, a la principal autoridad democrática del territorio.

3- Un plan estratégico debe tener necesariamente un apartado referido a la comunicación (en general habrá un plan específico de comunicación con los ciudadanos dentro del plan estratégico) con el fin de generar ilusión ciudadana en el proyecto y sobre todo, para constituirse teniendo en cuenta (y siendo marco de referencia) las actividades públicas y privadas. Por eso es necesario que el ciudadano, las empresas y las entidades del territorio estén como mínimo informados del conjunto y de cada una de sus etapas y actividades.

A nuestro entender, para que un plan actúe como revulsivo para poner efectivamente en marcha una ciudad o un municipio entorno a unos objetivos es necesaria una amplia participación ciudadana.

4- El diagnóstico se ha de basar en el análisis externo e interno. Externo, en cuanto a todos aquellos factores clave que influyen en el desarrollo del municipio, fuera de su control; interno, por lo que se refiere a los factores endógenos que posibilitan el crecimiento económico y la cohesión social.

Por tal razón, el análisis diagnóstico se formalizará bajo la forma del análisis DAFO. Es decir, hay que identificar plenamente las debilidades y las amenazas, y también las potencialidades y las oportunidades. Esto no excluye otras formas de realizar un diagnóstico como la implementación del análisis estructural y de redes, junto a los métodos de análisis causal.

5- El plan de ciudades y territorios debe ser un plan que tenga en cuenta los diferentes aspectos de la ciudad: económicos, sociales, culturales, educativos, asociativos, entre otros.

6- El plan estratégico debe centrarse en pocos objetivos, pero claves para poder conducir al territorio a la situación que se ha identificado como posible y deseable. Los objetivos del plan tienen que ser factibles .

Las anteriores características nos permiten realizar el razonamiento siguiente: no podemos absolutizar que un plan sectorial de servicios sociales, transporte o turismo de un territorio no pueda tener la consideración de estratégico dentro de su sector. Un plan de este tipo puede tener, efectivamente, las características que mencionamos. Pero, de la misma manera que un plan estratégico sectorial ha de tener en cuenta todas las variables importantes que influyen en el sector, un plan estratégico del territorio también tiene que preverlas todas, en la medida en que condicionen la transformación del territorio.

Eso no significa que un plan estratégico de ciudad y territorio tenga que ser una sumatoria de planes: plan económico, de servicios, de transporte, etc. En un plan de ciudad y territorio no se pueden, ni interesa, prever todas las variables específicas que van a ser valoradas en un plan estratégico sectorial.

Por tanto, lo que hace falta en un plan de ciudad o territorio es identificar desde una amplia perspectiva los factores y las variables principales que en un momento determinado y con perspectiva de futuro tienen más importancia en un territorio concreto respecto al desarrollo económico sostenido y la calidad de vida de los ciudadanos.

A manera de resumen, se puede afirmar que la planificación del desarrollo, con carácter estratégico, asume rasgos propios de la tecnología y la tecnociencia. En la nueva visión de los estudios económicos con un enfoque científico, tecnológico y social esta asume:

•  Un enfoque histórico-concreto.

•  No se caracteriza por la búsqueda abstracta e impersonal, sino contextualizada en condiciones histórico concretas, aplicándose en el contexto de la planificación la aseveración de Núñez Jover , la idea del conocimiento científico, como teorías objetivas, rigurosamente formalizadas, probadas y por elfo verdaderas, ha sido sustituida por una visión que acepta en uno y otro grado la labilidad del conocimiento y su carácter transitorio"

•  Reconsidera los conceptos de racionalidad, pues presupone, un enfoque científico de la realidad, la no linealidad, lo aleatorio, lo difuso, etc.

•  Presupone un enfoque sistémico de la realidad, dinámico, flexible.

•  Los paradigmas teórico que la sustentan, también se modifican, no pueden aplicarse de forma rígida, sobre todo, cuando muchas de ellas no incorporan lo social a su discurso o basamento, de igual forma se modifican los métodos, técnicas empleadas por la planificación, e incluso los procedimientos.

•  Renuncia a la pretendida Neutralidad Ideológica, no obstante, aun se producen intentos en la práctica, de definir idealmente los objetivos, en nombre de una sociedad y de valores abstractos, lógicamente, las estrategias definidas o diseñadas sobre esta base están destinadas al fracaso.

Conclusiones.

El escenario actual y el proceso que pugna por hacerse global: una transformación profunda, radical, de toda la estructura del proceso productivo que impactará en todos los órdenes de organización de la sociedad, específicamente en las relaciones de producción "La globalización del nuevo Paradigma Técnico Económico" se presenta como un imperativo frente a la crisis estructural del sistema capitalista y su implantación; la formación de un "sentido común" y su propagación, forman parte de las contradicciones presentes en la etapa de transición de la actual crisis. Obviamente, el costo de implantación del nuevo Paradigma Técnico Económico es alto en todas las sociedades pero más aún en aquellas ubicadas en la periferia del sistema-mundo.

Esta es la razón por la cual se concluye y se ha demostrado en la investigación que las bases metodológicas de la planificación han cambio a la luz de esto profundos cambios socio-tecnológicos en la contemporaneidad y demandan de los investigadores que asuman el proceso de planificación del desarrollo con una visión más adecuada a los cambios del entorno impulsado por el nuevo Paradigma Técnico Económico.



 

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Técnica tradicional de la planificación que supone que las tendencias actuales se mantendrán en el futuro.

Instrumento que comenzó a emplearse ampliamente en la década del 80 para explorar los problemas del desarrollo a largo plazo en muchos países. Un ejemplo de ello fue el estudio Bariloche Catastrophe or New Society por A. Herrera, 1977. En la actualidad es el principal instrumento para los estudios de prospectiva y es ampliamente utilizado en ámbito empresarial y público.

Indica la cantidad de elementos de un sistema (complejidad cuantitativa), sus potenciales interacciones o conectividades y el número de estados posible que se producen a través de esta (variedad y variabilidad).

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