La definición de desarrollo que será utilizada aquí tendrá un nivel general cuando se reconoce que la misma se basa en hacer real lo que es potencial en lo individual o bien en conglomerados sociales. Esta definición es posible aplicarla a diferentes niveles de integración en lo social, ya sea en individuos, familias, grupos, regiones dentro de un país, paises en particular o regiones internacionales. Para el caso de este documento la referencia que se hará es hacia el desarrollo latinoamericano y las relaciones comerciales.
En términos más específicos se entenderá como desarrollo, la condición de vida de una sociedad en la cual las necesidades auténticas de los grupos y/o individuos se satisfacen mediante la utilización racional, es decir sostenida, de los recursos y los sistemas naturales. Para ello se utilizarían tecnologías que no se encuentran en contradicción con los elementos culturales de los grupos involucrados. Este concepto integra elementos económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político. La esfera de poder, dentro del contexto social se hace necesaria como forma organizativa y de cohesión legítima, legal y funcional dentro de grupos sociales y como instancia de toma de decisiones entre individuos.
Un sentido con mayor aplicabilidad y concreción en la definición de desarrollo establecería que el mismo está caracterizado por condiciones en las cuales los bienes y servicios se encuentran crecientemente al alcance de los grupos sociales que conforman la sociedad. Esta característica implicaría una mayor integración social y económica dentro de las sociedades, y por ello se disminuiría la existencia de grupos viviendo en condiciones de marginalidad.
Por otra parte el desarrollo establecería una condición de acceso a los servicios sociales y a la participación social activa. En el primero de los casos se hace referencia a los sistemas de educación, y a la satisfacción de las necesidades de sobrevivencia en términos de alimento, vivienda, vestido, salud y seguridad. En el caso de la participación social activa se refiere a la capacidad del individuo y de las instituciones sociales a garantizar que las agrupaciones de poder sean instancias de intermediación entre los sujetos y actores en la toma de decisiones.
De conformidad con los conceptos dados a conocer como fundacionales en términos del desarrollo por la Organización de Naciones Unidas -ONU-, en su Informe Anual de Desarrollo Humano de 1990, se tiene que el desarrollo en general es basicamente un proceso de vida que permite contar con alternativas u opciones de selección para las personas. Las aspiraciones de las personas pueden ser muchas, pero fundamentalmente se refieren a tres: (a) la búsqueda de conocimientos; (b) la posibilidad de tener una vida prolongada y saludable; y (c) tener acceso a los recursos que permitan un aceptable nivel de vida. Es a partir de estas tres finalidades que se derivan muchas otras.
Uno de las principales características de los conceptos de la ONU es la reafirmación que las medidas macroeconómicas centradas en aspectos de producción y su relación con las poblaciones -caso de ingreso per capita-, tienen limitaciones. Entre estas limitantes se encuentra la evidencia de que el desarrollo si bien es cierto implica la posesión económica hasta cierto nivel, no se reduce sólo al aspecto de riqueza. Se hace énfasis en que el desarrollo humano incluye dos facetas complementarias. Una de ellas es la formación de las capacidades humanas. La otra, que esas capacidades puedan ser ejercidas en las diferentes esferas de la vida: económica, social, cultural o política.
Por otra parte, en términos de crecimiento económico, uno de los fundamentos en que se basa el aumento de producción y los patrones de acumulación de capital de los países más avanzados, es la capacidad de desarrollar nuevas líneas de producción y nuevas especializaciones. Es decir, que promueven y fortalecen, además de una ventaja comparativa, una ventaja competitiva. En un contexto dinámico, las ventajas comparativas son resultado de una política previamente diseñada y adaptada a condiciones nacionales y globales específicas. Estas aparecen ser las bases que promovieron y fortalecieron los países desarrollados con el impulso al sector manufacturero y de alta tecnología. Estos son también componentes claves en la interpretación del surgimiento y reforzamiento de los sectores productores de alto valor agregado en naciones de reciente industrialización.
Uno de los postulados fundamentales más conocidos es la ley de ventajas comparativas. De conformidad con la misma, aunque una nación posea la ventaja absoluta en la producción, por ejemplo de dos bienes, no necesariamente tendrá la ventaja comparativa. De esa cuenta, el libre comercio puede rendir beneficios para ambas. Un ejemplo: supongamos que una nación (A) con mayor nivel de industrialización necesita 20 horas para producir un auto y 1 hora para producir una camisa. Otra nación (B), en contraste, requiere 200 horas para producir un auto y 4 horas para producir una camisa.
Si no existen relaciones comerciales entre las naciones A y B, la nación A requerirá de 20 camisas para completar el “valor” de un auto, y cada camisa tendrá el equivalente en “costo” de 1/20 autos. En la nación B, el “costo” de cada auto será de 50 camisas y cada camisa tendrá el “costo” de 1/50 autos. La Tabla 1 ilustra estas condiciones.
Tabla 1
Ley de Ventajas Comparativas: Una Ilustración
País | Producción Autos (hrs) | Producción Camisas (hrs) | “costo” 1 auto | “costo” 1 camisa |
A | 20 | 1 | 20 camisas | 1/20 auto |
B | 200 | 4 | 50 camisas | 1/50 auto |
Si no existe comercio en las condiciones expuestas de los países o naciones A y B, ambas sociedades desaprovechan una mejor utilización de sus recursos. Por ejemplo, B en lugar de gastar 50 camisas por un auto, puede adquirir un vehículo por el equivalente de 20 camisas, si lo compra a A. Complementariamente, A en lugar de retribuir a la industria de camisas con 1/20 de auto dentro de su propio país, puede dar 1/50 de vehículo por cada camisa, si lo adquiere en B.
De manera que aunque A presenta la ventaja absoluta en la producción de ambos bienes, no tiene la ventaja comparativa en ambos. El llevar a cabo prácticas de libre comercio auténtico, haría que los recursos fuesen mejor asignados: A tendría beneficios comprando camisas en B, y B se beneficiaría comprando autos en el país A.
Además de la ley de las ventajas comparativas, otro postulado teórico en función del comercio, es el teorema de Heckscher-Ohlin. El mismo tiene como argumento central el hecho de que un país exporta los bienes que puede producir a un costo determinado, en términos monetarios inferiores al resto del mundo. Estos costos dependen de los precios relativos de los factores de producción y estos precios dependen a su vez, de la abundancia relativa de ese factor de producción en el país. De conformidad con este teorema, un país exportará los bienes para cuya producción se utilizan intensamente los recursos relativamente abundantes en ese país e importará productos que utilizan con intensidad de factores que son escasos.
Otro de los aportes conceptuales es la aplicación del postulado Heckscher-Ohlin utilizada por Krueger en 1977. Esta adaptación del modelo se refería a la situación de países que se agrupan mediante integración comercial y los cuales tienen una mayor dotación de mano de obra por unidad de capital que la existente en el resto del mundo. De acuerdo a esta adaptación el proceso de integración tenderá a aumentar la producción de bienes más intensos de capital en el comercio intrarregional, que los bienes de exportación a terceras naciones. Tanto la adaptación de Krueger como las modalidades de promoción y fortalecimiento de ventajas competitivas, son planteamientos que nos ayudan a comprender más el vínculo entre comercio y desarrollo, y la formulación de políticas comerciales a nivel nacional.
Otro aporte conceptual, acerca del comercio y el desarrollo, es el que se refiere al teorema de Stolper-Samuelson. Este planteamiento indica que cuando se hace una comparación de los patrones y de las estructuras de redistribución en dos países, los coeficientes de retribuciones, por ejemplo, para el capital y para las ganancias pueden ser iguales. Pero cuando hay un cambio en la retribución total, en el país que se utiliza más el factor de producción que se ha beneficiado, éste tiende a verse drástica y favorablemente beneficiado en la retribución. Es decir, se mantiene el coeficiente pero la retribución absoluta del factor aumenta más que proporcionalmente en relación con la retribución total.
Un ejemplo a fin de aclarar un resultado derivado del postulado Stolper-Samuelson. Existen dos países A y B, en los cuales en un primer momento, la retribución en términos de utilidades, para sus industrias es la siguiente:
País A: 10 rt = 3 uc + 2s
País B: 10 rt = 2 uc + 3s
Donde:
rt = retribución total del proceso productivo
uc = utilidades por capital
s = salarios
Con base en las condiciones anteriores, en ambas naciones o países, las variables uc y s presentan el mismo valor: 2.
Ahora asumamos que las condiciones cambian y las retribuciones totales de los procesos productivos ya no son de 10 unidades en ambos países, sino de 12.5 en A, y continúan siendo de 10 en B.
País A: 12.5 rt = 3 uc + 2s
País B: 10 rt = 2 uc + 3s
En estas nuevas condiciones, en un segundo momento, las variables del modelo tendrán los valores de s = 1; y uc = 3.5 -lo que se obtiene como resultado de la resolución del sistema de ecuaciones simultáneas. Nótese que las utilidades al capital han crecido, de manera que esta sería una implicación del cambio tecnológico repercutiendo en términos de “ganadores” y “perdedores” ante procesos de innovación y tomando en cuenta nexos comerciales. La tecnología tiene una característica muy importante y las retribuciones afectarían los procesos económicos y políticos respecto al establecimiento de líneas de producción y comercio entre naciones.