Creando mi propia empresa
El primer día del curso conocí a todo tipo de personas: Profesionales que habían sido despedidos, Profesionales Universitarios y técnicos. A medida que fue avanzando el curso, pude establecer que mi situación era casi similar a la de los demás.
Uno de los talleres del curso consistía en plantear una iniciativa empresarial, a la que se le debía realizar un plan de negocio. Nuestro equipo estaba conformado por un técnico en Computación e Informática y un contador con especialización en finanzas que había salido en un recorte de personal. Luego de un análisis de nuestros conocimientos definimos una empresa.
Al principio la idea parecía extraña, pero a medida que estudiamos el medio, con amigos que laboraban en algunas empresas, encontramos que nuestra iniciativa podía tener gran potencial.
Hoy, seis meses después de culminar el curso, puedo decir que nuestra idea de negocio es una realidad. Actualmente tenemos treinta sucursales y cinco empresas como clientes. Al principio tuvimos muchas dificultades pero ahora son aspectos que hemos aprendido a superar y gerenciar. Hoy nuestro negocio cuenta con 15 empleados.
Reviso mi historia y lamento no haber contemplado el tema de la creación de empresas desde que estaba estudiando. Hubiera podido aprovechar los cuatro años que perdí buscando un trabajo que nunca llegó, pero también reconozco que si no hubiera sido porque llegué a una situación tan apremiante en mi vida, no hubiera asumido con seriedad y compromiso la oportunidad que se me brindó en el tema de crear una empresa.
Algunos compañeros me preguntan: ¿qué consejo pudiera darle a otros estudiantes?, y lo único que puedo decir es: aprovechen al máximo su tiempo, aprendan de su entorno, de las condiciones económicas y sociales que los rodea y asuman seriamente el compromiso de ser gestores de su propio empleo.
Reflexionemos con estas preguntas:
¿Usted se identifica usted con esta historia?
¿Necesita usted vivir la misma experiencia para tomar la decisión de crear su propia empresa?
A la búsqueda de nuestro nuevo empleo
Si, repensemos y vamos hacia el nuevo empleo que esta nada menos en la creación de empresas, esto significa que cada uno de nosotros asume y emprende su desarrollo. Al crear empresas buscamos materializar en unidades productivas, creadas por nosotros mismos, productos y servicios de excelente calidad que sean innovadores, creativos y que puedan proyectarse a futuro a otros países.
La gente de nuestro país debe dirigir su atención a la idea de ser empresarios como opción de vida y foco de desarrollo y crecimiento personal y social.
En economías desarrolladas los procesos de creación de empleo están más asociados a las posibilidades de nuevas empresas que a las ya existentes.
Vale la pena resaltar que cuando nos referimos a las nuevas empresas, las concebimos como unidades productivas de gran dimensión, vitales en el desarrollo del tejido empresarial actual, capaces de proyectarse proporcionando crecimiento y desarrollo a la dinámica del país.