La actituda empresarial hace referencia a la posición que asume el empresario frente a los retos que representan los cambios del entorno para la sostenibilidad de su empresa, estos retos son tanto apreciables al interior de la empresa como en el ámbito social externo en el que se desenvuelve ésta.
La actitud empresarial debe estar fundamentada, en la visión constante de oportunidades, en la generación proactiva de ideas, en la implantación de mejoras a los procesos y en el reconocimiento de la importancia de la gestión del conocimiento.
La actitud empresarial se relaciona con:
La estabilidad política y económica como soporte para la actividad empresarial, con miras al crecimiento y a la apertura de nuevos mercados.
Las políticas económicas favorables para empresas de la época.
La actitud que reconoce el aporte positivo y creador de valor, al empresarismo como modelo cultural de éxito.
Las oportunidades de adquirir una ventaja competitiva, a través de la generación de de innovación.
La oportunidad de adquirir los conocimientos base de una excelente gestión, al igual que tener acceso a la información de adquirir los conocimientos necesarios.
Un ambiente social favorable.
La promoción y consolidación de una cultura de negocios al interior de la empresa y la sociedad que lo rodea.
La actitud empresarial habla de la postura que debe asumir el empresario actual, frente a un sin número de situaciones que representan para la nueva empresa, oportunidades de obtener logros económicos, sociales, y generación de nuevos mercados.
Autor: Joel Huamán Balbuena