Crecimiento y Convergencia

Cuando se observa la historia económica se cae en cuenta de que los diversos países poseen, y han poseído siempre, grandes disparidades en cuanto al nivel de vida. Intentando otorgar una explicación a este hecho y sobre la base del modelo de Solow-Swan que predice una relación negativa entre el ingreso inicial por habitante y su tasa de crecimiento, dando lugar a la existencia de convergencia, economistas de la talla de Barro y Sala-i-Martin (1991, 1992 y 1995) iniciaron una corriente de investigación empírica para determinar la existencia de convergencia entre las economías del mundo.



En un primer momento se alegaba que producto de la existencia de esta convergencia, las economías más pobres contaban con la posibilidad de alcanzar a las más ricas, ya que existía un único nivel de equilibrio de largo plazo para las diferentes economías ( convergencia absoluta ). En este sentido, aquellas economías que se encontraban en una situación menos favorable (nivel de ingreso por individuo inferior), tenderían a mostrar tasas de crecimiento superiores a las economías más desarrolladas, con niveles de vida más elevados, y eventualmente los mismos se equipararían. Esta argumentación fue rechazada por la evidencia empírica, ya que si bien algunos países han logrado un alto nivel de crecimiento sostenido, alcanzando los niveles de ingreso per cápita de las economías desarrolladas, las diferencias presentes entre los países más pobres del planeta y los más ricos muestran un alto grado de persistencia. Es así como el fenómeno de la convergencia absoluta fue parcialmente reemplazado por el de convergencia relativa , donde cada economía presenta un nivel de equilibrio particular, el cual depende de factores de carácter institucional y social, hacia el cual se tiende a lo largo del tiempo.

Observando algunos de los países más importantes de América del Sur, como son Argentina, Brasil y Chile, es posible establecer que, a lo largo de la historia de dichas economías las disparidades en términos de ingresos per cápita han sido muy importantes. Hacia principios de siglo, Argentina era considerada uno de los países más avanzados del mundo con un producto per cápita casi igual a los de Alemania, Holanda y Bélgica y superior a los de Austria, España, Italia, Suiza, Suecia y Noruega . Esta preponderancia no se observaba exclusivamente en los niveles de ingreso, sino así mismo en diversos indicadores de desarrollo económico, social y cultural, tales como el nivel de alfabetismo y la esperanza de vida al nacer.

Sin embargo, a partir de la década del treinta, la tasa de crecimiento de la economía argentina mostró una importante desaceleración, efecto que no se presentó en los casos de nuestros pares sudamericanos.



Cuadro 1: PBI per cápita – tasas de crecimiento promedio anual.

 

1900-1930



1930-1960

1960-1980

1980-1994

 

1990-2002

Argentina

4,5

2,9

2,4

1,4

 

-3,5

Brasil

3,5

5,2

4,6

1,7

 

6,5

Chile

2,9

2,9

2,2

3,9

 

3,2

Fuente : Angus Maddison – “La economía mundial 1820-1992”, 1997.

Bolsa de Comercio de Córdoba – “Balance de la Economía Argentina”, 2003.

Estas disparidades en las tasas de crecimiento llevaron a que el producto per cápita chileno pasara de representar un 70,7% del producto per cápita argentino en 1900 a un 96,9% en 1990, y el brasilero lo hiciera desde un 25,5% a un 73,11%, respectivamente.

Cuadro 2: PBI per cápita en U$S ajustados por PPP .

 

Argentina

Brasil

Chile

1900

2756

704

1949

1950

4987

1673

3827

1990

6581

4812

6380

Fuente : Angus Maddison (1997) – “La economía mundial 1820-1992”.

Existen diversas maneras de explicar este comportamiento. En primera instancia deben justificarse las cuestiones metodológicas. El análisis anterior se basó en la comparación de tres momentos arbitrarios en el tiempo, mientras que un análisis de carácter continuo poseería un mayor valor descriptivo. Así mismo, aspectos como la utilización del producto per cápita y no el producto total para determinar el grado de convergencia de la región debe justificarse, adicionándole la necesidad de establecer ese producto per cápita en términos de la Paridad de Poder de Compra ( PPP ) 3 . Es decir, si lo que aparenta ser una tendencia hacia la convergencia lo sea en sí o se vea distorsionado por cuestiones relativas a la medición de las variables.

Por otra parte, surgen interrogantes relacionados con el problema de crecimiento y convergencia. Se intentará demostrar que cada país posee una tendencia equilibrada (path de crecimiento ) de largo plazo; luego se estudiará la posibilidad de que en algún momento del tiempo estos tres países de América del Sur alcancen estándares de vida similares (converjan). En este caso, lo que se cuestiona es la existencia de convergencia absoluta para la región.

Se pretende también medir las variables condicionantes del crecimiento de la región, abordando de esta manera el fenómeno de convergencia condicional.

En el presente trabajo se analizarán estas cuestiones, relacionadas tanto con los aspectos metodológicos como así también con la existencia o no de convergencia económica. Para ello se describirá en primera instancia el modelo de Solow-Swan, que brindará sustento teórico a la investigación, a posteriori se utilizarán los resultados propuestos por dicho esquema teórico con el fin de contrastar la existencia de convergencia para Argentina, Brasil y Chile de manera aislada entre los años 1960 y la actualidad.

Posteriormente se utilizaran datos de panel para evaluar la convergencia beta absoluta entre los tres países en forma conjunta, aplicando la metodología desarrollada en trabajos de convergencia previos . A continuación se recurrirá a variables proxies que describen el estado estacionario de la región en el mismo esquema econométrico de datos de panel, abordando así el fenómeno de la convergencia condicional. Finalmente se presentan las conclusiones del trabajo y el respectivo apéndice gráfico.

Michael Mulhall, nombrado en Diaz Alejandro (1975)

Power Parity Purchasing , véase Jeffrey Sachs, “Macroeconomía Intermedia”. Ver bibliografía.

Urrutia Carlos (1996): “Notas de Macroeconomía”. Ver bibliografía.

Utrera G. (2001) “El Crecimiento Económico en Latinoamérica”. Ver bibliografía.