Ya no se trata de la batalla contra los ejércitos que tenía Belgrano aquí en Tucumán, en Salta o el éxodo jujeño; ya no cruzamos la Cordillera con San Martín para liberar a los hermanos chilenos. Ahora la tenemos que cruzar para profundizar los lazos de vinculación, solidaridad y cooperación entre todas las naciones de la UNASUR para construir un proyecto regional sin el cual es imposible pensar en un gran proyecto nacional. Cristina Fernández de Kirchner59
59 - Cristina Fernández de Kirchner (2010). Discurso de la Presidenta por el Día de la Independencia, 9 de julio, Tucumán. www.casarosada.gov.ar
En el plano de la integración regional ambos países son los pilares fundamentales de la UNASUR y del MERCOSUR. Tal cual adelantamos con la opinión de Methol Ferre, reiteramos con Vivían Trias que Toda posible integración, con signo nacionalista y antiimperialista, capaz de agrupar a las diferentes repúblicas del Sur, depende del trazado del eje aglutinante que pueden formar Argentina y Brasil. Y, a la inversa, la llave para mantener la división, la balcanización de la zona, depende del enfrentamiento Brasil – Argentina 60
Vivian Trias (1973). P 123
El MERCOSUR como lo expresa desde su mismo nombre, tiene un origen propiamente comercial y nació vinculado al programa neoliberal y a los mandatos de los grupos económicos concentrados. La UNASUR y a diferencia del MERCOSUR, está desarrollando acciones propiamente políticas y es una respuesta soberana e independiente de América Latina a las acciones de los organismos trasnacionales hegemonizados por EUA como lo es la OEA. La defensa de la estabilidad política del gobierno de Evo Morales, la postura contraria al golpe en Honduras, la crítica implementada al accionar del gobierno de Colombia y las bases militares de Estados Unidos en ese país o las mediaciones entre Venezuela y Colombia actuales, es muestra de ello.
El hecho de que Brasil haya aplicado un programa nacionalista e industrialista le permite disponer de una burguesía que cumple roles directrices y que impulsa una integración con perspectivas a consolidar sus mercados y sus áreas de influencia. La colocación de la producción y la disposición de los recursos energéticos, es un elemento importante a consolidar por Brasil frente al avance de los imperialismos metropolitanos y sus empresas. América Latina tiene enfrente al programa norteamericano cuya dinámica y sin descartar algunos matices del programa de Obama, incluye la militarización de la región con el Plan Colombia, el Plan Puebla – Panamá, con el mantenimiento de enclaves coloniales o con la creación de Bases Militares.
Pese a la génesis estrictamente comercial del MERCOSUR, es importante resaltar que la llegada al gobierno de Luis Ignacio Lula Da Silva y de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández a la presidencia, han acelerado la organización institucional y han profundizado el perfil social y cultural del MERCOSUR, trastocando su condición de ser una mera unidad económica. En la misma línea, se ubica el espíritu integracionista que están dando al MERCOSUR los gobiernos del Frente Amplio de Uruguay y el de Fernando Lugo en Paraguay.
La aplicación del neoliberalismo en la argentina desde 1976 y a diferencia de las políticas ejecutadas en Brasil, desindustrializó el país y su burguesía agraria diversificada transfirió su patrimonio empresarial –mucho de él adquirido en las privatizaciones- al capital extranjero. La destrucción de la industria argentina y entre otras variables de análisis, favoreció la disminución de la rivalidad histórica con las clases dirigentes de Brasil. La implementación del neoliberalismo mermó el mercado interno argentino y aceleró la inestabilidad política del país frente a las operaciones externas, cuestión que se torna claramente contraproducente para la integración de América Latina. En este cuadro, la articulación de intereses entre ambos países se torna estratégica y siguiendo la opinión de Jaguaribe Para Argentina, una estrecha asociación con Brasil le permitirá superar es limitación de su déficit de masa crítica y, a mediano plazo, su déficit industrial64. A diferencia de lo ocurrido en Brasil, la aplicación del Nacionalismo de Izquierda con Perón alcanzó altos estandartes en el plano social y cultural para la población del país y hoy y pese a la destrucción originada con el neoliberalismo, Argentina dispone de una clase media y de un nivel científico que esta siendo capitalizado por el programa desarrollista e industrialista de Cristina Fernández de Kirchner. La histórica desigualdad social del Brasil es un escoyo importante para el desarrollo de su país e implica y continuando con la opinión de Jaguaribe que Para Brasil, esa misma estrecha asociación con Argentina le proporcionará una indispensable ampliación de su espacio de permisibilidad dándole tiempo para incrementar su desarrollo nacional, particularmente en términos sociales.65
64 Helio Jaguaribe (2006). P 89.
65 Op. Cit. P 89
La experiencia Argentina: definimos al Modelo de Desarrollo actual del país como Desarrollismo Progresivo. La Argentina en su historia aplicó los Modelos de Desarrollo Liberal, Nacionalista de Izquierda y Desarrollista en sus dos vertientes.
El Liberalismo Clásico tuvo vigencia temprana y se relacionó a la aplicación del libre comercio por el Virrey Cisneros en 1809. El gobierno de Juan Manuel de Rosas cuestionó aspectos centrales del programa pero y finalmente, fue derrocado y juntó a él la Ley de Aduanas de 1835, el programa de integración regional del Sistema Americano, el modelo político antiimperialista que derrotó militarmente a Francia e Inglaterra y los mecanismos plebiscitarios para traducir la soberanía popular.
Desde el año 1976 y bajo las políticas económicas de la dictadura, se implementó el programa neoliberal de alineamiento directo a EUA que colapso en el año 2001. La dictadura de 1976 y el gobierno de Menem fueron los protagonistas de destruir y de debilitar el sindicalismo y los partidos políticos argentinos creados durante los nacionalismos y las décadas del sesenta al setenta. El MERCOSUR nació con el neoliberalismo como parte del programa del capital concentrado trasnacional, durante el gobierno de Carlos Saúl Menen.
El Desarrollismo Regresivo se aplicó a partir de la crisis de 1930 y estuvo caracterizado por el repliegue británico ante el avance norteamericano66. El golpe de Estado de 1966 reactualizó el desarrollismo regresivo a la luz de la hegemonía de EUA67 en América Latina e implementó las doctrinas de la seguridad nacional68. El modelo de integración promovido desde la dictadura de Ongania se relacionó a la puesta en vigencia del programa norteamericano en la región e impidió la articulación de América Latina para aplicar en su lugar, las doctrinas de seguridad nacional impulsadas por la geopolítica de EUA.
El Nacionalismo de Izquierda fue aplicado por los gobiernos de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955 y de 1973 a 1974. Dicho programa consolidó una industria nacional pujante tanto pública como privada, aplicó un programa radical de nacionalizaciones y organizó el movimiento obrero70 que fue la columna vertebral de la política argentina hasta la actualidad. Las agrupaciones de trabajadores, el Estado y la burguesía nacional y tal cual comentamos, fueron los promotores de las propuestas de integración como el ABC y el ATLAS.
Desde el año 2003 y cuestión que se continuó en 2007, el país abandonó el neoliberalismo e inició las políticas del Modelo Desarrollista Progresivo. La herramienta política del gobierno fue el Frente Para la Victoria (FPV) que reunió sectores del Partido Justicialista, a organizaciones sindicales, a agrupaciones sociales que combatieron al neoliberalismo y a un conglomerado de empresas nacionales y trasnacionales vinculadas a la industria ligada al sector exportador, la construcción y a grupos pequeños y concentrados del agro. Con estos últimos, el gobierno se enfrentó en el año 2008.
Más allá de su ubicación en el desarrollismo, la gestión de gobierno presenta rasgos nacionalistas en algunas de sus medidas como es la estatización de las cajas de jubilaciones privadas (AFJP), la aplicación de importantes programas sociales o el pasaje a la órbita del Estado de las empresas del agua, de correos o la aerolínea aérea. La inversión en ciencia y técnica y la aplicación de importantes medidas para saldar la deuda social histórica, se pueden relacionar al Modelo nacionalista.
La política exterior inaugurada en el 2003 es típica del modelo nacionalista y en varios aspectos, continúa la tradición del peronismo histórico. Durante estos gobiernos, el país promovió la consolidación del MERCOSUR como un instrumento de política social además de se un ámbito económico 73 e ingresó a la UNASUR, incluyendo que Néstor Kirchner asumió la presidencia del organismo. La política exterior argentina desde el año 2003 y tal cual lo expresó el ex canciller Jorge Taiana se basa en el multilateralismo que y en sus palabras es el instrumento más eficaz para la lucha por la paz, la seguridad, la defensa de los derechos humanos, y para poder ganar la batalla contra la pobreza y la exclusión, las enfermedades, el delito del narcotráfico y la degradación ambiental. Mientras que la integración regional debe ser la clave para lograr nuestro desarrollo sustentable con inclusión. El Mercosur y la Comunidad Sudamericana deben ser los vehículos para lograrlo74.
Jorge Taiana (2006). “La integración latinoamericana y caribeña”, en Hacia la integración de América Latina y el Caribe, Ed. Copppal, C.A.B.A. Pp. 45-46.
La experiencia del Brasil: definimos al Modelo de Desarrollo actual del país como Nacionalismo Moderado. Como en el caso argentino, en Brasil se aplicó el programa liberal y el Desarrollista.
El liberalismo brasileño conformó la economía agroexportadora en los sucesivos ciclos del azúcar o el café. La alianza con Inglaterra del imperio portugués y el acuerdo comercial del año 1810, dificultaron el desarrollo y la consolidación de una producción manufacturera.
La aparición del Nacionalismo en Brasil se vinculó a la revolución de 1930 que inició la industrialización que produjo un nuevo salto importante luego de la segunda guerra. El desarrollo industrial fue acelerado en el segundo Gobierno de Getulio Vargas (1950 – 54) que aplicó para eso el “plan petróleo” de donde surge PETROBRAS, el plan nacional de carbón que dio auspicio a la Junta Nacional de Carbón y el plan de energía hidroeléctrica reflejado en el Fondo Federal de Desarrollo de la Energía hidroeléctrica77. Tal cual mencionamos anteriormente, Vargas fue uno de los miembros del programa de integración latinoamericana del ABC.
El proyecto de Vargas generó las condiciones para la alianza entre el Estado, la burguesía nacional y la clase trabajadora, que dieron un paso trascendente en la formulación de los lineamientos del Brasil industrial actual. Muchos de los programas del nacionalismo brasileño continuaron con la gestión de gobierno del desarrollista Juscelino Kubitschek (1955-61), que profundizó aspectos de la política industrialista de Vargas y que acompañó los programas de desarrollo de las industrias básicas del transporte, la energía y la industria pesada. Con dicha finalidad, creó instituciones como el Consejo de Desarrollo, redactó el Programa de Metas y trasladó la capital del país construyendo Brasilia.
Luego del golpe del año 1964 Brasil aplicó un Desarrollismo Regresivo que contempló un realineamiento con EUA y la aplicación de un programa represivo en el marco de la doctrina de la seguridad nacional. La articulación con la geopolítica de Norteamérica y las rivalidades entre Argentina y Brasil, fueron un fuerte impedimento para la integración regional.
Es interesante remarcar que Brasil y a diferencia de la Argentina, no aplicó un liberalismo antiindustrialista capaz de destruir su aparato productivo. Por el contrario y durante los años setenta, se continuaron con programas para ampliar las acciones de empresas estatales de energía (DIGIBRAS), de teléfonos (EMBRATEL) o de aeronáutica (EMBRAER).
El ex dirigente sindicalista llegó al gobierno en una alianza con sectores empresariales y cuyo pilar gira en torno de su Partido de los Trabajadores (PT). En este cuadro y pese a no aplicar políticas revolucionarias, el gobierno aplicó sendos programas sociales que modificaron de manera importante - aunque aún insuficiente- la profunda deuda social del país.
En el plano de la política exterior además de fomentar la integración Latinoamérica, el gobierno aplicó el multilateralismo independiente y soberano, incluyendo su voluntad de que Brasil ingrese de manera permanente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El empresariado brasileño no es uniforme a lo largo y ancho del país y tampoco lo son sus opiniones en lo concerniente a la política de integración. Pese a la complejidad de cualquier generalización, es importante remarcar que el MERCOSUR nació estrechamente ligado a los intereses de dicho empresariado. Asimismo, sectores importantes de la burguesía de Brasil y en la medida que aplican su política de crecimiento, favorecen la toma de distancia paulatina del país de los mandatos de EUA. En este cuadro, la alianza política de Lula con el empresariado y con los trabajadores, son los pilares de la actual integración política regional de la UNASUR.