Premio Nobel

Premio Nobel de Economía 2007

El Premio Nobel de Economía del año 2007 fue para tres norteamericanos.


"La teoría del diseño de mecanismos, iniciada por Leonid Hurwicz y desarrollada por Eric Maskin y Roger Myerson, ha reforzado ampliamente nuestra comprensión de las propiedades que tienen los mecanismos de asignación óptima de recursos", dijo el jurado.

Esa teoría "ha ayudado a los economistas a identificar mecanismos comerciales eficientes, esquemas regulatorios y procedimiento de votación". "Nos permite distinguir las situaciones en las que los mercados funcionan bien de aquellas en que funcionan mal", indicó la Academia Real de Ciencias sueca.

Su trabajo es parte de la teoría de contratos, y ayuda a discriminar cuándo los mercados funcionan bien y cuando no lo hacen. Huswikz es el creador de la teoría del Diseño de Mecanismo, mientras que Maskin y Myerson siguieron desarrollando esta teoría. La teoría del Diseño de Mecanismo, parte de la teoría de Juegos, y estudia como, al establecer un contrato, se pueden fijar reglas para arribar a un resultado predeterminado.



Hurwicz

Leonid Hurwics es un economista ruso/estadounidense cuyos estudios se enmarcan dentro del área de métodos cuantitativos de la Teoría de Juegos. Obtuvo el Premio Nobel de Economía compartido en 2007.


Leonid Huwicz nació en Moscú, Rusia, en el año 1917. Proveniente de una familia de judíos polacos. Su familia volvió a Varsovia en 1917. Se graduó en la Universidad de Varsovia en 1938, con 21 años. Entre 1935 y 1938 Hurwicz estudió en el Instituto de Física experimental, mientras que al mismo tiempo estudiaba piano en el conservatorio de Música de Warschau. En 1938/39 realizó estudios en la Londos School of Economics y en Genf en 1939/40. En 1940 Hurwicz se desplazó a los Estados Unidos, obteniendo luego su ciudadanía estadounidense.

En el año 2007 obtuvo el Premio Nobel de Economía, compartido con Maskin y Myerson por "haber sentado las bases de la Teoría del Diseño de Mecanismos".

La Teoría del Diseño de Mecanismos es una parte de la Teoría de Juegos, que estudia como diseñar reglas de juego que incentiven a los jugadores a tomar decisiones que lleven a obtener un resultado específico, buscado por el diseñador del juego. Es decir que estudia las estrategias que se establecen al realizar los contratos, de modo que los mecanismos que podrían llevar a un resultado Pareto óptimo pueden ser manipulados por los jugadores.


Anteriormente realizó aportes en las áreas de Estadística, Econometría y Teoría de la Optimización. Realizó un importante trabajo sobre la estabilidad del mercado de competencia con Arrow y Brock. También realizó importantes investigaciones en la Teoría de la Firma, de la Teoría de las Organizaciones y la Teoría de las Decisiones. Los estudiantes de Administración de Empresas y Economía suelen ver como parte de su carrera el Criterio de Hurwicz.

Criterio de Hurwicz

Es criterio de Hurwicz es un criterio intermedio entre el criterio de Wald y el criterio de maximax, y considera que el desisor ordena las alternatias de acuerdo con una media ponderada de los niveles de seguridad y optimismo

Biografía de Milton Friedman

Ayer murió el célebre economista, Milton Friedman, estadounidense nacido en 1912, profesor que fue de la Universidad de Chicago y figura principal de la Escuela que lleva ese mismo nombre; generadora de largas promociones de los que en la jerga económica internacional se han denominado alguna vez, «Chicago boys», habiendo conseguido el Premio Nobel de Economía en 1976.


En la Windy City, Friedman trabó amistad con Friedrich von Hayek y, a finales del decenio de 1950 ambos consiguieron que se empezase a hablar de la citada Escuela de Chicago, como un foco de oposición al keynesianismo. En ese sentido, su libro Capitalismo y libertad (1962) fue una especie de biblia del neoliberalismo emergente. Luego, nuestro hombre se hizo notar ante la opinión pública por sus críticas a los controles de salarios y precios que Nixon estableció en el verano de 1971; para proteger al dólar, a pesar de lo cual éste fue declarado inconvertible en oro, debiendo ser devaluado por dos veces, para romper así el sistema monetario internacional vigente desde la década de 1940 al llegarse a los cambios flotantes.

Entre mediados del decenio de 1970 y finales del de 1980, las teorías de Friedman fueron muy bien acogidas por el presidente Ronald Reagan y la primera ministra británica Margaret Thatcher, quienes contaron con su asesoramiento continuo. Y con la serie de televisión Libertad de elegir, basada en el libro del mismo nombre (1980), los Friedman (ella, Rose) llegaron al gran público.

El mensaje de Friedman ha sido bien sencillo: el siglo xx fue el más próspero de la historia económica por la existencia de mercados abiertos y un gasto público contenido que no superaba el 10 por 100 del PIB. Y todo eso fue acabándose con el igualitarismo del siglo XX, asertos excesivamente contundentes salvo para los friedmadictos. Y en cuanto a las empresas, Friedman creía que su único objetivo era obtener beneficios y que sería impropio exigirles responsabilidades sociales, pues en esa dirección se caería en el «taxation without representation»; un lema que con un “no” delante dio origen a la revolución norteamericana en 1776.


Personalmente, me gustaría llamar la atención sobre tres puntos relacionados con Friedman que considero de interés. El primero, la NAIRU (non accelerating inflation rate of unemployment), traducida generalmente al español como tasa natural de desempleo. Esto es, aquel nivel de desocupación del que no puede bajarse, para así evitar que se acelere la inflación. Un concepto muy debatido y que cada vez se muestra más deslizante. La segunda cuestión figura en otro libro de Rose y Milton titulado La tiranía del status quo, donde los Friedman se declaran partidarios de la despenalización de las drogas, con ciertos controles, para acabar con el fraude mortífero, los altos precios que conducen a toda suerte de delincuencias, y la corrupción entre policías y políticos. Y en el tercer punto, dicho con todo el respeto a un maestro, se esté o no de acuerdo con él, Don Milton se columpió. Al pronosticar, primero, que el euro nunca llegaría a existir, y después que la Unión Monetaria ya conseguida duraría pocos años. En cualquier caso, un hombre tan trabajador e incisivo, aunque demasiado frío en las consecuencias sociales de sus prédicas, ya se merecía un buen descanso. Que lo tenga.

Licencia de este artículo: http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/

(algunos derechos reservados)

Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/

Harsanyi



El Legado del Profesor Harsanyi

Premio Nobel de Economía 1994 con John Nash

Jaime Barcón

Universidad Central de Venezuela, Caracas

barcon@cantv.net



La Economía Política de la Modernidad comienza cuando Adam Smith se pregunta por qué los diamantes son tan caros, siendo tan poco útiles, mientras que el agua, tan útil, es tan barata. Esto le llevó a distinguir entre el "valor de uso" y el "valor de cambio". Cuando hay mercado, es decir suficiente oferta y demanda, el valor de cambio se puede medir pues no es más que el precio. Pero el valor de uso se resiste a ser medido, entre otras cosas porque varía de persona a persona. Naturalmente que el poder "medir", es decir, asignar números que vayan mas allá de identificar o asignar un orden a elementos de un conjunto, es fundamental en cualquier rama del conocimiento. Y siendo el valor de uso el que determina la medida en que las necesidades humanas son satisfechas, el no poder medirlo, constituye el gran obstáculo para la instrumentación de cualquier programa que aspire a repartir bienes y servicios de utilidad de acuerdo a las necesidades, en forma eficiente y equitativa.

Lo curioso del caso es que John von Neumann, insigne matemático del siglo XX, para desarrollar su Teoría de Juegos, Princeton University Press, 1944, encontró casi sin proponérselo, la solución al problema de medir, o cuantificar, el valor de uso, al desarrollar lo que llamó los Axiomas del Comportamiento Racional, que constituyen la base de la Teoría de la Utilidad. Tan poca importancia le dio, que los relegó a un apéndice. Y todavía más curioso, que Oskar Morgenstern, coautor del libro, y que era economista, tampoco se dio cuenta de la relevancia del hallazgo. Naturalmente que los juegos que tenían en mente los autores eran Juegos de Guerra, pues estaban en plena Segunda Guerra Mundial, lo que les impidió anticipar la importancia de su hallazgo para efectos de la asignación equitativa de bienes, servicios y contribuciones entre los miembros de una sociedad, lo que también tiene características que pueden asociarse a un juego matemático, pero de Paz.


Es John Harsanyi, con su artículo "Cardinal Utility in Welfare Economics", Journal of Political Economy, 1953, el que se da cuenta de la importancia del hallazgo y sus implicaciones para la Economía del Bienestar. Para apreciar debidamente el aporte de Harsanyi hay que recordar las herramientas con que se contaba antes de esa fecha. Sólo se disponía de la llamada Utilidad Ordinal que proporcionaba un instrumento muy pobre si se quería evaluar la bondad de alternativas en materia de Administración Pública. En efecto, a todo lo que se podía llegar era a considerar mejor una política que favoreciese a algún, o algunos, miembros del colectivo sin perjudicar a nadie, lo que se denomina un Pareto Óptimo. Pero el alcance de este criterio es muy limitado, puesto que en general en toda decisión de orden público, lo que favorece a algunos, perjudica a otros, y de lo que se trata, es que los beneficios sociales sean mayores que los posibles perjuicios, para cuya evaluación es imprescindible el manejo de utilidades cardinales, tal como propone Harsanyi.

Para ilustrar lo anterior consideremos el problema de determinar el desempeño de una Economía. El procedimiento usual consiste en calcular el Producto Nacional Bruto (PNB), medido en unidades monetarias, sean estas Bolívares, Euros, Dólares, etc, o sea precios, que miden valores de cambio. Muchos economistas asumen que cuanto mayor sea el PNB, mayor será el bienestar social, lo cual no es necesariamente cierto, puesto que la medida del bienestar, es decir, la medida en que nuestras necesidades --"provenientes de nuestro estómago o de nuestra fantasía"-- son satisfechas, tiene que medirse en valores de uso, mediante la utilidad cardinal. O dicho de otra manera, el bienestar social no depende sólo del producto social; depende también de cómo se reparte ese producto.

Pongamos un ejemplo numérico. Supongamos una sociedad compuesta por 10 personas que producen en valores de cambio el equivalente a 1000 unidades monetarias (UM). Pongamos ahora un caso extremo en que 5 personas se quedan con 200 UM cada una, lo que les proporciona un bienestar promedio equivalente a 10 útiles --pongamos-- de valor de uso. Obsérvese que para medir el valor de uso introducimos los "útiles", en forma análoga que para medir el valor de cambio lo hacemos en Bolívares, Euros, Dólares, etc. El Bienestar social será de 5x10=50 útiles si sumamos los bienestares individuales, tal como propone Harsanyi. Supongamos ahora otra sociedad, también de 10 personas, pero que sólo produce 800 UM. Esta segunda sociedad, reparte equitativamente el producto social, asignando 80 UM a cada uno produciéndoles un bienestar promedio equivalente a 7 útiles. El Bienestar de esta segunda sociedad será de 10x7=70 útiles que supera por 20 útiles el bienestar de la primera. El producto social ha sido menor, pero al repartirse mejor, el bienestar social es mayor.

En el ejemplo numérico hemos asumido, como es usual en Economía, que la utilidad marginal es decreciente. Obsérvese que a 200 UM hicimos corresponder 10 útiles mientras que a 80 UM le correspondieron 7, es decir, que no se mantiene la proporcionalidad. Cuando se obtienen valores de utilidad, en función de los ingresos, se observa esta característica que corresponde a la experiencia de que el primer millón proporciona más incremento de bienestar que el segundo, y que cuando se incorpora la comparación interpersonal de utilidades permite afirmar con Harsanyi que si aumentamos el ingreso de un pobre, el bienestar social se incrementa más de lo que incrementaría si el mismo aumento de ingreso fuera de un rico.

Cuando se comenzaron a hallar experimentalmente curvas de utilidad, en función del ingreso, se observó que en la gran mayoría de los casos estas presentaban la concavidad que corresponde a la supuesta utilidad marginal decreciente, que ya se venía asumiendo desde mucho tiempo atrás, pero que no se había podido corroborar experimentalmente. Todo hacía suponer que todos estarían muy satisfechos con esta corroboración experimental de una de las hipótesis claves de la Teoría Económica. Pero aquí intervino lo de "poderoso caballero es Don Dinero". Como para obtener las funciones de utilidad hay que recurrir a loterías hipotéticas, que van a reflejar la deseabilidad de los distintos escenarios u opciones, la interpretación que resultó más aceptada, tergiversando completamente a la que estaba proponiendo Harsanyi, fue que la Teoría de la Utilidad servía para medir una supuesta aversión, o inclinación, al riesgo. No se les escapaba a estos autores, las profundas implicaciones políticas que podría tener la interpretación de Harsanyi.

La Función de Bienestar Social consecuencia de esta interpretación es sencillamente la suma de "bienestares" individuales expresada en útiles, propuesta por el mismo Harsanyi. La objeción usual a esta función de Bienestar es que se están haciendo comparaciones interpersonales de bienestar (o malestar). Más aún, se asume implícitamente que todos los miembros de una sociedad "cuentan igual" a la hora de tomar decisiones públicas. Lo curioso es que dicha comparación se realiza en cualquier decisión pública. Pongamos un ejemplo. En plena ciudad de Caracas se encuentra un aeropuerto estupendamente comunicado, al lado de una autopista y cerca de una Línea de Metro que atraviesa toda la ciudad. Dicho aeropuerto es utilizado por un pequeño número de propietarios de aviones y sus amistades que escasamente llegarán a, sean, 5000 personas. Por otra parte, para el transporte terrestre interurbano, la ciudad dispone de dos incomodísimos terminales de autobuses, uno de ellos extramuros, y bastante lejos. El otro, en el extremo opuesto al primero y ambos muy mal comunicados, entre si y con el sistema de transporte público. Si en el terreno que actualmente ocupa el aeropuerto, se situara un único terminal de autobuses, un parque y otras instalaciones de uso público, hasta un helipuerto si se quiere, ello podría beneficiar a, supongamos, 5 millones, contando a viajeros que viven en el interior del país que podrían hacer conexiones cómodamente en dicho terminal, en lugar de tener que trasladarse de un terminal a otro, atravesando una congestionada ciudad como lo es Caracas. Pues bien, aún sin tener en cuenta el ruido y el peligro que supone un terminal aéreo en el centro de una ciudad, si se decide mantenerlo como está, implícitamente se está haciendo una comparación interpersonal de beneficio o utilidad. Grosso modo la relación es de mil a uno, es decir, para los poderes públicos, el bienestar promedio de los que disfrutan del Aeropuerto, cuenta en más de mil veces el bienestar de los viajeros en autobús.

Además de Harsanyi, y por la misma época --principios de los 50's--, John Nash, el de la película “A Beautiful Mind”, y premio Nobel 1994 junto con Harsanyi y Selten, interpreta en forma similar la utilidad cardinal y la aplica a problemas de "fair division" (reparto equitativo). Supone un juez imparcial que desea asignar en forma equitativa un conjunto de bienes y servicios entre varias personas de diferentes características y necesidades. A continuación "axiomatiza" lo que él entiende por una solución imparcial, equitativa y eficiente (Pareto óptima) y demuestra que la única solución, que puede requerir una lotería, es la asignación que maximiza el producto de las utilidades, cardinales e individuales, por supuesto.

Otro criterio que se ha sugerido, aparentemente como alternativo al de Harsanyi, ha sido el llamado MAXIMÍN, desarrollado por John Rawls en su "Teoría de Justicia", Harvard University Press, 1971, que consiste en maximizar el bienestar de la persona con bienestar mínimo en una sociedad. Lo interesante del caso, es que aunque Rawls propone su criterio como opuesto al utilitarismo, para implementarlo necesitaría una forma de evaluar el bienestar o sea que necesita recurrir al concepto de utilidad cardinal desarrollado por Harsanyi. Además la argumentación de Rawls se basa en lo que él considera mejor estrategia desde una hipotética posición original, que no es más que la posición en la sociedad que pueda quedar asignada a cada persona mediante una lotería equiprobable, inicial u original. Pero lo que se le escapa a Rawls, mejor filósofo que matemático, es que la estrategia Maximín es óptima sólo en juegos suma-cero, como en las guerras, pero no en el habitual juego económico en donde cada vez que se produce un intercambio comercial, ganan todos, en mayor o menor medida, pues se produce una plusvalía, que no es más que la diferencia entre el valor de uso --en útiles-- y el valor de cambio --precios. Naturalmente que lo anterior no iba a pasar desapercibido a una mente tan acuciosa como la de Harsanyi, que contraataca en su artículo, "Can the Maximín Principle Serve as a Basis for Morality? A Critique of John Rawls's Theory", American Political Science Review, 1975.

Pero lo más sorprendente es que a pesar de las aparentes contradicciones, se ha visto que tanto el criterio de Harsanyi de maximizar la función de bienestar social como suma de los "bienestares" individuales, el de Nash de maximizar el producto, como el Maximín de Rawls, prácticamente proponen la misma solución en problemas de reparto equitativo, como se argumenta en mi artículo "Esparta y Macondo" aparecido en "Ética y Política en la Decisión Pública" (Angria Ediciones, Caracas, 1993).

El hecho de que los criterios de Harsanyi, Nash y Rawls proponen prácticamente la misma solución, nos permite elegir el criterio que presente menos dificultades a la hora de instrumentar políticas en materia de Economía del Bienestar (Welfare Economics). En este sentido el que parece más asequible es el Maximín de Rawls, puesto que tanto Harsanyi como Nash requerirían la construcción de complicadas funciones de Bienestar con atributos múltiples (alimentación, salud, educación, vivienda, etc). En cambio el de Rawls sólo requiere seleccionar las personas con bienestar mínimo, es decir los más necesitados. La dificultad principal estriba en determinar quien hace la selección. Si son funcionarios públicos, estos son vulnerables a sobornos, amenazas, y al tráfico de influencias. Si son los mismos menesterosos, estos tendrán incentivo para sobreestimar sus necesidades, mediante la manipulación de su función de utilidad --"pedigüeños de oficio". No se está completamente desarmado para enfrentar esta última dificultad, pues la Teoría de Juegos proporciona mecanismos en que la mejor estrategia consiste en revelar las verdaderas necesidades, pues si estas se exageran, y dado que pueden utilizarse loterías, aumenta la probabilidad de "ir por lana y salir trasquilado". Con respecto al criterio Maximín hay un antecedente histórico digno de mención. Entre las propuestas socialistas que proliferaron en el s. XIX, y que trataron de llevarse a la práctica en el XX, "científicas", "utópicas", etc, hubo una, en la Inglaterra Victoriana, que se denominó "Socialismo Fabiano", que contó con el entusiasta apoyo de George Bernard Shaw y que tenía como eslogan, "prohibido ser pobre". Pues el criterio Maximín no sería más que la versión aggiornada, hecha factible en la actualidad, por aportes teóricos como los de Harsanyi, y por la capacidad de la que disponemos de manejar grandes volúmenes de información.

A esta altura cabe preguntarse como califica el mecanismo del mercado, según los criterios expuestos, como distribuidor de bienes, servicios y tareas entre los miembros de un colectivo. Pues para sorpresa de muchos, ya que se ha hecho popular el satanizarlo, queda bastante bien, si la posición original de los individuos es similar. El precio, o punto de equilibrio, que se alcanza, es solución de Nash y de Harsanyi, es decir eficiente y equitativo. También lo es de Rawls, por lo argumentado anteriormente. Además no es vulnerable a la manipulación de la información con respecto a preferencias o necesidades. De lo anterior podemos inferir, que para una buena parte de la población, se podría prescindir de los siempre más elaborados valores de uso, y permitir que el mecanismo de los precios actuase sin mayor intervención gubernamental.

Pero hay mercados fundamentales que sencillamente no existen, porque no hay suficiente oferta, o demanda. Y entre ellos, el más importante de todos, el mercado de trabajo, que es el que proporciona empleo, al no existir demanda para el trabajo de la población marginal. Al no haber empleo, no hay ingreso, dejando de esta forma, fuera del mercado de bienes y servicios a grandes sectores de la población. Y así llegamos al gran problema del Tercer Mundo, la Pobreza, no sólo económica sino también existencial, ya que una de las primeras necesidades del ser humano es la de realizar alguna actividad relevante y satisfactoria. La incorporación de los "valores de uso", y su forma de medirlos mediante la "utilidad cardinal", es potencialmente la gran herramienta para los programas de la Administración Pública destinados a erradicar la pobreza. Podemos por lo tanto afirmar, que el legado que nos dejó Harsanyi (1920,2000) tiene hoy en día, más vigencia que nunca.

Jaime Barcón

Universidad Central de Venezuela, Caracas

Premio Nobel de la Paz



P Roberto F. Bertossi

Hace poco días, conocimos que le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz a Muhammad Yunus, un indio que ha provocado una de las revoluciones más espectaculares en el mundo de las finanzas y la banca, y no sólo ha llevado esperanza económica a los pobres del mundo, sino también un verdadero desafío exitoso al modo tradicional como la comunidad financiera global entiende y trata a las personas más desfavorecidas.


Yunus creó un banco nuevo, el `Graneen´ que sólo presta dinero a los más pobres de los pobres, a los que carecen de toda garantía que los respalde siendo pionero en el impulso al concepto de los micro créditos, en cantidades pequeñas concedidos a personas sin acceso a medios de financiación. Los micro créditos se han extendido por todo el mundo y ya han ayudado a casi veinte millones de personas con sus familias para salir de la pobreza.

El 94% de sus clientes son mujeres y su tasa de retorno es del 98%. Esto acredita que esta banca nueva ha resultado un éxito extraordinario y hoy es el modelo de otras instituciones en todo el mundo.

Esta `institucion bancaria´ ya opera en casi setenta países, también en Francia y los Estados Unidos entre los mas desarrollados.


A propósito, la propia secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, alabó la elección del bangladesí, Muhammad Yunus y su Banco Grameen como ganador del Premio Nobel de la Paz 2006 y subrayó que Yunus "ha ayudado a millones (de personas) a acceder a financiación para mejorar su calidad de vida".

El `banco nuevo´ direcciona proactiva, humana, equitativa y eficientemente toda la `liquidez´ disponible en creativas y especiales líneas de crédito asegurándose novedosamente que sirvan para fomentar actividades que garanticen las necesidades esenciales de millones de personas, impedidas por sus carencias actuales para poder acceder a los canales convencionales de crédito, personas que de tal modo se benefician de este programa crediticio logrando paulatinamente adelanto, progreso y bienestar.

Dicha premiación puede ayudar a despertar y revelar en el mundo de las empresas, el alcance y el sentido cabal del concepto: “responsabilidad social empresaria” alejando la `insaciabilidad´ , la búsqueda inmediata, afanosa y desenfrenada del lucro y cualquier otra ganancia, exagerada, sin ningún compromiso con el entorno social, el medioambiente,etc.

Igualmente, será sin dudas no solo un aliento contundente para la concientización de la función social de la empresa sino para la necesidad y el compromiso de todos en el logro del bien común como elemento preponderante en nuestras relaciones sociales y globales, ya que un más equitativo aprovechamiento de los bienes y recursos surge como `el contrafuegos´ imprescindible y la contrapartida al exceso de acumulación y concentración de rentabilidad lo que, únicamente sirve para agudizar y expandir los conflictos sociales, generando situaciones de menor a mayor violencia en tantas partes delmundo.

Para los Nobel existen claro, muchos bienes cuya difusión y propagación resultan extremadamente saludables para enriquecer la vida de todos por caso, el campo de la cultura, de las artes, del saber, etc.

De la misma manera, este reconocimiento a la iniciativa Yunus, confiere a los recursos financieros un carácter más justo e igualitario acreditando simultáneamente que pueden ser muy importantes y relevantes si también sabemos encontrar en ellos sus efectos multiplicadores y pacificadores de la sociedad toda.

El otorgamiento entonces de este premio a un banquero nos revela algo inédito en la historia de este importante galardón, ya que conceder el Nobel da Paz a un banquero significa reconocer que esa actividad llevada a cabo con mejor sensibilidad social, puede servir para atenuar o aminorar, de alguna manera, los conflictos existentes como derivación de graves asimetrías sociales.

Yunus cree que el crédito es la última esperanza para quienes enfrentan la pobreza absoluta; cree más: que el crédito debería ser reconocido como un derecho humano fundamental y, las garantías, como una subespecie esclavitud.

Así pues, no debemos menos que elogiar este premio al `financiamiento de la paz´, a un `mecanismo inclusivo´ importantísimo para el desarrollo humano y una contribución invalorable –inmejorablemente advertido y distinguido- para conservar y conseguir la Paz.

Director del Proyecto Nacional para la Microempresa Urbana y Rural

Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Universidad Nacional de Córdoba - Argentina

Premio Gota en el Mar, 2005

Edmund Phelps

Edmund Phelps en un economista estadounidense reconocido por su teoría de la estangflación. Phelps ganó el premio nóbel de economía 2006


Biografía

Edmund Phelps nació en 1933 en Evanston, Illinois, Estados Unidos. A la edad de seis, su familia se mudó a Hastings-on-Hudson, Nueva York. Su padre era publicista y su madre nutricionista. Ambos perdieron sus empleos, por lo que tuvieron que vivir gracias a la ayuda de los abuelos de Edmund. Phelps realizó sus estudios secundarios en el colegio de Amherst. Inicialmente, se interesó por la filosofía, pero su padre lo convenció de que tomara unos cursos de economía. Luego de terminar sus estudios secundarios, en 1955, Phelps comenzó sus estudios universitarios en Yale. Entre sus profesores se encontraron James Tobin y Thomas Schelling. Obtuvo su doctorado en 1959. Comenzó su carrera académica en la comisión Cowles en Yale, luego siguió en la Universidad de Pennsylvania y en 1971 en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Allí es desde 1982 profesor de economía política.

Phelps se especializó en el estudio de la economía China. En 1981 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y en el año 2000 fue nombrado miembro distinguido de la Asociación de Economía Americana. Ha trabajado para el Departamento del Tesoro, el Comité de Finanzas del Senado y la Reserva Federal, así como para instituciones extranjeras como el Observatorio francés de coyunturas económicas. Phelps es doctor honoris causa por las Universidades de Mannheim (Alemania), Roma, Nova Lisboa, Islandia, París, Dauphine y Pekín.


En Septiembe de 2006, Edmund Phelps ganó el premio nobel de economía, por ‘sus análisis sobre compensaciones internacionales en la política macroeconómica’, según informó la Academia Real Sueca de las Ciencias. 'El trabajo de Edmund Phelps ha ahondado nuestro conocimiento de la relación entre los efectos de corto y largo recorrido en la política internacional'. Según publicó la academia, 'sus contribuciones han tenido un impacto decisivo sobre la investigación económica y política'.

Aportes

Los aportes de Phelps se concentran en la introducción de las expectativas de los agentes económicos en la determinación de la relación entre la tasa de inflación y desempleo (La Curva de Phillips a largo plazo), y una fórmula de la formación de capital a largo plazo, que incluye a la educación y a la inversión en investigación y desarrollo como elementos que influyen en el consumo per cápita a largo plazo.

Curva de Phillips


En los años sesenta, la curva de Phillips era muy popular. Esta curva representa la relación existente entre la inflación y el desempleo. La curva de Phillips indicaba que ya no se podrían alcanzar en forma conjunta el pleno empleo y una baja inflación, habría que aceptar en nivel de empleo que fuera congruente con un nivel de inflación aceptable.

Phelps desafió esta idea, indicando que los individuos tienen un conocimiento incompleto de la economía, y basan sus acciones, por ejemplo, la fijación de precios, teniendo en cuenta sus expectativas. Principalmente, se dice que la inflación presente influirá de manera decisiva en la inflación futura. 'Una baja inflación hoy conduce a la expectativa de baja inflación también en el futuro', señala. Phelps dice que cuando la inflación actual y la esperada coinciden, se da un ‘equilibrio de la tasa de desempleo’. La academia Sueca de Ciencias afirmó, resumiendo las ideas de Phelps, que 'el equilibrio en el desempleo sólo depende del funcionamiento del mercado laboral. Los intentos de reducir permanentemente el paro por debajo del 'equilibrio de la tasa de desempleo' sólo tendrán como consecuencia un continuado aumento de la inflación'.

La Regla de Oro de la Formación de Capital

La teoría neoclásica de crecimiento, señala que existe un estado estacionario en el que todas las variables (consumo, inversión, producción, etc.) varían a una tasa constante. Este estado estacionario depende de ciertas características institucionales de la economía, como la tasa de crecimiento de la población y la tasa de ahorro de la economía. Otro de los aportes de Phelps consiste en introducir dentro de esta teoría elementos como la educación y la inversión en tecnología. Si bien él no fue el único ni el primero en hacer esto. Phelps, establece que hay una tasa de formación de capital físico y una tasa de formación de capital humano. Por otro lado, hay una tasa de depreciación. Entonces, si bien mayor capital (físico y humano) implican mayor producción, también implican mayor depreciación, por lo que existe un punto en el que la formación de capital es tal que, si sigue aumentando, el consumo de estado estacionario disminuye. Por lo que no es conveniente ahorrar mas de lo indica la regla de oro de la formación de capital.

Algunas Obras

Entre los libros de Phelps, se destacan 'Rewarding Work: How to Restore Participation and Self-Support to Free Enterprise' (1997), 'Structural Slumps: The Modern Equilibrium Theory of Unemployment, Interest and Assets' (1994) y 'Microeconomic Foundations of Employment and Inflation Theory' (1970).

Nobel de Economía 2006

El premio nobel de economía 2006 fue entregado al estadounidense Edmund Phelps por sus teoría de la estangflación. Báscamente, el trabajo del premio nobel de economía 2006 Edmund Phelps demuestra que la curva de Philips no es estática en el tiempo, sino que las expectativas actúan trasladándola verticalmente, lo que puede compatibilizar el desempleo con la inflación. (estanflación).






Premio Nobel de Economía 2005 para Aumann y Schelling

El Premio Nobel de economía 2005 fue para el israelí Robert Aumann y para el norteamericano Thomas Schelling por sus trabajos sobre las estrategias en situaciones de conflicto y las ventajas de la cooperación frente a la confrontación en el marco de la teoría de juegos. Como comunicó la Academia Sueca de Ciencias, los científicos fueron premiados por sus investigaciones “para una mejor comprensión del conflicto y la cooperación”.


Aumann y Schelling han enriquecido la teoría de juegos con desarrollos formales y aplicaciones a las ciencias sociales.

Schelling

Thomas Schelling


Schelling tiene 84 años y es profesor emérito de las universidades de Maryland y Harvard. Los principales trabajos de Schelling datan de la década de los sesenta, entre los cuales se incluyen “The strategy of sonflict” (La estrategia del conflicto) y “Experimental games and bargaining theory” (Juegos experimentales y teoría de la negociación). Otras publicaciones importantes de Schelling datan de la década de los ochenta: “Choice and consequence” (Elección y consecuencia) y “Strategy and arms Control” (Estrategia y control de Armas).

En la obra “The strategy of conflict” (La estrategia del conflicto), Schelling analiza la situación de la guerra fría y demuestra que hay casos en que la capacidad para ejercer represalias es mas fuerte para intimidar al contrario que la capacidad para resistir a un ataque. Esto trajo luz para explicar la carrera armamentista entre Estados Unidos y Rusia.


Además, Schelling analizó metódicamente situaciones cotidianas en las que dos individuos o grupos interactúan. Con modelos simples, logró explicar numerosos casos de interacción entre personas. Schelling también mostró como se puede mejorar una situación a largo plazo creando un clima de confianza que permita una situación de cooperación en vez de una situación de conflicto.

Aumann

Aumann nació en Alemania en 1930 y emigró a Estados Unidos en 1938 perseguido por los nacionalsocialistas. Aumann vive desde 1956 en Israel y es profesor de la Universidad Hebrea en Jerusalén. Aumann también se abocó al tema de la cooperación en la teoría de juegos pero enfocándose en el análisis matemático. La investigación de Aumann se concentra en la aplicación de herramientas matemáticas para el desarrollo de conceptos e hipótesis relacionadas con la teoría de juegos. Sus principales trabajos son de década del sesenta y setenta: “Values of Non-atomic Games” (Valores de Juegos no Atómicos) y “Cooperative Games with Coalition Structures” (Juegos Cooperativos con Estructuras de Coalición).

El mérito de Aumann se basa en el uso de la matemática para el desarrollo de hipótesis, mientras que Schelling se caracteriza por introducir ideas originales con un pequeño instrumental matemático.

Aumann observó que la cooperación suele ser “una solución de equilibrio” en juegos repetitivos a largo plazo entre agentes que en el corto plazo tienen grandes conflictos de intereses.

Vínculos:

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