Elaborado Por: MsF.Econ. FÉLIX CAMPOVERDE VELEZ
Catedrático Universitario y Consultor Empresarial, Guayaquil-Ecuador
“ Un hombre inteligente aprende más del fracaso que del éxito”
Benjamín Franklin
Esta frase podría servir de aliciente para muchas entidades gubernamentales y empresas privadas, que deben cesar sus operaciones en corto o mediano tiempo, porque ocuparon el 80% de su tiempo en manejar la crisis mediante la reducción de costos y gastos y apenas un 20%, en elaborar estrategias por Unidades de Negocios y en su aplicación; como resultado final nunca le quedo a la Administración el tiempo necesario para Identificar, Evaluar, y Mitigar los Riesgos en sus procesos Administrativos y Financieros, exponiendo por lo tanto su situación Patrimonial en manos de terceros.
En verdad a nadie le gusta hablar de fracasos y errores empresariales, pero las grandes cátedras universitarias; son el resultado de estas lecciones que nos enseña la vida, especialmente si son propias, de allí el viejo dicho: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar”
Abrir un negocio implica un gran esfuerzo económico y laboral, y también conlleva riesgos (Value at Risk) pero estos últimos se pueden amortiguar con una serie de mecanismos de prevención, que ayudarán también a que ese potencial invertido en la compañía sea el éxito, “El Espíritu Emprendedor”. Sí bien es un requisito indispensable para propiciar los negocios e inyectar vitalidad en las empresas, no es el único elemento necesario para lograr que el negocio funcione. Al igual que el cuerpo humano es un sistema de sistemas, lo que hace alcanzable las metas empresariales, el cuerpo humano esta compuesto por un sistema sanguíneo, un sistema de oxigeno, un sistema alimenticio, etc. Si un sistema se detiene existe grandes, probabilidades de que el cuerpo humano quede incapacitado y muera. Lo mismo ocurre con las empresas si los sistemas de inventarios, cuentas por cobrar, servicios al cliente, mercadotecnia, contabilidad, no funcionan sucederá al igual que el cuerpo humano; por eso se necesita tanto de una MISIÓN ESPIRITUAL como de una MISIÓN MATERIAL(de Negocio) para tener éxito. Cuando una empresa crece y olvida su misión para lo que fue creada, comienza a morir.
La misión y visión del negocio debe satisfacer una necesidad del cliente y si, satisface esa necesidad y la satisface bien, el negocio comienza a maximizar su valor en el mercado porque se piensa en el “ganar – ganar”. Henry Ford hombre guiado por su visión y misión espiritual en primer lugar, y por una visión y misión de negocio en segundo lugar. Él quería hacer que los automóviles estuvieran a disposición de las masas, no solo quería volverse rico, al igual que Thomas Edisón, Michael Dell, hoy en día Bill Gates, quien impulsa Microsoft.
Si nos preguntamos entonces. ¿Dónde esta el Gran Secreto de Éxito ?. - Esta en tener Una Misión de Servicio a los Demás; como el gran principio de economía que dice: “ los individuos actúan bajo estímulos”. El ofrecer los productos adecuados para personas específicas a precios atractivos, en mercados idóneos, son las promociones, que los clientes a gritos solicitan en épocas de crisis, e allí el ejemplo de los productos de de fabricación china; que inundan nuestros mercados. Recuerde que la tendencia actual del consumidor esta dada por la Demanda de Valor Agregado: Calidad y Servicio, poniendo en juego la creatividad de los administradores, para marcar claras diferencias relevantes ante la competencia en el mercado de ofertas y demanda de bienes y servicios. Por lo expuesto podrimos decir entonces que la actitud de pensar en beneficiar a los demás, crea la oportunidad de inversión y la obtención de rentabilidad, porque donde; “existe una necesidad hay una oportunidad de invertir”.
“LA SINERGIA ESPIRITUAL Y MATERIAL EN LAS EMPRESAS; UNA MISMA MONEDA CON DOS CARAS PARA UN SOLO FIN”
UN APORTE DE C&C