Los países en vías de desarrollo se caracterizan por un conjunto de insuficiencias en comparación con las economías que se pueden considerar como desarrolladas. Dado que el desarrollo comprende muchos aspectos, el grado de subdesarrollo se pude medir mediante un conjunto amplio de indicadores, entre los que cabe destacar los siguientes:
Baja renta por habitante.
Altos índice de analfabetismo.
Débil estructura sanitaria.
Baja tasa de ahorro por habitante.
Estructura productiva y tecnológica desequilibrada.
Elevadas tasas de desempleo estructural.
Fuertes diferencias en la distribución de la renta.
Elevadas tasas de crecimiento de la población.