Autor: Miguel A. Tomalá P.
El Ecuador, ha venido sufriendo del fenómeno inflacionario desde muchos años atrás. La última fase democrática reiniciada con el advenimiento del gobierno del Ab. Jaime Roídos Aguilera en lo que tiene relación a este fenómeno la podemos dividir en varias fases. La primera, experimentada en la década de los 80' hasta finalizar el Gobierno del socialdemócrata Dr. Rodrigo Borja Cevallos, y la segunda, en base a la política económica aplicada a partir del Régimen del Arq. Sixto Duran Bailen hasta llegar a la gran crisis de 1998-99. Una tercera etapa del proceso inflacionario se la puede analizar en el ámbito de la aplicación del sistema de dolarización en la economía ecuatoriana en el periodo 2000-2009.
El gráfico No. 1, nos presenta las cifras estadísticas desde 1980 a 1990. Se puede observar muy claramente que la tasa de inflación tuvo variaciones hacia abajo y hacia arriba; es decir, no sucedió como en otros países que la inflación anual ha tenido una curva ascendente sino que hubieron alzas de 1980 (12.6%) a 1983 (52.5%); posteriormente durante la mayor parte del Gobierno del Ing. León Pebres Cordero las cifras nos indican desaceleración a tasas entre el 25.1 % (1984) al 32.5 % (1987).
En los primeros meses del Gobierno del Dr. Rodrigo Borja la inflación tuvo un significativo repunte que amenazó con sobrepasar los 3 dígitos y alcanzar tasas mayores al 100 %, sin embargo a finales de 1989 se había controlado el problema terminando con una inflación anual del 54,2 %.
El gráfico No. 2 nos muestra la situación del proceso inflacionario durante la década de los años 90’, época en que la economía ecuatoriana experimenta la agudización de la crisis económica que tiene su mayor efervescencia en los años 98-99 y que da paso a la aplicación de la dolarización. Como se puede observar la situación de escalada de los precios se mantuvo hasta el año 92. Posterior a ello se vive un proceso controlado de los precios que coincide con la política económica del Gobierno del Arq. Sixto Durán Ballén donde la economía tuvo indicadores muy alentadores, que se vieron trastocados con el inicio de la crisis financiera en el año de 1995 con el caso del Banco Continental, el conflicto bélico con el Perú y la crisis energética.
En los siguientes años las condiciones de crisis política con la destitución del cargo de Presidente del Ab. Abdalá Bucaram y el consecuente interinazgo del Dr. Fabián Alarcón sin una clara política económica, el fracaso en el manejo del país del Dr. Jamil Mahuad hicieron que la economía en su conjunto experimentara la peor crisis económica de muchas décadas y uno de los indicadores más afectados fue justamente el proceso inflacionario que a partir del año 95 inició un continuo incremento al pasar del 22,8% al 91% en el año 2000 con un claro peligro de entrar un una hiperinflación, que fue frenada por la implementación de la dolarización.
Muchos analistas coincidían en señalar que el manejo de la inflación había tenido muchos desaciertos por lo cual se llegó a manejar cifras, que para el caso nuestro, eran muy perjudiciales para la buena marcha de la economía en su conjunto.
De igual forma sectores de opinión coincidían en afirmar que el Gobierno que ha tuvo mayores éxitos en el control de la inflación durante los años 90’ fue el del Arq. Sixto Duran Bailen, logrando una significativa reducción del 52.3 % en Agosto/92 al 22,80 a finales de 1995, lo que "indiscutiblemente sirvió de base para la estabilidad económica", sin embargo, para los detractores de la política económica de aquel régimen, "esta disminución se logró a costa de un pobre crecimiento económico".
Es indudable que en el campo económico, se evidenció un modo de vida muy distinto a otros períodos; lo que critican con mayor vehemencia es la falta de una política social más equitativa y eficaz, mayor control y toma acertada de decisiones en el campo político, que son vías por las cuales se pueden crear factores sicológicos que pueden afectar seriamente el control inflacionario.
Un aspecto importante de analizar son las variables que influenciaron para que exista un éxito en el manejo macroeconómico del gobierno del Arq. Durán Ballén. Por una parte, de acuerdo al criterio oficial: "la disciplina fiscal se convirtió en un objetivo ineludible para contener la escalada inflacionaria, mantener la confianza en el sucre y la estabilidad en el mercado cambiario (...); se eliminó la posibilidad de recurrir al financiamiento externo (mediante la emisión inorgánica de dinero) inflacionario (...); a diferencia de lo ocurrido con los programas de ajustes de los años 80', no se utilizó la restricción monetaria como eje de la lucha antiinflacionaria”
Otro elemento sustancial radica en que "uno de los principales objetivos de la política monetaria fue mantener el nivel de tasas de interés consistente con los objetivos de crecimiento, inflación, ahorro y balanza de pagos”.
Referente a la política fiscal, también se tiene que mencionar que ésta se sustentó en la disciplina en el gasto para garantizar el equilibrio en el erario nacional y se pretendió profundizar con la reforma estructural del sector público: reduciendo personal, aumentando las recaudaciones tributarias, tratando de no tener altos déficits fiscales, reducción del gasto público, reducción de los créditos netos al sector público, se procuró inyectar dinero al sector privado vía créditos a tasas de interés menores, sin que se alimente la inflación.
Lamentablemente los esfuerzos realizados por todos los gobierno en la década no sirvieron casi de nada visto que los precios de bienes y servicios siguieron su escalada que perjudicó la estabilidad y consecuentemente se sucedieron otros fenómenos económicos que llevaron a una debacle sin precedentes donde la mayoría de la población fue la más perjudicada.
Según lo reseña el Ec. Alberto Acosta “el país, en consecuencia, experimentó el empobrecimiento más acelerado en la historia de América Latina: entre el año 1995 y el año 2000, el número de pobres creció de 3,9 a 9,1 millones, en términos porcentuales de 34% al 71%; la pobreza extrema dobló su número de 2,1 a 4,5 millones, el salto fue de 12% a un 31%. Lo anterior vino acompañado de una mayor concentración de la riqueza: así, mientras en 1990 el 20% más pobre recibía el 4,6% de los ingresos, en el 2000 captaba menos de 2,5%; entre tanto el 20% más rico incrementó su participación del 52% a más del 61%. Y en el nuevo siglo miles de ecuatorianos, más de 500 mil personas (más de un 10% de la PEA), habrían huido del país”.
La dolarización significó una herramienta que logró, no en el corto plazo pero si en el mediano plazo, reducir a un dígito el incremento sustancial y sostenido de los precios. La reducción inmediata de la inflación fue otra de las ventajas que se promovió con mucho énfasis al adoptar el esquema de dolarización a partir del año 2000. Sin embargo, se tuvo que esperar hasta finales del año 2002 para alcanzar una inflación de un dígito y es a partir de allí cuando empieza una desaceleración significativa hasta llegar a niveles del 2 por ciento; recordemos que los precios en el país en el año 99 habían tenido un acelerado crecimiento pasando del 39,7 por ciento en el mes de enero al 60,7 por ciento en el mes de diciembre; a la fecha del anuncio de la dolarización la inflación se había vuelto incontrolable y terminaba el mes de enero en el 78,1 por ciento, con un crecimiento mensual de los precios del 14,3 por ciento el más alto desde el mes de marzo del 99.
Posterior a la dolarización el problema del incremento de precios se agudizó en todo el año 2000 llegando en el primer semestre a situarse en los 103,7 por ciento para finalizar el año en el 96,1 por ciento.
Este comportamiento de subida de precios a pesar de estar dolarizados, se debió a una serie de factores generados de la crisis del 99 y del ajuste propio de la dolarización, entre estos podemos anotar: “La acelerada depreciación de tipo de cambio en el año 1999, que desató una fuerte inercia inflacionaria y un ajuste de los precios relativos; la revisión de las tarifas de los servicios administrados: energía eléctrica, agua potable, telecomunicaciones y transporte; el proceso de redondeo de los precios absolutos, alentado por una recuperación de la demanda inelástica al incremento de precios (consumo de hogares, importaciones); la pérdida de referencia de los precios en dólares, al haberse eliminado los precios en sucres, pues no existe un referente público sobre la evolución de los precios en los centros de expendio de productos básicos; las expectativas de los agentes frente a importantes decisiones como la revisión de precios de bienes y servidos públicos como combustibles y gas”
Pablo Lucio Paredes, reconocido analista económico del Ecuador, sostenía que los precios subían presionados por la enorme devaluación que se dio desde enero del 99; además “la subida del tipo de cambio acaba ‘jalando’ hacia arriba a los demás precios, con o sin dolarización. Este efecto inflacionario se hubiera manifestado en cualquier esquema económico, porque el tipo de cambio no puede subir cerca del 300 por ciento mientras los precios solo suben 60 por ciento como sucedió en el 99. Al final los precios se acaban ajustando unos a otros con o sin dolarización”
Luis Luna Osorio, experto en comercio internacional, corroboraba este criterio al manifestar que: “la dolarización trajo como consecuencia una situación muy crítica, porque en los meses anteriores había existido una rápida devaluación y una lenta inflación; cuando se produjo la dolarización había que llegar a una equiparación de la devaluación y la inflación, para que la moneda pueda tener una relativa estabilidad y eso determinó que los precios de los productos en el mercado interno tuvieran que ir aceleradamente hacia arriba para colocarse en el nuevo nivel”
Por su parte Fernando Pozo, indicaba que en los meses posteriores al anuncio los precios de todos los bienes y servicios (precios relativos) se iban a reacomodar hasta situarse en un nuevo nivel de equilibrio temporal. Durante este periodo, la inflación se mantendrá alta, con la gravedad de que será alta en dólares.
En un estudio sobre el tema la Comunidad Andina (CAN) señala que el resultado inflacionario del año 2000 se debió “al ajuste de precios relativos que experimentó el Ecuador el año 99 debido a la rápida devaluación del sucre entre agosto de 1998 y enero de 2000, aumento del impuesto al valor agregado (del 10% al 12%), y al sucesivo incremento de las tarifas de los servicios públicos, combustibles y gas doméstico, esto último acompañado de ajustes salariales”
Pasados los estragos del ajuste del año 2000 en todo el sistema económico de nuestro país en el año 2001 se empieza a sentir una estabilidad económica, siendo el principal factor la reducción en el crecimiento del nivel de precios de los bienes y servicios, lo cual llega a fin de año a una tasa del 37,7 por ciento, pero que no sirvió para que el gobierno alcanzara la meta del 20 por ciento, lo cual se debe, según el Instituto de Estadísticas y Censo a “las medidas económicas del gobierno, el redondeo en los precios, la sequia y la alerta de erupción del volcán Tungurahua”; en el año 2002 el índice inflacionario alcanzó el 12,5 por ciento; en el año 2003 sigue la tendencia hacia la baja ubicándose en el 7,9 por ciento para finalizar el año 2004 en una tasa del 2,7 por ciento; es decir que en estos tres años de dolarización la meta de tener una inflación de un dígito se había cumplido, por lo menos en cuento al indicador; aunque si se sentía en el mercado una relativa estabilidad porque se daba ya el caso de que una persona podía comprar una camisa, un pantalón u otro producto al mismo valor que hace dos o tres años; en ciertos casos podía haber una leve variación pero que no incidía en la decisión de compra, situación que es atribuible según el Ex Ministro de Economía Mauricio Yépez a la dolarización y a la mesura en el gasto por parte del Gobierno de Lucio Gutiérrez
Alberto Acosta, importante analista económico del país, señala que para tener una inflación del 2 por ciento tuvieron que pasar cinco años, hace entrever en su análisis que tal resultado no es positivo para el pueblo y los sectores productivos , ya que en ese mismo periodo ha aumentó el costo de vida y los costos de producción, la reactivación productiva es era una quimera y las condiciones sociales seguían deterioradas , mientras que la posición del Ecuador en el Índice de Competitividad Global y las tasas de interés nominales siguen siendo más elevadas que las tasas en dólares de muchos países vecinos.
Durante el año 2005, a pesar de la crisis política que seguía vigente en el entorno ecuatoriano, los precios de los bienes y servicios se ubicaron en un nivel inflacionario del 2,12 por ciento. Las causas que incidieron en este resultado, según la Cepal, se relacionan a factores “estacionales, climáticos y eventos específicos como la devolución de los Fondos de reserva a los afiliados del IESS, que contribuyeron a la aceleración del ritmo de crecimiento de los precios, especialmente el segundo trimestre del año”.
En el año 2006, seguía gobernando el Ecuador el Dr. Alfredo Palacios, el clima político se presentaba con signos negativos debido al proceso electoral que entre otros cargos designaba al nuevo Presidente Constitucional, la dolarización seguíasiendo el colchón que amortiguaba todo al incertidumbre que se experimentaba en la economía del país. En este año la inflación se incrementó al 3,3 por ciento. Según análisis del Banco Central señala que los factores que incidieron para que la inflación haya variado 1,18 puntos porcentuales de un año al otro fueron, por un lado, los problemas climáticos que afectaron a cultivos de la sierra y la costa ecuatoriana, que provocaron aumento de los precios en varios productos alimenticios. Por otra parte, el otro factor que afectó la subida de precios en el 2006 fue la devolución de los fondos de reserva que inyectaron liquidez a la economía. María de la Paz Vela, en la revista Gestión, destaca que “la liberación de $ 373 millones de los fondos de reserva hasta fines de noviembre de 2005 aumentó la liquidez ocasionando un ‘tirón de demanda’ de bienes y servicios transables y no transables con un mayor impacto en los precios del último grupo en los que la competencia externa es prácticamente nula”.
De acuerdo a datos de la Cepal en su informe económico del 2006, se observa que el incremento de la inflación en este año “se explica por el hecho de que durante el año, ocurrieron fenómenos exógenos y estacionales que aumentaron la inflación particularmente durante el primer trimestre y el III trimestre del año”. Entre las razones específicas el informe señala que el incremento de las remuneraciones unificadas que fue del 6,7 por ciento provocó un aumento de la demanda agregada; de igual manera la devolución de los fondos de reserva y el aumento de los precios de varios productos alimenticios, debido a que el país debió enfrentar dificultades climáticas tanto en la sierra como la costa. En el tercer trimestre hubo variación de los precios debido al aumento de la adquisición de productos como la harina y sus productos derivados; también incidió el aumento de precios del rubro educación, debido al fenómeno estacional de entrada a clases en la región sierra.
Después de un proceso eleccionario reñido el Ec. Rafael Correa gana las elecciones y asume la presidencia de la república el 15 de enero del 2007. Las condiciones de la economía ecuatoriana hasta este acontecimiento se mantenía dentro de un esquema de relativa estabilidad económica. Las condiciones del entorno internacional daban cuenta de una desaceleración de la actividad económica en los países desarrollados, además de un incremento de los precios de los alimentos en el mercado internacional; de igual forma a mediados de este año se inicia la crisis financiera con la caída en el valor de los títulos con garantías hipotecarias en Estados Unidos; pero, también se presentaban elementos favorables para el caso del Ecuador, especialmente, por el lado de los precios del petróleo que en promedio se ubicó en los 59,9 dólares el barril, que inyectó dinero a la economía.
El nuevo régimen, liderado por el Ec. Rafael Correa, inicia su mandato adoptando medidas en el orden social como el incremento del Bono de Desarrollo Humano (BDH) a 30 dólares lo que muestra una tendencia hacia el uso de la política social basada en un intervencionismo estatal que con el tiempo se vuelve más pronunciado. Adicional a ello se observa un incremento del gasto público que guarda concordancia con la política social del Gobierno de “la revolución ciudadana”.
En relación a la inflación, los precios de bienes y servicios al finalizar el año se ubicaron en el 3,32 por ciento. En este sentido, la situación del proceso inflacionario experimento algunos inconvenientes configurando resultados ligeramente superiores a los años anteriores. Existen varias causas que explican la subida de los precios de bienes y servicios a partir del año 2007. Uno de ellos tiene que ver con la depreciación del dólar en el contexto internacional frente al euro. Otro elemento que ha causado fuertes impactos en los precios ha sido el aumento de los precios de las principales materias primas en el escenario mundial como el trigo, petróleo, arroz, cobre, etc. Que produce esto? Que los precios de los bienes importados se incrementen, lo que en una economía como la nuestra dependiente de las importaciones es lapidario, ya que al aumentar las materias primas, los insumos, los bienes de capital, etc. afectan directamente a los costos de las empresas en el mercado interno quienes a su vez se ven forzados a incrementar los precios de venta al consumidor final con la idea de no disminuir su margen de utilidad y con ello sostener su actividad y todos los efectos multiplicadores que de ello se derivan en el empleo y actividades complementarias. A esto se le conoce como una inflación de costos.
El Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILDIS) y la FLACSO, en su informe Análisis de Coyuntura, en lo que respecta a la inflación indican que entre los factores que afectaron de una u otra manera la inflación durante el año 2007 constan: el crecimiento interno del crédito otorgado por las entidades financieras, las variaciones del índice de precios al productor; el comportamiento de los bienes transables y no transables; el aumento de las importaciones de bienes de consumo e insumos para la producción; el flujo de las remesas de los migrantes; el incremento de los salarios Otra forma de ver las causas que incidieron en el proceso inflacionario.
El 2008 es un año muy especial en el análisis de los resultados de cualquier economía debido a que en el mes de septiembre estalló la crisis financiera, primero en Estados Unidos y que luego se regó al resto del mundo, debilitando, según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a la economía mundial hasta los primeros meses del año 2009 en que se habían generado impactos muy fuertes en las la gran mayoría de países del mundo, llegando a ser considerada la tercera gran crisis del sistema capitalista por los rasgos que tenía muy superiores a la “Gran depresión” de los años treinta. Sin embargo para el tercer trimestre del año 2009 la crisis se desaceleró y se empezaron a difundir resultados que presagiaban una recuperación. A pesar de ello las economías aún estaban convalecientes de los efectos que habían asumido en meses anteriores.
Para el caso ecuatoriano las condiciones internas se vieron más afectadas por el incremento de las materias primas en el mercado mundial, pero sin embargo el incremento de los precios del barril de petróleo a niveles superiores a los 140 dólares le permitió al país tener mayores ingresos y con ello solventar el presupuesto y por ende el gasto público que se incrementó de forma significativa durante este año.
En cuanto a la evolución de los precios, las cifras señalan que el proceso inflacionario se aceleró a partir del mes de enero del 2008 en que alcanzó un nivel del 4.2%; al mes de julio el índice inflacionario llegaba al 9.87 por ciento, finalizando el año en un nivel del 8,83%, todo apuntaba a que el ecuador entraría en una nueva etapa de inflación de dos dígitos al finalizar el año, cosa que no ocurrió debido a la serie de maniobras que el Gobierno implementó.
Según las autoridades oficiales señalan que la causa de dicho incremento obedece a lo que está sucediendo en el mercado mundial, rechazando con esto “que la inflación esté asociada a las políticas de expansión del gasto. Afirman que es un fenómeno dependiente de la inflación internacional agravada por la acentuación de la devaluación del dólar, lo que encarece las importaciones ecuatorianas, y por los efectos del invierno en la costa, que disminuyeron la producción”
Por su parte otros sectores no alineados al gobierno argumentan que unido a los impactos que generan los incrementos de precios en el mercado mundial está el aumento del gasto público que el gobierno ha realizado desde que asumió el mando de la economía ecuatoriana; es decir, con las medidas de tipo social adoptadas por el régimen se ha venido incentivando el nivel de demanda lo que a la larga produce un exceso de circulante en la economía que lleva a que los precios se disparen.
Un estudio del Banco Central del Ecuador, que utilizó el modelo VAR, destaca que en el año 2008 los principales determinantes de la inflación en el Ecuador fueron los precios internacionales, los tipos de cambio y las políticas públicas.
Con todo un panorama internacional desalentador al finalizar el 2008 se inicia el año 2009 donde se pensaba que los indicadores económicos, entre ellos la inflación, iban a presentarse muy negativos para el país. El nivel de inflación anual a diciembre de 2008 fue del 8,36%. Ventajosamente el Gobierno al igual que muchos en el mundo, aplicó una serie de medidas en varios frentes para atacar el principal problema que era la subida de precios de los bienes y servicios que al finalizar el primer mes del año se ubicaba en 7,9% lo que vislumbraba una posibilidad de un mejor control del proceso.
Terminado el primer trimestre la economía ecuatoriana había resistido un incremento desmesurado de los precios; la inflación anual se situaba al mes de marzo en el 7,4%. El proceso de desaceleración continúa para el segundo trimestre y ubicamos en el mes de junio una inflación anual del 4,54%. Con estos resultados se dejaba a un lado el temor de pasar a una inflación mayor a un dígito y era notorio que al igual que muchos países latinoamericanos si era real una desaceleración; sin embargo, según señala un artículo de Diario Hoy (Agosto 11 de 2009) “la menor inflación refleja una caída en varios precios internacionales y una menor demanda de los consumidores que tienen menos plata frente a la crisis” Según la misma fuente en los primero seis meses del año, las cifras mostraban que el Ecuador estaba recesión y la menor inflación lo único que reflejaba, en parte, eran las dificultades de la economía.
Por su parte, al explicar las causas de la desaceleración inflacionaria el Banco Central del Ecuador en su boletín de inflación señala que, durante el primer semestre del año, los mayores volúmenes de productos de temporada, de cosecha, entre los cuales se encontraban las legumbres, frutas y pescado, ocasionaron una disminución de los precios del sector agrícola y pesca lo que repercutió en el comportamiento general de la inflación.
Como se puede apreciar en el gráfico, en los meses de julio a octubre del 2009 el nivel de la inflación en el Ecuador continuó disminuyendo, ubicándose en el 3,37% al mes de octubre.
Como se ha podido resumir en la explicación del proceso inflacionario que ha venido asumiendo el país existe variados criterios; a pesar de ello, la realidad nos lleva a vivir día a día con este problema que al acelerarse pude causar serios malestares en la mayoría de los agentes económicos. Se espera que la política económica del gobierno de Rafael correa genere buenos resultados en el control de la inflación.
Autor: Miguel A. Tomalá P.