Este punto hace referencia que existe mucha inequidad y muy poca equidad y se pueda analizar en dos planos íntimamente relacionados entre Países y a nivel de país.
En el primer caso se hace referencia al grado de concentración entre países de los beneficios que genera la economía del comercio internacional, tanto mayor porcentaje del ingreso es absorbido por menor porcentaje de población mayor será la inequidad, según las cifras del Banco Mundial la inequidad que existe en el mundo es extrema.
Así, el 80% de la población mundial, alrededor de 5,300,000,000 de personas, participan del 20% del ingreso alternativamente, tan sólo el 20% de la población mundial, unos 1,200,000,000 de personas absorben el 80% del ingreso.
Varias son las causas del escenario descrito, pero en particular puede complicarse aún más como consecuencia de la globalización en el mundo, dada la disímil situación de los países para aprovechar, quizá los beneficios y minimizar los costos de la globalización, entendida ésta en términos económicos simples como un proceso simultáneo de profundización de la apertura de las economías y de mayor dinámica en el avance tecnológico.
Hay diferencias significativas entre países respecto de los niveles de competitividad y del grado de utilización de las tecnologías de la información y comunicación (tic) explican la creciente inequidad a nivel mundial en la distribución de beneficios. La brecha que separa a los países desarrollados de los países en vías de desarrollo o del tercer mundo se puede ahondar por el mayor acceso de los primeros a las (TIC). Estamos viviendo la era digital, la última ola de la revolución de las comunicaciones, cuyo impacto se dice sobrepasara aquel que en su momento generó la revolución industrial.
Es claro que el insuficiente aprovechamiento de la globalización por los países en vías de desarrollo o emergentes caso ritmo de crecimiento y agudiza en consecuencia la inequidad y esa existente.
Ante este panorama cabe preguntarse si esto significa que la globalización negativa; pensamos que no, a pesar del reciente pesimismo que existe de manera generalizada sobre este proceso y que se ha hecho evidente a través de las múltiples manifestaciones y movilizaciones públicas a nivel mundial en contra el mismo. El proceso de globalización parece positivo para los países del tercer mundo en la medida que se preparen para capitalizar sus beneficios y atenuar sus costos, en este sentido corresponde preguntarse, ¿en qué magnitud en problemas depende de la políticas nacionales?
Pasan la tema de la equidad en el plano nacional, es el que más interesa para los propósitos de éste libro, ésta sea asociado de manera errónea a que existe un dilema entre crecimiento y equidad, lo conduce en teoría a la eventual opción entre otorgar prioridad a uno u otro.
En realidad este dilema es falso pues las políticas económicas adecuadamente diseñadas y orientadas a la estabilidad y al crecimiento económico deben generar beneficios al conjunto la sociedad, el crecimiento sostenido y dinámico requiere estabilidad macroeconómica y políticas microeconómicas o reformas estructurales que fomenten la competencia, la eficiencia y la acumulación de capital físico y humano.
Por otra parte los políticos que buscan precisamente mayor equidad via una mejor distribución de oportunidades están esencialmente referidos a la educación, que conlleva capacitación y entrenamiento, así como a la salud y nutrición, es un soporte centrales de un crecimiento sostenido, dinámico y por ende compatibles con él.
Sin duda es imperativo buscar reducir la inequidad; los central al respecto es precisar el cómo reducir la inequidad.
Así, mismo la relevancia del tema de toda discusión y descansa en cinco aspectos y son:
1. Incuestionable por justicia social.
2. Necesaria para consolidar la democracia, en particular países donde ésta es frágil.
3. Favorable para la estabilidad social y política, indispensables a su vez para la estabilidad económica.
4. Positivo para el crecimiento económico.
5. Coadyuva a reducir la pobreza.
Autor: vhicaserna