Transformación de la Mercancía en Dinero (Teoría del Valor)

La mayoría de los textos que hablan de la teoría del valor de Marx, tanto de sus defensores como de sus detractores, carece de la riqueza de detalles, del rigor y del orden presentes en el texto de Marx. Predominan la confusión, la oscuridad y la especulación en aquellos textos. Mi método de exposición es diferente porque sigo directamente el texto de Marx, hablo con sus palabras, y no me salto los pasos necesarios en el devenir de los razonamientos. Acompaño al lector por todo el texto, le reduzco el recorrido, y le indico los aspectos lógicos, filosóficos, antropológicos y fenomenológicos presentes en sus distintas partes. Si el lector estudia atentamente y con rigor mi trabajo, después podrá estudiar directamente el texto de Marx con relativa facilidad. Según el propio Marx, la parte más difícil de El Capital está en su primer capítulo, esto es, en la exposición de la transformación de la mercancía en dinero. Y de esto trata el presente trabajo.


1.Economía marxista y economía convencional Se tiene la idea de que la economía marxista, representada por El Capital de Karl Marx, y la economía convencional habitan en dos mundos distintos: Marx en el de los metafísicos, y los economistas convencionales en el de los científicos. Se presenta el pensamiento de Marx como un cuerpo teórico oscuro, metafísico y poco práctico, mientras que a la economía convencional se le presenta como un cuerpo teórico científico, riguroso y eminentemente práctico. Cuando lo cierto es que El Capital de Karl Marx incluye los conceptos principales de la economía convencional. En la filosofía contenida en El Capital no existe la contraposición entre apariencia y realidad. Domina, por el contrario, la concepción de que la realidad está constituida por apariencias y esencias. Es decir, que la apariencia es parte de la realidad y no algo contrapuesto a la realidad. Llamaremos categorías esenciales a aquellas categorías que reflejan las esencias de la realidad, mientras que llamaremos categorías aparentes a las categorías que reflejan las apariencias de la realidad. Pongamos un ejemplo para dejar estas diferencias filosóficas bien claras. En la economía convencional es fundamental el estudio de la categoría de precio, pero también lo es en El Capital de Marx. ¿Dónde reside entonces la diferencia? La economía convencional define el precio de acuerdo con su función práctica (aparente). Marx también analiza la función práctica del precio, pero añade algo más: explica la génesis de la forma de precio, expone el proceso mediante el cual el valor sufre una serie de metamorfosis, desde su figura más simple, la que se da en el trueque, hasta su figura más compleja, que constituye la forma de precio. Ahí reside el componente fundamental de El Capital: el análisis de las formas del valor. La categoría precio refleja una apariencia de la realidad económica, mientras que la categoría valor refleja una esencia de la realidad económica. El movimiento teórico de Marx va desde las esencias a las apariencias, esto es, parte del valor en su forma natural hasta llegar a la forma de precio; mientras que la economía convencional sólo se mueve en el ámbito de la apariencia. Por lo tanto, no hay que ver en la economía convencional la negación de la economía marxista, sino todo lo contrario: una parte necesaria de ella.

2.Lo que se manifiesta y la forma de manifestarse Pongamos una mesa a dos metros de un espejo. Si acercamos la mesa al espejo, la mesa del espejo (la imagen de la mesa) aumentará de tamaño. Si alejamos la mesa respecto del espejo, la mesa del espejo disminuirá de tamaño. Esta experiencia tan sencilla demuestra la necesidad científica de distinguir, en el ámbito de las relaciones entre cosas, lo que se manifiesta de la forma de manifestarse. El aumento del tamaño de la mesa del espejo es la forma en que se manifiesta la aproximación de la mesa al espejo, mientras que la disminución del tamaño de la mesa del espejo es la forma de manifestarse el alejamiento de la mesa respecto del espejo. Así que el aumento de tamaño de la mesa del espejo no es sólo el aumento del tamaño de la mesa del espejo, sino también la forma fenoménica, la forma de manifestación, de la aproximación de la mesa al espejo. Si en el mundo de las relaciones físicas entre las cosas es necesaria esta distinción fenomenológica, mucho más necesaria lo será en el mundo de las relaciones entre los hombres mediada por los productos del trabajo. Así que cuando Marx estudia el precio como forma fenoménica del valor, no está llevando a cabo ninguna aventura metafísica ni dando un salto en el vacío. Sólo está teniendo en cuenta una necesaria distinción científica. La gran dificultad que tienen los economistas convencionales y los marxistas para comprender acertadamente El Capital de Karl Marx, es que piensan en términos de lógica formal o en términos de lógica dialéctica general. Desconocen por completo la lógica fenoménica, que es la quintaesencia del pensamiento dialéctico de Marx. Ignoran que el concepto de forma fenoménica es la categoría lógica fundamental en El Capital.

3.El Capital y la Semiótica Cualquier investigador en Semiótica, sobre todo aquellos que reflexionan sobre la semiótica del dinero, están obligados a estudiar, cuanto menos, el primer capítulo de El Capital de Karl Marx, que trata de la transformación de la mercancía en dinero, y donde se expone la teoría del valor. Hay que saber que la relación de cambio entre las mercancías es una relación de expresión, esto es, una relación semiótica. Así que en este capítulo de Marx está dada una semiótica, que puede ser desarrollada hasta postulados más generales, y que tiene sus fundamentos en la Fenomenología. También es importante señalar que el concepto de forma y el concepto de valor, que tanta importancia tienen para la Lingüística y la Semiótica, son básicos en el desarrollo teórico del capítulo de El Capital mencionado.


4.El destino histórico de El Capital La primera popularización de El Capital correspondió a Engels. Pero Engels vulgarizó la dialéctica presente en El Capital, en especial en su libro Anti-Dühring. Después sucedió, desde finales del siglo XIX, que las posibilidades de una revolución socialista, sobre todo en términos de condiciones subjetivas, se trasladaron desde Francia, Inglaterra y Alemania a Rusia, un país semipatriarcal, semifeudal y semicapitalista. A partir de ese entonces el papel desempeñado por Marx fue ocupado por Vladimir Ilích Ulianov. Más del 90 por 100 de los textos del líder de los comunistas rusos son de carácter político. De ahí que los comunistas europeos, encandilados por el genial Vladimir Ilích, dejaran a Marx de lado, y en especial a El Capital. La preparación económica de los comunistas de todo el mundo durante todo el siglo XX cayó en picado, permitiendo que las concepciones económicas liberales dominaran por completo el panorama de las ciencias económicas. Hay, sin embargo, dos textos de Vladimir Ilích sobre economía muy importantes, pero que nunca tuvieron gran importancia ideológica para los comunistas. El primero de esos textos, escrito a finales del siglo XIX, trataba sobre el desarrollo del capitalismo en Rusia, la creación del mercado interno y las transformaciones mercantiles capitalista que se producían en la agricultura. El segundo de esos textos, un par de años antes de que Vladimir Ilích muriera, trata de la Nueva Economía Política que propuso después de visto el fracaso económico que significó el comunismo de guerra. En esa Nueva Economía Política se proponía restaurar las relaciones mercantiles monetarias, y potenciar el pequeño capital y el capitalismo de Estado. Las reformas económicas chinas iniciadas en 1978 tiene su principal precedente teórico en esa Nueva Política Económica diseñada por Vladimir Ilích. Pero después de muerto Vladimir Ilích la importancia del conocimiento económico entre los comunistas decayó a los niveles más bajos, y así fueron derrotado tan fácilmente por los economistas convencionales (capitalistas) y se abrió la ola de las capitulaciones ideológicas entre los intelectuales marxistas. No obstante, Stalin y Mao Zedong hablaron siempre de que los comunistas debían respetar la ley del valor. ¿Y qué significaba para estos dos líderes respetar la ley del valor? Respetar la idea de que el valor de la riqueza está determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirla. Sin embargo, aunque promovían el respeto por la ley del valor, promovieron al mismo tiempo la suspención de las relaciones mercantiles monetarias. Por lo tanto, en la práctica no respetaron la ley del valor. ¿Por qué? Porque el valor sólo existe de forma objetiva en forma de dinero. Sólo si permito que la producción en el socialismo sea una producción mercantil, estoy permitiendo que la ley del valor se manifieste. Pero si prohibo la producción mercantil, entonces en la práctica no estoy respetando la ley del valor.