Malthus

PIB

El PIB se refiere a Producto Interno Bruto.


El PIB es una medida del valor de la producción de un país. En particular se refiere al valor de los bienes y servicios finales producidos por un país.

Cuando el PIB de un país aumenta, se considera que la economía de ese país está funcionando relativamente bien, porque hay mayor empleo, mayor disponibilidad de bienes y servicios, mayor bienestar, etc.

Si un país tiene un PIB mas alto que otro país, se considera que la economía de ese país es mas "grande". Países pequeños geográficamente pueden tener un PIB elevado, como Japón y Corea del Sur. Al contrario, países grandes geográficamente pueden tener un PIB muy pequeño, como Kazajstán.


Los países con mayor PIB (por paridad de poder de compra) son:

- China

- Estados Unidos

- India

- Japón

- Alemania

- Rusia

- Brasil

- Indonesia

- Reino Unido

- Francia

Definición del PIB

Técnicamente, el PIB se define como el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de un país durante un períodos específico de tiempo.


¿Cómo se calcula el PIB?

El PIB se calcula mediante la siguiente fórmula:

PIB = Consumo + Inversión + Gasto del Gobierno + Exportaciones Netas

El consumo es el gasto realizado por el sector privado que no tiene como finalidad inversión ni importación, se divide en bienes durables, bienes no durables y servicios.

La inversión es el gasto realizado en bienes de capital realizado por las empresas y también la inversión realizada por las familias.

El gasto del gobierno es todo el gasto realizado por las agencias gubernamentales. Incluye el gasto en educación, infraestructura, seguridad, salud, etc.

Las exportaciones netas son el valor de las exportaciones menos las importaciones.

En la mayoría de los países occidentales, el consumo representa la mayor parte del PIB. Usualmente está entre el 55% y el 70%.

La inversión suele representar entre el 16% y el 22%. En China e India, que son países con altos niveles de crecimiento, la inversión juega un rol mayor, representando el 47% y el 34% respectivamente.

El gasto público suele estar entre el 30% y el 50%. En países desarrollados con alta presencia del gobierno, como Suecia y Francia, el gasto es elevado.

Y la suma de las exportaciones netas de todos los países debe ser cero. Algunos países son grandes exportadores netos, como Alemania (6.6% del PIB) y Rusia (9.4% del PIB), otros son fuertes importadores, como Estados Unidos (-4.3% del PIB), Reino Unido (-6.2% del PIB), Grecia (-7.9% del PIB) y Portugal (-9.8% del PIB) *

* (datos de 2010)

¿A qué se refieren las siglas del PIB?

P se refiere a producto. El producto puede ser visto como el valor de los bienes finales, el valor agregado en cada una de las etapas de producción o la suma de las rentas de los factores de producción.

I se refiere a interno, que significa que es la producción dentro de las fronteras de un país.

B se refiere a bruto, porque no tiene en cuenta la depreciación del capital.

Otras medidas de la producción son el producto nacional (tiene en cuenta la nacionalidad de los factores, no las fronteras de los países) y el producto neto (tiene en cuenta la depreciación del capital).

La Ciencia Lúgubre y Neomalthusianismo de actualidad.

Definitivamente, la inflación se ha consolidado también como un fenómeno global que, de acuerdo a datos del reciente informe sobre las perspectivas de la economía mundial publicado por el FMI en 2007, no habría alcanzado todavía su máximo, sino que recién lo hará en 2008, con las 2/3 partes del planeta incrementando precios en más del 10%.



Las explicaciones, relacionadas estrechamente entre sí, en un contexto de bonanza económica experimentada en los últimos años, se concentran en lo siguiente:

  • Por un lado, el crecimiento del precio del petróleo que está bordeando los U$.140/Barril, habiendo dicho la OPEP que, por el momento, no incrementará más su producción, argumentando que no es un problema de oferta(o demanda real insatisfecha), dado que si lo hiciera aumentarían sus inventarios con el consecuente costo, lo cual haría ésta iniciativa económicamente inviable, ratificando que también existen elementos de especulación por parte de inversionistas, en la búsqueda de utilizar como reserva de valor al petróleo y apostar a la suba, considerando la caída del dólar.

  • Pero principalmente, se explica en el incremento del precio de los alimentos que, según la organización humanitaria Oxfam, habrían creciendo en un 83% en los últimos tres años. Este tema estaría altamente influenciado también, en cierta medida por un afán especulativo en el caso de commodities como la soya e indiscutiblemente por una mayor demanda: biocombustibles y fundamentalmente el consumo mundial, con China e India, como líderes.

Al respecto, conviene mencionar que, de acuerdo al Instituto Worldwatch, el consumo per cápita Chino se ha duplicado en los últimos 20 años, con una pronunciada aceleración en los últimos años, e India que mantiene una tendencia relativamente similar.

Lo anterior, ha sido resultado de las mejores condiciones económicas que han permitido a gran parte de su población salir de la pobreza o mejorar sus niveles de vida y por tanto incrementar su demanda de alimento, principalmente carne. Conviene mencionar que para producir un kg. de carne se requieren entre dos a tres kg. de cereal, ni hablar del resto de los recursos naturales o la contaminación.



De aquí han surgido nuevos conceptos como el del Agua Virtual1 , que corresponde a un nuevo enfoque de valoración de los recursos hidrológicos que se estima han sido empleados en la generación de algún producto. Por ejemplo, se calcula que para producir 1 tonelada de trigo se requieren 1,000 toneladas (ó m3) de agua.

Sin embargo, pese a que los niveles de consumo de éstos países, obviamente se encuentran aún lejos de los de países desarrollados, si los comparásemos, en extremo, con el de EE.UU., se requerirían dos planetas tierra para safisfacerlos.

Por anterior, según la ONU, la producción tiene que crecer en un 50%, antes de 2030 para cubrir la demanda, existiendo actualmente 850 millones de personas hambrientas, cifra que puede incrementar a casi 1,000 millones, de no tomarse medidas radicales, que de acuerdo a la FAO, para mitigar lo más posible, se requerirían invertir al menos USD. 30,000 millones.



Dentro de todo ésto, vuelve a la mente de muchos economistas el nombre de Thomas Malthus y sus “Ensayos sobre la Población”, escritos hacia finales del siglo XXVIII.

Thomas Malthus

En su obra, que se constituyó en un best-seller de la época y ha influido en el pensamiento y conciencia de muchos, el Reverendo Thomas R. Malthus, señalaba que, considerando los rendimientos decrecientes2 y que el factor tierra es fijo (no infinito) las tendencias mostraban que la producción de alimentos crecería en proporción aritmética(1,2,3,4,…), en tanto que la población lo haría en proporción geométrica(1,2,4,8,…).

Entonces, llegó a la pesimista conclusión de que, dado que la población se duplica una y otra vez, es como si el mundo fuera dividiéndose por la mitad también una y otra vez, siendo cada vez menos la cantidad de alimentos para satisfacer las necesidades, hasta acabar en un nivel inferior al necesario para vivir, con lo cual incrementaría la mortalidad o los salarios encontrarse a un nivel mínimo de subsistencia.

Fue por ésto que tales afirmaciones llevaron a Tomas Carlyle3 a denominar a la Economía como la “Ciencia Lúgubre”.

En nuestra historia reciente, generalmente asociados a momentos con cambios de tendencia en el ciclo económico, han vuelto a aparecer los seguidores del Malthusianismo y su visión catastrófica, en diferentes oportunidades.

  • En los ´70s, con la última ola de incrementos en los precios del petróleo y los alimentos, como también en algunos casos de alarmantes incrementos demográficos.

  • Incluso en 1992, con las simulaciones realizadas por computadora, en The Limits of Growth y Beyond the Limits, se daban predicciones aún más sombrías que el evangelio original, llegando a estimar el agotamiento de recursos en 100 años, teniendo como consecuencia una disminución bastante repentina e incontrolable, tanto de la población, como de la capacidad industrial.

Sin embargo, algunos han catalogado las profesías de Malthus y sus seguidores como demasiado simplistas, puesto que no consideraron en el análisis el efecto de los avances tecnológicos que han incrementado la frontera de posibilidades de producción.

El caso más representativo habría sido la Revolución Industrial que a través de la especialización del trabajo, economías de escala y otras innovaciones, generaron incrementos significativos en la productividad. Luego, las comunicaciones, el comercio, la electrónica y la globalización.

Incluso, podríamos mencionar como otros avances tecnológicos y de conciencia, los descubrimientos en medicina y el cuidado por el medioambiente, con toda la “revolución verde”.

De todos modos, en nuestros tiempos, si bien, podemos decir que teóricamente y por la demostraciones anteriores, existen formas de generar un desarrollo sostenible, éste requiere de costosas investigaciones,  cuidadosas aplicaciones de política y en la mayoría de los casos de resultados no inmediatos.

Podemos observar como ejemplo que el caso de los biocombustibles, que ha venido a constituirse en un desarrollo, tecnología y alternativa más limpia que los combustibles fósiles, ha sido excluyente y parte del problema de la escasez de alimentos y escalada de precios.

Lo mismo podríamos decir de los cultivos y alimentos transgénicos, con opiniones en contra y a favor para el consumo humano.

En el siglo XIX se creía que en el futuro nos desplazaríamos por el mundo en globos de aire caliente y que -como pensaba George Bernard Shaw4 - no tendríamos que trabajar más de dos horas diarias. Más tarde, temimos ser dominados por una tecnología fuera de control.

Por tanto, resulta importante pensar que ni lo uno ni lo otro, ni Malthus(peor escenario) ni Tecnología Perfecta(mejor de los mundos), la clave viene a ser la habilidad humana para buscar un equilibrio y, en forma crítica y ejecutora, la Ciencia Económica.

En éste sentido, se debe evitar que los errores políticos sean los que progresen geométrica o exponencialmente, por ponerlo en términos gráficos.

Nuestras naciones latinoamericanas tienen la potencialidad en cuanto a los principales factores de producción: tierra (recursos naturales) y trabajo; derivando de éste último precisamente la capacidad de atraer el tercero, el capital, para generar progreso y bienestar y que el actual momento no sea el principio del fin, sino más bien otra coyuntura -y tal vez oportunidad- más vivida en nuestra historia.

Walter Morales Carrasco, Junio de 2008.


(1) Desarrollado por J. Allan (1993), profesor de la Universidad de Londres.

(2) Relacionado a un aumento marginal de la productividad creciente hasta ser cada vez menor, pudiendo ser cero o incluso negativo.

(3) Influyente filósofo y ensayista inglés de mediados del siglo 19.

(4) Escritor inglés y premio Nóbel de Literatura

Neo-Malthusianismo

por Guillermo Rodríguez G.

fuente: Tercer Polo

"Tanto los gavilanes como la gente gustan de comer pollos, pero mientras más gavilanes significan menos pollos, más gente significa más pollos"


(Paul Romer).

MalthusEn 1798 Thomas Malthus publicó su ensayo de principios de la población en el que afirmó que mientras la producción de alimentos crecía en proporción aritmética la población lo hacia en proporción geométrica. Malthus dio por ciertas dos premisas hoy comprobadamente falsas:

De un lado, consideró que el crecimiento de la población se mantendría inalterado por la intensidad del deseo sexual, lo que parecía bastante coherente en su tiempo, pues todos los datos históricos disponibles indicaban que la población únicamente se reducía por epidemias y hambrunas.

Del otro lado, presentó una de las primeras explicaciones de la Ley de los rendimientos decrecientes. Entendía Malthus que aunque toda la tierra cultivable llegase a usarse, y que cabía aún incrementar la producción mejorando las técnicas de producción, el problema del rendimiento decreciente es que cuando se aumenta él numero de trabajadores en un campo de cultivo, de uno a dos, posiblemente se duplique la producción, pero un tercer trabajador producirá un incremento menor, y cada nuevo trabajador producirá incrementos cada vez más pequeños de producción, hasta que el exceso de trabajadores en el campo pisotee la cosecha en lugar de producir más.


Con lo que el Presidente de la República y caudillo indiscutible de la mayoría de los socialistas venezolanos denominó socialismo del Siglo XXI incluído, prácticamente todas las ideologías adoptan banderas ecologistas se basan en variaciones teóricas sobre la tesis de Malthus. Esto tiene enorme importancia en los primeros años del siglo XXI, ya que las teorías marxistas ortodoxas de siglos pasados, basados en el razonamiento circular de la plusvalía, y en un valor trabajo superado por la teoría del valor marginal, han sido progresivamente abandonadas por un neo-comunismo que adopta la teoría maltusiana, para sostener la necesidad de limitar el crecimiento económico por razones ecológicas.

Si bien la imposibilidad práctica de la planificación estatal de la economía fue demostrada desde las primeras décadas del siglo pasado por el economista Ludwid Von Mises y evidenciada por los colapsos económicos, políticos, ecológicos y poblacionales en la URSS o Camboya, aún existe una “intelligentsia” favorable a tales ideas en gran parte del mundo. De mediados del siglo pasado los académicos han venido construyendo diligentemente un nuevo conjunto de teorías anti-capitalistas que han alentado el crecimiento de un ecologismo político que incluiría desde partidos como el verde alemán, pasando por ricas organizaciones transnacionales como Grennpeace, hasta pequeños grupos terroristas defensores de los derechos animales. El aliento teórico de todos se basa en el criterio académico de extender las tesis maltusianas de los alimentos a una amplísima gama de recursos, para predecir todo tipo de catástrofes inminentes que nunca ocurren.


En la universidad de Stanford, el biólogo Paúl Ehrlich, Lester Brown y el equipo que desarrolló el famoso informe Limites del Crecimiento, para un grupo de poderosos burócratas, políticos y directivos de corporaciones unidos en el Club de Roma, todas las catástrofes posibles han sido anunciadas para el futuro cercano por los teóricos del ecologismo maltusiano. Sería gracioso ver como las predicciones de catástrofes se van corriendo en el tiempo, de la misma forma que las superficiales opiniones favorables de algunos famosos economistas, sobre la planificación central desaparecen de las nuevas ediciones de sus viejos tratados sin explicación alguna para el lector-, pero no lo es porque las soluciones propuestas por tales aspirantes a aristócratas mandarinescos son la causa de que las tragedias ocurran, pero únicamente a las poblaciones sometidas a sus recomendaciones por gobiernos totalitarios.

Paúl Ehrlich, quien aún afirma que la mayoría de la gente no reconoce que, al menos él los países ricos, el crecimiento económico es la enfermedad no la cura afirmó desde 1968 que sería imposible que la India alimentara a 200 millones adicionales de personas para 1971. En la edición de 1980 de su libro, la bomba poblacional, omitió todos los comentarios sobre el asunto, posiblemente porque los hindúes estaban exportado excedentes de granos a la URSS en 1980. Tales académicos mostraron a finales del siglo pasado su falta de ética con ese tipo de ediciones revisadas de sus libros. Su objetivo nunca fue la búsqueda de intelectual de la verdad; fue siempre la construcción de soportes teóricos para el ecologismo político.

Si el malthusianismo fuese conceptualmente cierto, el crecimiento de la producción conduciría fatalmente a catástrofes ecológicas que reducirían la producción y finalmente llegaríamos realmente a las hambrunas globales pronosticadas como inminentes desde hace ya más de dos siglos. Para evitar tales catástrofes, los ecologistas proponen un empobrecimiento intencional, más o menos severo, en el frente económico y severas medidas de planificación familiar en el frente poblacional. Pero la población humana se triplicó el pasado siglo mientras la producción de alimentos creció a un ritmo aún mayor. De hecho en la segunda mitad del mismo siglo la población se duplicaba el suelo dedicado a la producción de alimentos no se ha incrementado. Exactamente lo contrario de lo predicho por Malthus.

Para el neo-malthusianismo, la mejor organización de la sociedad no sería aquella capaz de producir un bienestar creciente para una población creciente, sino aquel capaz de detener ordenadamente el crecimiento de producción y población y distribuir la producción decreciente de la forma más equitativa posible. Como los socialistas de todos los tiempos ya han demostrado su incuestionable capacidad de producir y distribuir pobreza mediante planificación central de la economía, con el neo-comunismo simplemente ponen los objetivos en concordancia con las capacidades.

Esto es un producto obvio de la experiencia de casi un siglo del socialismo contenponráneo en el poder. Era escandalosamente evidente el fracaso del socialismo mientras el objetivo de la planificación estatal de la economía fue una producción mayor que la obtenida bajo un sistema de mercado relativamente libre, las únicas industrias que crecían en la realidad y no únicamente en el papel de cada plan, era las relacionadas con en control militar y policial de la población y el territorio. Pero jamás se aproximó socialismo alguno a la producción capitalista en cantidad, calidad o variedad para nada diferente del armamento.

Ahora que adoptaron el Malthusianismo no les sería necesario falsear estadísticas de crecimiento, la reducción de la producción como objetivo es incuestionablemente alcanzable con la organización colectivista de la sociedad bajo el control del Estado. La democracia política que en ultima instancia se puede transformar en la tiranía de la mayoría no es garantía contra tal amenaza. Necesitamos empezar por desenmascarar las falsas bases de ese curioso socialismo del siglo XXI “por inventar” que ya estaba inventado y construir una fuerza de opinión política alternativa popular al mismo musiú con diferente cachimbo. Y eso es solo el principio.

Subscribe to RSS - Malthus