La historia de la vitivinicultura argentina se remonta a la época de la colonización, ya que el cultivo de la vid estaba estrechamente relacionado con las prácticas agrícolas de los colonos españoles. Su cultivo se vio fomentado por el consumo de vino y pasas, como alimento calórico, por parte de los soldados, y también porque los sacerdotes católicos misioneros implantaron viñedos, con el fin de contar con el vino, que indispensablemente requerían para celebrar la Santa Misa. En las Provincias de Mendoza y San Juan se implantaron los primeros viñedos entre 1569 y 1589, lo que dio lugar, con el transcurso del tiempo, al desarrollo de una gran industria que transformó la aridez de esta zona. Favorecida por óptimas condiciones climáticas y de suelo, la vitivinicultura manifestó un amplio y acelerado desarrollo, principalmente en las provincias andinas.
Durante la década de los noventa el sector vitivinícola se caracterizó por su notable transformación, éste pasó de ser un sector con problemas tales como excesos de oferta, consumo decreciente y múltiples intervenciones del Estado en el mercado (a través de, por ejemplo, precios sostén, bloqueos y cupos de vinificación), a ser un ejemplo para otros sectores de la economía. El cambio estuvo determinado por un salto hacia la calidad a través de la reconversión tecnológica que abarcó tanto al sector agrícola como al industrial. Asimismo, enfrentó una demanda creciente de vinos finos no sólo desde el punto de vista interno sino también externo que potenció la transformación del sector. El marco que permitió llevar a cabo dicho cambio fue el de la estabilidad, la apertura y la desregulación.
Hoy la vitivinicultura argentina posee un componente de gran peso a su favor que es la integración. Nuestro país ocupa un importante lugar en el contexto vitivinícola mundial y comienza a posicionarse como un exportador altamente competitivo de los tradicionales países vitivinícolas tales como Francia, España e Italia. La inserción en los mercados internacionales ha generado una notable innovación, motivada principalmente por la necesidad de adecuarse a las nuevas exigencias de los mercados importadores.
El objetivo de esta presentación es analizar la evolución del sector en cuanto a su producción, los factores que determinaron su desarrollo tecnológico y su actual relación con el mercado mundial, junto con las políticas macroeconómicas en el período que transcurre desde la época de la convertibilidad hasta la actualidad que tuvieron su efecto en dicha transformación.
En primer lugar, en la siguiente sección se detallan los cambios ocurridos en la superficie implantada de la vid, luego en la tercera sección se repasa la transformación del sector en cuanto a su orientación al mercado externo en los últimos años, constatando la importancia que tiene en cuanto a generación de divisas, en la sección IV se reconocen los factores de competitividad que permitieron su desarrollo y finalmente se extraen conclusiones.
Autor: Pablo A. Díaz Almada - Año 2009