Los temores sobre una recesión en EEUU son cada vez mas fuertes, al mismo tiempo, la inflación registrada fue la mayor de los últimos años. Esto plantea una situación que ha causado gran interés en los economistas en los últimos años, la posibilidad de una recesión junto con inflación. Los peligros de esta situación surgen debido a que se limitan los instrumentos de política económica disponibles para el gobierno. Al cóctel de problemas se le añaden la debilidad del dólar a nivel internacional y los altos precios del petróleo y la dependencia del mismo de la economía de EEUU.
Por ejemplo, una medida clásica cuando la actividad económica disminuye es bajar la tasa de interés. Esto, sin tener en cuenta otros datos mas que el nivel de actividad, la aumenta. Sin embargo, en un contexto inflacionario, alimenta la inflación. Y además, al ser los bonos estadounidenses menos atractivos en relación a los de otros países, provoca salida de capitales que debilitan el dólar aún mas. Un dólar mas débil aumenta aún mas el precio del petróleo en dólares, lo que también alimenta la inflación. Al mismo tiempo, aumenta la posibilidad de que se vaya dejando cada vez mas de utilizar al dólar como depósito de valor y medio de cambio, lo que disminuye aún mas el atractivo de los bonos de EEUU, ya que históricamente uno de sus atractivos fue que el dólar era la moneda aceptada internacionalmente por excelencia, y la FED tiene la maquina de imprimir dólares.
Veremos en los próximos meses la evolución de una situación que los inversores ya descontaron como muy complicada, al caer fuertemente todos los índices de los mercados financieros internacionales mas importantes.