Dos factores se han destacado a nivel mundial como impulsores, en mayor o menor medida de esta renovada dinámica agrícola. Los mismos son: el aumento del precio internacional de los productos agrícolas y el aumento de la demanda agrícola mundial.
El proceso de apertura y desregulación registrado en Uruguay durante la década de los 90, implicó que el mercado agrícola local tomara directamente las señales del mercado mundial, quedando ligado a lo que sucediera con los precios internacionales. Por este motivo, el aumento del precio internacional de los productos agrícolas (en el marco de un aumento generalizado de los precios de los commodities) marcó una coyuntura favorable en los últimos años para el desarrollo de la actividad en Uruguay.
A continuación se presenta una gráfica que resume los precios del trigo y la soja en los últimos cinco años. El incremento de los mismos ha sido considerable, sobre todo en los picos alcanzados durante al año 2008. Luego de que en 2009 se experimentara cierta inestabilidad de los precios, en el año 2010 los mismos mostraron nuevamente una tendencia creciente, acercándose a los guarismos históricos de 2008.
Fuente: elaboración propia en base a Mercado de futuros - Chicago
Asimismo, la devaluación de la moneda uruguaya durante la crisis financiera y bancaria en el 2002 provocó un cambio en los precios relativos que favoreció al sector exportador, particularmente a los sectores relacionados con la producción de granos. Este momento coincide con un ciclo expansivo de la demanda internacional que comienza a gestarse en el año 2003, que mostró una tendencia al alza en los productos agropecuarios y particularmente en los granos, presionando los precios que como se vio alcanzaron máximos históricos.
Los mercados mundiales de commodities han atravesado otros ciclos de auge, pero la actual expansión se distingue tanto por su duración e intensidad, como también por la volatilidad de los precios. Particularmente sobre los precios se ejerce una presión importante que tiene que ver con el ajustado balance entre oferta y demanda mundial de productos agrícolas, registrándose incluso una caída de las existencias globales de granos en relación al consumo de los mismos.
La demanda internacional jugó un rol relevante en estas presiones. Existen dos factores que explican principalmente el aumento de la demanda: el crecimiento del consumo en países emergentes con altos niveles de población, básicamente por lo sucedido en países como China e India que se han urbanizado y han cambiado sus hábitos de consumo; y el consumo creciente de biocombustibles elaborados a partir de productos agrícolas, impulsado por políticas públicas que buscan fuentes alternativas de energía (Souto, 2008).
A continuación se presenta un cuadro que resume el volumen de las exportaciones de los principales productos agrícolas comparando la campaña 1998/1999 con 2009/2010 (estimado) a nivel mundial. Se evidencia la clara tendencia alcista que ha tenido el conjunto de productos agrícolas durante el periodo, particularmente el caso de la soja cuyas toneladas más que se duplicaron en los últimos diez años.
Volúmenes mundiales exportados de los principales productos agricolas - Millones de Toneladas
Por su parte, la evolución de las exportaciones de productos agrícolas en valor muestra una fuerte tendencia al alza, ampliamente superior a lo sucedido con la comparación en volumen ya que entre 2000 y 2009 las exportaciones en valor aumentaron 112%. Puede decirse entonces que el incremento de la demanda de productos agrícolas ha evolucionado favorablemente más allá del fuerte incremento de los precios internacionales.
Fuente: elaboración propia en base a OMC
Se destaca otro factor internacional que recientemente también explica la dinámica favorable de la agricultura. Se trata de las bajas tasas de interés internacionales que se han registrado luego de la crisis financiera mundial que tuvo lugar en los años 2007-2008 cuyas consecuencias continúan en la actualidad en muchos países desarrollados. La alta liquidez, el debilitamiento del dólar y de la economía estadounidense, junto con la baja rentabilidad de muchos activos financieros a nivel mundial, han reorientado las inversiones hacia mercados de productos básicos y generado un alto flujo de capitales hacia países latinoamericanos.
En el caso concreto de Uruguay, se destacan otros tres factores que favorecen la atracción de un mayor flujo de capitales, estos son: el bajo precio relativo de la tierra con respecto a la región; la existencia de factores coyunturales como las retenciones a las exportaciones en Argentina y las políticas públicas implementadas en Uruguay.
Respecto al precio de la tierra, en términos relativos Uruguay registra precios menores respecto a Argentina y Brasil, sin embargo en los últimos años la fuerte presión que ejerce la demanda del recurso en Uruguay ha tendido a elevar el precio de la tierra. A continuación se presenta un índice construido a partir de los precios de la tierra en la región, se destaca que en Uruguay el mismo ha mostrado constantes aumentos a partir de la crisis de 2002.
Es interesante destacar que el precio de la tierra se encuentra correlacionado de forma positiva con la evolución de los precios de los productos agrícolas, de este modo se genera una fuerte presión sobre los precios de arrendamiento principalmente en las tierras de mejor aptitud agrícola (Gutiérrez, 2009).
En lo que refiere a la coyuntura en Argentina, se verificó un intenso flujo de inversión desde ese país hacia Uruguay, ya que, como respuesta a la crisis experimentada comienzos del siglo XXI y en un contexto de precios crecientes, Argentina optó por la aplicación de fuertes impuestos a las exportaciones de productos primarios, conocidos como retenciones, lo que disminuye notoriamente el precio recibido por los productores.
En una primera instancia este flujo de inversión desde Argentina se enfocó en la compra de tierras por parte de productores tradicionales, pero posteriormente se sumaron grupos de inversión que comenzaron a desarrollar e implementar lógicas de negocio diferentes a las de los productores tradicionales uruguayos. Se trata de empresarios más proclives a asumir riesgos y a diversificar geográficamente la producción y las operaciones, existe asimismo una percepción generalizada positiva de parte de los grandes grupos agrícolas sobre los nuevos actores argentinos respecto a un manejo del negocio mucho más profesionalizado (Gutiérrez, 2009).
Respecto a las políticas públicas que se han desarrollado en Uruguay, se destaca la seguridad jurídica como uno de los principales factores favorables a la inversión, que sumado a la inseguridad que los agentes perciben en el resto de la región facilitaron la entrada de capitales al país. Asimismo, la Ley 16.906 de promoción de inversiones es un ejemplo identificado por empresas agrícolas como una buena política de estado; la misma se destaca por el otorgamiento de beneficios fiscales a los proyectos que se comprometen a incrementar sus exportaciones, elevar el número de puestos de trabajo o destinar recursos para la innovación, entre otros. Una de las claves de esta política es la no discriminación entre inversores extranjeros y locales, principalmente desde el punto de vista tributario.
Finalmente, para darle un orden de importancia a los factores mencionados, se utilizaron las respuestas de varias empresas del negocio agrícola a una encuesta que fue realizada para este trabajo (las características de la encuesta se presentan en el Capítulo 8 y el formulario en el Anexo A). En dicha encuesta, se consulta sobre la importancia relativa de cada uno de los factores que explican el dinamismo agrícola en los últimos años. Las respuestas identificaron claramente dos factores por sobre los demás: el aumento de los precios internacionales de los commodities y el incremento de la demanda mundial. Asimismo, casi la mitad de las empresas identificó la existencia de retenciones a las exportaciones en Argentina y la utilización de instrumentos financieros para el manejo del riesgo como factores claves. Finalmente, algunas empresas reconocen en las políticas del Estado y en el bajo precio relativo de la tierra factores importantes para el impulso agrícola uruguayo.
Autores: María Eugenia Cedrés y María Fernanda Maillot