Historia Económica

La Gran Depresión

La gran depresión fue la crisis económica mas importante de la historia moderna occidental. En 1929, los precios de las acciones de Wall Street se derrumbaron y luego colapsan todos los sectores de la economía norteamericana. La crisis se extendió rápidamente a todo el mundo. La pobreza y el desempleo aumentaron rápidamente. El descontento social era generalizado.


En 1933 Roosevelt asumió la presidencia de Estados Unidos y comienza a tomar enérgicas medidas contra la Gran Depresión. En Estados Unidos, el producto interno bruto comenzó a crecer, pero el desempleo se mantenía elevado. En el resto del mundo la situación no mejoró tan rápidamente como en Estados Unidos.

Recién a comienzos de 1941, el nivel de desempleo en Estados Unidos se pudo recuperan a niveles previos a la Gran Depresión. Pero el mundo ya se encaminaba hacia la Segunda Guerra Mundial.

Causas de la Gran Depresión



Las causas de la Gran Depresión son principalmente:

- La primera guerra mundial y las condiciones que se impusieron a Alemania.

- El patrón oro y la estructura de comercio internacional

- La escasa regulación del sistema financiero de Estados Unidos

- La corrientes económicas reinantes, que no favorecían la intervención del Estado en la economía para salir rápidamente de las depresiones económicas

La Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión

La Primera Guerra mundial ocurrió entre 1914 y 1918 y llevó a la muerte a mas de 16 millones de personas. Los principales países que salieron victoriosos fueron: Inglaterra, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos. Los principales derrotados fueron Alemania, el imperio Austro-Húngaro, el imperio otomano (Turquía y países bajo control).


En 1919 se reunieron representantes de Alemania y las potencias aliadas para llegar a un acuerdo que de por finalizada la guerra de manera formal (ya se había acordado el cese al fuego el año anterior). Se reunieron en el palacio de Versailles, en Francia.

El punto mas controversial del acuerdo de Versailles fue el punto en el que se imponen grandes sanciones a la derrotada Alemania. Los vencedores exigieron que Alemania se haga cargo de todos los costos de las reparaciones de la guerra.

John Maynard Keynes, prestigioso economista y miembro de la delegación británica, se fue de Versailles diciendo que el tratado iba a tener consecuencias económicas negativas que impactarían en toda Europa. Mas tarde escribió un libro llamado "Las consecuencias económicas de la paz", donde explica que las sanciones impuestas ocasionarían el empobrecimiento de Europa.

John Maynard Keynes

La Estructura Económica Mundial antes de la Gran Depresión

Luego de la primera guerra mundial, Estados Unidos se impuso como el centro económico mundial. Nueva York desplazó a Londres como centro financiero.

Se limitó fuertemente el flujo de personas entre Europa y los países americanos. Estados Unidos y otros países hicieron mucho mas difícil que Europeos puedan emigrar a esos países. Cuando en Europa aumentó la desocupación, muchos desempleados ya no tenían la opción de emigrar.

Desde el punto de vista monetario, la mayor parte de los países todavía usaba el patrón oro como sistema monetario. Bajo el patrón oro, la oferta de dinero de cada país está vinculada con las reservas en poder de la autoridad monetaria. El banco central vendía dinero de acuerdo a un tipo de cambio fijo.

Cuando se desató la Gran Depresión, la rigidez impuesta por el patrón oro fue en parte culpable de que la crisis se desplace rápidamente desde Estados Unidos al resto del mundo. Y cuando la Gran Depresión estaba en su punto mas álgido, el patrón oro no permitió que los países realicen una política monetaria expansiva rápidamente. Los países que salieron antes del patrón oro, como Gran Bretaña, se recuperaron mas rápidamente que los que no lo hicieron, como Francia.

La Situación Económica de Estados Unidos antes de la Gran Depresión

Luego de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos había entrado en una etapa de prosperidad económica. El país crecía y el desempleo era bajo. Las familias tomaban préstamos e invertían en bienes durables, como automóviles y heladeras.

La industria florecía y el sector financiero acompañaba el crecimiento. Sin embargo, la regulación del sector financiero era muy escasa. La escasa regulación permitió el surgimiento de la especulación en masa y la creación de una burbuja en Wall Street. En 1929 la bolsa de Nueva York se derrumbó estrepitosamente.

La prosperidad y el clima económico llevó a que un gran número de personas invierta en la bolsa y los precios de las acciones suban. Incluso familias tomaban préstamos para comprar acciones, a pesar de que desconocían los fundamentos económicos de sus inversiones.

Muchos se aprovecharon de esta situación y comenzaron a manipular el mercado para obtener ganancias de corto plazo. Una práctica común, que hoy estaría totalmente prohibida, era ponerse de acuerdo para "inflar" precios de ciertas acciones y luego venderlas a inversores incautos. Cuando la venta ocurría, el precio de la acción se desplomaba y los incautos quedaban atrapados con acciones de poco valor.

La política de la FED y la Gran Depresión

Ante el calentamiento de la economía y la alta especulación, en 1927 la Reserva Federal aplicó una política monetaria mas restrictiva que subiría la tasa de interés. El efecto de esta política no fue desalentar la especulación, pero la alta tasa de interés sí tuvo efectos negativos en la economía real de Estados Unidos y del resto del mundo.

Empresas y familias se habían endeudado fuertemente y ahora tenían que asumir un mayor costo de la deuda. Bancos extranjeros estaban endeudados con bancos de Nueva York y ahora tenían que trasladar la mayor tasa de interés a empresas y gobiernos de Europa.

La Crisis de 1929

En 1929 se produjo una importante caída de los índices de precios de acciones de Wall Street. El jueves negro, 24 de Octubre de 1929, la bolsa de Nueva York cayó 11%. Se produjeron ventas masivas y el pánico se apoderó de muchos inversores que de repente veían como se desplomaba su activo financiero. Las caídas de la bolsa siguieron durante los siguientes días, semanas y luego meses. En Abril de 1931, Wall Street había perdido 89% de valor.

1929: Una multitud se agolpa en Wall Street para vender sus acciones

La caída de Wall Street no solo produjo una enorme pérdida de capital a inversores, sino que también terminó con el clima de prosperidad reinante y aceleró el comienzo de la Gran Depresión.

Las personas estaba mas preocupadas por la situación económica. Dejaron de comprar automóviles, heladeras y otros bienes durables de consumo. Las fábricas, al ver sus ventas rápidamente disminuidas, comenzaron a despedir empleados.

Efectos de la Gran Depresión

El presidente Herbert Hoover ante la Gran Depresión

La respuesta del presidente Herbert Hoover (presidente de Estados Unidos entre 1929 y 1933), fue débil y contribuyó a que la Gran Depresión se profundice y expanda internacionalmente.

Hoover era un ingeniero que había saltado a la fama por su capacidad para manejar situaciones de crisis. El lugar de tener una respuesta enérgica ante la crisis, Hoover pidió a los industriales que no despidan mas empleados y que no bajen los salarios. También pidió a los gobiernos federales que no disminuyan su gasto.

Pero el gobierno central de Estados Unidos no tomó ninguna medida enérgica directa para evitar que la depresión se transforme en crisis. Y una vez desatada la Gran Depresión, tampoco brindó ayuda directa a los desocupados y los pobres.

Parece que Hoover tampoco fue capaz de dimensionar el impacto que la Gran Depresión tendría en la vida de las personas. De hecho, Hoover fue quién usó el término "Depresión" y no el término "Crisis", que sería mas correcto. Quizás pensaba que la Gran Depresión terminaría mas rápidamente.

Luego del jueves negro, Hoover dijo "El principal negocio de este país, la producción y distribución de mercadería, se encuentra sobre bases sanas y sólidas." Claramente estaba equivocado.

Con el correr de los meses, las fábricas siguieron despidiendo gente. Ante la menor actividad económica, la recaudación tributaria disminuyó y los gobiernos federales disminuyeron el gasto, en lugar de aumentarlo.

En 1931, el senador Robert Wagner dijo que Herbert Hoover "se adhiere a la política republicana de larga data: no hacer nada, y cuando la presión se vuelve irresistible, hacer lo menos posible".

Las personas dejaron de confiar en la capacidad de Hoover para manejar situaciones de crisis.

La Situación Monetaria y la Gran Depresión

La política monetaria también fue inapropiada. La mayor parte de los oficiales de la Reserva Federal tenía la opinión de que no había que intervenir activamente para evitar una profundización de la Gran Depresión. Cuando los bancos mas expuestos comenzaron a caer, creían que el sistema se autoregularía, haciendo desaparecer a los bancos débiles pero fortaleciendo al sistema monetario en su conjunto.

Pero las caídas de bancos continuaron y bancos que parecían sólidos desde el punto financiero, se vieron en grandes dificultades porque no podían recuperar sus créditos.

Al ver que los bancos comenzaron a caer, la gente comenzó a sacar sus depósitos de los bancos, lo que agravó la situación.

Evolución del PBI de Estados Unidos durante la Gran Depresión

La Ley Hawley-Smoot

La Ley Hawley-Smoot fue otro error del gobierno de Hoover.

Ante la caída de la producción, para proteger al empleo y las granjas, Hoover firmó la Ley Hawley-Smoot en 1930. La Ley Hawley-Smoot aumentaba las tarifas de importación de Estados Unidos.

La Ley Hawley-Smoot exacerbó la Gran Depresión, porque otros países tomaron medidas similares como represalia y una ola de proteccionismo económico se expandió por todo el mundo.

Casi todos los países aumentaron las restricciones al comercio internacional. El comercio bajó cerca de un cuarto en su volumen. Las empresas que anteriormente habían logrado escala y eficiencia para exportar ya no podían colocar su producción en el exterior. Muchas importaciones tenían que sustituirse por alternativas locales menos eficientes desde el punto de vista económico. Debido al proteccionismo, la asignación de recursos mundial fue mucho menos eficiente.

Consecuencias de la Gran Depresión

A medida que la Gran Depresión siguió desarrollándose, aumentaron el empleo y la pobreza. No solo en Estados Unidos sino también en todo el mundo.

Hacia 1932, el desempleo en Estados Unidos ya había subido a 23.60% y el Producto Interno Bruto cayó 13% en un año. Se estima que cerca de un cuarto de la población no podía conseguir alimento ni vivienda digna.

Si bien el desempleo era cercano al cuarto porcentual, el impacto era mucho mayor, porque muchos trabajaban solo parcialmente o con salario reducido, para evitar ser despedidos. Muchas mujeres comenzaron a buscar trabajo y adolescentes dejaban a sus familias en búsqueda de trabajo en otras regiones. El descontento en la población era muy grande.

Hombres hacen cola para recibir un plato de comida gratis, en Chicago USA 1931

Todos los sectores de la economía se encontraban en mal estado: Fábricas, Servicios, Bancos y el Sector Agropecuario. La Gran Depresión ya se había extendido a toda la economía.

El Comienzo del Fin de la Gran Depresión

Franklin Roosevelt ganó las elecciones presidenciales y asumió la presidencia de Estados Unidos en 1933. Roosevelt fue un demócrata que pedía por una intervención mas enérgica para poder salir de la Gran Depresión.

Luego de asumir, Roosevelt tomó fuertes medidas para comenzar a salir de la Gran Depresión que había comenzado en 1929. Pasó al congreso una gran cantidad de medidas y tomó otras directamente, sin esperar la aprobación del congreso. El conjunto de nuevas medidas, reformas, programas y regulaciones se denomina "New Deal". (literalmente en español: "Nuevo trato").

El New Deal se enfocó en:

- Alivio para los pobres y los desempleados

- Recuperación de la economía

- Reforma del sistema financiero

Roosevelt rescató a los bancos y para evitar situaciones futuras similares, reguló el sistema financiero con dos nuevas agencias: la SEC (Securities and Exchange Commission) la FDIC (Federal Deposit Insurance Corporation). La SEC regulaba el mercado de valores y la FDIC protegía a los inversores.

En la economía real, se establecieron numerosos programas que ayudaban directamente a las personas. Por ejemplo, la Farm Security Administration combatía la pobreza rural, la Civilian Conservation Corps daba trabajo temporario a jóvenes desocupados, la Social Security Administration brindaba ayuda directa a los ancianos, los desocupados y los niños (sentó las bases para el sistema de bienestar moderno).

El National Industrial Recovery Act de 1933 regulaba salarios y precios.

En contraste con Hoover, las medidas tomadas por Roosevelt ayudaban directamente a las personas. Roosevelt fue pragmático y controversial. Se ganó el apoyo y la confianza de la población.

Recuperación de la Gran Depresión

Ante las medidas tomadas por Roosevelt, ya en 1933 la economía comenzó a recuperarse. Comenzó un período de crecimiento que duraría varios años. En 1937, la mayor parte de los indicadores económicos se habían recuperado, con excepción del desempleo, que se mantenía cercano al 15%.

El desempleo no se recuperó tan rápidamente porque el tamaño de la fuerza laboral y la productividad también aumentaron rápidamente en este período.

En 1933 y 1938 hubo una pequeña recesión, pero con excepción de esos años, entre 1933 y 1940, la economía de Estados Unidos creció a tasa de entre el 8% y el 10% anual.

Consecuencias de la Gran Depresión en Europa

Las consecuencias de la Gran Depresión también fueron importantes en Europa. Aumentó el desempleo y la pobreza. En Alemania, las presiones de la Gran Depresión se sumaron a los altos costos impuestos luego de la Primera Guerra Mundial.

Organizaciones Fascistas y Comunistas ganaban fuerza en varios países. En Alemania, el partido Nazi crecía rápidamente. En 1933 se nombró canciller a Hitler y se estableció un régimen totalitario.

En 1931 quebró el mayor banco de Austria, lo que llevó a sucesivas quiebras de bancos europeos. Los bancos alemanes se vieron particularmente afectados. Ante la inestabilidad política y la mala situación económica europea, y la recuperación de Estados Unidos, muchos inversores comenzaron a sacar su dinero de Europa y colocarlo en Estados Unidos.

El patrón oro hizo que la oferta de dinero en países de Europa disminuya, mientras que en Estados Unidos la oferta monetaria se expandió, favoreciendo la expansión en ese país y perjudicando aún mas a los países europeos.

En ese mismo año, Inglaterra abandona el patrón oro.

El proteccionismo continuó. Alemania, Italia y Japón no tenían colonias con las que intercambiar materias primas a cambio de bienes manufacturados. Estos países tenían presiones económicas para anexar nuevos territorios para poder intercambiar comercialmente.

En 1931, Japón invadió Manchuria. En 1935 Italia invadió Etiopía y en 1938 Alemania ocupó Checoslovaquia.

Fin de la Gran Depresión de 1929

Los pedidos de material bélico a fábricas de Estados Unidos ya venían aumentando antes de que estalle la guerra, lo que favoreció a la economía de Estados Unidos debido al aumento de la demanda. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos apoyó a Gran Bretaña y a Francia contra Alemania.

Las fábricas de Estados Unidos vieron un fuerte aumento de su demanda y comenzaron a contratar mas trabajadores.

En 1941 Japón atacó Pearl Harbor, Estados Unidos ingresa directamente en la guerra. La Segunda Guerra Mundial llevó a un fuerte impulso de la economía de Estados Unidos. El desempleo se redujo a niveles previos a la Gran Depresión de 1929.

Bajo Crecimiento Económico

¿Estamos ante una nueva era de bajo crecimiento económico?



Recientemente, varios bancos centrales de economías altamente desarrolladas han disminuido sus tasas de interés con la finalidad de estimular el crecimiento y la inflación. Japón lucha con una situación de bajo crecimiento e inflación que se prolonga en el tiempo. El banco central europeo intenta aumentar la inflación y terminar con un período de bajo crecimiento. Sin embargo: ¿No estamos ante una nueva etapa del desarrollo? ¿Puede ser que las bajas tasas de crecimiento sean la normalidad para economías desarrolladas?

Thomas Piketty, un reconocido economista francés, argumenta que tasas de crecimiento per cápita menores al 1% son una situación económica normal en la historia, y que tasas de crecimiento mayores, como las que se observaron en las últimas décadas, serían una excepción.

By Gobierno de Chile
Licencia CC BY 2.0


En el período 1700-2012, el crecimiento económico global per cápita fue 0.8% anual en promedio, aunque gran parte de este crecimiento ocurrió en el siglo 20 (1.6% en el siglo 20). Si bien a primera vista, esta tasa de crecimiento puede parecer muy baja, el resultado acumulado es que un crecimiento del 0.8% anual acumulado en el período 1700-2012 implica que el producto se multiplicó por 10 en 3 décadas, lo que implica una mejora sustancial en las condiciones de vida.

¿Fin del crecimiento? No se pueden encontrar situaciones de países con tasas de crecimiento per cápita mayores a 1.5% anual durante períodos de tiempo prolongados. Según Piketty, tasas de crecimiento mayores durante períodos de tiempo prologado son una ilusión.

La conclusión de este simple análisis es que las políticas económicas se deben adaptar a una nueva situación de bajo crecimiento económico, en lugar de intentar lograr tasas de crecimiento económico relativamente elevadas (digamos, del 2% anual per cápita).


Otro economista que considera que tasas de crecimiento bajas son normales, y que las tasas de crecimiento observadas en las últimas décadas son una excepción, es Robert Gordon.

Robert Gordon cuestiona el supuesto de que el crecimiento económico es un fenómeno continuo que se mantiene en el tiempo. Al igual que Piketty, sugiere que el crecimiento observado en los últimos 250 años probablemente haya sido un fenómeno único en la historia. Según Gordon, el proceso de innovación se trata de un fenómeno de invenciones discretas a las que le siguen invenciones adicionales hasta que agotan el potencial de la invención inicial.

Esto implica expepcionales períodos de rápido crecimiento a los que le siguen períodos durante los cuales el crecimiento va disminuyendo. Este modelo difiere del modelo tradicional de Solow, en el cual el crecimiento es un proceso continuo que no tiene fin.

Se podría argumentar en contra de esto que las innovaciones son intrínsecas al sistema capitalista, por lo que sería de esperar que altas tasas de crecimiento continúen gracias a nuevas innovaciones. Sin embargo, para Gordon existen diversos factores que pueden atentar contra el alto crecimiento, a pesar de que las innovaciones discretas continúen. Algunos de los factores que probablemente atenten contra el crecimiento son (1):

- Causas demográficas: un envejecimiento poblacional implica que disminuye la relación entre trabajadores y no trabajadores, lo que hace que en promedio haya menos horas trabajadas.

- Aumento de la inequidad: se observa un aumento de la inequidad que haría que el crecimiento económico observado para el 99% de la población sea menor al crecimiento registrado para el 1% superior.

- Energía y medio ambiente: Las mayores regulaciones ambientales frenarían el crecimiento económico. Del mismo modo, altas tasas de crecimiento observadas en el pasado en países europeos y Estados Unidos, y observadas actualmente en China e India, se habrían logrado gracias a regulaciones ambientales excesivamente permisivas.

(1) En el paper de Gordon se realiza un análisis para la economía de Estados Unidos y se mencionan otros factores que se aplican a Estados Unidos, como la gloablización. En este artículo dejamos de lado los factores que consideramos que no se aplican a la economía global.

Referencias

2014, Thomas Piketty, Capital in the Twenty-First Century, pp.73

2012, Gordon, Robert J., s U.S. Economic Growth Over? Faltering Innovation Confronts the Six Headwinds

Globalización en Latinoamérica

Perspectivas a futuro y errores del pasado.



Por: Oguer Reyes Guido*

Hacia la mitad del siglo XIX Latinoamérica tenía una posición importante dentro de la economía mundial. Entre otros datos en la región estaban radicadas el 40% de las inversiones de las potencias principales destinadas a la periferia.

El flujo migratorio de los europeos hacia los países de la periferia también ocupó un porcentaje importante en América Latina. El 50% de las migraciones de los europeos era hacia esta región.


Con los conflictos bélicos mundiales, entre 1914 y 1945 se interrumpió el proceso de globalización de la economía mundial. Luego de las guerras ni el comercio, la migración ni el flujo de capitales volvió a ser el mismo de antes.

Después de 1945 hubo un gran impulso a la globalización en parte por la reconstrucción de Europa y el auge económico de la posguerra. Esto trajo cambios esenciales: cambió la división internacional del trabajo, la tecnología tuvo una gran influencia en la nueva definición y reorganización del trabajo. Una mayor liquidez internacional y la integración de las plazas financieras empujó las corrientes de capitales de corto plazo y nació el sistema financiero mundial.



En estos términos, América Latina no supo dar respuestas adecuadas al reto de la globalización. Después de 1945 nuestra región siguió con las tendencias de desglobalización de la época de la guerra.

La región no expandió ni modernizó el comercio exterior, que consistía esencialmente en aportar materias primas al mercado mundial. El Comercio Internacional estaba cambiando por efecto de la tecnología. Esto llevó a la región a perder importancia en el comercio mundial. Pasó de un 14% en 1945 a un 5% en 1971.

Globalización del capital financiero

Otro elemento fundamental ha sido la globalización del capital financiero. El surgimiento de un sistema financiero mundial controlado por las principales potencias económicas supuso una gran herramienta de influencia geopolítica y de control económico sobre los países menos desarrollados.

La creación de instituciones financieras internacionales sólidas tuvo sus implicaciones políticas. Baste señalar la violenta oposición de los organismos financieros internacionales en 1997 a la propuesta de Japón de crear un Fondo Monetario Asiático para fortalecer las monedas asiáticas.

Esta oposición fue claramente para defender el dominio de influencia financiera de las potencias asociadas en el FMI y el Banco Mundial contra el surgimiento de contrapesos de poder en otras regiones del mundo.

Otro ejemplo de la batalla política detrás de la globalización del capital financiero es la negativa de Estados Unidos de colocar el impuesto Tobin para grabar a escala mundial las transacciones de divisas y frenar los flujos de dinero especulativo. Ello hace más difícil luchar contra las crisis actuales y futuras.

LAS CRISIS POLÍTICAS Y LA ECONOMÍA LATINOAMERICANA

Después de 1945, América Latina conservó las políticas proteccionistas frente al comercio internacional. Del mismo modo mantuvo una fuerte presencia estatal hasta desembocar en la crisis económica de los años ochenta.

Los primeros que cayeron con esta crisis fueron los gobiernos militares que todavía se mantenían en la región. De esta forma el retorno de la democracia coincidió con las reformas de mercado en muchos países de la región.

Otro problema, como afirma el ex presidente uruguayo Julio Maria Sanguinetti, fue que los conflictos bélicos crearon escisiones sociales graves y como consecuencia la inequidad. Estos son obstáculos para la integración de la sociedad y una desventaja que tiene la región en el contexto mundial.

Casos excepcionales en nuestra región han sido Chile y México. En el país sudamericano las reformas comenzaron bajo el gobierno militar y se continuaron después de 1990 con el retorno de la democracia.

Por su parte México firmó un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, y aunque al inició se vio afectado por la crisis del peso en 1994-1995, en los años subsiguientes el país logró una gran integración con el resto América del Norte. La integración mexicana se dio sobre ejes como el comercio, los flujos de capital, la producción y armonización institucional.

Resultados: México saltó en las exportaciones de un 11% del PBI en 1980 a un 29% en el año 2000.

LOS FACTORES DE CAMBIO Y SU MANEJO EN LA REGIÓN

La ciencia y el conocimiento son utilizados por las potencias para consolidar sus espacios de poder. No podemos perder de vista que estamos en un mundo unipolar donde Estados Unidos es el único país capaz de sentar una posición política y sustentarla militarmente. Es la única potencia con poder real de arbitraje y ha sobrevivido al derroche de recursos en la actividad militar gracias en parte a su enorme capacidad de mejora continua de su productividad y basado también en su mejora en la eficacia de la gestión de dicha productividad.

En estas circunstancias el reto fundamental de la región latinoamericana es ser capaz de favorecer el progreso tecnológico, la productividad y la competitividad; a la vez de resolver sus grandes problemas colaterales como lo son sus profundas fisuras sociales, las secuelas económicas de los años ochenta. Otros desafíos importantes son el manejo macroeconómico, el medio ambiente y la gestión de la relación entre el desarrollo científico y el desarrollo económico. Todo esto sin perder de vista que es necesario un diseño cuidadoso de las políticas económicas.

*El autor es Especialista en Economía Gubernamental y Administración Financiera Pública. Catedrático de la Universidad del Valle de México.

Portal de internet: www.economias.jimdo.com

La Crisis de 1929

El 24 de octubre de 1929 (jueves negro) se produjo una quiebra del mercado de valores de Nueva York, que provocó un prolongado período de deflación. La crisis se trasladó rápidamente al conjunto de la economía estadounidense, europea y de otras áreas del mundo. Una de sus consecuencias más inmediatas fue el colapso del sistema de pagos internacionales.


1. Introducción

La debacle económica de 1929 ha concitado la atención de historiadores y economistas como no lo ha hecho ningún otro momento de la historia económica del capitalismo. El debate en torno a los orígenes de la crisis se prolonga, de hecho, hasta los años ochenta, reactivado por la necesidad de dar una explicación fundada a la crisis de las últimas décadas. Marxistas, monetaristas y keynesianos han intentado dar una explicación de este episodio que, en realidad, se correspondió con un largo período, que va desde 1929 hasta 1939.

1929: Una multitud se agolpa en Wall Street para vender sus acciones


El crack de 1929 tuvo claros precedentes en Europa y también en EEUU. En 1927 se produjo la caída del mercado de valores de Alemania, en 1928 esto se repite en Gran Bretaña, y en febrero de 1929 en Francia. El carácter espectacular del hundimiento de la Bolsa de Nueva York no debe eclipsar, sin embargo, otro tipo de manifestaciones que dan cuenta de la difícil situación por la que atravesaba el capitalismo.

En diciembre de 1928, la poderosa industria del acero de Renania- Westfalia había hecho suspensión de pagos y provocó una fuerte recesión en toda Alemania. Los signos que precedieron al colapso en EEUU fueron contradictorios. Por una parte, el mercado de valores conoció una actividad febril, con fuertes beneficios y un incremento sostenido de los precios de las acciones. Por otra parte, de Europa, y de la misma economía estadounidense, provenían signos inequívocos: la caída de la construcción (debido en gran medida al menor ritmo de inmigración); la debilidad del índice de producción industrial daba también señales claras de una inminente recesión.



La deflación, la caída de la producción, la acumulación de stocks, el desempleo masivo, la contracción del comercio mundial y la ruptura del sistema de pagos internacionales marcaron la coyuntura en la mayoría de países capitalistas avanzados. El paro superó los 12 millones en EEUU, siete millones en Alemania y tres millones en Gran Bretaña. La producción industrial cayó entre 1929 y 1932 un 38 por ciento a escala mundial, y un 50 por ciento en EEUU. Galbraith («El crac del 29», 1955) distingue entre el crac propiamente y lo que él llama la «Gran Crisis», período este último que se prolonga hasta 1939.

Las explicaciones de las causas de la crisis son variadas y complejas, si bien coinciden en la conjunción de diversos factores económicos y sociales, y que, a su vez, se influenciaron recíprocamente. Las consecuencias que produjo el tratamiento de la crisis fueron absolutamente trascendentales, hasta el punto que los historiadores más prestigiosos la responsabilizan directamente de la II Guerra Mundial. Las medidas económicas adoptadas en la mayoría de países produjeron un fraccionamiento de la economía mundial y un fuerte impulso de la autarquía.

Se constituyeron bloques monetarios liderados por EEUU, Francia y Gran Bretaña. La fragmentación del comercio mundial afectó de desigual forma a los grandes países. Mientras que Francia y Gran Bretaña pudieron reorientar su comercio hacia sus respectivos imperios coloniales -EEUU lo hizo hacia América Latina-, Alemania, Italia y Japón, por su parte, se volcaron en programas de rearme de gran alcance, en un contexto de tensiones crecientes en el sistema internacional. Esta crisis marcó asimismo el fin de la ilusión acerca de la capacidad del capitalismo para autorregularse, dando paso, bajo distintas modalidades, a la intervención masiva y directa del Estado en los procesos de reproducción económicos.

2. Causas de la Gran Depresión

Han sido muchas las posturas tomadas por los especialistas en la elaboración de hipótesis que conduzcan a establecer las causas de la gran depresión de los años treinta. La teoría económica marxista ha hecho hincapié en el análisis de las grandes crisis del capitalismo achacándolas a la descoordinación entre producción y consumo. La sobreproducción ha estado siempre en el punto de mira de los historiadores de este período, como Nogaro, como clave explicativa de la crisis del 29. para Nere, en cambio, la sobreproducción es un mito ideologizado y no explica todas las posibilidades causales.

Trataré de elaborar en este epígrafe una síntesis de los factores que causaron la crisis de los años treinta. Estos factores son: La sobreproducción, el desorden monetario y la desigual y relativa recuperación económica.

2.1 La Sobreproducción

La producción supera las necesidades reales de consumo a partir de 1925, sobre todo en los Estados Unidos, donde los Stocks aumentaban conforme se reconstruían las economías europeas. Las causas de la sobreproducción son:

·  Distribución desigual de las rentas, que lleva implícita la limitación del consumo a las capas sociales más ricas, que en la mayor parte de los países no eran muy numerosas. Galbraith señala que en los Estados Unidos el 5 por 100 de la población recibía la tercera parte de la renta nacional.

·  Mantenimiento de precios de monopolio, tipo cartel, que obligaba a la existencia de grandes cantidades de stocks sin vender, al comprometerse los fabricantes a mantener unos precios pactados de antemano.

·  Desfase entre precios agrícolas e industriales: los primeros crecen más lentamente que los segundos y hacen disminuir, por tanto, el poder adquisitivo de los campesinos ( importante clientela de la industria.

·  La reconstrucción de las economías europeas, y el incremento de producción de algunos países menos desarrollados o coloniales durante la guerra, junto con el desenfreno productivo de los Estados Unidos.

El sector agrario fue el más perjudicado por los excedentes invendidos y la consiguiente baja de precios, cuyo índice pasó de 147 en 1925 a 138 en 1929.

2.2 El desorden monetario

Los momentos de expansión exigen una sensibilidad monetaria y el funcionamiento de un sistema monetario que organice los intercambios desde un centro financiero mediante una divisa hegemónica. Pues la relativa expansión de los años veinte se caracterizó por el marasmo monetario, la pérdida del patrón oro y la excesiva dependencia financiera de los Estados Unidos, convertidos en los principales acreedores y con Wall Street como el centro financiero más importante del mundo.

La existencia de nuevos centros financieros como el de Wall Street, junto con los de Londres y París, originó una competencia de préstamos exteriores entre el dólar y la libra que añadió nuevas dosis de inestabilidad.

En la conferencia de Génova (1922) se revisa el sistema del patrón oro clásico, y se establece el empleo de divisas claves (el dólar y la libra), junto con el oro, para respaldar los billetes emitidos por los bancos nacionales.

2.3 La Desigual y Relativa Recuperación Económica

A partir de 1924 se produce una tendencia al alza en le economía mundial, favorecida por la coyuntura política. Pero de hecho, puede afirmarse que únicamente los Estados Unidos tuvieron una clara recuperación, sustentada en la expansión del consumo de masas de dos sectores nuevos: los electrodomésticos y el automóvil.

El resto de países capitalistas, experimentó tan solo una relativa recuperación.

Al mismo tiempo aparecen, signos de desequilibrios económicos: por un lado, hay un estancamiento de sectores industriales tradicionales, como el ferrocarril, la siderurgia, el algodón y el carbón.

Por otro, la agricultura sufrió una crisis que se traducía en la acumulación de stocks (debido al aumento de la producción mundial al recuperarse la agricultura en los países destrozados por la guerra) y el descenso de los precios. Finalmente, hay que hablar de una disminución del comercio a causa de las medidas proteccionistas norteamericanas y europeas a partir de 1922.

3. Los años difíciles de la Posguerra (1919-1924)

En la inmediata posguerra el sistema capitalista tenía que redefinirse de acuerdo con las nuevas circunstancias: La hegemonía norteamericana y la revolución socialista en Rusia. Hasta entonces los países ricos (Francia, Inglaterra y Alemania) importaban más que exportaban aunque compensaban el déficit de la balanza comercial con los intereses de los créditos dados a los países menos ricos, productores de materias primas.

La situación permitía un equilibrio económico, ya que los no industrializados podían vender a los industrializados las materias primas y, con ello, pagar sus deudas y obtener divisas para comprar los productos manufacturados y de consumo que necesitaban.

Tras la guerra, los Estados Unidos se negaron a desarrollar la misma política económica y cerraron sus fronteras a los productos europeos, impidiendo de esa forma a los países deudores obtener dólares con que pagar sus deudas. El equilibrio se rompe. El oro fluye hacia Norteamérica y los capitales americanos se invierten en Europa, pero sin que ello permita una recuperación de la economía europea.

Se creía que, al igual que antes de la guerra, los países fuertes tenían que tener una moneda estable y todas las naciones se afanaban por conseguirlo volviendo al patrón oro. Sin embargo, las nuevas circunstancias lo hacían difícil.

En 1920 se registra una primera crisis, que hace aparecer el paro en países que habían perdido una gran cantidad de hombres en la guerra. Las causas son complejas y se han apuntado, entre otras, las barreras aduaneras surgidas en Europa con la aparición de nuevos países, que entorpecían el comercio; la carga que para Alemania suponían las reparaciones de guerra, que repercutían en el equilibrio económico europeo, y el desorden monetario que había favorecido la especulación. Pero, sobre todo, está el hundimiento del comercio internacional, que se produce cuando algunos países dejan de comprar al agotárseles las reservas y, otros, al no necesitar comprar ya más por tener sus necesidades satisfechas. Además el Tesoro norteamericano anunció que no concedería más préstamos ni anularía las deudas de guerra, en una política claramente deflacionaria.

Las soluciones adoptadas para salir de la crisis fueron dispares: Unos países siguieron con medidas inflacionistas, como Alemania y Francia, cuyas economías, aún débiles, no les permitían tomar otras soluciones y dejaron que la inflación aumentara. Otros, en cambio, como es el caso de Estados Unidos e Inglaterra decidieron controlar la situación con medidas deflacionarias, que se tradujeron en un descenso de la producción y en un aumento del número de parados. Al cabo de algo más de un año la economía se restableció, pero sin volver a alcanzar el nivel de 1913.

3.2 La Prosperidad Parcial (1924-1929)

En 1924 la crisis se da por superada y se entra en una fase de euforia económica. Algunos países vuelven a la paridad oro, como Inglaterra, en 1926. Otros, como Francia, estabilizan su moneda, consiguiendo con eso, al menos, crear un clima de confianza en el país.

Los índices de producción alcanzan los niveles de 1913. En Alemania se asiste a una cierta recuperación económica, acompañada de una revisión de las reparaciones de guerra. La coyuntura económica favorable repercute en las relaciones internacionales, y la armonía entre los países (Locarno, pacto Briand-Kellog) repercute, a su vez, en la marcha de la economía. Nadie parecía encontrar preocupante que los precios agrarios hubieran entrado en una depresión de la que ya no saldrían hasta 1929. Al mismo tiempo los dólares americanos invaden Europa en busca de todo el que necesite crédito.

Junto con sus capitales, Norteamérica exporta también su estilo de vida.

Pero desde la perspectiva actual es posible ver una serie de sombras sobre ese panorama en apariencia brillante. En primer lugar, la recuperación no afectó de la misma forma a todos los países.

4. El Crac de Wall Street

4.1 Las Causas del Crack de 1929. La Especulación

La principal causa del crac de la Bolsa de Nueva York fue la especulación.

Los años veinte fueron buenos para los Estados Unidos, como dice Galbraith, los más ricos se enriquecieron mucho más deprisa que los pobres dejaron de serlo. Además los norteamericanos desplegaron un asombroso afán de enriquecerse rápidamente y con un mínimo esfuerzo. El ánimo especulativo fue creciendo día a día, y en el caso de Florida, donde hombres del norte se lanzaron a comprar terrenos que aumentaban de valor sin motivos aparentes, es una prueba de ello.

La especulación llegó a la Bolsa gracias a las normas de Wall Street y por el alza que durante la década de los veinte se produjo en las acciones.

Los negocios eran rápidos y beneficiosos. Había muchos pequeños ahorradores que decidieron invertir, e hicieron de ello su forma de vida. Los agentes de bolsa prestaban a sus clientes tomando como garantía los propios títulos comprados, y, a su vez, pedían prestado a los bancos para comprar esos títulos, pues con las ganancias de la bolsa se podía pagar los créditos y sus intereses. Una situación de esta índole no podía continuar indefinidamente, ya que dependía exclusivamente del alza de la bolsa, y ésta era ficticia, fruto exclusivo de la especulación y del mantenimiento de la creencia de que la economía de los Estados Unidos era inquebrantable.

La especulación, sin relación con la actividad económica real, llevó la bolsa a la quiebra. ¿Cómo y por qué se mantuvo esta situación especulativa? Las razones son varias:

·  La inflación monetaria, que dio como resultado una política de dinero barato y facilidad de créditos.

·  La estructura bancaria, que estaba formada por múltiples y pequeños bancos, cuya supervivencia financiera dependía del alza de los valores de bolsa. Prestaban casi siempre a corto plazo con un interés del 12 por 100, cuando ellos obtenían créditos de la “Federal Reserve” al 5 por 100. El negocio era bueno, pero los bancos dependían mucho de la especulación bursátil y contribuían al alza de los valores. Además no existía control estatal ninguno sobre los bancos.

·  La existencia de compañías de “cartera”, que poseían abundantes acciones y estaban interesadas en la subida de las cotizaciones.

·  La psicología de las masas, convencidas de que el sistema era infalible, alentadas, por capitalistas sin escrúpulos y políticos que no sabían o no querían acabar con ese estado de cosas.

4.2 El Crack de la Bolsa de Nueva York

La economía entra en 1929 en un período de serios problemas y, en un momento determinado, con las circunstancias especulativas descritas anteriormente en marcha, esos trastornos se muestran violentamente en Wall Street.

En los días finales de septiembre y principios de octubre de 1929 las cotizaciones fueron buenas y malas, pero aún se hacían buenos negocios.

A partir del 19 de octubre la situación empezó a ponerse difícil, pero el jueves 24 no estalló el pánico en la Bolsa de Nueva York: ese día se pusieron a la venta 12.894.650 acciones y la demanda fue casi nula; el descenso de las cotizaciones osciló entre 12 y 15 enteros. Un grupo de banqueros y hombres de negocios intentaron frenar la caída comprando acciones; gracias a ello el viernes y el sábado parecía que se iba a detener la baja, pero el lunes 28 comenzó el desastre, el índice del Times bajó 49 enteros y fue el más desastroso de la história de Wall Street: se ofrecieron a la venta 33 millones de títulos y los índices bajaron de nuevo.

5. Los Años de Depresión. Su extensión Geográfica

La bancarrota dio al traste con la capacidad adquisitiva de los consumidores, con las inversiones en los negocios y con la solvencia de los bancos y de las empresas. Después de la Gran Bancarrota, vino la Gran Depresión; primero la eutanasia de los ricos, y después, la de los pobres. En 1933 casi la cuarta parte de todos los trabajadores norteamericanos estaban sin empleo. La producción PNB (producto nacional bruto) había bajado un tercio. Quebraron unos nueve mil bancos. En junio de 1930, las cosas iban de mal en peor.

5.1 La Depresión en los Estados Unidos

El modelo económico de los Estados Unidos, basado en la especulación, se viene abajo al estallar la crisis de Wall Street.

La crisis del 29 genera en cadena una serie de quiebras que configuran la llamada gran depresión, que tocaría fondo allá por el año 1933, y que, en síntesis, son las siguientes:

·  Quiebra bancaria. Ya hemos visto la dependencia de los bancos respecto a la Bolsa en relación con los préstamos a los agentes. Esto hace que el crac del 29 produzca el hundimiento y debilitamiento del sistema bancario. Entre 1929 y 1932 quebraron 5096 bancos. Este derrumbamiento restringió los créditos.

·  Quiebra de empresas comerciales e industriales. Consecuencia de la restricción de créditos fue la quiebra de más de treinta mil empresas, lo que trajo consigo el descenso de las tasas de inversión y la disminución correspondiente de la renta nacional.

·  Aumento considerable del paro, cuyo porcentaje más alto se alcanzó en 1932. Esto determinó la disminución del consumo y el consiguiente aumento de los stocks. Los productores y vendedores no aumentaron sus existencias.

·  Reducción de los precios. La acumulación de stocks provocó un descenso apreciable de los precios, más en el sector agrícola que el industrial. Con el fin de frenar esta caída se reduce voluntariamente la producción.

5.2. La Extensión de la Crisis

El peso de la economía de los Estados Unidos en el resto del mundo hizo que la crisis se extendiera a partir de 1931. Los norteamericanos se vieron obligados a repatriar capitales, lo que motivó quiebras bancarias en Alemania y Austria y tensiones en la economía británica. La caída de precios norteamericanos obligó a los países europeos a rebajar los suyos para hacerlos competitivos y dar salida a sus stocks. Pero el descenso del poder de compra de los Estados Unidos y su posterior proteccionismo cerraron aún más el mercado mundial.

En Europa, y en general en el mundo, la crisis fue similar a la americana: desplome de las cotizaciones de Bolsa, descenso de los precios, sobretodo los agrícolas, caída de los créditos y de las inversiones, hundimiento de la producción industrial y aumento del paro.

· En Alemania, el crecimiento de los años veinte se debía a los préstamos exteriores de los Estados Unidos. La crisis del 29 hizo que los capitales se fueran retirando de Alemania, lo que produjo la reducción de la inversión y, por consiguiente, de la producción industrial en cerca de 58 por 100. El paro afectó a más de 6 millones de trabajadores y la agricultura quedó al borde del colapso. Ante esta situación el gobierno excluyó la devaluación por temor a una nueva inflación y escogió la deflación.

· En Francia la crisis afectó a partir de 1931, año en que las exportaciones descendieron a la cuarta parte. El desempleo no llegó a alcanzar las altas cotas de Inglaterra y Alemania, gracias a la marcha de muchos emigrantes que habían llegado en los años anteriores y a la reducción del número de horas de trabajo. El descenso de los precios permitió a los trabajadores industriales mantener el poder adquisitivo, aunque sus salarios bajasen, pero las rentas de los que vivían de la agricultura se vieron drásticamente reducidas. El gobierno optó por aplicar una política deflacionaria.

· Después de 1929 Inglaterra sufrió el impacto de la crisis mundial, y las exportaciones, que ya estaban estancadas, se vieron más afectadas debido a la contracción de la demanda en el mundo entero. Pero a pesar de este estancamiento económico, que mantuvo e incluso aumentó el paro, Inglaterra no vio alterarse demasiado la situación política y social.

· En España la crisis paralizó las obras públicas emprendidas por la dictadura de Primo de Rivera, provocando una disminución de la producción y, posteriormente, el cambio político, con la llegada de la República acentuó la crisis a causa de la fuga de capitales.

· En las economías dependientes, esto es, en las áreas coloniales con dependencia directa de las metrópolis y en los países políticamente independientes pero de gran dependencia neocolonial, la crisis de los años treinta tuvo una gran repercusión. Los intercambios coloniales (materias primas por productos manufacturados) se hunden al disminuir el consumo en las grandes potencias, y surge el problema de la sobreproducción. Las políticas proteccionistas y la repatriación de capitales contribuyen a ensombrecer más el panorama en esas zonas. Iberoamérica, por su gran dependencia de la economía de Estados Unidos es la que sufre con mayor fuerza la repercusión de la crisis. El deterioro de la situación económica llevó la inestabilidad política a Cuba, Brasil, Uruguay, Chile y Ecuador.

6. Consecuencias de la Crisis

6.1 Consecuencias Sociales

a) El paro. Constituye la primera y más terrible consecuencia de la gran depresión. En 1932 había en el mundo 40 millones de desempleados. En los Estados Unidos, el paro total y el paro parcial: el primero va acompañado de mendicidad, enfermedad y hacinamiento en la Ciudades de lata (llamadas Hoovervilles irónicamente en Estados Unidos) y en los arrabales de las grandes ciudades; el paro parcial, aunque menos dramático también afectó a la vida diaria. En los Estados Unidos se calcula que el 63 por 100 de los trabajadores industriales estaban contratados a tiempo parcial, con lo que los salarios, ya de por sí bajos, se convertían en salarios de hambre. La juventud sufrió con mayor dureza aún esta situación, pues la búsqueda de un primer empleo sé hacia totalmente inútil y los centros docentes no podían soportar la prolongación de la escolaridad.

b) Descenso demográfico. Se produce por la disminución de la nupcialidad, la natalidad y las migraciones, unida al aumento de la mortalidad infantil y senil. Los distintos regímenes políticos establecieron distintas medidas demográficas para afrontar la crisis; las democracias liberales tendieron a restringir la natalidad para paliar los efectos sociales de la crisis (paro), mientras que los regímenes totalitarios, sobre todo el alemán, fomentaron el crecimiento de la población por razones ideológicas. En cuanto a las migraciones, los Estados Unidos se negaron a la entrada de emigrantes. En este aspecto la crisis también contribuyó a cambiar el statu quo imperante en el mundo.

c) Desigualdad en la estructura social. La crisis acentuó las desigualdades sociales, pues aunque se produjeron importantes quiebras en sus negocios, los patrimonios personales de los ricos no mermaron mucho, mientras que la depresión afectó de lleno a las clases medias y bajas.

La burguesía media y pequeña (rentistas, profesionales liberales, medianos y pequeños comerciantes) sufrieron de manera muy especial los embates de la crisis, empobreciéndose y proletarizándose. Muchos buscaron la solución en los fascismos.

Pero sobre quien más recayó el peso de la crisis fue sobre el proletariado, que incluso llegó a subdividirse en estratos diferentes según fuera industrial, rural, parado, semiparado o con trabajo fijo.

6.2 Consecuencias en las Teorías Económicas

La doctrina del liberalismo económico salió malparada de la crisis, pues ésta supuso la necesidad de la intervención del Estado en la economía, Idea opuesta al liberalismo.

La fórmula de intervención estatal fue propuesta por John Maynard Keynes en su “Teoría general de la ocupación. El interés y el dinero”. Las medidas keynesianas establecían la corrección del sistema capitalista mediante la intervención del Estado para incrementar el consumo y la inversión; además propugnaban la ayuda a empresas expansivas, el fomento de obras públicas por el Estado y el proteccionismo.

Las teorías de Keynes no alcanzaron plena vigencia hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

El intervensionismo se puso en práctica mediante la aplicación de diferentes métodos, tales como: medidas monetarias, acción sobre los salarios y los precios, proteccionismo, fomento de la política de austeridad, autarquía, desarrollo del sector público,... según los casos y los distintos países.

6.3 Consecuencias Políticas

Puede decirse que a partir de 1930 se plantea una crisis de los partidos socialdemócratas, que tuvieron que transformar sus principios y preparar los planteamientos ideológicos que surgirían tras la Segunda Guerra Mundial. El triunfo del comunismo en Rusia y la creación de la III Internacional habían desplazado al socialismo a posiciones más moderadas; en la crisis estos partidos socialistas tuvieron que colaborar con el capitalismo y renunciar a algunas de sus conquistas sociales. De esta forma, la separación entre socialismo y comunismo se hace más manifiesta.

Pero la consecuencia política más importante de la crisis va a ser, sin duda, el auge que alcanzaron los movimientos fascistas y la ascensión de otro partido de este talante al poder: el Nacional-Socialista en Alemania.

7. Las Soluciones a la Crisis

Hubo una primera respuesta a la casi común a todos los países: la política deflacionista, que establece restricciones al crédito y a las importaciones. Esta política tenía como objetivo preservar el equilibrio de los intercambios exteriores y defender la moneda. Se ponen en marcha medidas proteccionistas: control de cambios y fijación de contingentes de importación.

Todas estas restricciones estaban condenadas al fracaso, pues eran difícilmente soportables en el ámbito social. La llegada de nuevos equipos al poder, que se dieron cuenta de la necesidad de cambiar de rumbo, propicia la devaluación de las monedas (con excepción de Alemania), así como el relanzamiento de la producción y el consumo gracias al crédito del Estado.

El carácter opuesto de estas dos medidas (deflación y devaluación) provocó la larga duración de la crisis. La falta de solidaridad entre las naciones perpetuó aún más el marasmo. La conferencia de Londres de 1933 demostró que cada una de las naciones iba a intentar solucionar sus problemas sin contar con la participación de las demás: la frase exportar la crisis es la más explícita en este aspecto. Es conveniente analizar dos modelos básicos de superación de la crisis: el New Deal en los Estados Unidos y la autarquía en Alemania.

7.1 El Modelo Norteamericano. El New Deal

Tras el fracaso de la administración Hoover (1929-1933) para salir de la crisis, los demócratas ganan las elecciones presidenciales en la persona de Franklin D. Roosevelt, que implanta una política innovadora para reactivar el consumo y la inversión y, para erradicar los males que había padecido la economía norteamericana; se trataba del llamado New Deal.

En realidad hubo dos New Deal: el primero se refiere, a medidas económicas, mediante leyes elaboradas en la primavera de 1933; el segundo, a medidas sociales, a partir de 1935.

Estas son algunas de ellas:

·  En el campo de las finanzas. Se intentó enderezar la situación monetaria y crediticia, para ello:

· Se prohíbe el atesoramiento y las exportaciones de oro.

· Se devalúa el dólar con el fin de hacer subir los precios en le interior y favorecer las exportaciones.

· Se toman una serie de medidas para proteger los depósitos bancarios (creación de un seguro sobre los depósitos bancarios) y evitar la concesión de créditos destinados a la especulación en la bolsa.

·  En el sector agrícola, a la política de almacenamiento iniciada por Hoover, Roosevelt añade la de limitación de cosechas. Mediante la Agricultural Adjustement Act se indemniza a los campesinos que reduzcan las superficies cultivadas. Con ello se persigue la disminución de excedentes, aunque no se logra del todo.

c) En el terreno industrial, se crea la National Industrial Recovery Act (NIRA). Con ella se pretendía organizar la intervención estatal en el ámbito industrial y establecer las reglas de juego de las empresas privadas con el fin de evitar los desmanes de la total libertad de mercado.

Se crea la TVA (Tennessee Valley Authority), empresa estatal encargada de construir presas, es decir, todo un programa de obras públicas en manos estatales.

La NIRA impedía la libre competencia con el establecimiento de los “códigos” (convenios colectivos), que garantizaban unos beneficios mínimos a los empresarios y un salario justo a los trabajadores, reconociendo la libertad sindical y del sistema de contratación colectiva. Además la NIRA favorecía la creación de monopolios, por lo que, al ser declarada inconstitucional en 1935, Roosevelt aprovechó para eliminarla y volver a la política anti-trust.

·  Las medidas sociales del segundo New Deal iban encaminadas a la protección social del ciudadano; en especial de los desempleados y los ancianos. Se fijaba la jornada laboral máxima en 40 horas semanales y se abolía el trabajo de los niños. Por la National Labor Realtions Act se apoyaba a los sindicatos, revitalizándose centrales obreras como la American Federation of Labor (AFL).

En general, la burguesía americana rechazó el New Deal. En cambio, las masas obreras la apoyaban, lo que impidió que se constituyese en los Estados Unidos un partido comunista.

Podemos, finalmente, afirmar que si bien la política económica de Roosvelt no mejoró sensiblemente la situación de crisis, sí, al menos, contribuyó a hacerla menos mala.

Autor: Sandra Susane Silva

Cuatro Décadas en la Historia Económica de América Latina

Giovanni E. Reyes*


El objetivo de este documento es presentar un resumen de los principales eventos e interpretaciones concernientes al desarrollo de las economías de América Latina desde 1960. El aspecto principal es establecer un estudio comparativo desde un punto de vista histórico con relación a los aspectos principales que caracterizaron las condiciones externas e internas para las economías latinoamericanas.

Durante ese tiempo, América Latina ha pasado desde condiciones relativamente estables durante los años sesenta, a la creación del problema de la deuda en los setenta, a los escenarios dominados por la recesión e inflación en los ochenta, para finalmente arribar a las condiciones actuales de principios del siglo XXI. En la actualidad, lo fundamental se centra en la continuidad de la aplicación de los planes de ajuste estructural, a la vez que se ha generado ya cierto crecimiento económico en varios países. El análisis de los aspectos sociales está más allá de los alcances que se ha fijado este estudio, pero es importante subrayar que las variables sociales han tenido un significativo retroceso en la región. Por lo tanto, aún cuando los países latinoamericanos han podido experimentar algún tipo de estabilidad actual, los índices de pobreza y de marginalidad sociales para importantes sectores de la población continúan siendo prioritarios desafíos por enfrentar.

Este documento contiene tres secciones principales de carácter histórico: (a) las décadas del sesenta y setenta: desde la estabilidad relativa a la generación de la deuda externa; (b) la década del ochenta con el inicio de los programas de ajuste económico y la acentuación de la crisis social; y (c) la del noventa, con sus resultados en términos de crecimiento de la producción y la continuidad de las políticas de ajuste macroeconómico. Esta división está basada principalmente en los aportes que al respecto y a manera de consenso han sido presentadas por entidades tales como el Banco Mundial (BM), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Aunque este estudio se refiere a la América Latina como una región, se incluyen algunas referencias bibliográficas de autores que han basado sus contribuciones, datos y análisis sobre países específicos. Las conclusiones presentan un resumen de las condiciones actuales y de las principales perspectivas conceptuales para la actualidad que se evidencia en la región latinoamericana.

Dentro de los escenarios históricos analizados, los factores políticos han sido determinantes en su impacto para las medidas económicas y la estabilidad de la región. En este sentido, ha tenido lugar una mayor transformación durante los sesenta y setenta, así como en los ochenta: por lo general sistemas democráticos emergieron de regímenes autoritarios. Es importante mantener presente que, en este aspecto, la legitimidad política era necesaria a efecto de llevar a cabo las principales medidas de los ajustes económicos.

Los modelos de ajuste macroeconómico se han basado en fundamentos económicos de carácter neoliberal. Las transformaciones que han tenido lugar a raíz de la aplicación de los mismos, pueden ser interpretadas como parte de un cambio ideológico y cultural a fin de modernizar y aproximar más las condiciones sociales con los valores culturales de Europa y de Estados Unidos. En términos económicos el modelo neoliberal se centra, como aspecto esencial, en la promoción de las exportaciones más que en la utilización de lo que tradicionalmente se hace en términos de las políticas fiscales y monetarias.

Debido al intento de síntesis del documento, las conclusiones no tienen el ánimo de sustituir el texto principal, sino de subrayar lo que se evidencian son las características principales en relación con los más recientes eventos y tendencias en la región.

*Autor:

Giovanni E. Reyes

Profesor del University College, Universidad de Pittsburgh, EEEUU.



Subscribe to RSS - Historia Económica