En los últimos años los países que conforman la región de América Latina, están experimentando en su mayoría crecimiento económico, pero este crecimiento viene acompañado con un mayor crecimiento en la población, que cada vez demanda más energía, donde el uso intensivo de energía provenientes de fuentes no renovables como el petróleo, a largo plazo tendrá dificultades para cubrir la alta demanda.
Pretendo en este ensayo analizar la importancia económica que tiene la inversión en I+D de las energías alternativas, para que puedan cada vez ser más eficientes, y nos ayuden a dejar la dependencia del petróleo, como fuente principal de energía en América Latina.
Palabras claves: energías alternativas, inversión, I+D
Las naciones de Latinoamérica, tienen que dejar de ser cada vez menos dependientes de las energías provenientes del petróleo, y enfocarse en energías alternativas amigables con el medio ambiente que puedan eliminar dicha dependencia. Para muchos países esto no es fácil, pero Latinoamérica tiene grandes ventajas comparativas con respecto a otras ubicaciones geográficas en el planeta, y pueden desbordar en un futuro rentable si se hacen bien las cosas en materia energética. Las energías alternativas comprenden todas aquellas energías de origen no fósil y que no han participado significativamente en el mercado mundial
Posso, Fausto. (2000). Energía y ambiente: Pasado, presente y futuro Parte uno: Sistema Energético Basado en Fuentes Fósiles. Geoenseñanza, vol. 7, 197-228.
Los países de México y Venezuela son los mayores productores de petróleo en Latinoamérica, pero se les acercan grandes competidores que han encontrado grandes pozos petroleros en su geografía en los últimos años como lo es Brasil y Colombia. Aunque la tecnología ha hecho de que se pueda encontrar grandes pozos petroleros, estos están en zonas cada vez más recónditas y sometidos a grandes presiones que pueden causar grandes derrames si no se toman las medidas adecuadas para estos casos, esto ha hecho de que conseguir petróleo sea más costoso, y peligroso para el medio ambiente.
Existen poblaciones en países de América Latina que ven el petróleo como un gran mal que jamás debería haber existido, como Ecuador, donde se encuentran muchos ríos y lagos contaminados por la acción de los derrames de Chevron Texaco, donde el impacto ambiental es muy importante, y en México ocurrió uno de los derrames mas importante de petróleo del planeta por su impacto en los medios de comunicación, como el del 2010 en el pozo Macondo del golfo de México, sin olvidar el derrame que sufrió el pozo Ixtoc1 en el año 1979. Estos son los derrames más importantes y con más seguimiento de la prensa en América Latina.
No son solo los derrames lo mas perjudicial del petróleo, también son las emisiones de sus derivados como los gases tóxicos, que emana la gasolina, o la gran probabilidad de ser altamente inflamables, pero aún así, es muy difícil para las naciones de América Latina dejar al petróleo de un lado, dado su gran potencial energético y económico, porque todavía no hay una energía alternativa que pueda igualar o por lo menos acercarse lo suficiente al gran potencial que tiene el petróleo, por eso la importancia de invertir en I+D en energías alternativas. Estas inversiones buscarían que las energías alternativas sean cada vez más eficientes; entonces, ¿qué incentivos tendrán los gobernantes de América Latina y empresas privadas para invertir en I+D en energías alternativas? La respuesta es simple; el petróleo no es para siempre, es decir, no es un recurso natural renovable, y el gran crecimiento de la demanda energética en el mundo ha hecho de que los precios se disparen dado que la oferta de petróleo no aumenta fácilmente por los altos costos de tecnología y las grandes probabilidades de problemas ambientales al perforar más profundo; estos hechos han despertado el interés de grupos ambientalistas, que exigen más protección a la tierra.
Economías emergentes como México, Venezuela, Brasil y Colombia son unos verdaderos monstruos devorando energía. Hoy en día, casi todo lo que se produce en petróleo se vende en el mundo, y en América Latina hay muchas economías pobres donde cada vez es más complicado conseguir energía por los altos costos de ésta, es por esto que la inversión en I+D de energías alternativas deben de enfocarse en energías renovables en el tiempo; esto es un compromiso a largo plazo entre las naciones para entregarle una América Latina sustentable a través del tiempo en materia energética a las generaciones futuras.
Hasta hace poco ha sido muy pobre la inversión en I+D en energías alternativas renovables en América Latina, pero en los últimos años han sucedido cosas muy beneficiosas; en el 2010 según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), los países de América Latina han crecido económicamente y únicamente Venezuela y Haití quedan excluidos de esta ola de crecimiento económico, esto a contribuido a que aparezcan potenciales proyectos de energías alternativas tanto del sector privado como el público, pero aún así no son suficientes. Es cierto que invertir en I+D acarrea consigo costos difíciles de recuperar, y que a su vez son muy arduos de soportar para cualquier empresa ya sea privada o no. Pero existen ejemplos fuera de América Latina que se han desarrollado con éxito como la planta termo-solar de Sevilla en España (Termesol), con aporte económico de empresas privadas, y es capaz de brindar de energía eléctrica a más de 45000 hogares [2] Área de energía y medio ambiente de SENER. Grupo de ingeniería (2008). Torresol Energy, la apuesta de SENER por la energía termosolar por concentración. Revista de la Asociación Española de Científicos N° 14. 20-24, energía limpia que solo utiliza los rayos del sol como fuente de energía.
Las energías alternativas poseen un alto potencial y rentabilidad a largo plazo en América Latina, como lo son las hidroeléctricas dado los grandes afluentes de agua en América Central y América del Sur, las eólicas en los países que limitan con el mar Caribe, el océano atlántico y océano pacifico donde hay fuertes vientos, y la energía solar que puede ser desarrollada en cualquier país de América Latina.
En conclusión, los países de América Latina tienen que aprovechar este momento de crecimiento y bonanza económica para invertir en I+D de energías alternativas renovables, que permitan desarrollar energías eficientes, para asegurar un futuro cada vez más limpio a las generaciones presentes y las que están por venir.
Autor: Marcos Gómez - Universidad de Carabobo
Marcosgomez_economia@hotmail.com