Economía de Portugal

LECCIONES DE MACROECONOMÍA Y ESTABILIDAD DESDE PORTUGAL





Giovanni E. Reyes



El día fue noviembre 26 de 2015, este día se constituyó en un punto de inflexión, de cambio de tendencia en el desempeño económico de Portugal. Hasta ese entonces el déficit fiscal del gobierno era de 5.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) y el desempleo abierto trepaba consistentemente desde hacía meses, llegando para ese entonces a 14.2 por ciento.

Todas estas consideraciones se hacen aquí con base en cifras recientes dadas a conocer por la revista The Economist, desde Londres. A partir de esto, no se puede puntualizar que la publicación y las cifras sean tendenciosas, toda vez que esa fuente ha sido más bien ortodoxa en el trato y recomendaciones sobre la política económica.

Esto es, un conjunto de medidas muy cercanas a las disposiciones que son parte del denominado Consenso de Washington, según el cual se debe eliminar casi completamente el conjunto de regulaciones estatales, fortalecer las privatizaciones, a la vez que se dejan sin intervención los mercados cambiarios de los diferentes países.

Pues bien, el caso es que ese 26 noviembre de 2015 llegó al poder el dirigente socialista Antonio Costa (Lisboa1961 -). Al principio hubo nerviosismo pensándose que los mercados no reaccionarían tan favorablemente. Pero Costa al parecer, entiende que lo social no riñe con la eficiencia productiva de un país y que se hace imperativo un conjunto de innovaciones y de emprendimiento en las empresas, a fin de fortalecer la capacidad del tejido productivo.

Costa se embarcó en un plan heterodoxo, contrario a los ajustes de contracción de la economía, sino uno más bien de estímulo, esto es, de políticas monetarias y fiscales expansionistas. Algo que se asemeja mucho a lo que el mismo Reagan hizo en Estados Unidos a principios de los ochenta con paquetes de estímulo que aumentaron la deuda pública, pero que lograron hacer avanzar la economía.

Algo que ya se había hecho con éxito en la década de los treinta tanto en Estados Unidos como luego, en la Europa de la post-guerra. En el caso de Costa, el mandatario aprovechó los recursos de rescate que le proporcionó la Unión Europea.

Los resultados los tenemos ahora, las recetas de Portugal han sido prudentes y con base en ello el desempleo abierto ha llegado a ser de 7 por ciento, mientras el déficit público es de 2.1 por ciento, prácticamente la mitad de déficit con el cual empezó su gobierno el actual primer ministro portugués.

Las prácticas portuguesas lo alejan de situaciones que mantienen a países caminando en la cornisa como es el caso incluso hoy en día, de Grecia y hasta cierto punto España. Portugal ha demostrado que una adaptación creativa de medidas económicas puede ser muy útil, como también se puso de manifiesto en el caso de Islandia.

Autor:

Giovanni E. Reyes

Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard

Profesor, Universidad Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario

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