Papel del Sistema Financiero en el Crecimiento Económico y Generación de Empleo en Colombia

De acuerdo a entrevista concedida por Juan Somavia, Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, por la actual crisis económica que vive el mundo y por el desplome financiero presentado en Estados Unidos en el año 2008, se presentan altas tasas de desempleo, que han ido disminuyendo, aunque la cifra aún es preocupante. No obstante países como Colombia, a pesar de no haber presentado un desplome financiero como el de Estados Unidos, porque los bancos estaban blindados económicamente, a la fecha están presentado tasas de desempleo que están alrededor del 11.9 % en el último trimestre, cifra que muestra el rezago económico en que se encuentra el país, donde más del 50% de la población vive en estado de pobreza y un poco más del 20% se encuentran por debajo de la línea de pobreza.



Según el señor Somavia, para que haya una recuperación económica que vaya de la mano con la generación de empleo, aparentemente es un panorama difícil de visualizar, pero es un resultado que puede darse si el sistema financiero toma en cuenta su función social vía créditos para incentivar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, que son grandes generadoras de empleos. Como dice el señor Somavia, el sistema financiero presta mal, pues las tasas de interés son muy altas y, a pesar, de las cantidades inauditas de dinero que se inyecta al sistema para salvarlo, este no tiene la conciencia, de que en sus momentos de recuperación económica, debe retribuirse a la comunidad en general los aportes hechos para salvarlo, ya que esto se hace con dinero del contribuyente, lo cual plantea un problema ético.

Más preocupante es ver la cifra de desigualdad que se presenta en Colombia donde el coeficiente de Gini se ha ubicado en los últimos años en 0.59, lo cual denota la desigualdad del ingreso que hay en el país y que evidentemente muestra la desigualdad tan elevada que existe entre la persona más rica y la más pobre.



De acuerdo a lo anterior considero que el sistema financiero, en la actualidad, siendo uno de los menos golpeados por la crisis económica global, tiene el deber ético de contribuir al crecimiento económico en Colombia, otorgando créditos a la pequeña y mediana industria, sin tantas restricciones, y asegurando un mayor acceso a la población de los servicios financieros en condiciones razonables, a lo cual considero debe prestarse mucha atención, pues si las personas necesitan bancarizarse para poder lograr mejoramiento de su estilo de vida, el sistema financiero debería disminuir o abolir algunos cobros que lo único que logran es que las personas acudan a otros medio de financiación o simplemente no lo hagan, y de esta manera no alcanzan o postergan sus metas a nivel económico.

Según la Asobancaria, a diciembre de 2008 15.921.080 personas tenían al menos un producto financiero, lo cual para mi opinión es muestra que aunque el sistema financiero se esfuerce en bancarizar a las personas, estas se muestran reticentes a la adquisición de productos financieros por los obstáculos que presentan estos, para lo cual hago referencia a las barreras que se imponen, así sea solo para hacer la apertura de una simple cuenta de ahorros. Muestra de ello es el miedo que tienen las personas hoy en día para adquirir deudas con las entidades financieras, ya que se rehúsan a  aceptar créditos otorgados y tarjetas de crédito entre otros, pues temen no poder llevar a cabo el pago de estos, teniendo en cuenta la recesión económica en que se encuentra el país y la buena relación económica que llevan con las entidades financieras y que puede llegar a deteriorarse.



Finalmente y a manera de conclusión, teniendo en cuenta la información suministrada por el señor Somavia y las noticias económicas que día a día se dan en Colombia y en el mundo, es bueno que el sistema financiero de Colombia, deje de pensar en llenarse los bolsillos de dinero y que sea más flexible a la hora de otorgar créditos para inversión a los diversos agentes que lo requieren, no sólo a los grandes inversionistas que llegan a Colombia obtienen lo que quieren y se van, es decir los capitales golondrina, sino a personas normales que son emprendedores y que tienen el deseo de crear un negocio propio, que no sólo va a generar un beneficio personal, sino que a nivel social va a generar empleo, tributos para el Estado y contribuirá en alguna medida al crecimiento económico que tanto ansia la sociedad en general.