Los ciclos económicos o fluctuaciones cíclicas de la actividad económica pueden definirse como las oscilaciones de la expansión a la contracción de la economía, que ocurren entre crisis sucesivas.
Desde el siglo XIX, los estudiosos de los negocios se impresionaron por las dramáticas caídas que cada 7 a 10 años registraba la actividad económica. En 1863, el francés Clement Juglar demostró con pruebas estadísticas que las crisis no eran fenómenos aislados, sino parte de una fluctuación cíclica de la actividad comercial bursátil e industrial y que los períodos de prosperidad y crisis se seguían unos a otros. Desde perspectivas distintas, tanto la economía marxista como la escuela austríaca son especialmente notorias por su avance sobre el estudio de las causas estructurales del ciclo económico y las crisis.
Se denominan fluctuaciones cíclicas a los movimientos caracterizados por olas periódicas de dilatación y contracción que no tienen un lapso fijo. Se distinguen de las fluctuaciones estacionales por la naturaleza de su ritmo: las estaciones (por ejemplo las estaciones del año) tienen ritmo fijo o regular, en cambio las fluctuaciones cíclicas tienen un ritmo variable o irregular, aunque un modelo fácil de reconocer.
Aun cuando los ciclos no se desenvuelven en períodos fijos de tiempo ni en secuencias regulares de sucesos, pueden ser medidos. Las sucesivas fases de ascenso y descenso son susceptibles de una medición exacta. La estadística y la econometría proporcionan recursos para diferenciar las estaciones de los ciclos y para descartar de una serie cronológica las tendencias a largo plazo y aislar así las fluctuaciones cíclicas (v.g el Filtro de Hodrick-Prescott), permitiendo además determinar variables que influyen o determinan el ciclo. Por diferentes métodos pueden identificarse las oscilaciones recurrentes con respecto a una tendencia y las variables de las cuales dependen; y es posible definir las fluctuaciones cíclicas, en tanto funciones de componentes deterministas y componentes aleatorios.
Aunque los estudios a largo plazo pueden encontrar la duración promedio de determinada fluctuación cíclica, es imposible predecir la duración de cada ciclo, la cual no puede deducirse del promedio, ni de la duración del ciclo anterior ni de la de algún grupo de ciclos precedentes. En cambio es posible determinar el carácter necesario o inevitable de determinadas fluctuaciones cíclicas, cuya necesidad y desenvolvimiento concreto resultan, por una parte, de la compleja interrelación de múltiples variables, y por otra, de la unidad de indisoluble de la determinación y la probabilidad, que caracteriza la vida económica.